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El llamado salvaje /Larry (Omegaverse) por Aqua Marie Paula

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La esencia del Alfa excitado lo estaba mareando, antes su cercanía lo había calmado y llamado dulcemente, pero aquel arrebato lo tenía intranquilo, no era capaz de corresponderle de la misma forma y se notaba en su olor, en sus acciones, en como sus manos se encontraban en el pecho contrario, tratando de mantener la mayor distancia posible ya que quitárselo de encima no se le hacía posible, Louis lo presionaba firmemente contra la pared, a menos que buscara hacerle daño para liberarse.

 

El Alfa simplemente no puede seguir, apoya su cabeza en la pared mientras se separa prudentemente del cuerpo ajeno, rodeando todavía al omega pero sin obligarlo a seguir en contacto-Esto tampoco está siendo fácil para mí- No esperaba que se oyera como un reclamo pero su voz tan ronca como estaba solo exponía que, si, se sentía frustrado.

 

-Estoy tratando, solo no sé cómo corresponder- Hace unos momentos había perdido completamente el control, pero si en algo estaba de acuerdo su lobo es que no quería presionar a Hazza, no alcanzaba a entender porque el omega despertaba tanto en él, tantas emociones pero el sentimiento de querer protegerlo, de quererlo, lo estaba consumiendo, porque era unilateral, aunque una marca adornara ese cuello, el portador no se sentía suyo en ningún aspecto.

 

-No tienes que pensarlo tanto, déjate llevar, relájate- Presiono cándido sus labios en la suave mejilla del omega, él no tenía mucha experiencia, estaba nervioso y aun así si esperaba a que avanzara su relación, sabía que Hazza no tendría la iniciativa de tener un contacto íntimo con él.

 

Se fue acercando, besando con dedicación cada parte del hermoso rostro del omega, se separó unos centímetros y rio con ternura ante la expresión contraria, un adorable sonrojo adornaba sus mejillas mientras cerraba con fuerza sus parpados, presionando los labios hasta que solo quedo una fina línea –Quiero besarte, no te escondas- Lamio la grieta que había formado tercamente el chamán, buscaba tentarlo, en su vida solo había buscado seducir a una o dos omegas, ninguna con buenos resultados. Con su pulgar comenzó a masajear su mandíbula, tratando de relajarlo contra su tacto, la presión en la boca ajena fue cediendo hasta mostrar los esponjosos belfos, con una gran sonrisa en los suyos –imposible de ocultar- comenzó un lento baile sobre estos, acariciando, bebiendo el sabor, no era dulce, nada en Hazza lo era, era un gusto diferente, aun no lo identificaba pero era adicto a ello, busco profundizarlo, mordiendo el labio inferior, mientras soltaba un gruñido de satisfacción.

 

-No puedo, lo siento, tengo mucho en que pensar, no puedo apagarlo, tengo que soltarlo- “Claro que puedes pero no quieres”, quiso refutarle pero cedió.

 

-Entiendo, lo siento- Louis trato de deslizar con cautela sus brazos alrededor de la cintura del omega, cuidadoso como si tratara de atrapar a un pequeño conejo, tan escurridizo que ante cualquier movimiento brusco escaparía, pero sus intentos fueron inútiles, el pequeño cuerpo tuvo un espasmo y se tensó ante la cercanía, un suspiro derrotado escapo de su garganta –Solo déjame abrazarte, escuchare atentamente.

 

-Está bien- Se estableció un silencio incomodo por unos minutos. Hazza trato de corresponder al abrazo, pero sus brazos no se levantaron con esa intención, se limitó a mirar fijamente un punto en la pared al fondo, organizando sus ideas – ¿Recuerdas el bosque Zev?- No obtuvo ninguna respuesta por un largo tiempo –Yo nací allí, en la manada del norte de lobos gigantes, nuestro Alfa era Cedric, el llevaba la forma del líder lobo, el día del ataque por la mañana anuncio que tu heredarías la siguiente, tú el hijo del Alfa del sur y anuncio que su hijo, Zayn seria tu compañero, serian la unión que aseguraría la armonía entre los clanes pero no ocurrió, esa noche algo nos atacó por sorpresa, no recuerdo nada de aquel suceso para serte sincero, estaba inconsciente, pero en mis delirios tuve visiones del pasado, allí me entere, Zayn  había muerto en el ataque, por la cercanía de nuestras familias, nuestra casa quedaba al lado, al parecer yo fui la opción más cercana, tenía la misma edad y condición de Zayn, en mi cuerpo podía llevar la promesa de sangre que aseguraría tu estatus como líder, luego de eso todo es borroso- Dio por terminado su relato, se repitió el silencio, como si Louis no estuviera, bastante molesto por aquello volvió a fijar su mirada en él –Di algo.

