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Raks sharki por Kadrika

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Notas del capitulo:

Espero les guste.

Los personajes no son mios, solo s utilizo paracrear esta histoia, pasen a leer.

Estaba sentado prácticamente casi en primera fila, sino fuera culpa de ese viejo rabo verde que me gano mi lugar de siempre, observando el escenario, a solo unos pasos, iluminado con reflectores azules, rojos verdes y la típica luz blanca, alternando dando la ilusión de que la música que se escuchaba estaba viva, que era algo que se podía ver mas no tocar. Una música suave y sugestiva, muy sensual que lograba que te adentraras en un mundo exquisito y basto. Era una canción sutil y erótica, una canción árabe o tal vez egipcia y que los que estábamos presentes solo lo hacíamos por algo en particular y era ver a las bellezas que se encargaban del bello arte del raks sharki o vulgarmente conocido como Belly dance.


Hace unos meses me hice adicto a este lugar después de que mi novio me dejará, según a sus palabras porque era demasiado serio y mi cara de póker ya le había hartado, en pocas palabras que aburría a su excelencia cuando el estoico insensible era otro. Aunque, si mal no recuerdo a los dos días le vi con otro tipo, un chico alto de cabello morado, definitivamente Seijurou era un estúpido y fácil, hubiera sido más mejor que me dijera que tenía ganas de que se lo cogiera otro tipo.


Pero gracias a terminar es relación pude encontrar este paraíso cuando salí con algunos amigos del trabajo, Takao y Kiyoshi.


De Takao no me sorprendió que le gustaran este tipo de lugares, es un libertino que se come todo lo que se le atraviesa en el camino. Quien sí me sorprendió fue Kiyoshi, es muy alegre y amable con todos, nunca ha tenido problemas en la oficina y es todo un caballero, así que cuando me dijo que este era un muy buen lugar y Takao lo apoyaba confirme que no debía confiar en las apariencias.


Ya después me explico que su novio trabajaba como el bar tender de este centro de entretenimiento por llamarlo de alguna forma, solo Dios sabrá cómo se conocieron.


 


Tomó un trago del Whisky en las rocas que pedí, su sabor quema deliciosamente mi garganta y me envicia a perderme en el ambiente que se propaga como un incendio, haciendo arder todo a su paso, libre y sin control.


La música aumenta el volumen y deja de ser un simple sonido de fondo, y eso solo indicaba una cosa.


El espectáculo va a comenzar...


El sonido de tambores inicio, la luz blanca se dirigió al escenario y yo desde el taburete de la barra a unos escasos metros del templete me gire al mismo tiempo que aquella luz. Los golpeteos del tambor se combinaron con algún instrumento de cuerda que me importaba muy poco identificar. La luz blanca cambio por una verde muy baja y las telas de gasa fina dieron paso a tres hermosas mujeres de caderas anchas y cinturas estrechas que muchos denominarían de avispa las cuales se movían al compás de la música.


Su danza duro apenas unos cinco minutos y eran hermosas, de pechos grandes y piernas largas pero no eran mi objetivo a disfrutar.


Las luces se apagaron solo dejando un pequeño reflector de luz azul, que indicaban la entrada de la estrella principal.


Las cortinas se mecían con una nueva canción de un instrumento de viento una flauta o algo parecido, era suave y majestuoso como olas en el mar que te mecían cálidamente en una noche de luna llena, se abrieron con cuidado dándole el paso a un chico de tez blanca, o por lo menos es lo que dejaban ver las telas de seda que envolvían su cuerpo, su abdomen plano pero con líneas suaves que se marcaban y dejaba ver con un tatuaje tipo mándala alrededor de su ombligo y bajaba sensualmente hacia su cadera y se perdía entre las telas que se ceñían en ella era bajando en caída libre por sus piernas contorneándolas a cada paso que daba.


Se adentró al escenario con pasos ligeros como si flotara ligeramente las cadenas con brillos caían por su torso y las telas que cubrían parte de él.


Y por último su rostro cubierto con un antifaz solo dejaba ver su cabello negro y lacio y sobretodo sus labios ligeramente gruesos de color rosa con un pequeño toque de brillo.


Este tipo me había enamorado al instante, sus movimientos de cadera eran excelentes, cautivantes y precisos que lo único que pude hacer fue imaginármelo sobre mis piernas montándome y moviéndose sobre mi pene para darnos placer a ambos. Esa primera vez que lo vi sobre el escenario tuve una erección a causa de aquel jovencito pelinegro y su danza erótica.


