"¿Apariciones?"
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Después de tanta insistencia por parte de Mahiru, Kuro por fin accedió a ayudarlo a bajar y agradecer a todos por la gran ayuda que le brindaron. Decir que Pereza estaba algo molesto por perder contra su Eve en ese aspecto era poco, porque Ash estaba muy molesto por no poder resistirse ante el mandato de aquel castaño con síndrome de ama de casa.
Y para cuando llegaron abajo, el vampiro tuvo que hacer gala de sus reflejos y velocidad, para tomar en brazos a su Eve y esquivar aquel sillón que dio a parar a la pared.
—¡¡Licht-tan, ten más cuidado!! —, Lawless miraba con temor a su hermano mayor. Especialmente porque Ash andaba de un humor de perros con eso de que su Eve estaba herido —. Casi haces que Shirota Mahiru acabe en cama de nueva cuenta —, reprendió nervioso a su "dulce" ángel.
—Eso no fue mi culpa. Fue tuya por esquivar algo que evidentemente era para ti, rata de mierda —, rebatió Todoroki.
— ¡Ustedes dos, ya cálmense de una buena vez! —, les llamo la atención el menor de los Alicein, mientras se acercaba al par Pereza —. Shirota, me alegra que hayas despertado —, le dijo algo sonrojado al castaño.
—Gracias Misono, espero no haber causado muchos problemas —, respondió sonriente Mahiru.
—Descuida, tú nunca causas problemas, aquí los problemáticos son otros —, miro con el ceño fruncido al par Avaricia y a su hermano mayor, el cual jugaba a tomar el té con aquella muñeca de nombre Abel —. Sobre lo del otro Servamp, te aseguro que no permitiré que se te acerque.
— ¿Y cómo vas a hacer eso hermanito?, que yo recuerde, tanto tú como el par Avaricia y el par Orgullo son vulnerables sin sus poderes.
Todos miraron al mayor de los Alicein con seriedad. Bien sabían que Mikuni decía algo muy cierto, pero eso no dejaba de doler, más a cierto pianista, que aún seguía culpándose por lo sucedido con su rata.
—Ya lo sé. No tienes porqué recordar lo obvio —, respondió con molestia el peli morado.
—Tranquilo Misono, Mikuni solo se preocupa por tu bienestar —, Lily se encargó de interponerse entre ambos hermanos.
—A todo esto, si ya sabías de esto y lo tenías muy en cuenta, ¿por qué nos trajiste aquí muchacho? —, preguntó el Servamp del Orgullo, mientras se sujetaba de su Eve al sentir sus piernas temblar —. Gracias hijo, este clima no ayuda con la ciática —, miro a Tetsu con una pequeña sonrisa.
Para nadie paso desapercibido aquel comportamiento en el Servamp del Orgullo, después de todo, aquel enano vampiro dejó de actuar de manera jovial, después de perder contra Tsubaki.
—Bueno abuelo, los traje aquí por la simple razón de que ustedes podrían recuperar sus poderes y el pecado que en si representan —, respondió como si nada el rubio Alicein.
Todo mundo quedó perplejo ante lo dicho por Mikuni Alicein. En verdad, ninguno de los presentes, especialmente los vampiros, sabía cómo remediar lo que el odio de Tsubaki había causado y que aquel rubio lo supiera les sorprendía demasiado.
—¡¡HABLA YA!! —, le exigió con furia Misono.
—Tranquilo hermanito —, Mikuni solo reía por la actitud de su hermano menor. Pero de un momento a otro se puso serio, mientras miraba a los demás presentes —. No es cien por ciento seguro, pero creo tener la firme certeza de que Tsubaki es la clave para recuperar su pecado en sí.
—Lawless lo miro con odio puro —. Pues entonces ve a buscarlo y pedirle de favor que nos regrese lo que nos quitó —, hablo con sarcasmo el de lentes.
—Mikuni suspiro —. Se perfectamente que Tsubaki anda desaparecido, así como sé que pedirle aquello, es como pedirle que no odie al mayor de ustedes —, miro a Pereza con una extraña sonrisa.
— ¿Y cómo planeas hacer que Lily y los demás recuperen sus poderes? —, Misono miro con desaprobación a su hermano mayor. Especialmente porque si Mikuni sonreía de aquella manera, no significaba nada bueno.
—Fácil, atraerlo con una carnada y que mejor carnada que Watanuki Sakuya.
Misono miro con odio al rubio, más al ver la mirada de preocupación en Shirota y es que Mikuni hablo como si fuera algo normal secuestrar a alguien y usarlo para atraer a otra persona.
