Atravesó el último tramo del camino que ciegamente había tomado en su afán de alejarse de Hazza, el pasillo que transitaba estaba oscuro pero eso no le importaba, su única guía o meta se reducía a una abertura ovalada en la pared, donde se filtraba la fulgurante luz blanca del exterior. Inhalo profundo, tratando de aliviar la sensación sofocante de la pena en su pecho, exhalo todo el aire, imaginando con todas sus fuerzas que eso le ayudaría, que borraría todo de su organismo, sin importar que la marca en su alma pulsara por la separación, el dolor de la ruptura era llevadero, más importante sería pasajero. Cuando su marca desapareciera de Hazza, todo esto sería un mal sueño, después de todo no sería el primer lobo en ser rechazado, en su ciudad natal abundaban, allí donde las marcas de apareamiento no significaban nada, solo eran un afrodisiaco para un encuentro casual, claro que eso no quitaba que era una unión de almas, por obvias razones afectaba a los implicados, por miles se presentaban los casos de locura o rabia en alfas y omegas que rompían lazos irresponsablemente, aunque claro era extrañamente conveniente que este ritual fuera algo único en los depredadores, justo la población que estaba empezando a escasear y a veces parecían querer extinguir, se mofó de sí mismo, no necesitaba de análisis de la sociedad en estos momentos, pensaba como un conspiranoico, eso era más el estilo de pensamiento de su amigo Liam, ahora que lo recordaba, ¿Cómo habrían reaccionados todos ante la noticia de su traición al clan? Esperaba que lo ayudaran, después de todo al salir del territorio del clan sus leyes quedaban inhabilitadas, si Hazza como omega no fue obligado a nada no tendría que afrontar un castigo ante la su verdadera ley.
Por fin llegó a la luz, ante sus ojos se expandió una cueva más grande y amplia, totalmente iluminada con la luz natural del exterior que se filtraba en el tragaluz de un cráter, en el centro se erguía una edificación lisa, una única torre tan alta que siguiendo su recorrido llegaba a confundirse con la platinaba luminosidad del sol, haciéndola casi infinita, era increíble, estaba dentro de un volcán inactivo, era simplemente magnifico y no imaginaba que tan peligroso.
La entrada estaba empotrada en la pared, no era una caída mortal pero debía ser cuidadoso. Pegando los pies y manos en la terrosa superficie, se deslizo hasta llegar al suelo, así pudo apreciar los cuatros pabellones que rodeaban la construcción principal, se encontraba separados por un camino de arcos del mismo metal liso pero estos a diferencia de la torre, tenían tallados marcas similares a las que llevaban los lobos árticos en la piel, era escritura antigua. Al encaminarse por el desolado sendero pudo apreciar que cada sección contenía una clase de jardín donde reposaba una estatua como centro y representación, estás parecían hechas en bronce ya que al pasar el tiempo sumado al descuido, comenzaban a ponerse negras en ciertas partes. Sus respectivos pedestales se encontraban aún abarrotados de lo que imaginaba eran las ofrendas que antes se le llevaban a cada guardián, por un lado había pieles y huesos que constituían extraños patrones a lo largo del suelo del primer jardín, en la placa estaba la leyenda de “Anatkok, el espiritual” o eso podía entender de su poco conocimiento en aquella escritura, Anatkok se encontraba en la pose de un líder, con la mirada firme y los hombros alineados en una perfecta postura.
El segundo parecía estar en peores condiciones, la estatua de lo que parecía un feroz guerrero por la pose agresiva de lucha reposaba sobre un gran horno de leña, parecía representar el sacrificio de animales, todo a su alrededor estaba adornado de armas, lanzas, flechas, dagas o cuchillos, lo típico del clan, la placa estaba algo borrosa pero aquel guardián debía llamarse “Horan, guerrero innato” lo demás era ilegible. Los dos restantes se encontraba detrás de la torre, quiso acercarse pero el camino de arcos era cortado por una clase de manantial, al acercarse pudo sentir el calor y observar las nubes de vapor que estas exudaban, debía estar hirviendo, no quería arriesgarse, eso parecía estar hirviendo no como una simple agua termal, podía salir escaldado.
