Tenía buenos recuerdos de su infancia, al menos mientras vivió con sus padres, ellos eran dulces, eran buenos, y él sabía que eran los mejores, sin embargo todos se equivocan, y los padres de KyungSoo tomaron una mala decisión cuando él era niño, era irse de viaje y vivir del arte o era quedarse con su hijo de ocho años y estudiar otra carrera.
Bueno los padres de KyungSoo decidieron viajar por el arte, el lugar en donde estaban era muy conservador, cosas como arte no sobresalían. Y sus padres amaban hacerlo y querían mostrarlo. Por eso el viajar era necesario.
Que ellos lo hayan dejado con otros tíos fue algo triste, es decir, fue algo horrible, en ese pequeño lugar en donde vivían, los niños no lo querían, y se podría decir que sus familiares menos. Era la típica familia que no te quiere, pero por obligación te tiene que cuidar.
Son los abuelos de KyungSoo, abuelos y tíos. KyungSoo no era muy aceptado en esa casa, sus abuelos odiaban el arte, que su hija lo haya estudiado y viviera de eso era algo estúpido, al menos para ellos, y que KyungSoo sea igual y ame el arte aun cuando solo tiene ocho años, representaba un problema. KyungSoo era el hijo problema, el nieto problema, el niño problema.
Era considerado el tipo de persona odiada, nadie se acercaba o miraba o buscaba con buena intención, si lo hacían era solo para humillarlo. En la escuela fue el niño idiota de gustos estúpidos. En su casa fue el idiota, inútil, y sin capacidad de hacer cosas, o lo que ellos considerarían buenas cosas. La hora de la comida era como una batalla de insultos, bueno no se podría considerar batalla, ya que no estaba permitido hablar, no para él. Los demás podían criticarlo, insultarlo, menospreciarlo y el solo tenía que escuchar, sin quejarse, sin replicar, porque eso sería contestar, y por ende eso seria considerado irrespetuoso, por eso el solo tenía que escuchar y aguantarse las ganas de defenderse.
Fueron cinco años que jamás va a olvidar, cinco años que el va a odiar. Cinco años que el desearía olvidar y dejar atrás.
Sin embargo parecía imposible, porque en ese momento el se preguntaba que hizo para tener que recordar ciertos sucesos, para tener esos recuerdos, para soñar con eso.
-Necesitas una toalla- se dio la vuelta y se encontró con JongIn en la puerta- Si sigues refregándote de esa forma la cara, puede que tus lindas facciones desaparezcan- comento.
-Tenía que quitarme el sueño- se encogió de hombros y se secó el rostro- Gracias.
-¿Estas bien?- la pregunta formulada por JongIn la escucho miles de veces, siempre era la misma pregunta.
-Tuve una pesadilla- entonces se dio cuenta de que esa no fue la misma respuesta, normalmente el respondería con un "me caí de la cama". Pero no se arrepintió de decirlo porque en ese instante fue abrazado dulcemente por JongIn, y nunca imagino que un abrazo de ese chico fuera tan reconfortador, menos en ese momento.
-Tendré que empezar a dormir contigo para que dejes de tener pesadillas- podría tomarse ese comentario como una broma, sin embargo, por el tono, KyungSoo sabía que JongIn estaba preocupado- ¿Puedo preguntar de que se trataba la pesadilla?.
-Creo que ya formulaste la pregunta- rio sin ganas.
-¿No me responderás?- insistió.
-No- fue la corta respuesta.
-¿Puedo abrazarte más fuerte?- en ese punto KyungSoo se tuvo que morder los labios para no llorar, se sentía demasiado estúpido.
-Puedes hacerlo- respondió.
Pesadillas como esas hacían que el se sintiera demasiado frágil. Por eso las odiaba.
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JongIn describiría a KyungSoo como el tipo de chico orgulloso, juguetón y divertido. Pero en ese día KyungSoo no estaba como siempre. Él estaba callado mirando un solo punto en esa habitación, sin expresión, y cuando JongIn se acercaba, el le sonreía y volvía su mirada a ese punto.
El agradecía que KyungSoo le muestre esa parte de él, sin embargo, de todas formas JongIn sentía que las cosas no estaban bien.
-Podemos ir de compras-sugirió el moreno y lo dijo con la ilusión de que KyungSoo por lo menos voltee, y bueno, el resultado fue más que eso ya que el chico prácticamente salto del sofá.