 


Intente a través de Kiyoshi saber su nombre, pero la araña que tiene por novio no me quiso decir absolutamente nada según el por políticas de la empresa, aunque sé que es solo para fastidiarme. También trate de esperarlo a que saliera de este "bar" y seguirlo pero eso fue inútil a todos los empleados los recogían en una camioneta y los iban a dejar a sus casas eso para evitar que algún pervertido se atreviera a molestar a las bailarinas principalmente y la segunda vez que lo intente por poco me arrestan al pasarme una luz roja en mi vago intento de persecución.


 Pero aun así no me doy por vencido, quiero conocer a ese chico que mueve sus caderas como un ritual sagrado, los cascabeles atados a la tiras de tela de su pantalón suenan al ritmo de su contoneo, estira sus brazos dibujando olas en el aire y sus dedos remarcan aquel cuadro como si un pincel estuviera entre ellos retocando aquel hermoso retrato de un joven bailarín seduciendo a más de uno de los hombres que se encuentran en este lugar.


 


La canción está en su estribo final y el pelinegro se tira con gracia al suelo alfombrado queda de rodillas y gateado un poco quedando en la orilla del escenario contorneando su espalda como un hermoso gatito en celo y estirando su brazo al público y su dedo índice juguetea incitando a algún incauto e ingenuo que se acercara. Sus ojos conectan con los míos, siento su mirada sobre mí, sé que me habla a mí pero no caeré en ese juego, pueden ser solo imaginaciones mías.


Cambia de posición irguiendo su espalda quedando sobre sus rodillas y su trasero ligeramente alzado, sigue moviendo las caderas con una delicadeza innata mientras sus manos juegan sobre su cabeza  y poco a poco bajan desde sus hombros y su pecho, su cintura para llegar hasta sus muslos todo acompañando de un gesto por demás provocativo.


Inclina su espalda hacia atrás con el ultimo toque de tambores y las luces se apagan.


 


Fue cuando me di cuenta que debía cerrar la boca o el Whisky que había tomado escurría por la comisura de mis labios sin que me diera cuenta.


Estaba babeando por él y no sé si fue desde que empezó a bailar o cuando realizo poses tan sugerentes.


Las luces regresaron y el chico desapareció del escenario como si fuera un espejismo, sin dejar huella y solo estaba las voluptuosas chicas.


Espere otra hora a que el chico apareciera, pero igual que un espejismo se desvaneció enfrente de nuestras narices, no era el único insatisfecho con esta situación quería ver más de ese movimiento de caderas, y el cómo contorsiona su cuerpo, si esa es su elasticidad sobre el escenario me gustaría comprobarlo en otro lugar.


 


- Señor gusta otra bebida- giro sobre mi taburete quedando de nueva cuenta viendo así a la barra, mi vaso ya está vacío así que entiendo porque la araña que tiene por novio mi amigo me ha invitado a tomar algo más.


- No sé, que me recomiendas...


- Que te parece un raki, es un licor turco, destilado de uva y anís, un poco fuerte, pero visto que estas decepcionado porque 'aghlaa no regreso al escenario.


- Cállate jodida araña, si no ayudas no opines y si tráeme eso que dijiste - le dije sin levantar la voz, la verdad sí que tenía un poco de razón pero no me iba a dejar molestar por ese idiota.


- La abstinencia te está poniendo de mal humor Tatsuya, ahora te traigo tu trago para que te largues a masturbar a tu casa a ver si así te relajas un poco.


Se dio a la vuelta, buscando entre todas las botellas coloridas, me enoja que tenga razón desde que termine con la zorra roja no he tenido sexo con nadie porque me embobe con el chico lindo de este lugar y aunque cada noche me toque pensando en él, no es lo mismo, necesito sentirlo sobre mi moviéndose como solo él puede hacerlo.


 


Makoto deja la bebida de un color lechoso enfrente mí sin decir nada, cosa que agradezco, tomo la copa y aspiro el aroma del líquido y el penetrante olor de alcohol y uvas invade mis fosas nasales. Se nota a leguas que es una bebida seca y por ende deliciosa a mi gusto.


Tomó un sorbo y el líquido se calienta de una forma instantánea quemando mi lengua y mi garganta dejando el sabor palpante en mi lengua.


