“El viento sopla la canción, la canción que hace tiempo nos dedicamos con tanto amor”
Sentado en la orilla de la playa, veía como el sol se ocultaba, una puesta de sol, tan perfecta, con sus colores amarillos, rojos y naranjas. El viento soplaba a mí alrededor, batiendo mi cabello negro me abracé a mí mismo, juntando mis manos a mi alrededor como buscando protección, un poco de confianza tal vez.
Habían pasado dos años, y realmente aún dolía como el primer día en que todo lo dejamos, cómo cuándo todo acabo, cuando no solo nos dijimos adiós para siempre, sino también te vi con otra persona besándote, de la mano, abrazándose y eso dolió, dolió mucho, pero… ¿aún me recuerdas? Por qué yo te recuerdo, cada día, cada mañana, cada semana, cada mes y cada año.
Recuerdo aun cuando te sentaste frente mío, cogiste tu guitarra acústica y me cantaste, esa melodía aun suena en mis oídos y aún la tarareo inconscientemente, porque me gusta, pero jamás la volveré a escuchar, jamás la volveré a escuchar de tu labios y no podré volver a ver como tus dedos se mueven por las cuerdas del instrumento.
Me levanto y me sacudo la arena de mi pantalón corto, decido caminar un poco, hoy es un día muy importante y especial, pero supongo que tú no lo recuerdas, debes estar muy feliz con aquella chica, Ria, creo que se llamaba.
Camino por el filo de la orilla, la arena se mete por entre mis dedos de mis pies, las olas chocan contra las gigantes rocas. Alzó la mirada y veo un acantilado, se ve precioso, un poco tétrico quizá, pero precioso, decido subir.
Al pasar por una carpa escucho risas, juegos, movimientos y hasta jadeos, pero que pasa, algo me llama mi atención, trato de recordar porque me atraen tanto esos jadeos, esos pequeños gemidos, no puedo recordarlo, decido seguir, no, algo me detiene, es como estar pegado a la arena, algo me jala, la curiosidad puede conmigo. Un error lo cometen todos, un error lo comete cualquiera, pero uno nunca está preparado para ninguna situación de la vida.
Una persona sale de la carpa, ríe, esa figura, ese cuerpo, esos brazos, ese cabello. Imposible, no puede ser la vida tan cruel conmigo.
—¿Bill? ¿Qué haces aquí?— Esa forma de hablar, ese tono de voz, tan grotesco, tan duro. No hay ninguna dulzura en su voz.
Rompe mi corazón
No digo nada, salgo huyendo, no volteo a ver atrás, solo corro lo más que mis delgadas piernas me dan, mis lágrimas se las lleva el viento.
No digas mi nombre, es terrible escucharte, es una daga en mi corazón.
***
La gente aplaude, gritaba emocionada. Opto por sonreír y agradecer. Esta es mi última canción, y cuando volteo a la derecha, veo como una pareja toma asiento, mi corazón deja de latir por unos segundos, no puede ser, siempre es lo mismo, la vida no puede ser tan cruel como esto.
—Gracias, la siguiente canción es para una persona muy especial para mí, y la cantaré solo porque hoy es un día realmente especial para mí. — La gente aplaude y guarda silencio, espero a que la música comience.
Las melodías son tristes, muy tristes, tanto que quizá te pueden quebrar el alma —under your spell again, i cant say no to you—, alzó la mirada y lo busco con ella, no lo puedo evitar—crave my heart and its bleeding in your hand—. Él también me mira, nuestras miradas conectan y sonrió, canto con más emoción, le pongo todo mi amor en esa canción y se lo digo por esa melodía tan triste, por esa canción que fue nuestra y que ahora solo podemos sentirla.
El piano sigue sonando y yo no quito la mirada de él, ambos nos miramos y Tom sonríe tristemente, solo somos nosotros, una vez más solo somos nosotros y los problemas que hubieron, las infidelidades por parte de él, quedaron atrás y el amor que una vez nos juramos volvió o solo fue la energía del momento, pero por primera vez en años me sentí vivo…
—Am i good enough for you to love me too? — más que la línea de la canción, era una pregunta y se la dirigí toda a él.
—Sí, te amo— susurro y luego de eso, deje de cantar, la gente se quedo atónita por que deje de acerlo y parpadeé varias veces, porque no me lo creía.
Tom se levanto de su silla, dejando atrás a Ria, subió al escenario y se planto frente a mi.
—Como el primer día, Bill, como el primer día.— Una lágrima cayo por mi mejilla y Tom, mi ex novio, me besó, sus labios choraron con los míos dulcemente y envolví mis brazos alrededor de su cuello.
La gente aplaudió mucho más fuerte de lo que lo había hecho duante toda la noche y es que yo era suficientemente bueno para él…