-Hace mucho no siento los rayos del sol en mi rostro- KyungSoo ahora tenía una sonrisa más sincera, entonces se dio cuenta de que era cierto, de que fue egoísta al prácticamente encerrar a KyungSoo en su departamento, sabía que no había escusas que lo justifiquen, porque en realidad JongIn egoístamente planeo todo para su propio beneficio, empeorar las cosas a cambio de tener a KyungSoo era su carta bajo la manga, pero si jugaba mal juego con esa carta, el probablemente perdería todo, todo de KyungSoo.
El chico ya no se veía tan deprimido, en mas, hasta sonreía y eso causo que el moreno sienta culpabilidad, es normal del ser humano ser libre, tal vez JongIn se excedió y le quito semanas de libertad, en ese momento se sintió la peor persona del mundo, sin embargo el ser humano también es codicioso y en ese momento JongIn pensó de forma determinada, que el no se arrepentía y que no volvería atrás, el avanzo hacia KyungSoo y no daría pasos hacia tras, jamás.
-JongIn quiero comprar unas bebidas, tengo sed- ambos caminaban sin rumbo alguno, vestidos con demasiado camuflaje, por si las dudas, y con unas cuantas bolsas de comida.
-Tendremos que ir a un almacén, de paso compramos cosas que nos haga falta, Sehun ya no va a querer hacerse cargo de las compras.
-Sehun lo hará si se lo pido yo, se cómo pedir que cumplan mis órdenes- KyungSoo sonrió maliciosamente, claramente a JongIn eso no le gusto, miro hacia todos lados y una vez verifico todo, se llevó al pelinegro a un callejón, lo arrincono y planto sus labios sobre los de KyungSoo, dejándolo totalmente sorprendido.
-No, tu no harás nada- fue lo que el moreno dijo luego de soltar los labios del pequeño, la situación ahora podría ser considerada divertida para JongIn.
-Idiota- ver a KyungSoo refunfuñando y sorprendido era lo mejor, tal vez sería el hobby de JongIn.
Aunque las cosas se vean bien, en realidad JongIn no sabía en qué punto estaba su relación, KyungSoo era demasiado cerrado, era demasiado arisco, se lo podría decir de esa forma, bueno el chico era un caso peculiar, era terno y lindo a veces, otras veces era caprichoso y orgulloso, JongIn veía ambas partes como hermosas pero había que poner un nombre a eso que ellos tenían, pero sabía muy bien que KyungSoo era demasiado reacio a hacerlo.
El chico solo deja que JongIn bese sus labios, no han ido más allá, y probablemente le falte mucho para ir mas allá. Está a punto de cumplirse un mes y ellos no avanzaron casi nada, KyungSoo sigue actuando de esa forma rara buscando entre sus cosas, y el moreno sigue insistiendo en que la noticia del "supuesto noviazgo" dure más, obviamente MinSeok no está de acuerdo, pero el moreno cree que va a necesitar más tiempo.
Las conversaciones que mantiene con KyungSoo son pocas, a veces solo juegan video juegos como si fueran solo amigos, y otras se están besando una y otra vez. Cosas como esa solo sucedieron y JongIn no sabe si solo suceden porque KyungSoo esta aburrido, o es porque en serio puede sentir aunque sea una pizca de cariño hacia él.
Además está el hecho de que JongIn ya no se concentra a la hora de pintar, se vuelve cada vez más codicioso y necesita cada vez mas de KyungSoo, tal vez él se termine volviendo totalmente dependiente de KyungSoo y el chico jamás lo mire de esa forma. Esa podría ser su peor jugada, su peor plan, eso sería lo que arruinaría por completo a JongIn. En ese momento de frustración JongIn se debatía si arrepentirse o no al enamorarse de KyungSoo. El moreno tiene miedo, y realmente quiere arrepentirse, pero muy en el fondo sabe que jamás lo hará, ver los colores de D.O KyungSoo probablemente sea una de las cosas más maravillosas de su vida. Sentir los colores en su interior, eso él se lo debe al pequeño pelinegro que caminaba junto a él.
Saber que existe D.O KyungSoo, tan solo eso hace que JongIn se sienta afortunado. La respuesta clara entonces es dejar de dar vueltas en su mente, como todo un idiota, y seguir caminando hacia lo esperado.
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Compraron varias cosas en el supermercado, estaba vacío, una de las poca suertes que le brinda la vida a KyungSoo, ya que se siente muy pendejo porque siente que su vida está casi llena de auras negativos.
