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NO LOVE |VKOOK| por MkaGD

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Notas del fanfic:

Pareja: V x JungKook

             o

TaeHyung x JungKook

 Primer fic!

Notas del capitulo:

Hola! No sabia si publicar este fanfic o no, pero aqui esta.

Disfruten de la lectura!

Examen de Conciencia.

 

Los fríos y demacrados dedos de tanto fregar temblaban mientras trataba de unir los botones de la gastada camisa. JungKook estudiaba la arrugada frente de su mama hasta lo concentrado de su mirada.

 

Mientras abotonaba un botón decía una frase.

 

–Se respetuoso y no hables ni comentes nada a menos que te lo pidan. –Sus palabras eran pesadas y de preocupación.

 

–¿Y si quiero ir al baño?– JungKook era demasiado tímido como para pedir ir al baño, o decir algo coherente respecto a sus necesidades.

 

Su mamá simplemente lo ignoro, aclaro su garganta y continúo arreglando la camisa.

 

–Incluso si es de una edad cercana, trátalo como tu señor, y no te refieras a él con “tu”, sino “usted”, ¿bien? – Levanto la mirada hacia su hijo y clavo en su medula espinal el “haz lo que te digo”. JungKook asistió luego de haber tragado la saliva que tenía retenida en sus encías.

 

Sabiendo que JungKook había comprendió,  siguió acomodando la camisa.

 

–Acepta todo lo que te diga, no lo cuestiones, o vayas en contra de él. –metió la camisa debajo de los pantaloncillos.  –Si te ofrece algo, acéptalo con humildad y gratitud.

 

JungKook repaso todas las normas, reglas, sugerencias que había recibido hasta ahora.

 

–No levantes la mirada a menos que te lo permita, se sumiso, no violes su espacio personal…

 

¿Espacio personal, sumisión, humildad? Esas palabras no entraban en el vocabulario de JungKook.

 

–Mide tus palabras y no hables más de lo necesario– Estaba completamente seguro a que ya había escuchado eso antes. La Señora Jeon ahora estaba abotonando los puños de la camisa. – No te refieras a mí como mamá o madre, sino como Señora Jeon.

 

–Se educado, no hagas gestos, ni seas muy expresivo.

 

Las palabras de la Señora Jeon empezaron a ser menos entendibles y más nerviosas al pasar el tiempo.

 

Sus manos de madre rodearon los hombros del pequeño y los apretó suavemente– ¿Entiendes JungKook? ¿Entiendes cuál es tu posición?

 

El tono de voz de la Señora Jeon bajo a nivel de un claro y duro susurro.

 

–Mamá… tú dijiste que…

 

Fue detenido por la fuerte mirada de la Señora Jeon.

 

JungKook trato de gesticular de nuevo.

 

–Se…Señora Jeon.

 

Asintió en señal de aprobación.

 

–Dijo que iba ir a jugar y a acompañar a Hyu…

 

Nuevamente la mirada de tigre volvió a detenerlo.

 

–TaeHyung-ssi, a jugar y acompañarlo. No a servirlo o a que me dé una lección de autoritarismo. Esa ya me la dio usted, Señora Jeon– cuestionó el menor.

 

La Señora Jeon aumento la presión en el agarre,  el pequeño dio un respingo.

 

 

 

–JungKook-ah ¿quieres que te repita lo mismo, el por qué logramos estar en una casa decente por primera vez en nuestras vidas? ¿Eh, le harás eso a tu madre?

 

JungKook trato de lucir inocente y sin culpa alguna. La Señora Jeon suavizó el agarre, pero continúo con su mirada y tono preocupante.

 

–Está bien, solo trata de ser respetuoso y sigue mis consejos, sino quieres que me despidan y nos echen a la calle– palabras muy duras para la infancia de JungKook. Pero esa era su Madre.

 

El pequeño asintió indeciso a su madre gesticulando un “Entendido, Señora Jeon”

 

La Señora Jeon quedo satisfecha, entonces palmeo los hombros del pequeño. “Lo harás bien”

 

 

 

 

 

(“El sociópata no tiene conciencia, no siente remordimiento ni culpa”

 

Se lo repetía una y otra vez… Pero él pensaba que no era así. )

 

 

 

Espero afuera del portal, con las manos juntas, la mirada en sus relucientes, lustrados zapatos negros. Mordía su labio inferior cada cinco segundos que pasaban. Hasta que fue liberado de esa costumbre, cuando le permitieron entrar a la sala principal de la casa.

