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Sin Salida por Dunklen Geist

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Abrir los ojos y volver a la realidad no era completamente de su agrado, el primer sonido que percibía era el de su despertador sonando para que se levantara y fuera a la Universidad. Seguir la misma rutina de siempre, por lo menos hoy iría con Jonghyun. Quitó las sábanas que lo cubrían y entró al baño para tomar su ducha matutina de todos los días, el agua ayudaba a que el sueño se desvaneciera. Una vez que salió de la ducha y se puso su ropa, salió de su adorada casa y fue directo a la estación del tren, cinco minutos antes de que el vagón pasara, Minho ya estaba en la línea para abordarlo. Subió cuando las puertas se abrieron y a pesar de que había lugares disponibles, él decidió irse parado, no llevaba ningún libro en la mano ni audífonos para escuchar música, prefería dormir despierto en el transcurso. Respirar con calma y tratar de desarrollar más su oído, si se concentraba bien podía escuchar todo lo que quisiera, la plática de las chicas que estaban sentadas tres bancas atrás de él, la señora que regañaba a su hijo por no haber metido su almuerzo a la mochila y alguien poniéndose lápiz labial al mismo tiempo que hacía retumbar sus tacones contra el piso del vagón, una mujer que se dirigía a su trabajo tal vez. El tren se detuvo y las personas empezaron a bajar, Minho espero un momento para salir, odiaba cuando las personas se empujaban, a la distancia logró escuchar esos tacones retumbando en el piso aunque cuando trato ver a la dueña, ésta ya había desaparecido entre la multitud.

Minho acomodó bien su mochila en el hombro y fue directo a la escuela, Jonghyun estaba rodeado de chicas cuando lo encontró, todas y cada una de ellas riendo como estúpidas.

            —¡Hey, Minho! ¡No olvides nuestra cita de hoy! Oh, no se preocupen niñas, estaremos jugando videojuegos y viendo películas, tal vez pasemos por alguna de ustedes en la noche.

Todas se emocionaron por una simple mentira. Patéticas.

 

—En lugar de estar con esa actitud tuya de galán deberías aprovechar tu Universidad —Minho se dirigió a Jonghyun que iba de camino a su clase de Literatura.

—La oportunidad se presenta y no debes de malgastarla, eso también aplica para ti, a ver si un día de estos empiezas a divertirte.

—La diferencia es que yo sé qué oportunidades debería de aprovechar, a diferencia de ti que coges todo sin importar lo que sea. —Minho colgó su mochila en su brazo izquierdo y empezó a caminar a la tienda para comprar las sodas. —Además, ¿Quién dice que no me divierto? Con sólo escucharte decir tantas tonterías es suficiente para mí.

Ambos muchachos empezaron a reír.

—¡Te espero en la salida de mi aula, no llegues tarde que me iré sin ti!

—¿Y perderme toda una noche de estupideces contigo? ¡Ni loco!

Minho caminó hasta el supermercado más cercano a la escuela que estaba a tres cuadras, compró toda la chatarra que creyó sería necesaria para la ocasión. Pagó y guardó las cosas dentro de su mochila, ese día sólo tenía tres materias y llevaba únicamente sus libretas, así que el espacio era lo suficiente como para guardar todo y no tener que estar cargando con ello en la mano. Sus cálculos no habían fallado y el tiempo iba a la perfección, el camino de regreso a la escuela le tomaría simplemente unos quince minutos y llegaría exactamente a las seis en punto, la hora en que terminaba la clase de Jonghyun.

            Empezaba a hacer algo de frío y las personas empezaban a entrar a sus casas dejando las calles un tanto solitarias, la poca basura que estaba en la acera era movida por la ligera brisa, Minho se abrochó la gabardina y siguió caminando como si nada.