—¡¡ME NIEGO!! —, grito Mahiru totalmente en contra de aquello —. En primera, Sakuya aún sigue siendo un amigo muy especial para mí y en segunda, aunque esa sea una solución, no sabemos cómo atraer a Sakuya sin lastimarlo. Además, ¿por qué Sakuya?, ¿qué no puede ser otro? —, Mahiru había quedado agitado por haber hablado tanto en cuestión de unos breves minutos, pero había externado su inconformidad con aquel rubio loco.
Mikuni ni se inmutó con las palabras del castaño. Él solo tenía algo en mente y por nada dejaría de lado ese buen plan.
—Respondiendo a tus dudas. No, no puede ser otro, porque ninguno de los Sub-clase de Tsubaki, regresaría por ti, a no ser claro, Watanuki Sakuya. Dos, si tengo como atraerlo sin hacerle daño.
A Sleepy Ash se le encendieron todas las alarmas al escuchar las últimas palabras dichas por el mayor de los Alicein, especialmente porque Mikuni miro a Mahiru con esa maldita sonrisa extraña.
—Ni lo pienses —, murmuró con enojo, mientras miraba al Eve de su hermano Envidia.
— ¿Qué te sucede Kuro? —, preguntó Mahiru con preocupación, más al ver la mirada de odio que su compañero le enviaba al hermano mayor de Misono.
—Que ese loco piensa utilizarte para atraer a Watanuki Sakuya —, respondió con molestia —. Y creo que ya sufriste demasiado daño, como para seguir haciéndolo, solo por la absurda idea de ese enfermo.
— ¡Yo tampoco estoy de acuerdo! —, exclamó Misono con furia —. Tus planes, aparte de ser extremos, son estúpidos Mikuni.
Mikuni iba a decir algo en su defensa, pero al ver la mirada desaprobatoria que los demás le enviaban, tuvo que quedarse callado. Chasqueo la lengua con frustración al ver que su plan no podría llevarse a cabo, aún si su Servamp lo ayudaba, estaba seguro que Jeje no sería rival para el Servamp de la Pereza.
—Está bien, ustedes ganan —, murmuró sin ánimos —. Pero tendrán que pensar en un método para hacer que Tsubaki coopere —, sentenció de manera infantil.
Todos lo miraron con algo de extrañeza, más el Servamp de la Lujuria, quien conocía a la perfección que Mikuni Alicein no era de rendirse tan fácilmente.
—Pues lo mejor será pensar en algo pronto o de lo contrario, Mikuni hará algo estúpido y arriesgado —, dijo el peli morado con seriedad —. En cuanto a Shirota —, miro al castaño —. Ve a descansar un poco más, que perdiste mucha sangre y no quiero un no por respuesta —, sentenció sin más.
Mahiru no pudo decir nada para objetar. Fue guiado por Kuro hacia aquella habitación donde había despertado hacia una hora atrás.
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Despertó con pereza y algo adolorido por haberse quedado dormido de aquella incomoda manera. Miro su entorno y al ver a un extraño hombre frente a él, casi suelta un grito lleno de espanto, de no ser, porque aquel hombre llevaba a aquel gato blanco que había recogido el día anterior.
—Tora, ¿quién es él? —, preguntó Ritsu de manera nerviosa.
—El gato se bajó de los brazos de su ahora Sub-clase y se situó en aquella cama, mientras se estiraba con pereza aún con su forma gatuna —. Te lo explicaré. Tanto yo, como mis hermanos Servamp, podemos convertir a ciertas personas en vampiros. Siempre y cuando, la persona en cuestión, este a punto de morir. Este hombre es ahora mi Sub-clase o para que lo entiendas mejor, es mi sirviente —, explicó seriamente.
Ritsu solo asintió nervioso, mientras seguía mirando al hombre frente a él. Era obvio que un hombre como aquel lo pondría nervioso, más con esa pinta de maleante que se traía.
— ¿Y cómo se llama señor? —, le pregunto nervioso y con la voz temblorosa.
—El hombre miro a su ahora jefe y al ver como este asentía en señal de aprobación, miro al chico en la cama —. Yamato Hayato —, respondió con seriedad.
—El castaño trago saliva y asintió tembloroso —. M... Mucho gusto, mi nombre es Harada Ritsu —, se presentó.
El hombre ni se inmutó ante la presentación del muchacho. Simplemente asintió, mientras se sentaba en el suelo.
El castaño solo se quedó callado, para después fijarse en la hora. Dándose cuenta de lo tarde que ya era. Afortunadamente era sábado y no había escuela, pero no por eso podía quedarse sin hacer nada, debía hacer las compras, limpiar su hogar, lavar la ropa y tenerle a su padrastro todo listo para su reunión semanal.
Se levantó resignado y decidido en terminar lo más pronto posible para encerrarse en su habitación y no tener que verle la cara a ninguno de los amigos de su padrastro. Al menos esa era su intención principal, porque al querer ir directo al baño, Tora, ya en su forma humana, lo había tomado del brazo.