 

“Por favor pasa, el Joven se encuentra en la Biblioteca.” Hablo uno de los que vigilaba las puertas.

 

JungKook cruzo la entrada con apuro luego de soltar un “Sí” que talvez no fue oído.

 

 Así fue como JungKook, de casi  10 años fue entregado a la boca del lobo.

 

Llego a la biblioteca, gracias a los días en que tuvo que ayudar a su madre a limpiar la mansión. Se sorprendió al no encontrar personal de limpieza ni de vigilancia. Claro, JungKook no sabía cuánto odiaba el Amo a las personas.

 

La habitación de forma circular con paredes remplazadas por estantes repletos por libros de todos tamaños, colores, e idiomas talvez. Pensó que era la biblioteca personal más grande y hermosa  que le hayan permitido ver. El techo remplazado por cristal y en forma ovalada le daba un aspecto de en sueño.

 

Absorto en la belleza del lugar tratando de guardar cada detalle en su memoria; JungKook olvido la razón por el cual estaba en un lugar así.

 

TaeHyung, el dueño de todo lo que lo rodeaba, incluso de JungKook; se percató de la presencia del mismo. Sentado en un sillón de tres veces su tamaño, contemplo la figura de JungKook de sus pequeños pies hasta su cabeza.

 

El menor, atraído por una irresistible mirada, voltio hacia TaeHyung. Y se dio cuenta que estaban más cerca de lo esperado. JungKook había llegado hasta segundos del sillón, sin darse cuenta.

 

Los profundos ojos se quedaron mirando fijamente a los del menor. Y si había algo en lo que el menor era bueno, era en mantener la mirada. Pero estamos hablando de un contrincante  como  TaeHyung.

 

JungKook trato de seguir el juego por mucho tiempo, afilo la mirada y no se dejó vencer fácilmente. Pero la oscura mirada de TaeHyung empezó a escrutar su interior. Como si tratara de hacerlo caer en una ilusión, de conseguir algo de él, tratar de corromperlo y obligarlo ceder. Era la mirada de Dios.

 

 Podía ver lo más íntimo de JungKook, hacerlo sentir pequeño. Incluso escuchaba la voz de alguien más en su cabeza, sin haber dicho nada por los siguientes segundos. Lo obligaba a confesar, a admitir su error, a desnudar su alma, ante el Juez que todo lo ve.

 

 ¿Quién era este sujeto?

 

Hasta que la inquilina voz en su cabeza, dejo salir un “termínalo”

 

JungKook parpadeo hasta dejar de sentir la humedad en sus ojos. Finalmente se inclinó ante su nuevo Amo. Entonces se dio cuenta de lo que pensó que fueron minutos e incluso horas, eran solo segundos.

 

“Ohm… Disculpe. Soy Jeon JungKook, a su servicio.” Luego de lograr no tartamudear, agacho la cabeza para no tener que confrontar la mirada de TaeHyung de nuevo.

 

“Lo sé. ¿Crees que no conozco a mi propio personal? –pregunto mientras volvía a la lectura del libro que tenía entre manos.

 

El menor sabía que no debía responder, que era una pregunta retórica. Pero aun así, no podía ignorarla. “Ohm… Sí, pero…”

 

“No estaba preguntando” TaeHyung dejo la lectura del libro y volvió a mirar a JungKook. “¿Ni siquiera puedes entender una expresión?” A JungKook no le gustaba la manera que TaeHyung se dirigía a él. Es como si lo hubieran educado para tratar mal a las personas.

 

 “Oye, ya tienes la suficiente edad para entender.” El mayor cerró el libro y lo dejo a un lado. “Creo que pagamos lo suficiente a tu madre, para que te envíen a una escuela decente.” JungKook no se había dado cuenta que se estaba mordiendo el labio.