Lo más prudente parecía seguir el camino que cruzaba por la torre, según su olfato, allí se encontraba Tikaani. Dentro se sorprendió al ver que nada estaba pulido como en el exterior, todo parecía el mismo rocoso desnivel de la cueva más que un lugar sagrado, ese sentimiento cavernoso hacia perder toda la gloria de la construcción, solo era una estructura hueca. Era tan desolador el sentimiento sumándole a que allí no había otra forma de vida, ni animal o vegetal, solo él y la omega delante, seguro en el pasado había sido magnifico porque en la actualidad carecía tanto de gloria y vida que daba una sensación de nostalgia y añoranza, como si el que observara pudiera sentir los ecos de lo que alguna vez fue, aún sin haberlo visualizado.
-No hay nada que ver acá- La pequeña figura de la loba hablo en susurros.
-…Y no hay nada que hacer- Le respondió de vuelta, en un tono lastimero como una disculpa indirecta.
Ella le dedico una media sonrisa, una mueca resignada pero de igual forma melancólica, sus ojos cristalizados amenazaban con romper en llanto –Eso parece- Hubo una pausa prolongada, donde se miraron, con la misma expresión de derrota –Por lo que veo se lo dijiste ¿no? Y él no tuvo de otra que aceptarlo.-
-Lamentablemente, nosotros no somos una clase de pareja elegida por los dioses, una misión, ser de alguna forma especial, es algo que añora, algo que esta fuera de mis posibilidades- No quería sonar tan afligido pero la mirada comprensiva de la loba se lo dijo, ella lo entendía, después de todo era la madre adoptiva de Hazza, lo conocía demasiado bien.
-¿Vas a estar bien?- Pregunto con cautela, aun no conocía demasiado bien a Louis.
-Sobreviviré- Trata de sonreírle –Enfoquémonos en salir del territorio, hemos perdido mucho tiempo en sinsentidos.
-¡Espera! Si esperamos a que la marca de Hazza desaparezca, no habrá ninguna prueba de traición, quedaras libre ante la ley.
-Está bien, si no obligue al omega no va contra la ley de mi país, estoy limpio, además que se le limpie de traición no hará que puedan volver al Clan ¿o sí?
-No, no podremos volver, suena extraño porque allí está mi familia pero no deseo volver, quiero seguirte, ahora eres mi líder, aunque fue en un acto impulsivo me siento fiel y te respeto por tu conocimiento, la forma en la que has manejado toda la situación, tu paciencia, son fortalezas que admiro, quiero que me enseñes, sería un honor, descubrir toda la historia que rodea estos misterios, aunque no se puedan cambiar.
-Yo también quiero, a eso me he dedicado hasta ahora y una nueva investigadora siempre es bienvenida…pero ¿y Hazza?
-Yo sé que se adaptara, déjalo que se enfrié un poco, con todas estas situaciones parece estar en constante conflicto consigo mismo, ya con más calma y establecido, podrías cortejarlo debidamente- Louis negó rápidamente, totalmente en contra, Tikaani entrecerró sus ojos, mirando fijamente a Louis, estaba molesta, no quería meterse mucho en el asunto de la relación de su hijo adoptivo pero era la única que podía hacer razonar a esos dos –Entiendo que lo quieras dejar por el momento, pero enserio no pensaras rendirte para siempre, no puedes dar por perdida una relación que ni siquiera comenzó.
-No hay ninguna oportunidad entre los dos.
-Cómo puedes decir eso, el destino los unió, solo un forastero podía entrar en este territorio y fuiste tú, alteraste todo el mundo de Hazza, despertaste lo que había dormido en él y no creo que cualquier alfa lo hubiera desencadenado, hay algo especial entre los dos, no deberías renunciar a su lazo.
-No es renunciar, Hazza…él no me quiere- Decirlo constantemente en voz alta estaba alterando algo en su interior, pero lo ignoro.
-Por supuesto, la vida no te da lo que quieres, te da lo que necesitas- Ambos quedaron en silencio, ambos pensando a profundidad las palabras de la omega. Tikaani le pareció cómico, eran las mismas palabras que su padre le dijo cuándo renegó de su condición -¿Tu lo quieres?