Los puntos positivos estarían alrededor de su poderosa mano, ser un buen escultor y tocar con codicia el cuerpo de las personas hace que en estas, aunque pueda sonar estúpido, despierte cierta atracción, ellos sienten la mano de KyungSoo como manipulación, y eso el lo sabe. Pero nunca creyó que alguien que no haya sido tocado por el, alguien como Kim JongIn siquiera sepa de su existencia, bueno en realidad seria fundamental que sepan de su existencia, es decir, es el mejor escultor, bueno casi el mejor, personas con talento hay en todas partes, pero el punto al que se refiere KyungSoo, una y otra vez martillándose en su mente, es como carajos es que JongIn lo mire de esa forma, y eso que KyungSoo ni siquiera lo toco, cosas como esas son algo así como un enigma, tanto la personalidad de JongIn, como el chico mismo.
Otro enigma sin resolver es el tema de las pinturas, KyungSoo sabe que hay algo, es decir el tiene esa capacidad para ver un todo en esas pinturas, capacidad heredada del talento de su padres, pero capacidad al fin y al cabo, el hecho que KyungSoo busca saber todo de Kim JongIn, es por la simple situación, las pinturas son fuertes, apasionadas y te dan esa sensación de nostalgia, al menos las que vio en la galería de MinSeok.
Él porque es algo necesario para KyungSoo, su personalidad siempre fue curiosa y ahora la curiosidad aumento, era necesario saber qué es lo que sucedía. Era necesario saber qué es lo que había en esa sonrisa y personalidad indescifrable, lo era para D.O KyungSoo. La razón no lo sabe, pero hay estaba.
Tal vez inconscientemente él tenía una razón, pero tal vez y solo talvez era mejor no descubrirla aun.
-Dijiste que quieres practicar con un pincel ¿Cierto?- JongIn seguía siendo tan dulce en algunos momentos, buscando todo lo necesario, colocándole un delantal, tomando su mano y poniendo el pincel entre sus dedos, eso era algo que solo Kim JongIn haría.
-¿Qué se supone que debo pintar?- si se ponía a pensar en que pintar, su mente era un lio, eso era diferente a hacer esculturas, cuando el hacía esculturas sabía lo que tenía que marcar en el yeso, por eso pensar en que pintar era algo que no sabía.
-Lo que deseas, lo que sientas, lo que anheles, lo que busques, lo que ames, en realidad la idea sería que solo plasmes tus emociones, tus sentimientos- en ese momento no pudo evitar reír.
-Supongo que es lo que hacemos la mayoría de los artistas, amoldar nuestras emociones en algo, pero creo que un escultor siempre tiene la idea de hacer una escultura precisa, ya que parte con un determinado modelo y entonces plasma sus sentimientos en cada facción de la escultura, en cada curva, y un pintor solo pinta, y yo no se a dónde llega, o que busca, o cual es el punto preciso- plantearse cosas como estas son lo que causan que su mente sea un lio.
-Lo que debes hacer es pintar libremente, dejarte llevar, nuestro objetivo es pintar y mostrar lo interior- las manos de JongIn tomaron los dedos del pelinegro, en ese segundo eso fue algo demasiado cercano porque tocar de esa manera sus dedos era algo que nunca nadie había hecho, era nuevo, como todo Kim JongIn.
Lo más inesperado de la situación fue sentir la pintura en sus dedos, y era eso lo que sucedía, sucedía que JongIn metió los dedos del pelinegro en la pintura.
-Siente la pintura en tus dedos, siente el placer, el dolor, la nostalgia, la felicidad, siente la asfixia de tu alma, y entonces cundo hayas sentido todo, solo pinta, usa tus dedos para pintar, usa tus sentimientos para darle un toque particular, un toque tuyo- los labios del moreno recorrían con delicadeza su mejilla, su oreja, era un toque demasiado suave. Ese toque era el que lo obligo a pintar tan suavemente al cuadro.
Saber porque Kim JongIn le agradaba era algo que no quería saber todavía, al menos no del todo. KyungSoo sabía que lo que más le agradaba de JongIn, eran sus pinturas, nada más, o al menos eso es algo que el pelinegro quiere tener en constante reclamo algo así como un recordatorio, su único objetivo.