- Deberías tomar más despacio, el raki es más fuerte de lo que piensas- giro a mi costado derecho y veo un chico un poco más bajo que yo vestido con un pantalón de mezclilla algo holgado una polera azul marino de corte v, cabello negro y gafas de marco grueso un poco grades, perfectos para la moda hípster, no distinguí más debido a la baja iluminación del lugar pero no le di importancia, solo di un segundo trago.


- No te preocupes niño, tengo buena tolerancia al alcohol.


- Lo sé, pero no es lo mismo un raki a un simple whisky y más si es la primera vez que lo bebes.


Simplemente chiste ante su comentario, este niñato que se cree regañándome.


- ¿Cómo sabes que estaba bebiendo whisky?


- Simple - señalo la barra donde se encontraba el vaso vacío sobre ella.


- Ya veo- tome un último trago dejando vacía la copa - Makoto, tráeme otro y al niño de aquí un café latte.


- No soy un niño -hizo un simple gesto y volvió a llamar al bar tender- Mako prefiero un Arak con jugo y acompañamiento y a él si tráele un vaso de agua fría, no quiero verlo azotar aquí mismo.


Makoto regreso con el pedido un vaso igual de apariencia lechosa y hielos además de un vaso de agua fría con bastante hielo. Al niño ese le dejo un vaso de con una bebida parecida a la mía solo que con un color entre rosa y rojo y un plato con bocadillos parecido a tapas españolas. Ambos se dedicaron una sonrisa, y Makoto se retiró dejando nos como al principio.


 


- Mira, esta bebida no se debe tomar sola y ve bebiendo un poco de agua para que tú garganta no se reseque.


-De acuerdo.


 


Seguí sus indicaciones y el sabor de la bebida tuvo un cambio considerable, más agradable pero con la potencia que me gusta, también probé los bocadillos que eran deliciosos para acompañar esta bebida.


 


- Bueno señor tolero el alcohol pero no se la forma correcta de beberlo, ¿qué le pareció?-Comentó el niño rompiendo el silencio en el que nos habíamos sumergido.


- Excelente, muy buen gusto para un mocoso- reí por lo bajo, ya lo estaba empezando a tolerar un poco más.


- Ya te dije que no soy un mocoso, soy Shun, Izuki Shun y tengo 24 años.


- Mucho gusto Shun, soy Himuro Tatsuya y tengo 27.


- Vaya, solo tres años mayor y dime que te trae a este paraíso, la música o las mujeres- pregunto guiñándome un ojo.


- Que confianzudo pequeño, pues solo busco donde relajarme con un buen espectáculo - dije de manera sincera.


- Así que es por las mujeres, no te culpo, son hermosas y excelentes bailarinas - dijo sin dejar de sonreír mientras jugaba con su vaso.


- Bueno no exactamente, las mujeres no son de mi gusto...


- Ya veo, entonces qué opinas del chico que baila – dijo con una sonrisa mal disimulada.


- Es muy bueno... - Deje al aire mi comentario como si fuese de poca importancia, además este niño no le debería importar hasta donde llega mi admiración por ese joven.


- Vaya a mí también me gusta, tiene muy buenos movimientos.


- Entonces te interesa más el bailarín...


- 'aghlaa, si claro, su nombre viene de Aguila ese es su seudónimo pero como querían algo más extravagante se quedó como 'aghlaa  pero también puede significar como el más caro.


- Y si lo creo, se hace del rogar para poder conocerlo- dije, la verdad estaba frustrado y el alcohol en mi organismo volvía mi lengua más floja.


- Pues yo no lo creo, tal vez solo no quiere conocerlo o no se ha acercado por los medios necesarios.


- Sabes niño, no deberías meterte en donde no te importa - me levanto rápido de mi lugar y me tambaleo, siento como todo me da vueltas.


- Para la próxima no le aceptes a Mako un raki seco... me sostiene de los hombros mientras llama a la araña estúpida - Mako, lo llevare a su casa está demasiado borracho incluso para tomar un taxi.


- Shun déjalo por ahí aventado, no creo que se lo roben -  dijo tajante y con sorna.


- Vamos Mako, no seas pesado - dijo sosteniéndome de la cintura y acercándome a su cuerpo - además tu querías emborracharlo.


