Me encontraba desesperado, ya no se me ocurría que hacer, miles de malos pensamientos cruzaban por mi mente y ninguno era muy agradable de imaginar, la situación ante mis ojos no era la más agradable de todas, mi matrimonio estaba pasando por una crisis y debía buscar una solución muy rápida para todo eso.
Por eso me encontraba en casa de mi mejor amigo en estos momentos, ya no se me ocurría que más hacer y él era el único que conocía a mi marido igual o más que yo.
- Kibum, ya no sé qué hacer, necesito tu ayuda. - Él me miro confundido.
- ¿Pero Taemin, que pasa?
- Se trata de Minho, no sé porque, pero siento que me va a engañar.
- ¿Que? ¿Cómo que sientes que te va a engañar? ¿Lo viste con alguien?
- No, no es eso. - Dije bajando la mirada. - Lo que pasa es que estamos pasando por una situación en nuestro matrimonio.
- ¿Una situación? Sé más claro Tae, no estoy entendiendo nada, ¿Acaso se pelearon?
- No, es que... - Guarde silencio no sabía de qué manera podía decir el problema sin que resultara demasiado penoso.
- Vamos Taemin, comienzo a preocuparme.
- No hemos tenido intimidad... - Mi cara se convirtió en un tomate.
De la nada la risa de Kibum inundo su sala, se reía escandalosamente, y yo solo pude hacer un puchero inconforme con su reacción, no era algo de lo que debería estarse riendo.
- Perdón, perdóname, no debería estarme riendo y lo sé, pero es que a veces siento que sigues siendo aquel puberto que se enamoró de ese ojos de rana.
- Kibum, esto es serio en verdad. - Mencione preocupado.
- Venga, venga, lo lamento. - Limpio unas lágrimas inexistentes y me miro serio aun con una ligera sonrisa en sus labios. - ¿Así que no han tenido intimidad y por eso piensas que te va a engañar?
- Si, no sé qué hacer. – Vi como movía su cabeza en señal de negación.
- ¿Porque han dejado de tener intimidad?, si mal no recuerdo ustedes eran como conejos en primavera, cogían por todas partes y a cada momento. - Me sonroje por su comentario.
- No lo sé, de un momento a otro el dejo de tocarme de una manera más íntima, no diré que dejo de tratarme con cariño porque no es así, es solo que por mas que trato de provocarlo, el no parece reaccionar.
- Tal vez solo no ha tenido ganas Taemin, no te lo tomes personal. – Fruncí mi ceño.
- ¿Por dos meses? – Vi como agrandaba sus ojos, mordió su labio inferior. – Exacto.
- Ok, tenemos un problema – Hice un ademan como diciéndole que ya lo sabía. – Ok no va a ser tan complicado hacer que Minho sobrepase sus límites contigo, eres su perdición.
- O mejor dicho lo era. – Comente triste.
- Hey, no te deprimas, él te ama, ha de estar pasando algo por su estúpida cabecita, pero eso tiene solución, no te quiero ver deprimido ¿Entendido? – Asentí, el me miro con una sonrisa. – Bueno veamos ¿Qué podemos hacer?... – El miraba hacia enfrente y de la nada se paró – ¡Jjong!
- ¿Qué tiene que ver él aquí? – Dije confundido.
- No entiendes, - Negué por su comentario. - él me dijo que este fin de semana había quedado con Minho de ver un partido en tu casa, tengo un gran plan, pero debes tener la mente abierta, para que tus piernas puedan ser abiertas por MinHo. – Lo mire entre avergonzado y asustado, en ese momento comencé a dudar que hubiera sido buena idea recurrir a él, pero ya lo había dicho y no había vuelta atrás.
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Llegué a mi casa después de unas cuantas compras para llevar a cabo el plan de Kibum, traía una bolsa en mi mano con todo lo que según él necesitaba, abrí la puerta y me encontré con la sorpresa de que Minho estaba sentado en el sofá con sus piernas cruzadas viendo la televisión.
- Llegaste temprano Minho. – Dije entrando y cerrado la puerta, coloqué la bolsa detrás de mi espalda para que no la fuera a ver, él me miro fugazmente para después volver su vista a lo que sea que estuviera viendo, fruncí mi ceño e hice un puchero.
- No tiene mucho en realidad, pero como noté que no estabas decidí ver qué hay de bueno en la televisión. – No le conteste nada y seguí mi camino hacia nuestra recamara, escondiendo aun la bolsa, entre a la recamara y guarde la bolsa debajo de la cama, me senté en esta y me mantuve viendo el techo por un rato hasta que una voz me saco de mis pensamientos. - ¿A dónde fuiste?
- Con Kibum, me aburrí de estar solo aquí sin hacer nada. – Me pare de la cama para ir a tomar una ducha, tenía mucho estrés y necesitaba quitarme tan siquiera un poco con un poco de agua tibia.