-El querer es fácil, sabes, es una respuesta física inmediata y primitiva, si te refieres a eso, sí, quiero estar a su lado y lo deseo pero eso no hace un lazo, menos una unión de compañeros.
-Es verdad, mira, ustedes se han saltado varios pasos, conocerse a profundidad, compartir momentos íntimos, formar una amistad, el coqueteo, hasta que no le des la oportunidad a todo el proceso no puedes decir que no funcionara o que él no te quiere.
Louis solo suspiro exasperado –Esta bien, tienes razón.
-Me gusta más en mi idioma, pero no se pierde el sentimiento de satisfacción- El Alfa puso los ojos en blanco, algunas actitudes no cambiaban sin importar la cultura.
¿Cómo le mostraba al lobo salvaje que era una digna pareja? Aceptarlo como el aburrido antropólogo, no como el guerrero libertador de clanes escogido por los dioses que el omega quería, porque demonios era un título difícil de llenar –Lo intentare, no puedo perder más.
-Ese es el espíritu- Le sonrió en grande. Había que recalcar que Louis no corteja omegas desde…nunca, según los rituales en otras tribus, era común que se le hicieran regalos, como prendas y premios de caza, esto para mostrarse como un Alfa competente, que satisface sin problemas las necesidades, un macho proveedor, pero eso no podía salir bien con Hazza después de la primera advertencia que le dio, tampoco podía recurrir a lo convencional, flores, chocolates, canciones, poemas, serenatas, ¿Qué, en la tierra le gustaba a Hazza en primer lugar? Seguramente traer las cabezas de sus enemigos, eso era demasiado barbárico hasta para el Chaman y en su imaginación parecía más una amenaza implícita.
De pronto vio una figura brillante, esponjosa y blanca, materializándose enfrente de él, así de repente y de la nada, como un espejismo ¿Cuándo fue la última vez que comió? –Soy tan real como una proyección de energía pueda serlo joven Alfa- Vaya, que su pequeño delirio le hablaba.
-¿Qué es eso?- Al parecer Tikaani también podía verlo, era real ¿Qué tan jodida se iba a seguir tornando la situación? Era momento de tomar un alto, darse un respiro, recapitular, esto era demasiado hasta para un estudioso de los misterios de las culturas salvajes.
-No por favor.
-Es el momento, joven Alfa, su cambio está a punto de culminar y necesita saber controlarlo cuando su lobo se desate en todo su poder- En ese momento una lista de groserías y maldiciones estaba desfilando ante sus ojos –Louis, es el momento, deja entrar a la omega que espera afuera de la barrera, ella tiene un mensaje, un plan.
-¿Qué? Claro que no, nadie pasa…. ¿Quién o que eres tú?- Ahora no era el momento que la pequeña mascota espiritual apareciera para darle una misión mística y sumamente importante.
-No soy uno de sus perseguidores si eso están sospechando y aquello que llamas mascota me ha parecido sumamente denigrante. Vengo en representación de la guerrera omega Ulo- Aquel lobo estaba tan estoico que podría ser simplemente un peluche, un peluche sin ojos, definitivamente tétrico, además, ¿De dónde sale la voz? Parecía más un demonio que un espíritu amable.
-¿Ulo?- Tikaani tomo la palabra más animada –Ulo está viva.
-¿Quién es Ulo? ¿Me estoy perdiendo de alguna otra cosa espiritual?- Busco respuestas, intercalando sus ojos en las dos figuras, esperaba que fuera de parte de la loba tangible, de preferencia.
-Es la omega comprometida con mi hermana menor- Eso no sonaba como una aliada.
-Emparentada directamente al líder, mala idea darle acceso, denegado- La omega lo miro raro por aquellas palabras.
-Debes permitírselo, confió en Ulo, vamos por Hazza sé que pensara igual- Y Si el omega estaba de acuerdo, su opinión seguro no valdría en cuenta, genial.
-Nada de eso, hasta que ese espectro diga que es.