- Para nada, solo le daba una ayudadita a un amigo - se rio y entre ambos me jalaron a la salida.


 


Decir que nunca me había emborrachado, sería una total y absurda mentira. Pero ahora por solo unos pocos tragos había quedado en la lona y cuidado por un tipo con cara de niño bonito.


No estoy del todo seguro pero veía las luces de los edificios cambiar mientras el taxi me llevaba a mi casa... o eso creía.


 


~~~~~~***~~~~~~


 


Estaba recostado en una cama suave y un aroma a canela invadía mis fosas nasales, era delicioso, no podía mover mis manos e intente levantarme pero algo me lo impedía, sentía un peso muy grande sobre mis piernas no me incomodaba simplemente no me dejaba mover. Poco a poco mis sentidos fueron despertando más, la parte superior de mi cuerpo estaba desnuda pero la calidez del ambiente me hacía sentir confortable aunado con el calor de una manos recorría desde mis hombros hasta mi pecho.


-Mierda- abrí los ojos súbitamente al darme cuenta de lo que impedía mis movimientos.


- Hasta que despiertas Tatsuya, pensé que me tendría que divertirme solo - lo primero que mis ojos captaron fue el hermoso tatuaje que se cernía al rededor del ombligo.


- Y... ¿tú eres...? -Decir que estaba confundido era poco, más bien pensaba que era una alucinación producto de mi borrachera.


- Vamos Tatsuya, si te dije mi nombre o prefieres utilizar mi apodo.


- Shun... que carajos... - me levante y fue cuando me di cuenta que mis manos estaban esposadas.


- Tranquilo, debes estar quietecito, voy a hacer un baile especial para que dejes de poner esa cara de perrito hambriento cada vez que bailo.


Estaba encantado, fascinado, lo confundido se me quito de a poco quedando de pie sobre la cama, bajo de ella y se dirigió a una mampara donde se cubrió por unos minutos. Di un vistazo rápido a donde me encontraba parecía una sala con un estilo muy parecido al bar telas, plantas, cuadros y mamparas colocados alrededor todo de estilo oriental, como una sala de un consorte árabe o un faraón egipcio si soy sincero no puedo distinguir una de otra cultura. La luz de la habitación era tenue, cosa que agradecí pues es más que seguro que si prendían más luces me daría una jaqueca horrible.


Inspire profundo apreciando el olor a canela en el aire combinado con algo más que provocaba un cosquilleo en mi parte baja. Se escuchó una ligera música que iniciaba con unos golpecitos de tambor tan suaves y lo vi salir al desgraciado mocoso que también era dueño de mis últimas fantasías.


- ¿Te gusta...? - Me preguntó con tono sugestivo mientras mostraba su cuerpo entero ante mí. Cadenas rodeaban su cintura, algunas pulseras en sus muñecas estaba completamente desnudo si no fuera por esa estúpida tela de seda semi transparente con un par de cuentas y cascabeles, que tenía amarrada a la cadera y a duras penas llegaba a mitad de su bien formados muslos.


- Te verías mejor si solo te dejaras puestas las pulseras.


Simplemente sonrió de forma seductora con sus ojos encendidos de pasión, me senté como pude en la cama con mis manos todavía esposadas. Shun subió de nueva cuenta a la cama y empezó a bailar para mí. Los cascabeles de la falda sonaban al compás de su cadera, sus pies casi no se movían pero se acercaban cada vez más a donde estaba yo. Me comencé a excitar, este niño es mi perdición y solo puedo relamerme los labios mientras abre sus piernas y las coloca a los costados de las mías, aún sigue de pie en la cama y yo tengo la mejor vista ya que compruebo que no tiene nada en la parte de abajo de esa tela, pues puedo ver como comienza a endurecerse su miembro, aunque no tanto como el mío. Me percato de un pequeño brillo que deslumbra debajo de la tela y dentro de unos minutos averiguaría que era.


Bajo lentamente dibujando ochos con su cadera hasta quedar por completo sobre mí. Posó sus manos sobre mis hombros y empezó a restregar su trasero contra mi muy despierto miembro.


- Te gusta el baile especial - sonrió como un niño que acaba de cometer una travesura y jamás sabrán quien fue el culpable.


- Me encanta... - gruñí, quería ya ponerlo en cuatro y penetrarlo - ¿me quitaras las esposas?