            Todo estaba yendo según lo planeado y esa noche sería tan divertida cómo lo habían sido las anteriores, al dar un paso con el pie izquierdo y de pura casualidad que bajó la mirada, pudo percatarse de que la agujeta de su tenis estaba desamarrada. Un pequeño contratiempo que no significaba nada, cuando se estaba levantando para seguir con el trayecto, sintió el jalón más fuerte de su vida y una patada en la espalda, Minho se estrelló contra el piso, por suerte metió las manos antes de que su rostro terminara impactándose.

            r13;¡Imbécil! r13;y como en una persecución policiaca, Minho se levantó rápidamente comenzando a seguir al ladrón de su mochila.

            Hombre con chamarra gris, pantalón de mezclilla y tenis negros desgastados.

            Aproximadamente 1.78 de estatura, algo robusto, como de unos 25 años.

            El tipo era bastante veloz y Minho comenzaba a cansarse.

Finalmente justo cuando logró alcanzarlo al doblar en la esquina, los dos resbalaron con un charco de agua y la maleta salió volando. El ladrón se levantó y siguió corriendo y dio vuelta a la derecha.

            r13;Maldito…

“Ahí encuentras de todo, cosas robadas, productos de mala calidad, prostitutas y niños que te piden una moneda para poder quitarte tu celular, traficantes de droga y de… bueno, podrás imaginártelo”.

            Ese tipo era una estúpido por querer robarle a Choi Minho, aunque para haber entrado a ese callejón no lo era tanto. O puede que sí.

            El maldito lugar podía ponerle la piel de gallina, pero la misión de recuperar la mochila valía la pena, su primera misión suicida. Minho inhaló y comenzó a caminar mientras la lluvia comenzaba a caer lentamente y los truenos se escuchaban finos anunciando la llegada de una tormenta de la cual sería victima igualmente si no se iba de ahí.  Aquel lugar apestaba, tenía cajas rotas tiradas por todas partes, telas rasgadas colgando de alambres, ventanas rotas y un vagabundo con la mitad del cuerpo dentro de una casa… o tal vez un cadáver.

            A lo lejos Minho pudo distinguir unas luces muy brillantes y conforme se acercaba a ella la música se empezaba a hacer más fuerte, cuando por fin pudo llegar se sorprendió al encontrar puestos ambulantes a lo largo de todo el pasillo, personas con tatuajes en los tatuajes, hombres con barbas largas y aspecto de motociclistas matones.

Avanzó despacio sintiendo encima la mirada de todos los que estaban ahí adentro, las piernas sólo le estaban respondiendo para ir hacia delante, al parecer su imagen no era del agrado de las personas que se encontraban bebiendo cervezas. Finalmente después de haber recorrido ya un buen tramo y percibiendo el olor a muerte que el lugar emanaba, pudo ver al ladrón.

            r13;¡Oye! ¡Mi mochila! r13;Minho fue hasta dónde estaba el tipo y lo agarró del cuello de su chamarra levantándolo un poco del piso r13;¿Dónde está mi mochila?

Apenas hizo esto, todas las personas que se encontraban ahí tomaron botellas y las rompieron, se acercaron tronándose los dedos y con armas apuntándole a él.

            r13;Si quieres la mochila de regreso r13;dijo el ladrón zafándose del agarré de Minho r13;Tienes que pagar.

            r13;¿Pagar por algo que es mío? r13;Minho estaba enojado, miró de reojo a sus alrededores para ver a cuántas personas tendría que enfrentarse si el asunto no terminaba bien. r13;No lo creo. –Cinco hombres a su derecha y seis a la izquierda, tal vez pagar no sería tan malo.

            r13;Entonces tendrás que regresar a casa sin tu linda mochila r13;aquel hombre comenzó a reír mientras los demás imitaban su estúpida risa por una broma sin sentido.

            Minho no tenía nada que perder r13;además de la vidar13; y no lo pensó dos veces (lamentablemente) cuando le soltó un puñetazo en la cara al tipo que estaba enfrente de él. Y como era de esperarse en una parte de su subconsciente, eso fue lo único que pudo ver antes de caer desmayado al piso.