 

“Siquiera podrías dejar de…” TaeHyung se levantó de improviso del sillón. “Oye mírame cuando a los ojos cuando te esté hablando.”

 

JungKook se enderezo y volteo a ver a su mayor. “Sí, discúlpeme”

 

A dos pasos de distancia estaba TaeHyung con los brazos cruzados, buscando la mirada de JungKook. Entonces el campo de visión de ambos, se llenó del otro.

 

Estaturas no muy diferentes, cabellos cortos, rostros jóvenes; simplemente no pudieron apartar sus ojos.

 

“Mm… cómo un niño como tú tiene unos zapatos de esos” resalto TaeHyung.

 

“Mi-La Señora Jeon…” balbuceo JungKook.

 

“No me importa. Quítatelos”

 

Los redondos ojos del menor se abrieron de par en par. “Pero… TaeHyung-ssi”

 

“¿No oyes? Quítatelos”

 

“TaeHyung-ssi” Pidió JungKook mientras daba un paso para atrás. No estaba acostumbrado a ser tratado así.

 

TaeHyung se acercó más hacia  JungKook, acorralándolo. El menor se aleja lo más que puedo hasta que sus torpes pies le dan una mala jugada y cae de espaldas.

 

Siente el dolor de su trasero, segundos después a sus muñecas ser sujetadas por una mano más grande y llevadas a la altura de su cabeza. La otra mano inspeccionaba sus talones hasta meter mano dentro de su zapato derecho, y sacarlo. Lo mismo hizo con el zapato izquierdo. Tirándolos al otro lado de la biblioteca, con una fuerza bestial y furiosa.

 

JungKook trataba de no gimotear o hacer sonido alguno, pero era el primer día que usaba esos caros zapatos, que talvez ahora estaban inservibles. Adiós, sueldo de dos meses de la Señora Jeon. “Tae-TaeHyung-ssi…” Sus labios rosados formaron una línea y se juntaban. Intentaba no llorar.

 

TaeHyung, por su parte miraba hacia el lado en que fueron lanzados los zapatos. Volteo hacia JungKook, para luego empezar a reír a carcajadas. Soltó brutalmente las muñecas del menor haciendo que su cabeza impacte contra el piso no alfombrado.

 

Los quejidos de JungKook no eran escuchados debido a las fuertes carcajadas de placer puro de TaeHyung.

 

TaeHyung rodaba por el piso sosteniéndose el adolorido estomago por tanta gracia. Luego de unos cuantos patrones de risa maleva del mayor. JungKook se enderezo y logro sentarse en el piso.

 

Cuando el mayor dejo el espectáculo, se acostó sobre sus codos mientras calmaba su respiración. “Ah… paso tan tiempo desde el que me divertía tanto. HEY, Jung Kookie.”

 

El menor decidió no volverle a hacer enojar al demente. “Sí, TaeHyung-ssi.”

 

“Llámame Hyung…”

 

“Pero…” Antes de poder quejarse, el cuerpo de TaeHyung ya estaba encima de él, en horcajadas.

 

“Ahora, qué” pregunto el mayor mientras tomaba la fina barbilla de JungKook entre sus dedos, obligándolo a verlo.

 

“Nada…” TaeHyung esperaba algo más, así que enfoco sus ojos a los de Kookie hasta lograr contacto íntimo entre ellos. “Hyung.”

 

                El mayor esbozo una sonrisa por primera vez y asintió. JungKook se encontró a si mismo queriendo volver a ver esa sonrisa. TaeHyung giro de un lado a otro el rostro del menor, escudriñando su perfil izquierdo y derecho. “Oh sí, estas mejor sin esos zapatos. No iban contigo.” TaeHyung expandió sus dedos hasta llegar a apretar las mejillas de Kookie.

 

“¿Qué tiene que ver cómo luce mi rostro con ir sin zapatos?” Soltó Kookie sin pensar, con dificultad debido a sus mejillas apretadas.

 

  TaeHyung volvió a reír por la valentía de JungKook, pero no dijo nada más. Solo dejo el rostro del menor, se levantó, y volvió a su sillón.             Tomo su libro y retorno a la lectura.