- Aun no... - dijo en un susurro a solo milímetros de mis labios - faltan muchas cosas que quiero hacerte.


Choco sus labios contra los míos besándome con cierta fuerza y presión que no hacía más que aumentar mi libido. Lo deje tomar el control y hacerle creer que me tenía en la palma de su mano, cosa del no todo errónea.


Su contoneo seguían volviéndome loco, se separó un poco de mis labios y bajo por mi cuello mientras se movía hacia atrás... adivine perfectamente sus intenciones...


- Ya estas duro -  su mano se posó sobre mí y solo pude estremecerme.


No conteste nada solo le deje.


Desabrocho mi pantalón y lo retiro sin ningún problema tomando con sus manos mi miembro y presionarlo con fuerza y movimientos constantes. Comencé a jadear y fue lo suficiente para él como señal, ya que lo introdujo a su boca.


Húmeda y caliente.


Me encantaba y solo gruñía su nombre por lo bajo, deseaba mis manos libres para poder guiarlo y darle más rapidez a esa exquisita boca, que se separó de mi antes de correrme por completo.


- Delicioso - vi cómo se relamía los labios jugando con mi poca cordura.


- Ahora si me soltaras - dije como pude pues mi voz le costaba salir.


- No... -Dijo simplemente.


Estoy empezando a sospechar que la recomendación del trago no fue de la araña solamente, y me tendió una trampa junto con este niño bonito, cosa que me vale un cero a la izquierda en este momento.


Shun se levantó de la cama y fue a un tipo de tocador que no había notado y abrió un cajón, sacos unos objetos, que estimularon ávidamente mi imaginación. Traía en la mano un par de frascos de lubricante y dos consoladores de diferentes tamaños y formas, no sé qué es lo que tenía planeado, pero en definitiva me iba a gustar.


Se sentó sobre mi miembro que estaba ligeramente flácido después de la primera corrida de la noche. Puso sus piernas a los lados de las mías dejando sus juguetes aun lado de ellas, tomo la tela que le cubría y como si fuera en cámara lenta deshizo el nudo para poder quedar desnudo ante mí.


Abrí mis ojos ante la sorpresa que el niño de cara bonita ocultaba ante mí, aparte de su miembro ya duro,  esa era una hermosa pieza de joyería plateada que se ajustaba alrededor de sus testículos y su pene dándole el más exquisito toque de erotismo, algo que jamás había visto y dudo que a mucho otros hombres les quedara pero en él, joder, era como si fuera hecho especialmente para él.


-          ¿te gusta? – pregunto Shun con fingida inocencia.


-          Como no me va a gustar, se perfecto en ti – lamí mis labios con gula que hace bastante tiempo no sentía.


No dijo más y tomo con su diestra el botecito de lubricante al abrirlo percibí el delicioso aroma de almendras, esparció la viscosa sustancia por sus dedos y los dirigió a su entrada que profano con sus dedos medio e índice mientras soltaba un ligero suspiro de satisfacción que al llegar a mis oídos me hizo poner duro de nuevo.


-          Shun eres perfecto… - intente levantar mis caderas para que la punta de mi pene rozara sus nalgas lo cual hizo que me regalara otro pequeño jadeo.


-          Aun no, travieso – dijo mientras se acercaba más, quedando a la altura de mi ombligo. – todavía no termino mi espectáculo.


Tomó los consoladores poniéndolo frente a mi cara con un gesto muy sugerente dándome a entender que debía elegir por él. Tome con mis labios el consolador color piel, saque mi lengua para rodear la parte con forma de glande dejando a lo largo un gran tanto de saliva, pues era obvio a donde se dirigiría después de mi boca. Unos pocos minutos después de dar una ligera demostración de cómo puedo complacer con mi boca. Shun lo retiro para poder dirigirlo a su parte trasera y con ligera reticencia meterlo dentro de él, pude ver su cuerpo temblar ante su acción y su miembro gotear, al parecer le gusto mi demostración pues estaba bastante mojado.


-          Shun, desátame – rogué mientras lo veía complacerse – te haré sentir mucho mejor que ese objeto.


-          Tatsuya – dijo jadeando mientras movía sus caderas sobre mí, su voz era sobre más sensual haciéndome desear metérsela de una vez por todas – ¿Qué no te gusta lo que ves?