 

            r13;Pedazo de idiota que eres…

Minho comenzaba a despertar, sus ojos apenas si podían distinguir los objetos a su alrededor, la cabeza le dolía como nunca antes, el cuerpo le pesaba y un chico rubio que estaba recargado en una mesa no le quitaba la mirada de encima, al parecer estaba molesto.   

            r13;¿Dónde… Ah… r13;su cabeza le iba a estallar en cualquier momento y justo en esa habitación iban a quedar los restos de Choi Minho.

            r13;¿Dónde estás? r13;el chico habló. Era delgado, alto y traía puestos unos jeans que estaban rotos de las rodillas. Minho no supo distinguir del todo su color de piel puesto que la habitación estaba obscura y llena de luces de Neon. r13;Estás en una habitación que le rente a mi madre.

            r13;¿Qué se supone que pasó?

            r13;Lo que pasó es que eres muy estúpido. Tenías simplemente que esperar unos segundos más y yo hubiera salido a defenderte, pero no ¡Míster Increíble tenía que salir a escena! ¿Acaso no te importa tu vida? Porque de ser así te aviento nuevamente a esos perros hambrientos.

Minho no comprendía nada de nada y ese chico no lo estaba ayudando, solo lo estaba confundiendo y logrando que se molestara.

            r13;¿Entonces es mi culpa que ese tipo haya robado algo que me pertenece?

            r13;No, estoy diciendo que si no hubieras sido tan impulsivo estarías ahora mismo en el tren de camino a tu casa. 

             r13;¡Lo lamento! Pero a veces las personas pierden el control. r13;Logró sentarse. Se encontraba recostado en una cama bastante cómoda y por instinto se llevó una mano a la cabeza. r13;¿Cuánto tiempo estuve inconsciente?

            r13;Una hora y treinta minutos… Tal vez dos. Te dieron un muy buen golpe en la cabeza, hasta creí que te habían matado…

            r13;¿Por qué me estás ayudando? r13;Minho no lo entendía, se supone que en ese lugar había puros matones que sólo buscaban dinero.

            El rubio se encogió de hombros y caminó hasta sentarse a un lado de Minho.

            r13;No te ves cómo las personas de este lugar, de vez en cuando llega a caer por aquí algún cristiano y el callejón termina manchado de rojo y oliendo a muerto hasta que empiece a llover y el agua limpie todo. Creí que tal vez podía evitar eso.

            Aquel muchacho era bastante considerado, era probablemente como una espiga de trigo entre muchísima cizaña.

            r13;Además de que me parecías bastante curioso, ¿Quién su sano juicio arriesgaría su vida por una mochila llena de papas fritas, refresco, y dos libretas?

            r13;¡Revisaste mis cosas! r13;Minho se alteró y se levantó de la cama buscando su mochila que logró ver encima de una silla forrada con peluche r13;¿Por qué lo hiciste?

            r13;Tengo derecho a saber algo de ti después de haberte salvado la vida, Minho… r13;la forma en que había pronunciado su nombre le causó un escalofrió que le recorrió todo el cuerpo instalándose en sus dedos.

            r13;¿Cómo me has dicho?

            r13;Minho, ese es tu nombre, Choi Minho. O por lo menos es lo que leí en tus libretas y ésta identificación r13;de repente le mostró su credencial de la Universidad y Minho se la arrebató de las manos.

            r13;Sabes demasiado de mí, ¿Cómo se supone que esté tranquilo con eso? Por lo menos deberías decirme tu nombre.

            r13;Eso depende.

            r13;¿De qué? r13;Minho levantó una ceja confundido.

            r13;Del nombre que me quieras poner r13;aquel muchacho rubio era bastante guapo, su rostro era fino y sus labios provocadores. r13;¿Cómo quieres que me llame?

            r13;¿Es esta alguna de tus bromas? Espera… dijiste que tu madre te había rentado esta habitación… r13;Abrió los ojos de par en par y se echó para atrás. r13;¡Esto es un prostíbulo!

