Un chico rubio que vestía de un traje verde luchaba contra una persona que tenía puesta un traje color anaranjado, la máscara no dejaba ver su rostro, por alguna razón el rubio estaba enojado con la otra persona y trataba de vencerlo, pero su pelea pareciera estar casi pareja, casi ya que el rubio acertaba golpes mientras que el otro ninja solo podía defenderse.
De un momento a otro, el ninja verde enojado se volvió más rápido y el ninja naranja no podía con tal velocidad y recibía seguidamente muchos golpes, el rubio lo lanzo al suelo y se abalanzo sobre él para que no pudiera escapar, luego tomo el cuello del traje.
-Dime ¿Qué les has hecho? –preguntaba el rubio al ninja naranja, este empezó a reír un poco sombrío.
-¿A quiénes?, ¿a tus amigos? –el rubio lo levanto sin soltarlo del cuello y lo estrello en la pared, el ninja naranja soltó un pequeño grito de dolor.
-¡Dime que le hiciste a él! ¡¡¡Dímelo!!! –pozo su brazo en la garganta del ninja apretándolo contra este asfixiándolo. El ninja no se inmutaba ante nada.
-Pobre… tan fuerte y… y no has… podido proteger a tu… familia –vuelve a reír con el poco aire que puede tomar a momentos, tosiendo en el proceso. El rubio estrella fuertemente la cabeza del ninja contra la pared haciendo que este se desmayase. Se sentía inútil, el no haber podido estar con sus hermanos en aquel entonces, el no haber podido impedir que le hicieran daño a su familia, y sobre todo al que más necesitaba su ayuda, aquel que estaba indefenso y era inexperto, aquel que necesitaba a una familia, a aquel que necesitaba más que eso… aquel que necesitaba ser salvado. Lloraba sin poder encontrar consolación, todo se había vuelto un caos en su vida desde que llego él, pero no se arrepentía por eso, sino que se lamentaba por no estar junto a ellos a los que consideraba su familia. Así estuvo por más de 10 minutos, ya que dejo de llorar ato al ninja y se lo llevo al barco ninja.
Saltaba edificio tras edificio, lámpara tras lámpara, poste tras poste, en el camino había comenzado a llover de una forma triste, tan triste que hiso que recordara todo, incluso antes de conocerlo a él.
---------Flash Back--------
Era otro día más en Ninjago, las personas salían a la calle a hacer muchas cosas, deberes, caminatas, compras, trabajo, etcétera, era un día soleado que era acompañado de un viento relajante, tan relajante como si estuvieras debajo de la sombra de algún árbol en el parque sintiendo la brisa refrescante y reconfortante, era un día que no podía ser arruinado para nadie, ni siquiera para ciertos ninjas que estaban en medio de una misión.
La misión era de reconocimiento, verificaban que todo en ciudad Ninjago siguiera normal, eso sin contar los crímenes que algunos delincuentes llegaban a cometer. Todos estaban volando con sus dragones, sintiendo el viento sobre su rostro, inhalándolo y exhalándolo tranquilamente.
-Chicos ¿no creen este es uno de los días más relajantes y reconfortantes que hay? –pregunto Jay sonriendo al igual que todos.
-Por supuesto que si –responde Kai quien estaba recostado en su dragón con sus manos detrás de su cabeza mirando el cielo.
-Nunca había visto un día tan tranquilo como este en toda mi vida –dice Cole mirando hacía la ciudad.
-Mis lecturas dicen que el clima va a estar así durante tres días y después de eso va a llover –dice Zane mirando a todos.
-Se me vino una idea a la mente, que tal si el fin de semana salimos a alguna parte –pregunta Lloyd llamando la atención de los demás.
-¿Ah, sí? ¿Cómo a dónde? –pregunto Jay animado.
-No lo sé, como a –de repente a lo lejos se ve como un edificio se incendia- ¡Chicos, vamos! –todos vuelan directo al edificio que se estaba quemando. Al llegar todos aterrizan y bajan de sus dragones, había multitud fuera del edificio.
-¡Mi bebé! ¡Sigue haya adentro! –grita una mujer que era detenida por dos bomberos, mientras que trataba de ir por su bebé. Los ninjas se miraron y asintieron, Lloyd miro al edificio y pudo ver que a una habitación aún no se quemaba.
-Cole, lánzanos a mí y a Kai hasta esa ventana de haya –apunto a la ventana.
-Parece que llego la hora de salir volando –tomo a Kai y a Lloyd.
-Espera, ¿en serio vamos a ir hasta haya? – Kai pregunto sin poder creérselo.
-No tenemos muchas opciones, mientras tanto, intenten apagar el fuego, chicos –Dice Lloyd antes de ser arrojado junto con Kai quien grito al principio, pero luego grito de diversión con un “Uju”.
Kai y Lloyd habían roto la ventana para poder entrar, ambos se dirigieron a buscar al bebé, Kai por un lado y Lloyd por otro revisando más terreno; no encontraban al bebé y este ni siquiera lloraba dando su ubicación, ambos no querían optar porque ya hubiese fallecido con todo ese humo, así que fueron a la zona en donde estaba el fuego.
Mientras tanto, Zane intentaba apagar el fuego con su hielo y Cole con su Tierra, mientras que Jay trataba de detener a una persona que quería entrar.
-Déjame pasar –decía un hombre de unos 45 años con el cabello negro y unos cuantos mechones de blanco, vestido formalmente.
-No puedo dejarle hacer eso –dice Jay estirando sus manos de lado a lado, ya que el señor se movía intentando pasar- espere, piense en su vida –ambos se movían mucho, uno queriendo poder pasar y el otro impidiéndolo- vamos, deje de moverse.
