Noche tras noche era lo mismo, gemidos audibles quizás por todo el puto edificio se grababan en su cabeza de tanto haberlos escuchado, había llegado hace dos semanas a aquel apartamento, no era costoso y le facilitaba el acceso a la secundaría a la que asistía, pero no imagino el hecho que tendría que escuchar cada noche como el inquilino de arriba podría ser tan ruidoso. Bueno, más bien las personas que este traía eran las que se encargaban de emitir los malditos ruidos. Vamos, el no se metía en la vida sexual de otras personas, menos de quien jamás había visto en su maldita vida y realmente felicitaba al hijo de puta del piso superior por tener una vida sexual tan activa, pero mierda, ya esto era brutal, incluso sentía que el techo se le vendría pronto abajo de tanto que esa maldita cama rechinaba por el movimiento encima de ella.
"Aahh… Nghh… más…más…oh si, kan..kaneki-kun da… dame más, justo en esa parte"
Si, ese nombre lo tenía más que jodidamente grabado desde el momento en que había pasado su segunda noche en aquel edificio y estaba aguantándose el ir a darle un maldito golpe al hijo de puta ese, no es como que tuviera interés en estudiar o mierdas como esa de ser buen estudiante ya que en realidad no lo era, pero llevaba al menos 1 semana y medias sin pegar los ojos correctamente, incluso estaba deseando soñar con angelitos para romperle las alas y golpearlos, pero no lo conseguía, simplemente el idiota de arriba no se lo estaba permitiendo.
-¡¡Joder!! En serio ese bastardo… -estaba tan irritado que instintivamente se levanto de la cama tomando solo una camisa que encontró tirada en el suelo y salió sin que le importara que sus bóxer ajustados de color negro fueras expuestos, solo tenía un objetivo en mente y esa eran las ganas de asesinar a ese tal Kaneki y no sería una muerte rápida, sería lenta y dolorosa, hasta que este rogara por piedad. Sí, le iba a hacer rogarle por su perdón. Subió al siguiente nivel buscando el lote que debía de estar más o menos a la altura del suyo, apenas lo localizo, golpeo con violencia la puerta esperando una respuesta de parte del dueño de este… 1 minuto… 2 minutos… 3 minutos… aun los ruidos seguían oyéndose y su enojo seguía aumentando al ver que este le había ignorado completamente incluso después de su forma de tocar. Sus dientes rechinaron mientras volvía a tocar con fuerza la puerta, incluso sentía que la terminaría echando abajo por la fuerza que implemento en esta.
-Oye maldito hijo de puta, puedes dejar de meterla de una maldita vez y hacer menos ruido -grito dejando notar su tono de molestia. No iba a rendirse hasta que aquel idiota le viniese a mostrar su maldito culo pervertido.
La puerta se abrió después de unos segundos mientras escuchaba un "No vayas, ken, solo ignoralo" al momento que esta dejo ver a un chico bastante más alto que él, contextura delgada aunque no es que no tuviese músculos ya que si tenía una musculatura decente y pudo comprobarlo ya que el bastardo había salido solo con unos pantalones dejando ver un tonificado abdomen del cual prefirió retirar su vista, de lo contrario se vería bastante extraño y él no era gay, ni ninguna mierda sexual rara, aunque no podía negar que el maldito estaba realmente ardiente. Parecía mayor, tendría alrededor de 19 o 20 años tal vez, un rostro bastante particular, se podría decir que era proporcionado y su piel junto con su cabello de un color blanco que le recordaba a la nieve ya hacían juego con aquellos ojos de color grises. Si, el bastardo estaba bastante guapo, pero no era el caso, esta vez no estaba para admirar a aquel sexopata de mierda, aunque no podía negar que había grabado cada detalle de este antes de sostenerle la mirada con molestia.
-¿Puedo ayudarte en algo? -dijo con una voz sería e inexpresiva mientras sus brazos se cruzaron y su cuerpo se recargaba en el respaldo de la puerta, pudo notar la mirada que este le daba como si le estuviera estudiando mientras sus ojos volvían a posarse en los suyos con aburrimiento, cosa que le irrito aun más de lo que se encontraba.
-Puedes dejar de follar con quien sea que estés, necesito dormir idiota -dijo con el ceño fruncido y tono imponente.
-No puedo -dijo sin ninguna explicación más, su voz no representaba ninguna emoción más que su tono seguro- Así que puedes volver a tu habitación, ya que no tengo intenciones de escuchar a un crió como tú que viene en ropa interior a decir que detenga mis actividades personales -le miro un poco más entonando una leve sonrisa con sorna- será… que quieres unirte y solo estas inventando "para de follar, quiero dormir" -dijo imitando al menor con claro tono de burla y altanería en una sonrisa que curvaba sus labios.
Primero no le permitía dormir y ahora ¿le había llamado crió? En serio ese idiota le estaba tratando como un maldito mocoso justo ahora. Una venita que amenazaba con explotar en su cabeza palpitaba intensamente mientras su mano se movió formada en un puño hasta aterrizar contra plena mejilla del chico de cabello blanco y digamos que no era con poca fuerza ya que la mejilla de este se había puesto de un intenso color rojo.
-Hijo de puta, quiero dormir. No me trates como un mocoso otra vez o te ira peor que un golpe en tu cara de niño bonito. -dijo con una sonrisa cargada de deseos de matarlo- Y quien iba a unirse a un bastardo de mierda como tú, definitivamente no quiero tener nada que ver con un pervertido sexopata. Maldito cabrón infeliz -dijo mientras volvía a su lote dando enormes zancadas y soltando blasfemias contra el chico albino, dejando al contrario totalmente confundido mientras sobaba su mejilla. Aquel idiota lo había logrado irritar a tal punto que se quedo dormido imaginando mil maneras de matarlo o al menos hacerlo llorar un poco.
Al día siguiente su alarma sonó como era usual a las siete de la mañana para avisarle que debía de ir a la maldita escuela, aunque ayer había logrado dormir bastante aun no era suficiente, necesitaba más horas de sueño, al menos tres días más sin que nadie lo despertara de su coma de sueño. Dio un gran suspiro al escuchar una segunda vez la alarma volver a sonar por lo que poniéndose de pies con mala gana se acerco a la ducha, se dio un baño y puso el uniforme. Tomo un poco de dinero para pasar a comprar algo al negocio del lado mientras tomaba su bolso y salir de la casa bajando la escalera con pesadez dando un gran bostezo.
-mierda, si no hubiera sido por ese bastardo no tendría este jodido sueño- dijo hablando en voz alta para sí mismo.