El chico no tuvo más opción que reír, al parecer Minho era un poco lento. Se recostó por completo en la cama extendiendo sus brazos como si quisiera hacer ángeles en la nieve.         r13;¡Bingo! ¡Tenemos un ganador!

            r13;Eso explica bastante bien las luces y la forma en que la habitación está decorada… supongo que tú ah…

            r13;¡No soy un gigoló! r13;Se levantó apoyándose en sus codos para voltear a verlo r13;No vayamos muy lejos, no me prostituyo. Tal vez no sea casto, ¡Pero no es porque me hubiera prostituido! Oye… ¿Qué clase de estudiante eres? Sacas conclusiones equivocas, de seguro eres de esos que reprueban siempre.

            ¿Jonghyun 2.0 alto y más guapo?

            r13;¡Soy el mejor de mi clase para tu información! El más inteligente de todos…

            r13;Ni tan inteligente, terminaste metido en un callejón sin salida persiguiendo ¿qué? ¿15,000 wons? Ni siquiera un enfermo mental lo haría.

Puede que tuviera razón, tal vez solo un poco.

            r13;Bueno, muchas gracias por tu ayuda… r13;Antes de que pudiera terminar la oración y de ponerse bien la mochila en la espalda, lo interrumpió.

            r13;Key. Mi nombre es Kibum pero todos me dicen Key.

            r13;¿Algo así como tu apodo en el bajo mundo?

            r13;El hecho de ser hijo de una prostituta y que curiosamente esa señora sea la dueña de un prostíbulo, no me hace un criminal. Y mucho menos uno de sus empleados.

            Por lo poco que Minho podía percibir, a Key no le gustaba que lo relacionaran para nada con su familia. Hasta cierto punto lo podía comprender, los hijos no tiene la culpa de la razón de ser de sus padres.

            r13;¿Me vas a abandonar tan rápido? r13;Key hizo un mohín y se cruzó de brazos, se veía tierno haciendo ese pequeño berrinche. Minho dio la vuelta dirigiéndose a la puerta para salir de una buena vez, las luces de Neon alteraban parte de sus sentidos                                 

            r13;Tengo cosas que hacer.

            r13;¿Cómo ver a ese tal Jonghyun?  

¿Cómo es posible que supiera de su amigo?

            r13;¿Qué acabas de decir? r13;Key sonrió.

            r13;Al parecer tenías una cita con ese sujeto y por estar metiéndote en lugares inapropiados, lo has dejado plantado. Creo que alguien perdió a su novio.

            r13;Jonghyun no es mi novio. Dios, qué puto asco. Él no es para nada mi tipo.

            r13;¿Entonces cómo te gustan? r13;Key se incorporó, no dejaba de sonreír mientras se acercaba a paso lento hacia Minho. Logró ponerlo nervioso cuando le pasó los brazos alrededor del cuello y se mordía el labio inferior con insistencia.

            Key no era para nada feo. Probablemente sería el sujeto más guapo con el que alguna vez se hubiera topado, el cabello rubio y un poco desaliñado, vestido como un tipo rudo que para nada lo parecía siendo algo delgado, una voz aguda, ojos hipnotizantes que estaban delineados para darle profundidad a su mirada, y esos malditos labios acorazonados que eran tan sensuales. Había pasado bastante tiempo desde Minho tuvo por última vez sexo y aún no le había “pagado” a Key por haberle salvado la vida, la madre de él le había rentado la habitación y aquella insinuación fue muy clara.

            r13;Haciendo referencia a él… Menos imbéciles y mucho más lindos, con un bonito…

            r13;¿Trasero?

            r13;Yo iba a decir cuerpo r13;Seguir el juego de Key estaba siendo divertido, le colocó las manos en la cadera acercándolo más a su cuerpo r13; y personalidad.

            r13;Mira que estás de suerte, yo tengo todo lo que buscas.