 

-La razón por la…aquella noche de luna, gritaste por mí, aullaste en respuesta a mi llamado, me buscaste en específico a mí, todo fue por, por la promesa de sangre de la que hablas.

 

-..Si, ¿no lo recuerdas?- El alfa se separó bruscamente, repeliéndolo en rechazo, su omega gimoteo en su interior.

 

-No puede ser, por un momento llegue a pensar, que…estábamos predestinados, pero todo fue un delirio tuyo, ahora entiendo porque me rechazas ahora- Del Alfa salían olas de ira, apestaba tanto que llegaba a intimidarlo, verlo tan furioso y es que no era para menos, Louis se sentía realmente miserable, esa estúpida luna lo había tenido tan hechizado, trasmutando en lobo, corriendo ante el llamado de su pareja para luego no pensar en nada y comenzar un apareamiento sin lazo, aparte prohibido, que lo había condenado y todo para que, creyó estúpidamente en leyendas de compañeros predestinados, pero no fue ningún instinto lo que los reunió, fue las alucinaciones de un lobo medio muerto, había caído enamorado de una mentira.

 

-No es un delirio, eres mayor, debes recordar el clan y las tierras mejor que yo, como pudiste haberlo olvidarlo.

 

-¡No hay nada que recordar!- En lo que llevaba con Louis este nunca se había alterado, asustado, tal vez pero no como ahora estaba, por su parte el Alfa no era de gritar, pero la situación lo supero, estaba en su límite -Los lobos gigantes se extinguieron por completo en la gran guerra, no queda ni uno solo y sus registros no hablan de ninguna descendencia ni directa o indirecta, sus tierras, como dices, el bosque Zev es la capital de la gran primera ciudad “Daphne” construida hace más de 3 siglos, es mucho, muchos ciclos lunares, tantos como los que hablo Tikaani de la guerra que azoto este clan, ¿Lo entiendes? No pudiste haber nacido en el clan de los lobos gigantes del bosque Zev, porque tendrías más de 1.000 años de vida y ni las tortugas viven tanto, yo no soy un lobo gigante, soy un lobo gris, somos lo más común en la actualidad, yo me crie en un clan, pero solo conformado por mi familia, por más de dos generaciones mi árbol genealógico se ha situado en la civilización, en la ciudad “Syna”, tengo nulos lazos con cualquier clan salvaje de lobos, mi padre no era más que el líder de nuestro núcleo familiar, solo dices incoherencias…todo eso de una misión, joder, estás loco, como todos los chamanes que he conocido…-Un duro y seco golpe, propinado por el fuerte puño del omega sacudió todos sus pensamientos, tuvo que voltear la cara mientras presionaba la parte izquierda de su rostro, la sentía roja, punzante de dolor.

 

-Basta, solo cállate, no es posible que no me creas- Aunque su voz se oía dolida, ninguna lagrima escapaba de sus ojos, su tono de voz era firme y su mirada inquebrantable, recordó súbitamente su primer encuentro, sintiéndose de nuevo hipnotizado por la belleza salvaje del rizado, su aura altanera, tan indomable, fue una fuerte revelación para sí mismo, pero debía aceptar que había caído por Hazza, desde la primera vez que sus ojos se encontraron.

 

-Yo lo sien…

 

-No, dije que te callaras, escucha, es verdad, no sé cuánto, pero ha pasado mucho tiempo, como dices las cosas nos son como creí, el camino se está haciendo cada vez más complicado, resuelvo dudas, descubro datos que ignore y eso en vez de despejar un poco el horizonte solo ennegrece más el panorama, no quiero aceptarlo pero estoy perdido, tengo miedo, estando medio muerto tenia las cosas más claras que ahora que estoy lucido- Cuando termina de hablar, solo cuando se calma un poco se da cuenta que hablo tan rápido que se ha quedado sin aire, su garganta se cierra y tiene que jadear para expandir de nuevo sus pulmones, siente sus ojos arder ante las inminentes lagrimas –Por eso tienes que estar a mi lado, la promesa de sangre nos hará fuerte y unirá en un lazo sólido y único, solo juntos, confiando el uno en el otro.

