“Si no eres bueno estudiando, ¿Qué diablos vas a ser de tu vida?”
“¿Esas son tus notas? Así no lograrás nada.”
“Tu primo ya está en la facultad de leyes.”
“Ella ya está por acabar su carrera en ciencias exactas, matemáticas para ser precisos.”
Blah, blah, blah, éxitos. Blah, blah, blah, relaciones amorosas. Blah, blah, blah, entrar a buenas universidades…
Todo aquello debería de quedar en el pasado. Todos esos días en los que sólo querías mandar al carajo tu vida. Una infancia bastante complicada. Ausencia de la figura materna y paterna por una temporada, siendo los abuelos quienes te cuidaron. Siempre siendo tan retraído para algunas cosas y tan relajado para otras, siendo tan difícil de tratar por no saber realmente lo que sentías o pensabas.
Siempre tan confuso.
A veces dudando acerca de las decisiones que deberías de tomar.
Muchos te lo dijeron: deberías de expresarte un poco más, y lo logré hacer por medio de mis canciones.
¿Recuerdas esa sensación de adrenalina por estar por primera vez en un escenario aunque fuese en un festival escolar? Tu piel erizándose y tu corazón casi saliéndose de tu pecho. Comprendiste que eso era lo tuyo, era donde querías entregar tu alma y donde podías liberarte de tus frustraciones.
Después, descubriste a 3 personas que te ayudarían a pisar diferentes escenarios por casi más de una década.
Y con esos 3 chicos, hubo alguien especial, alguien que también compartió tu sentir al no haber tenido una hermosa infancia. Alguien que también se sentía vacío y que se refugiaba en ser algo agresivo y distante, pero que con el tiempo, comprendiste que sólo era un caparazón para esconder su verdadero yo.
Se parecía un poco a ti, aunque expresaran de diferente manera sus preocupaciones y malos pensamientos, sabías que no eras el único sufriendo por algo.
Quizás esa similitud hizo que él y tú se volvieran tan unidos, haciéndose reír por estupideces y apoyándose cuando alguno tuviese alguna mala racha.
Luego, algo inesperado pasó: ambos cayeron enamorados del uno para el otro.
¿Estaría mal seguir lo que el corazón te dictaba?
“¿Qué más da? El sentimiento es mutuo.”
Y así fue como empezaste una relación con Hideyuki Nagai, alias Shuu.
Durante 5 años, fue la relación más hermosa que en tu miserable vida habías experimentado, todo fue tan mágico para ti como para él, pero… las diferencias no tardaron en llegar.
Pasando del 2013, todo en tu vida de nuevo parecía irse al caño: tu carrera como miembro de una banda de rock estaba viéndose afectada, tu relación amorosa igual. Hubo un pequeño hiatus para que todos pensaran en el futuro, y ¡agh! Eso es lo que más odias hacer: pensar a futuro, porque este es muy incierto y te puede joder en segundos.
Después de eso, girugamesh regresó “renovado”, la banda salía adelante, pero… ya no era lo mismo. Y todo terminó rápidamente en 3 años después.
Satoshi, ¿qué tanto en tu vida has hecho y que tanto de ello ha estado mal? Eso mismo te ando preguntando en estos instantes mientras ves el live de tu… ¿Cómo llamarlo? ¿Exnovio por segunda vez? Después del disband, Hideyuki siguió como bajista de KEEL, y justo él tenía un concierto el 13 de octubre… ¿Por qué justo este día? quizás estás diciendo eso apresuradamente, o quien sabe, simplemente no quieres saber mucho de él por el día de hoy.
Una gran cantidad de bolsas de papas fritas y tazones desechables inundaban tu habitación. Si él viera todo esto, le daba en soponcio…
El concierto terminaba, lo mejor era apagar la laptop e irse a dormir, no andas de humor. Desde que acabó girugamesh, no hay mucho buen humor para ti. Así que mejor toma tus cobijas y duérmete.
Sólo has eso y deja de pensar un poco.
Pero el sonido de llama entrante del celular te despertaba.
— ¿Qué carajos quieren hoy? — decías irritado contestando con el manos libres cerca de tu boca. — ¿Si?—
— Satoshi… — Oh no, era su voz, ¿Qué changos vas a hacer? Todo eso te pasa por no ver quien llama antes… aunque sinceramente, esperabas ansioso su llamada.
— Shuu… digo, Nagai, ¿Qué tal?
— Bien, llamándote para felicitarte.
— Aahh… gracias, iré a dormir.
