Nada más acabado el partido... salí en el auto camino a la universidad y no pude soportar tenerte tan lejos. Entonces le pedí el teléfono a mi amiga, para llamarte. Marqué el número y esperé, un tono, dos...
- ¿Hola?- contestaste al otro lado de la línea.
- Hola amor- dije de inmediato. -: ¿cómo estás?
- Bien, ¿y tú?
- Bien, acabo de terminar el partido de fútbol...
- ¿Ah si?... ¿cómo estuvo?- preguntaste, por el tono de tu voz supe que estabas sonriendo.
- mal... pero no te preocupes, ahora estoy bien- te dije.
- ¿y eso por qué?
- Por que ahora estoy hablando contigo...- Siempre te ha gustado que te diga esas cosas, lo sé, por eso lo dije.
- Que linda eres...
- No... tú eres más linda- te hablaba despacio, como susurrando en tu oído.
- Tu eres más linda- me dijiste riéndote.
- Y mejor no seguimos discutiendo esto, porque las dos sabemos que tu eres la más linda- Te dije, y luego añadí sin darte tiempo para responderme -: Quiero verte.
- Oh... amor...- Exclamaste tu.-: yo también quiero verte.
Se hizo un momento de silencio, me concentré en conducir sin salirme del carril, al pasar por una rotonda, pensando en lo siguiente que te diría para persuadirte de vernos, pero no fue necesario porque tu hablaste primero:
- ¿Dónde estás?
- Voy en camino a la universidad, llevo a mis compañeras del equipo y tengo que hacer un par de cosas allá- respondí mientras me detenía en un semáforo rojo.
- mmm... ok.
- ¿Tu tienes clases ahora?- te pregunté.
- No... ya terminé todo por hoy- me respondiste, dándome una razón para alegrarme después del juego que había sido muy malo.
- ¿Puedo ir por ti más tarde?
- No sé... – me dijiste haciéndote la difícil, sabiendo perfectamente que sí querías que fuera por ti.
- ¿A qué hora paso por ti?- te pregunté haciendo caso omiso de tu comentario.
- Más tarde... pero pasa por mi casa, ya no me quedo en la universidad.- me dijiste con ese tono de voz de niña caprichosa que me vuelve loca.
- Bueno, entonces... paso por tu casa- te dije tiernamente, acelerando al cambio de luz.
- Está bien, te voy a estar esperando.
- Bueno... Te amo mucho- te dije susurrando.
- Yo también te amo, maneja con cuidado.
- Lo haré, nos vemos más tarde.
- Nos vemos- dijiste y cortaste la comunicación.
Luego de haber conversado contigo mi ánimo mejoró mucho, lo único que quería era llegar pronto a la universidad para poder volver a salir, para ir a tu casa a verte.... porque te extrañé tanto hoy... que todo lo que quería era verte.