— ¿Qué le pasó a tu brazo? —, preguntó, mientras dejaba descubierto el brazo derecho del castaño —. Que yo recuerde, ayer no estaba así —, señalo el moretón que estaba arriba del codo del chico.
—Ritsu se puso nervioso, mientras se liberaba del agarre del vampiro —. No es nada. Cuando estaba cocinado, quise agarrar un ingrediente y me golpee con la puerta de la alacena —, se explicó de manera nerviosa.
—Tora se lo pensó con seriedad, pero se convenció a si mismo que no le interesaba en lo más mínimo aquel chico —. Supongo que debo creerte —, murmuró con simpleza.
Ritsu solamente le sonrió con nerviosismo, para después ir con prisa al baño y encerrarse.
El hombre que estaba sentado, había escuchado todo, mientras fruncía el ceño al oír las malas excusas del castaño. Se extrañó al no ver que su amo ni se inmutaba con aquello.
—Me sorprende que no haga nada amo —, murmuró.
— ¿Para qué? —, cuestionó —. Ese chico no podría importarme menos.
—Hayato suspiro —. Lo sé, usted me lo explico con detalle, pero no puedo evitar sentir lástima por el chico, porque es más que obvio que su padrastro no es un dulce ser.
Y él conocía perfectamente lo que era tener una vida de infierno, por eso podía decir con certeza que el castaño temía a lo que su padrastro podía hacerle.
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Ritsu suspiro abatido, mientras se tomaba con fuerza el brazo. Si bien, sabía que aquel ser no lo quería cerca, haberlo escuchado decir aquello, le llegaba a doler de cierta forma.
Y por alguna extraña y desconocida razón, sintió celos de ese tal Shirota Mahiru del que hablaban el Servamp y su Sub-clase.
— ¿Qué tiene él que no tenga yo? —, preguntó en susurro y con el ceño levemente fruncido. Más al darse cuenta de aquel sentir, se sonrojo a más no poder —. Debo de estar volviéndome loco —, se dijo a sí mismo, para después comenzar a desvestirse.
Decidió que mejor se bañaba y se olvidaba de lo que había pasado recientemente y concentrarse en hacer sus labores de ese día.
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— ¿Y cómo planeas hacer que el Eve de mi hermano coopere con tu estúpido plan? —, preguntó Jeje a su rubio Eve.
Ya llevaban un buen rato platicando sobre aquel tema y el rubio simplemente no buscaba la manera de hacer que su plan se lleve a cabo.
—No tengo idea. Ninguno estuvo de acuerdo con mi fabuloso plan —, murmuró con molestia —. Y eso que hasta Abel-chan estuvo de acuerdo conmigo —, dijo sonriente, mientras se abrazaba a la muñeca —. Me pregunto, ¿dónde estará Tsubaki? —, susurró con seriedad, mientras veía el paisaje a través de su ventana.
—Seguramente en un sitio donde se sienta como en casa —, respondió con simpleza el Servamp de la envidia.
Mikuni miro a su Servamp con sorpresa, recordando algo muy importante sobre lo que el vampiro de la melancolía podía querer recordar. De manera rápida se puso de pie y miro a su compañero con estrellitas en los ojos.
— ¡Creo saber dónde está! —, exclamó sonriente.
Jeje solo le dedico una mirada llena de seriedad. Si ese rubio loco creía tener la razón, no solo significaría que podría tener razón, sino que también podría traerle muchos problemas, tanto a él, como a sus hermanos.
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En un lugar algo lejano, cierto peli negro, disfrutaba de un delicioso plato de sushi y té de manzanilla. Si bien no gustaba de andar entre tanto humano, tuvo que meterse en ese papel cuando supo que los de C3 lo querían muerto.
Con cierto toque burlesco, agradeció a la amable señora, dueña del restaurante donde se encontraba, por la comida y bebida.
—Sabes que no es molestia Tsubaki. Después de todo, tu sola presencia atrae clientela de la buena —, respondió la señora con burla, mientras con la mirada le enseñaban al muchacho todas las chicas que lo observaban —. Y déjame decirte que tienes mucha fama tanto con mujeres, como hombres.
—El peli negro solo comenzó a reír como desquiciado, para después parar de golpe y mirar con seriedad y molestia a la señora —. Eso no es para nada gracioso señora.
—Sí, ya sé que a ti no te interesan ese tipo de cosas, pero creo que deberías dejar el pasado atrás o de lo contrario te consumirá por completo.
—Tsubaki se quedó callado por un momento, pensando en cómo responder aquello —. Supongo que no estoy hecho para el amor y mucho menos para seguir adelante. La melancolía siempre será parte de mi pasado, presente y futuro.
Y sin más siguió comiendo en silencio, ignorando por completo, la mirada preocupada de aquella señora que lo había ayudado en lo que podía.
Continuará