 

-Hazza, tranquilo- Suaves manos vuelven acariciar su rostro, limpiando cualquier indicio de agua en sus lagrimales –Un lazo no se forma espontáneamente, una promesa no puede obligarnos, la confianza y el amor se construye por ambas partes en un común acuerdo y tú no quieres, ni a mí, ni a un lazo de pareja, solo estas confundido, la situación no te ha dejado pensar con calma.

 

-Pero lo has visto con tus propios ojos, cómo funciona el mundo espiritual, solo mírate de la noche a la mañana no solo has crecido, tu cuerpo está mucho más fornido y tus sentidos mejor desarrollados, ¿pensaste que no me daría cuenta?, ya no eres un lobo gris, tu esencia ha cambiado, se asemeja a la mía. No entiendo ¿Por qué eres tan ciego? aunque conozcas sus principios básicos no los entiendes, ningún mortal puede, si estuve dormido  o si mi viaje fue más largo que solo un naufragio en el mar, nadie sabe cuáles son los planes del destino, los espíritus no pueden guiarnos de la mano, está en nosotros descubrir su propósito, el mío es estar a tu lado, ser tu pareja.

 

-…y recuperar las tierras de Zev, nada de eso se va a poder, solo somos nosotros dos, no podemos entrar en una guerra contra la capital, además ya no hay lucha de territorios, todos son trámites legales y monetarios, es como dijo Tikaani, está ya no es tu lucha y al parecer tampoco tu tiempo, ya no hay un enemigo, por lo cual tienes la libertad de estar con quien quieras o seguir el camino que quieras como lo habías echo hasta que yo llegue y lo arruine todo ¿no es verdad?. No, yo no te obligare y no te quiero a mi lado si lo sientes como una obligación o promesa- Era duro para Hazza entender que no tenía una oportunidad, esa era la tarea que se le tenía asignada o no, ¿Qué rayos quería el destino de él?

 

-¿Por qué piensas que no quiero estar a tu lado por voluntad propia?- Pregunto de forma amarga, ya estaban emparejados, acaso quedaba otra opción.

 

-Es algo que resalta, tu no me quieres, no me ves como yo te veo a ti, tu eres la materialización de todo lo que me atrae de las tierras salvajes, una hermosa deidad guerrera, tu presencia me atrajo de inmediato –La mirada azul lo miraba con añoranza antes de apagarse en una melancólica mueca -En cambio tú ves algo que no soy, en mí no hay un guerrero, ni un líder, ese Alfa ya murió o capaz como tu este atorado en el tiempo. Yo no soy nada de lo que tu deseas, no soy la grandeza a la que estás acostumbrado, por ello jamás te obligaría a ser mío sabiendo que serás infeliz, me va a doler hasta en el alma porque la marca si ha cicatrizado en mí, tal vez por eso yo he cambiado, pero en ti sigue fresca y desaparecerá en una semana si no es culminada y no hay lazo…eres libre. Te quiero – Solto en un suspiro pesado. Antes de que Hazza pudiera superar el shock de esa declaración, recibió un pequeño beso, sin ninguna intención, que aunque era de los mismos labios no sabía igual, Louis acababa de cortar con él, lo podía sentir, la marca dejo de escocer y sintió que una parte suya se desprendía con cada paso que daba el Alfa lejos de él.

 

No lo detuvo, porque el había luchado contra esa atracción desde el primer momento, porque las palabras dichas eran ciertas, lo desprecio y maldijo su suerte al verse emparejado con un mortal tan simple, no tenía palabras para refutar lo contrario y se sentía miserable al ver que se encontraba de cierta forma aliviado por no tener que seguir correspondiendo al Alfa, su naturaleza omega no era sumisa pero si menos ególatra que él. Ahora si no tenía ningún propósito que iba a ser de su vida, ya no tenía nada, tal vez se oía egoísta pero solo podía pensar en sí mismo, la civilización, ser la sumisa pareja de un trabajador, con una familia tradicional, no se oía atractiva, ni siquiera para su omega, ninguna de sus dos naturalezas deseaba esa vida, le haría completamente infeliz, un omega amargado con su lazo, que no lo amaba ni un poquito, Louis no merecía eso.

Notas finales:

Continuara


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