Esas fueron las últimas palabras hasta que las bocas de ambos se unieron. Minho era un demente, se dejó llevar por las necesidades de su cuerpo y cayó como un niño en la trampa de Key tan fácilmente y sin dar batalla. Aunque se consideraría un estúpido si no aprovechara la oferta que tenía enfrente y ya lo tenía decidido, esa noche no vería a Jonghyun, de todos modos no estaba en peligro. Se dedicó a saborear los labios de Key, tan suaves, delicados, y adictivos que sus ansias por descubrir todo su cuerpo aumentaron. Lo soltó unos segundos para tirar su mochila al piso y patearla a alguna parte de esa habitación, su beso se intensificaba, ambos se balanceaban queriendo quedar encima del cuerpo del otro. Finalmente Minho pudo alcanzar la silla dónde antes estaba su mochila, jalándola, separándose de Key y quedando sentando en ella, el rubio lo siguió atraído subiéndosele encima, quitándose esa camiseta de Korn a la cual era evidente le había cortado las mangas.

            El pecho le subía y bajaba, su torso era perfecto, en especial esos hermosos pezones rosas que le pedían a gritos a Minho que les diera un lengüetazo. Los comenzó a besar comprobando que eran igual de dulces que sus labios, los chupo y lamió mientras Key soltaba ligeros gemidos al mismo tiempo que se comenzaba a restregar en la entrepierna de Minho; hasta que alguien abrió la puerta interrumpiéndolos.

r13;Muchacho, espero que tú y tu amiguito terminen pronto, sino le diré a tu madre que no me dejas trabajar.

r13;¡Largo de aquí Hyoyeon! r13;Key se había molestado y no tuvo otra opción que levantarse y cerrarle la puerta en la cara a la chica poniendo seguro. Aun así se escuchaban sus gritos exigiendo el cuarto hasta que por fin decidió irse con el señor que la acompañaba.

r13;¡Has de tener mucho dinero para estar ahí encerrado! 

r13;¿Cuánto dinero ya debes de la habitación? r13;preguntó Minho. Ya se había levantado y se acomodaba el cabello.

            r13;¡Ja! Cómo si fuera a pagar r13;Key negó volviendo a colgarse él, metiendo la mano debajo de la ropa de Minho r13;prácticamente soy el heredero del negocio.

            r13;Al parecer tienes la vida resulta, ¿No piensas tener una carrera para poder salir de agujero y ganarte dinero limpio?

            r13;¿Eres acaso del departamento de policías de Seoul? Por supuesto que quiero salir de la alcantarilla y para tu información mañana iré a la Universidad. Lo bueno de mi madre es que tiene contactos y admitir a un estudiante nuevo llegando a casi la mitad del curso no es ningún problema para el Director.

            Minho estaba sorprendido, a pesar de que la pornografía estuviera prohibida en Corea del Sur, los hombres con poder adquisitivo podían conseguirse mejores placeres que una suscripción.

            r13;De todos modos, no quiero meterte en problemas. Será mejor que tome mis cosas y…

            r13;¿Hablas en serio? r13;Key entornó los ojos. r13;¿Vas a largarte de aquí con una erección en tus pantalones?

            Minho bajó la mirada y comenzó  a sentir dolor en su entrepierna, era vergonzoso que alguien más le avisara de su pequeño gran problema.

            r13;Si sales así, serás la burla de las personas hasta que encuentren algo mejor y seguramente alguien querrá finalmente quitarte tus cosas. Solo tienes dos opciones, terminar lo que tienes en los pantalones tú solo, o dejar que yo te ayude.

            r13;Viéndolo desde esa perspectiva… Me quedo con la segunda opción. 