— Espera. — su voz siempre te pone nervioso ¿Verdad? Agh, deberías de superarlo ya.
— ¿Qué más tienes que decir?
— No estás bien, ¿verdad? Discúlpame por haberte dejado solo, de nuevo.
— Siempre es así ¿no? Esto no debería de ser extraño para mi, más si cuando éramos girugamesh me dejabas, no veo porqué ahora que ya no somos una banda, te preocupes en dejarme o no este día.
— Satoshi, de verdad, perdón.
— Shuu, digo, Hideyuki, no sientes que pues, ¿todo lo que hago está mal?
— ¿Quién dice eso?
— Yo, yo mismo me lo he estado preguntado todo el día. Siento que he tomado malas decisiones, siento que si no hubiera hecho esto o aquello, quizás estuviéramos todos bien, como giru…
— En ese caso, yo también he tomado malas decisiones, y sobre todo yo.
— Claro que no, mira, ahorita andas con KEEL, veo que te diviertes.
— Si pero no es lo mismo, tú no fuiste el único que decidió hacer un proyecto en solitario.
— Sólo pienso que lo hice de una forma que no debía de haberlo hecho…
— No tiene caso que te sigas lamentando.
— Siento que no entiendes mucho de cómo es que me siento, Hideyuki. Desde que soy niño me he preguntado: ¿Qué soy? ¿Sigo siendo el desastre que toda mi familia decía que era? Alguien sin futuro…
— Cállate, no pienses así. — su voz era tan fuerte y un poco agresiva, esa voz a veces te espanta un poco. ¿No es así?
— Sólo digo la verdad, después de giru, no tengo la más mínima idea de qué hacer… como siempre, Ishikawa luciendo tan irresponsable, evadiendo futuras preocupaciones.
— Satoshi, por favor, yo sé que sólo estás algo perdido.
— ¿Algo? Ja, estoy más que perdido, quizás más hundido que nada.
— No me gusta que estés así, y no es de ti hablar así.
— El Satoshi que conociste en girugamesh se fue.
— No, el Satoshi que conocí en girugamesh sólo necesita unos buenos golpes en su cabeza de chorlito para que reaccione.
— Je… la verdad, me siento tan… siento que soy una mierda de persona, alguien que no ha logrado nada, y que si lo logró, ahora no tiene nada, debido a sus malas decisiones y dudas…
— Somos humanos, tendemos a caer en esos hoyos depresivos… pero, quiero que sepas algo: para mí, para mi tú eres alguien perfecto, alguien estúpidamente perfecto y alguien maravilloso.
— Lo dices sólo porque es mi cumpleaños.
— No, lo digo porque tus canciones ayudaron a más personas de las que crees, y te apuesto que esas personas también piensan igual que yo…
— N-no digas estupideces, esas personas han de estar enojadas conmigo…
— ¿Por decirles que salieran adelante cuando se sintieran como tú en estos instantes? ¿por apoyarlos cuando se sentían solos? ¿Por alentarlos a no perder sus sueños? Todas las personas que quizás salvaste con tus canciones, están más que agradecidas contigo. Así como yo lo estoy de haberte conocido y que me salvaras también con tu presencia en mi vida.
Esto no estaba bien, ¿verdad? Estás tratando de no llorar mordiéndote el labio inferior… estúpido Shuu, estúpido Nagai…
— Y si para algunos eres todo lo malo que piensas, para mí siempre serás jodidamente perfecto. Hasta tus “errores” hacen que seas perfecto para mi.
— N-no digas tonterías… siento que todo lo que he hecho, lo he hecho mal.
— Por favor… no pienses así, no más. —
Alguien tocaba la puerta del departamento. Te asustabas un poco, pues ¿Quién sería a estas horas de la noche? Limpiándote las lágrimas y guardando tu celular, caminabas hacia la entrada y al abrirla, simplemente comenzabas a llorar más. Él estaba frente a ti, y dejando caer una maleta, se abalanzaba sobre ti.
— Por favor, sólo recuerda que para mí eres más que perfecto, con todo y tus aciertos y errores, eso te hacer el que eres y de quien me enamoré. Que esas vocecillas internas las cuales te atormentan, se vayan de tu mente. Colócalas en un cofre y yo tiraré la llave de este al fondo del mar para que nunca vuelvan a invadir tu hermosa mente. Si tú me salvaste, ahora me toca a mi…
— Shuu…
Pretty, pretty please, don't you ever, ever feel
Like you're less than fucking perfect
Pretty, pretty please, if you ever, ever feel
Like you're nothing, you're fucking perfect to me.