Sentí los brazos de Minho rodear mi cintura desde atrás, para recargar su barbilla en mi hombro, mi cuerpo entero reacciono con tan poca acción, así de necesitado estaba por volver a nuestra antigua vida.
- Sentí un extraño vacío cuando llegué y no estabas en casa.
- No creí que fueras a llegar primero que yo. – Me volteo hacia él y dejo un liguero beso que se podría considerar como un rose en mis labios.
- ¿Estas molesto por algo?, te noto raro. – Me pego más a su cuerpo cuando me abrazo más fuerte, mi respiración se comenzó a acelerar, pase mis brazos por su cuello y sin contestar su pregunta ataque sus labios en un necesitado beso, pero cuando quise profundizar el me separo y me sonrió, no pude evitar soltar un bufido. – Tae…
- Me iré a duchar… - Estaba molesto, y triste, no sabía porque hacia eso, no entendía porque simplemente, me solté de su agarre y una lagrima salió de mi mejilla, el me tomo del brazo y trate de evitar que me viera el rostro, pero con su mano lo alzo y me hizo verlo directamente a los ojos, los cuales se agrandaron y me miro preocupado.
- Taemin…
- Dije que iría a ducharme – Trate de avanzar, pero me volvió a detener, aleje su mano de la mía.
- ¿Por qué estas así? Tae…
- Esa pregunta debería hacértela yo, dices que yo soy el que actúa raro, cuando es al revés, dime Minho ¿Qué está pasando?
- No entiendo a qué te refieres Taemin.
- ¿En verdad no entiendes o solo tratas de aparentar que no entiendes?
- No entiendo, y tu tono sarcástico ayuda menos, solo dime que pasa Tae.
- Ya te dije que tú eres el que debe de responder eso. – Vi como su rostro me indicaba lo molesto que se empezaba a poner, suspiré pesadamente. – Estas muy lejano de mí, ya no es todo como antes y no comprendo por qué.
- ¿Lejano?
- ¿Sabes qué? Olvídalo.
- No voy a olvidarlo, menos cuando parece que eso te está afectando, y no quiero que sea así, se supone que un matrimonio debe hablar de las cosas que están mal para poder solucionarlas y no pasen a mayores amor. – Trato de acercarse a mi nuevamente, pero yo me aleje dando un paso hacia atrás.
- Eso mismo te digo a ti, si algo te sucede o … - No quería mencionarlo, pero parecía que era el momento indicado para hacerlo, cerré mis ojos y contuve suficiente aire para poder decirlo. – Si estás viendo a alguien más.
El me miro entre asustado y ofendido, comenzó a hacer muecas y giraba su cabeza de lado a lado, mientras yo luchaba contra mi impulso de llorar, el me sujeto del rostro y me dejo un beso en la frente para después verme directamente a los ojos.
-Amor, ¿Te he dado motivos para que desconfíes de mí? – Yo negué - ¿Entonces? ¿A qué se debe que pienses eso?, pensaba que el amor que te tengo es suficientemente claro, como para que tu mente haga ese tipo de pensamientos. – Trate de bajar la mirada, pero el hizo que la mantuviera fija en él. – Escucha bien lo que voy a decirte. – Asentí tímidamente. – A la única persona que amo, voy amar, y amare, por el resto de mi vida vas a ser tú, no tengo ojos para nadie más, cuando la persona más perfecta del mundo la tengo a mi lado, cuando te tengo en casa esperándome con una bella y radiante sonrisa, cuando estos bellos labios son mi elixir más delicioso. – Dijo acariciando mis labios con su pulgar, cerré los ojos ante el contacto. – Cuando tu aroma es más delicioso que cualquier otro, jamás pienses ese tipo de cosas, porque en este mundo jamás habrá alguien que te supere para mí. – Dejo un beso en mi frente y recargo su barbilla en mi cabeza, lo rodee con mis brazos para un abrazo lleno de sentimientos.
Sin pensarlo dos veces, me aleje de él y ale su rostro al mío para unir nuestros labios, el beso lo hice demandante y fuerte, quería que ese hiato entre nosotros terminara, quería sentirme completamente de él nuevamente.
-Te necesito Min~. – Dije entre el beso con voz demasiado melosa, el me sonrió tiernamente y me beso nuevamente, pero en esta ocasión más lento y más lleno de sentimientos.
-También yo amor, pero… - Hice un puchero por su última palabra. – No pongas esa carita.
- Es que, no entiendo porque no me has tocado como antes, como me dijo Key, antes no me dejabas por nada, en cada rincón y a cada momento me tomabas y de la nada dejaste de hacerlo ¿Ya no te provoco lo de antes y por eso dejaste de hacerlo?
- ¿Qué?, No, para nada, créeme cuando te digo que me provocas incluso más sensaciones, y tengo miles de pensamientos impuros contigo.
- ¿Entonces? ¿Por qué no los cumples? Sabes que estoy dispuesto a complacerte de todas las maneras posibles, tu placer es el mío. – Dije mientras me acerque más a él y sin pena alguna rose mi mano en su entrepierna, de este día no pasaba nuestra abstinencia.