El juego había vuelto a empezar. Pronto Minho estaba recostado en la cama ya sin su camisa, descalzo y con la bragueta de los pantalones abierta, Key se encontraba encima de él solo en boxers besándole el cuello. Key lo estaba volviendo loco, no recordaba alguna ocasión en la que se sintiera desesperado por el cuerpo de otra persona, lo agarró de las nalgas apretándolas, escuchando un quejido cerca de su oreja; a Minho le gustaban los traseros que le cupieran bien en las manos, y él tenía manos grandes. La entrepierna le palpitaba, deseaba estar desnudo. A Key no había algo que le causara vergüenza, creció en un lugar dónde vio, escuchó y se enteró de todo lo necesario para crearse esa mentalidad pícara que tenía, sin temor alguno le agarro el miembro a Minho masajeándolo por encima de la tela que después de unos minutos le quitó, sus manos se volvieron hábiles de tan solo escuchar las experiencias de las chicas con las que se “educó”, sabía perfectamente cómo debía tocar y dónde hacerlo. Arañaba el abdomen de Minho, le mordía en cuello y susurraba su nombre soltando suspiros, cómo era de esperarse no pudo soportar más y Key quedó finalmente boca abajo en la cama, deseaba sentir el miembro de Minho dentro de su cuerpo.

            r13;Toma el envase que está en la mesita r13;Minho estiró la mano agarrando el lubricante.

            r13;¿Yes!? Ese… es un nombre muy original.

            r13;Y es de muy buena calidad, siempre debe de haber por lo menos dos en todas las habitaciones.

A Minho no le interesaban las reglas del prostíbulo o lo que ofertaban, lo que quería en ese momento era de una vez por todas penetrar al chico que le causaba tanta excitación, se colocó en lubricante masturbándose un poco, necesitaba acción. Puso un poco en la entrada de Key e introdujo un dedo, los sonidos que hacía eran hermosos, todo se escuchaba tan armónico, húmedo y el choque de sus pieles complementaba esa pieza de baile que estaban llevando a cabo cuando Minho por fin introdujo su miembro. No pudo llevar un ritmo lento, era completamente difícil querer controlarse con Key, sus gemidos le rogaban por más y él mismo quería darle ese extra que le pedía, su cuerpo estaba muy caliente, pero sus dedos se encontraban helados. Sus caricias le causaban escalofríos a Key al igual que sus besos, su espalda ya se encontraba marcada por los labios de Minho, probablemente al día siguiente tendría el hueso de la cadera todo morado del fuerte agarre que lo sostenía. 

            Se imaginaba esa escena cómo la que había visto en su primer vídeo pornográfico que le robó a una de las empleadas del negocio, recordaba los gestos de la chica y las palabras que utilizaba como: daddy, more y fuck it. Un sueño frustrado suyo era ser actor, aunque aún tenía oportunidad de realizar alguna audición, prefería mostrarle sus mejores caras en ese instante a Minho. Se agarró de la cabecera de la cama y levantó el trasero moviéndose en contra, su propio miembro le palpitaba y pedía que alguien lo atendiera, pero Key simplemente lo ignoraba y dejaba que se moviera  junto con su cuerpo cada que Minho lo embestía. Los dos se encontraban cansados pero todavía no llegaban al orgasmo, esa ocasión era especial, ¡Minho había aguantado más de 17 minutos!

            r13;Maldición…

Fue en ese instante en el que finalmente se corrió dentro de Key, el cuerpo le pesaba más que cuando apenas había recobrado la conciencia y el sudor que le resbalaba por la frente lo sentía frío, salió y se dejó caer un los pies de la cama casi cayendo al piso. Key terminó cómo cuando le daba por drogarse, la habitación giraba y la iluminación ayudaba en eso, eyaculó unos segundos después   apenas pudo jadear antes de tirarse por completo en el colchón sintiendo deliciosos espasmos recorrerle el cuerpo, sonreía como un estúpido. Ese había sido hasta el momento el mejor sexo que experimentó, ni siquiera cuando hizo un trio con dos chicas, o al menos eso era lo que recordaba.