-          Créeme que me encanta lo que veo, pero me gustaría ser yo quien te complacería hasta que te quedaras afónico de tanto gritar mi nombre.


-          Y que más te gustaría hacerme…


-          De todo, niño bonito – arrastre mi palabras – me gustaría ponerte en cuatro, hacértelo recargado en la pared, quiero verte saltando sobre mi… joder Shun, quiero hacerte tantas cosas, que te arrepentirás de haberme amarrado – gruñí alzando mis caderas y sin querer empuje de nueva cuentas sus manos metiendo más profundo el consolador.


Shun lanzo un gemido se había excitado con mis palabras, eso es seguro. Se recargo sobre mi pecho jadeando y dejándome sentir su cálido aliento, mientras yo me moría por saborear su piel. Mi lindo niño estiro sus manos por encima de mi cabeza alcanzando mis manos y liberándolas de una buena vez, dándome el control de lo que ocurriría por el resto de la noche.


Lo tome por la cadera y me gire para dejarlo recostado en la cama y quedando entre sus piernas. Vi su rostro sonrojado y sus ojos radiantes de placer, su torso estaba cubierto de una ligera mancha blanca que recogí con mi dedo índice y la lleve a mis labios saboreando aquella sustancia salada.


-          Eres delicioso, no me cansare de decirlo.


Me regalo una sonrisa y llevo sus manos a mi cuello atrayéndome hacia él. Pude probar sus labios de nueva cuenta, el sabor a almendras era tan intoxicante que nublaba mis pensamientos. Dirigí una de mis manos a sus nalgas las cuales aprete sin consideración recibiendo un gemido que se ahogó entre nuestros labios, rodee con uno de mis dedos esa apretada entrada que palpitaba por atención y lo metí recibiendo placenteras quejas de mi pelinegro, lo hice repetidas veces y agregando más dígitos obteniendo, gemidos y gritos ahogados cada que tocaba su próstata.


-          Shun, ¿estás listo para probarme? – dije excitado.


-          Tatsuya, hazlo…


-          ¿Qué? – era mi turno de molestarle un poco, pero solo eso ya que me moría por estar en su interior.


-          Métemelo Tatsuya


Me aleje de su boca y tome sus piernas para ponerlas sobre mis hombros, no espere más invitación y en un solo movimiento de cadera me enterré en lo más profundo de su cuerpo, su cuerpo se contraía a mi alrededor.


-          Tatsuya - gimió mi nombre.


Sus gemidos inundaron mis sentidos, sus palabras entre cortadas pidiendo más y diciendo mi nombre por partes me estaba volviendo loco, aumente la velocidad mientras nuestros cuerpos chocaban. Me aferre a sus muslos dejando las marcas de mis dedos en esa piel deliciosamente blanca.


Embestí cada vez más rápido y más fuerte tocando su próstata, Shun jadeaba y gritaba mi nombre.


-          Tatsu… mas… por favor… estoy por correrme – grito de manera entrecortada.


-          Shun aprietas tan rico – dije estaba a punto de correrme y no lo haría antes que él.


Un par de estocadas más y Shun se corrió sobre su vientre mientras sus manos se aferraban a las sabanas, el tatuaje temporal estaba perdiendo su color debido a tantos fluidos que caían sobre él. Me moví un poco más, solo lo que podía pues me apretaba tanto, era tan estrecho y cuando se corrió casi me obliga a hacerlo a su par. Me corrí en su interior llenándolo y sintiendo como su temperatura se elevaba.


Baje sus piernas y me recosté sobre el buscando sus labios.


-          ¿casando? – dijo interrumpiendo nuestro beso.


-          Para nada… - dije volviendo a profanar su lengua y sintiendo como nuestros miembros volvían aponerse duros.


 


~~~~~~***~~~~~~


 


-   Hey Tatsuya – me grito la araña cuando me vio entrando al bar.


-  Mmm – salude con un gesto y levantando una mano mientras veía su rostro socarrón.


-  Te divertiste con la aguilita – dijo mientras servía un vaso de whisky.


-   ¿Y cómo sabes eso…? – pregunte mientras tomaba el vaso


-   Pues porque pidió permiso por que no se sentía bien.


Se alejó a atender a otro cliente mientras yo me quedaba dando un trago a mi delicioso whisky.


Yo venía a ver el espectáculo, pero si la atracción principal no está es mejor que le vaya a hacer una visita.

Notas finales:

Dejen RW


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