Observe como ante mi toque, el alzaba su rostro y cerraba los ojos, podía sentir bajo mi mano como una erección comenzaba a crecer, sonreí victorioso, pues sabía que mis acciones eran lo que provocaban eso, y me hacía sentirme seguro nuevamente, me acerque a su cuello que estaba expuesto ante mí por su acción, primero lamí por todo lo largo, para después dejar una suave mordida en el final, escuche un tipo gruñido salir de sus labios.
-Taemin, basta amor. – Fruncí el ceño, no iba a parar por nada del mundo y sabia por su erección que él tampoco quería que parara.
- Vamos Min, tómame, acaríciame, hazme sentir el placer más grande del mundo como solo tú sabes hacerlo. – Sentí sus manos en mis caderas y después estaba pegado a su cuerpo, me beso necesitado, sin pudor alguno, mi pequeño yo mental estaba brincando de alegría porque sabía que había triunfado, lo único negativo era que talvez no iba a poder caminar normal por unos días, pero valía la pena sin duda alguna.
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Me sentía tan contento, sentir la piel suave de Minho pegada a la mía, mientras estábamos abrazados, tratando de volver a tener la respiración normal, con mi dedo índice caricia su pecho haciendo figuras amorfas, pero entonces recordé que aún tenía una duda rondando por mi mente, me alce un poco y bese fugazmente sus labios y regrese a acunarme en su pecho.
-Min~
- ¿Mmm?
- ¿Por qué no querías que tuviéramos relaciones? – Mencione sin separarme del lugar donde me encontraba, el me abrazo fuertemente.
- Lo que pasa es que la última vez que lo hicimos fui demasiado bruto contigo ¿Recuerdas? – Alcé mi rostro para verlo a los ojos, hice un mohín indicándole que no lo recordaba. – Ese día, estaba tan excitado que solo me preocupe por mi satisfacción, creí que tú lo estabas disfrutando igual que yo, pero cuando terminamos y vi una mueca de dolor en tu rostro y observe como bajabas tu mano hacia tu espalda baja, me rompió el alma, observe como te parabas y te ibas al baño, cuando puse mi mirada en donde estabas antes de irte, pude ver unas pequeñas manchas de sangre, me asuste, no me perdonare jamás el haberte lastimado como esa vez, por lo cual me castigue a mí mismo de esa manera. – Abrí los ojos por sus palabras, se me había olvidado esa ocasión, todo había sucedido tan rápido, él había llegado del trabajo y lo primero que hizo al verme fue besarme y cargarme hacia la habitación, las cosas fueron demasiado bruscas y fuertes que había sangrado un poco por la brusquedad del acto.
- oh! Lo recuerdo. – mordí mi labio inferior y después sonreí, me acerqué más a él. – No tenías que preocuparte así, algunas veces pasa, Kibum me ha platicado muchas ocasiones que en las que le ha pasado.
- Pero a nosotros nunca nos había pasado y no me agrado la sensación de saber que yo había sido el culpable por no ser cuidadoso contigo, eres lo que más amo y verte lastimado me dolió mucho.
- Fue culpa de los dos, tú por caliente y yo por dejarme llevar, bien pude pararte y pedirte que fueras más delicado, pero las cosas llevaban un ritmo que no habíamos llevado y me gusto por eso no lo hice, lo disfrute como nunca, así que olvida ese momento, y deja de castigarte de esa manera porque al hacerlo también me castigas a mí. – Le dije haciendo un puchero, el cual beso.
- Esta bien, prometo ahora ser más cuidadoso, sin importar que tan caliente ande. – Me volvió a besar. – Hace un rato note que escondías algo ¿Qué era?
Mi cara se tornó roja al saber que había sido descubierto, escondí mi rostro en su cuello, no quería decirle, sin duda alguna no quería que el supiera el plan que Kibum había planeado.
- ¿Taemin? – Sabia que el tono que estaba usando era una tipo advertencia para que le dijera, suspire y me baje de la cama para tomar las cosas que antes había escondido, se las extendí y observe como su rostro cambiaba mostrándome lo sorprendido que estaba. - ¿Por qué tienes esto?
- Como no sabía qué hacer para que volviéramos a tener intimidad, fui en busca de auxilio. – Él puso su rostro de lado y me mostró una sonrisa burlona.
- ¿Kibum? – Asentí apenado, el soltó una pequeña risita y saco un objeto de la bolsa, eran unas esposas de peluche rojo, mi rostro en ese momento estaba seguro que estaba del mismo color. – Pues tendremos que usarlas no debe ser un gasto en vano.
Se acercó a mí y me coloco una de las esposas en una muñeca y la otra la coloco en la cabecera de la cama y me acerco a él, sonreí, tal vez la idea de Kibum no arreglo la situación, pero si había hecho que tuviera una de las noches más emocionantes de mi vida, ya en otra ocasión me encargaría de agradecerle.