            r13;Eso… eso fue nuevo…

            r13;Y tú que te querías ir al instante. r13;Key se incorporó sentándose en la cama y llamando con la mano a Minho.

            r13;No volveré a objetar nada, solo dime una cosa.

            r13;¿Qué sucede? r13;No era costumbre de Key quedarse después de terminar, pero algo lo hacía quedarse. Se dedicó a acariciar el cabello de Minho y dejar besos en su cuello.

            r13;¿Cómo es que supiste de Jonghyun?

            r13;Bueno… Tienes al menos 60 llamadas perdidas de él y 20 mensajes de muerte. Tu celular no dejaba de sonar y me irritaba, lo tuve que poner en silencio.

            r13;De modo que también tienes mi teléfono. r13;Key simplemente sonrió encogiendo los hombros y le dio un beso en la boca.

            r13;Prometo que te lo voy a regresar.

            La mañana no había sido muy buena, Minho tuvo que salir del edificio a toda prisa para llegar a su casa y tomar una ducha, perdió su primera clase del día ya que despertó tarde y para su sorpresa, Key ya no estaba a su lado en la cama cuando él despertó. Iba de camino a la cafetería para poder comprar un café y despertar completamente, después de todo se pasó la noche y parte de la madrugada haciendo un buen “ejercicio”. Le hubiera gustado al menos desearle suerte en su primer día yendo a la Universidad. Justo antes de poder llegar a la entrada vio como Jonghyun se acercaba corriendo hacia él.

            —¿En dónde carajo te has metido? Me la he pasado toda noche marcando a tu celular y tú no contestas ni una puta llamada, ¿Qué coños estabas haciendo? —Jonghyun desvió la mirada repentinamente al costado derecho de Minho quedando con los ojos como platos, inmutándose apenas pudiendo respirar.  

            —Buenos días Minho, pensé que nunca te levantarías de la cama… —Esa voz era inconfundible, la había escuchado toda la noche en gemidos y gritos que recordaba a la perfección. Y cuando volteó para poder verlo de frente, Key aprovecho para dejar un beso en sus labios y después sonreír.

            r13;¡¿Vendrás a esta Universidad?! r13;Minho se alteró, todo era ridículamente imposible.

            r13;Puede ir a una mejor pero ya había elegido esta desde hace unas semanas.

            Dio la vuelta como si nada y se alejó mientras se meneaba al caminar, llevaba puestos unos pantalones negros de cuero que le quedaban demasiado pegados y el trasero se le marcaba a más no poder, tenía puesta una camisa blanca holgada sin mangas y los ojos delineados, unas botas estilo militar negras y el cabello alborotado como el de una estrella porno. Estaba jodidamente sexy esa mañana.   

—Dios… ¿Quién es esa preciosidad? ¿Es la razón por la que no llegaste ayer? Si es así te perdono. Viejo, está increíble, ¿Tienes su número? Pásamelo que tengo muchas ganas de conocerlo, o sea imagina a mi miembro entre su trasero, debe de sentirse delicioso.

—No creo que seas su tipo, Jonghyun. Le gustan más cómo yo, resumido para ti que sean de su misma o mayor estatura.

Minho empezó a caminar en dirección de Key dejando a su amigo refunfuñando por el comentario que antes había hecho.

—¡Me debes muchos favores Minho, empezaré a cobrarlos! —Jonghyun gritó mientras Minho iba a sentarse a un lado de Key.

—¿Debes mucho? —Él tenía el codo recargado en una palapa y la cara apoyada en la mano, recorrió el cuerpo de Minho con la mirada cuando este se sentó a su lado.

—Tú aún me debes mi teléfono y pienso cobrarlo.

—Entonces ve a mi casa, —Acercándose lentamente, Key se relamió los labios y posó una mano en la entrepierna de Minho mientras la miraba con intensidad. —ya sabes en dónde vivo…

 

Notas finales:

Nos vemos en otra historia *-*/


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