Claro que el abrazarlo y besarlo no es algo que este en sus planes, el solo tomarse de las manos no es algo que tendría que estar en sus planes. Y en realidad no lo está, pero cosas como esas solo suceden, como en ese momento, ambos sonriéndose uno al otro mientras entran al departamento del moreno. Todo sucediendo tan extrañamente normal. Y eso era algo nuevo.
En mas, el hecho de compartir tanto tiempo con JongIn era algo nuevo, demasiado, la mayoría de las veces le dedico más tiempo a sus esculturas que a otras personas, incluso más que a sus padres. El tiempo invertido mayormente, siempre era dedicado a sus esculturas pero en esa ocasión el tiempo estaba invertido en JongIn. El moreno estaba en todo momento con él, y el ya ni siquiera hacia esculturas, porque la cerámica no era igual, y bueno eso también era debido a que necesitaba un modelo, pero JongIn lo tenía prohibido y era parte del contrato, la verdad eso si lo asfixiaba, estaba volviéndose loco, pero no quería tocar a JongIn, jamás, porque muy en el fondo él sabía que si lo tocaba todo estaba perdido. Su plan y el plan de vida que él tenía desde que era niño estaría jodido, y no era algo que él quisiera destrozar. La pesadilla de esa noche sería un buen recordatorio, el debería triunfar. El debería terminar su plan de vida, no era venganza, no claro que no, no es ese tipo de persona, pero si orgullo, el demostraría que sí pudo, no puede destrozar su plan apenas haber llegado a corea eso sería un desastroso delirio.
-Llevas ignorándome durante media hora, ¿En que tanto piensas?- KyungSoo decidió llevar sus ojos a la persona que le hablaba y era el estúpido pintor de sonrisa ladina.
-En como asesinar a alguien sin levantar sospechas- en ese momento el pelinegro pudo apreciar la cara de shock del moreno-Mi víctima es un pintor, podría clavarle un pincel en las venas y deshacerme de el- en ese instante el juego se pudo invertir, y KyungSoo lo noto, la mirada de JongIn se lo dijo.
-Ese pintor debe tener venas por todo el cuerpo, que tal si se lo clavas en las venas que lleva abajo- KyungSoo miro con asco al moreno. Penso en que tal vez ese era el primer comentario pervertido, en serio pervertido, porque normalmente el moreno no decía cosas como esas, pero aun así provocaban que se riera como foca estancada en retraso, porque le sorprendió el comentario.
-Eres la persona más asquerosa que eh conocido- empujo al moreno e intento actuar de forma seria.
-Entonces estoy bien con ello, eso me dice que gracias al cielo no has conocido pervertidos y eso es bueno- dijo el moreno.
-¿Por qué lo es?- la curiosidad mato al gato y posiblemente esta vez KyungSoo sea el gato.
-Porque entonces eso me da un indicio de ti, y me dice que no has estado mucho con chicos, y eso me alegra.
-Créeme eres el estúpido con el que eh pasado más tiempo-lo dijo como lamentándose, pero sonriendo maliciosamente y ante eso JongIn mostró una sonrisa brillante, una que KyungSoo no entendió.
-Amo ser el estúpido con el que has pasado más tiempo, tratare de ser también tu única estúpida escultura, tu único estúpido punto, y poder así también ser tu único estúpido amor- la sonrisa maliciosa de KyungSoo se deformo.
Inesperadamente, eso ya no tenía sentido, ser curioso ya no era algo que pudiera ser, porque las respuestas cada vez lo mataban, lentamente era atrapado por ese mar de incoherencias perfectas.
Y si, él ya tenía la respuesta, sonriendo pensó en cuanto valía la pena mirar al moreno, porque si lo valía, y tal vez más de lo que realmente quiere pensar que vale.
Estuvo tentado a acercarse y besar suavemente al moreno pero el timbre sonó, y fue algo que arruino su tan preciada necesidad de besar.
-Matare a quien sea que este al otro lado- KyungSoo no pudo evitar reír internamente, porque al parecer no solo era el quien anhelaba ese contacto y justo en ese preciso momento.
-Yo guardare la evidencia- continuo el juego riéndose, sin embargo, el chico quedo petrificado al ver a quien estaba allí.
De todas las personas del mundo solo esa persona lo sorprendería, y ahí estaba. Hubiera esperado hasta un payaso con un cuchillo, pero jamás esperaría ver a esa persona al otro lado.
Sully su gran modelo apareció.
-¡KyungSoo!- sentir los brazos de Sully fue reconfortante, pero algo cambio.
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