 

JungKook estaba más asustado cuando TaeHyung no decía nada. Su silencio era aterrador. No podía imaginar que estaba pensando o pasando por su cabeza.

 

(“Se comporta de formas dura y / o cruel y luego no muestra ninguna reacción, actúa como si nunca hubiera pasado. Un sociópata está dispuesto a herir a quien sea y en cualquier momento si con eso logran sus objetivos.” Eso lo sabía. Oh, lo sabía mejor que nadie. Prácticamente vivió con uno.)

 

Las siguientes tres o dos horas-JungKook no lo sabía específicamente-  observaba como TaeHyung se perdía en las páginas de sus libros de…-JungKook tampoco lo sabe- Están en un idioma diferente el cual él no conoce. “Talvez está aprendiendo un nuevo idioma” observa JungKook.

 

Cuando TaeHyung esta serio o en silencio, aparenta ser más grande de los que es. Incluso más inteligente y conocedor. Pero JungKook prefiere verlo en su faceta sonriente. Hasta ahora va conociendo tres facetas de TaeHyung... la seria, la sonriente y la que no le gusta. JungKook aún no sabe cuál es la verdadera.

 

Kookie no quiere admitirlo, pero encuentra a TaeHyung guapo. Y lo pensó en el momento que cruzaron miradas. Cuando su campo visual se llenó de él.

 

Pensó que dentro de unos años, será popular entre las chicas. Las chicas aman a los chico guapos que aparentan ser inteligentes y resultan ser patanes, rompecorazones.

 

La idea no era muy atractiva.

 

TaeHyung finalmente muestra señales de vida cuando arremanga los puños de su camisa de seda color cielo. Aclara su voz y ordena sin apartar la mirada del libro “Puedes irte, JungKook.”

 

JungKook asiente “Sí, Hyung.” Se da cuenta que estuvo sentado todo el tiempo en el piso. Se levanta y se acomoda la ropa.

 

Recuerda sus pobres zapatos, entonces decide ir a buscarlos rápidamente. Su mamá va a matarlo cuando vea los zapatos.

 

Camina rodeando el sillón con las medias caídas hasta el otro extremo de la habitación. TaeHyung sigue con la mirada al menor por lo bajo. JungKook toma los zapatos por los cordones y se dirige a la salida con la cabeza gacha. Hasta que choca con la mandíbula de otra persona. La cual ya sabe quién es. Kim TaeHyung.

 

JungKook da un paso hacia atrás y trata de formular un “Lo siento”; pero su muñeca fue atrapada por el fuerte agarre de TaeHyung.

 

Su cuerpo es arrastrado fuera de la biblioteca, incluso fuera de la sala principal, hacia el patio. En el camino se escucharon “TaeHyung-ah, JungKook-ah, ¿A dónde van?, Ya está oscureciendo” Pero TaeHyung los ignoro. En efecto, el sol ya se había ocultado y cielo estaba de un color celeste apagado.

 

“Hyung…” TaeHyung llevo a JungKook hasta el granero donde ya estaba cubierto por la noche. Entraron hasta el interior, entonces el mayor soltó su agarre casi empujando a JungKook. Luego arrebato los zapatos de sus manos. JungKook sabía que algo malo iba a pasar, pero no se atrevía a decir ni hacer nada.

 

                Los ojos del mayor estaban llenos de ira y de algo más que el menor no pudo descifrar. TaeHyung se quitó los zapatos de un tirón, quepo los zapatos de JungKook en sus pies, que al parecer le quedaban justos.

 

JungKook no quería creer o pensar lo que iba suceder. En lo cerca se escucharon los inaudibles gemidos de unos cachorros. Talvez olieron a JungKook y se alegraron, o el aroma asesino de TaeHyung y se asustaron.

 

JungKook había rescatado esos perritos hace unos días, ellos habían perdido a su mamá y se encontraban solos -justo como JungKook en estos momentos- Los escondió en el granero, ya que su mamá no iba a dejarlo mantenerlos. No sabía cómo TaeHyung conocía de ellos, él había actuado con cautela. Decidió no subestimar a TaeHyung, nunca más.