-Soy una simple representación física del alma de mi portador- Eso no le decía mucho.
-¿Cómo un viaje astral?
-No, no soy el alma original de mi portador, soy un alma animal no vinculada, muy antigua, enviado desde hace generaciones como guardián directo a la descendencia de Horan
-Entonces sabes que es un viaje astral-Ignoro todo lo anterior, siempre tuvo curiosidad sobre ese tema y si el espectro negó es porque sabía a lo que se refería.
-No, sé lo que tienes en mente, pero eso tiene otro nombre y no es como te lo imaginas.
-¿Entonces cómo?- Esa aparición podía leer su mente, eso era riesgoso.
-¡Louis!- Objeto Tikaani –No tenemos tiempo para esto.
-Sí, lo lamento- Así respondía siempre cuando estaba ante una fuente de información tan preciada.
Cuando salieron de la estructura justo vieron a lo lejos la figura ágil de Hazza, saltando con maestría la brecha hasta el suelo, en un elegante movimiento, fue tan hermoso que Louis no pudo no repetirlo mentalmente en su cabeza, tan etéreo e inalcanzable. Sabía que sería ignorado por el omega apenas lo tuviera enfrente pero eso no impidió que su lobo gruñera y diera vueltas cuando sucedió, molesto en su interior, tenía orgullo, por lo que lo imito. Ante la mutua ley de hielo de la pareja, Tikaani solo pudo suspirar mientras rodaba los ojos, debía hablar también con Hazza, se notaba que había estado llorando, siempre escondiéndose en sus malos momentos.
-Vine corriendo, debo alentarles alguien está intentando entrar- Hablo con voz ronca el omega, dirigiéndose a nadie en concreto.
-Sí, lo sabemos, es Ulo, déjala pasar- Hazza miro atónito a su madre adoptiva.
-Una guerrera omega de la talla de Ulo no va a pasar, sin esfuerzo los sometería a ustedes dos- Bien estaba de su lado, aunque esa información lo alerto más, después de todo era cierto, el solo tenía unas clases de autoprotección encima.
-Ella solo quiere hablar, ser su aliada- El chamán miro atónito la pequeña figura.
-Claro, están confiando en ese truco de proyección- No en plural, él no estaba de acuerdo, pero no lo diría en voz alta.
-Soy un Daemon- El pequeño lobo brillo con más intensidad, supuso que indignado con todos los nombres incorrectos que le estaban dando.
-¿y eso significa…? ¿O debería confiar en ti por…?- Alguien podía culparlo por amar esa actitud altanera, su lobo también parecía gustarle, tal vez por eso no había salido a someter al omega a su control, al menos podía respirar en paz ante esa posibilidad.
-Soy un regalo de Horan, un espíritu animal sin recipiente.
-¿Es eso posible? Hasta ahora no lo había visto, ni escuchado- El tampoco, suspirar aliviado, no se estaba perdiendo de nada, además había entrado en modo espectador, era más fácil analizar la realidad cuando no lo incluía a él.
-Horan tuvo muchos hijos, pero solo uno hizo una hazaña tan grande, casi asemejándolo en poder, por ello fue recompensado, él y toda su descendencia directa.
-¿Ulo es tu ama?
-No, aunque lleva algo de su sangre, él heredero directo, es Niall, su hermano menor.
-Entonces, ¿Qué haces con ella y no con Niall?
-Eso es algo que deberá narrarles ella, por mi parte encuentro este interrogatorio innecesario- Nada en el espectro mostraba alguna emoción o reacción y como espíritu, era probable que no poseyera la capacidad de sentir sin un cuerpo físico, pero eso no evitaba que el pequeño tuviera personalidad.
Interesante, aunque Louis no pudo quitar sus ojos de Hazza y como este se enrabiaba por las respuestas de la bola de pelos energizada, tenía pintada una sonrisa embobada, observando cada nueva cara del omega.
-Responde.
-Tú no eres mi amo, ni nadie a quien le deba respeto, solo vine a dejar el mensaje de Ulo- El ser comenzó a desvanecerse mientras Hazza exigía molesto, explicaciones.