 

Aun en la oscuridad, JungKook logro visualizar la perversa sonrisa de TaeHyung al ver la caja de los cachorros. TaeHyung a espaldas de Kookie avanzo hasta los cachorros. Que tal vez por instinto animal, lloraban por el depredador que se acercaba.

 

“Hyung… ¿Qué vas a hacer?”

 

“Oh Jung Kookie, sabes realmente amo a los animales. Pero ellos a mí no… es una pena”–TaeHyung se arrodillo frente a la caja y observo a los cachorros revolverse dentro del interior.

 

“Lo siento Hyung, no-no debí traerlos. Ahora los iré a dejar donde los encontré. A-así que por favor…” JungKook empezó a tartamudear, a templar y a pensar incoherencias. Sus piernas no respondían y su voz apenas.

 

“Mal, no debiste haber vuelto por la baratijas de zapatos. Te lo dije JungKook.” Volteo hacia el menor. “No van contigo.” Levanto la caja y la sostuvo en sus manos mientras se ponía de pie.

 

Los cachorros presentían su final, lo hacían ver por sus gritos inaudibles de socorro. Pero TaeHyung era de oídos sordos. Volteo la caja tirando los cachorros que aún no abrían los ojos y apenas podían ponerse en cuatro patas. “Estos zapatos solo sirven para esto” Enfoco su zapato en uno de los perritos y con una fuerte pisada aplasto su cráneo. Un inaudible chillido salió por última vez del pequeño can.  El metálico crac del rompimiento de la cabeza del cachorro, hacía eco en la cabeza de JungKook. El cual solo podía balbucear un “Hyung detente” sin fuerza.

 

El mayor no se detuvo, tiro la apestosa caja hacia un lado y continuo demacrando, destruyendo el cuerpo de cuatros cachorros con sus pisadas. Se escuchaba el repugnante sonido de los intestinos y las tripas ser desgarradas por el taco de los zapatos; a los apenas formados y frágiles huesos ser martillados hasta romperse. Un nauseabundo olor inundaba el lugar.

 

Los relucientes y lustrados zapatos, ahora estaban cubiertos de sangre y demás restos de animal: además del pantalón de TaeHyung. El cual no dejo de pisotear a los animales hasta que solo se escuchaba el agudo lloriqueo de JungKook.

 

El pequeño estaba sentado en el suelo abrazando sus piernas, con la cabeza entre ellas. TaeHyung solo se limpió el sudor en su frente y camino hacia JungKook. Se quitó los zapatos bruscamente dejándolos a su lado y salió del granero todo hecho un desastre, con el cabello despeinado y la ropa desacomodada; dejando a JungKook solo, con cuatro cadáveres.

 

JungKook se abrazaba así mismo, no dejaba de llorar en silencio. Se odiaba, odiaba haber llevado a los cachorros a ese infierno, tal vez si no los hubiera dejado aun seguirían vivos. No debieron morir, todo fue culpa de JungKook. El debería ser castigado. El debió haber sufrido.

 

TaeHyung lo hacía odiarse a sí mismo.

 

Entonces recordó las palabras de la Señora Jeon antes de salir del cuarto de servicio “Si en algún momento pierde la cordura… trata de no hacerlo enfadar, por favor JungKook. Trata que vuelva en sí, sé que podrás. De seguro no volverá a suceder”

 

Desgraciadamente esa no fue la última vez que TaeHyung tuvo sangre inocente en sus manos.

 

(“Manipula a los demás, ya sea directamente o indirectamente. Los sociópatas tienen una gran comprensión de la debilidad humana y disfrutan explotándola. Son capaces de manipular a otros para que hagan casi cualquier cosa. Se aprovechan de la gente débil y a menudo se alejan de las que son igual de fuertes que ellos. Van tras las personas inseguras o que buscan un sentido a sus vidas, porque saben que son blancos fáciles. Pueden llegar a dominar y controlar a una persona sin que ésta ni siquiera lo note. Les gusta tener el control de la situación y se incomodan cuando están cerca de gente con personalidad fuerte.” Por eso eligió a Jeon JungKook. De todas las personas, tenía que ser el...”)

Notas finales:

Capitulos largos por pocas partes.

Gracias por leer!

pd: Actualizare seguido.

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