-Mi investigación esta haya adentro, tarde más de dos años en investigarlo todo, y aún hay más, por favor –suplicaba el señor, Jay por más que quisiera dejarlo ir no podía, porque quería mantener a salvo a todas las personas antes que ellos hicieran una locura.
-Lo siento, por más importante que sea eso no puedo dejarlo pasar, pero mis amigos están intentando apagar el fuego, aguante un poco más por favor –el señor no podía hacer nada para convencer a Jay, pero ellos eran ninjas y ellos podían hacer muchas cosas, así que opto por mantenerse calmado, por ahora.
Dentro del edificio, Kai y Lloyd no escuchaban el llanto de un bebé, ambos temían a que lo peor haya pasado, pero no se rindieron y siguieron buscando. Bajaron un piso hacía abajo y se encontraron con el fuego, tosieron por todo el humo que había, se agacharon y se cubrieron la boca, a esas alturas Cole y Zane debieron de haber apagado el fuego, pero por alguna razón no lo habían hecho, no perdieron tiempo en eso y siguieron avanzando como podían; en la última habitación del corredor podían escuchar algo, muy leve ya que el sonido del fuego no dejaba escuchar mucho. Lo que se escuchaba era un ladrido, el ladrido de un perro.
-¿Eso es un perro? –pregunto Kai sin podérselo creer.
-Tenemos que ir por él –ambos se dirigen con cuidado a la habitación de la cual provenían los ladridos, Lloyd casi se quema en el intento y Kai tuvo que apagar la parte que se había quemado. Al llegar patearon la puerta y de la nada un chihuahua salto a los brazos de Kai quien lo tomo exaltado, pues que un perro le saltara repentinamente era algo que no se esperaba- No se ve a ningún bebé ¿dónde podrá estar? –Kai mira al chihuahua y vio que este tenía un collar con el nombre de “Bebé”.
-No hay ningún bebé porque el perro se llama bebé –dice Kai alzando al perro dejando ver a Lloyd que en definitiva el chihuahua se llamaba “Bebé”, un derrumbe se escuchó y mucho humo vino a la habitación, los ninjas junto con el perro tosieron mucho aún con la boca tapada- ¿por qué tardan tanto? –los chicos se estaban demorando mucho.
Cole y Zane usaban sus poderes para apagar el fuego, pero por más que intentaran no podían, si la arena y tierra apagaban el fuego con una gran cantidad de estas y el hielo refrescaba todo apagando el fuego como el agua, ¿cómo es que no podían? Eran ninjas con poderes y ¿no podían hacer eso?
Lo que ellos no sabían era que el fuego no había sido provocado normalmente, sino mágicamente como ellos lo hacían, pero más fuerte.
-Maldita sea, ¿por qué el fuego no se apaga? –Cole estaba intrigado y confundido. Zane tampoco entendía porque pasaba eso, con todo lo que habían hecho el fuego ya debería de estar apagado, fue entonces que escaneo las lecturas del fuego con ayuda de Pixal
-Mis estadísticas muestran que lo que ves no es fuego normal, nunca se había visto algo como esto, mi base de datos solo deduce una sola cosa, el fuego pudo haber sido creado por obras supernaturales –dice Pixal
-Pixal ¿a qué te refieres con eso? –pregunto Zane sin entender lo que le decía su compañera.
-Puede que haya sido provocado por fuerzas parecidas o iguales que las de ustedes, o incluso puede que haya sido –es interrumpida por Zane.
-¿Un arma dorada? –Pixal afirma. Zane no podía créelo, sabía que podía ser solo una teoría y debía de ver todo con sus propios ojos- ¡Chicos, ambos vengan acá! –grito y Jay que estaba cuidando que nadie fuera directo a edificio, ya que había uno que otro que estaban tratando de ir, y Cole que seguía intentando apagar el fuego sin lograr nada, dejaron de hacer lo que estaban haciendo y fueron con Zane.
-¿Qué sucede Zane? ¿Descubriste algo? ¿Por qué no apagan el fuego? ¡Di algo! –dice Jay inundando los oídos de Zane y Cole con sus palabras.
-Pixal dice que puede que alguien como nosotros haya provocado este incendio, incluso puede que lo hiciera un arma dorada –dice Zane impactando a sus amigos.
-¿Qué? ¿Un arma dorada? Pero todas fueran destruidas… o no? –Cole estaba confundido.
-¡Un arma dorada! ¿¡Eso tan siquiera cómo es posible? –pregunta Jay.
-No lo sé, es algo que aún no está confirmado –Zane voltea a ver al edificio- pero primero hay que averiguar cómo detener el fuego.
Kai y Lloyd habían tratado de salir del edificio, pero el fuego se los impedía, fue entonces que, con dificultad, subieron de nuevo a la planta alta. El fuego ya se había extendido y había subido incluso antes de que los tres subieran, fue entonces cuando subieron más alto y escaparon del fuego.
-¿Por qué el fuego sigue extendiéndose? –Kai estaba desesperado, el fuego avanzaba y no era apagado por nadie. Lloyd estaba pensando que podían hacer, aparte de subir más arriba, no tardo mucho hasta que se le vino una idea a la mente.
-Hay que llegar al tejado antes de que el fuego nos alcance más –corrió y fue seguido por Kai quien seguía teniendo al chihuahua en brazos.
-Lloyd ¿qué es lo que planeas? –pregunto intrigado siguiendo a Lloyd, ambos fueron por las escaleras.
-Tenemos que llegar al tejado para llamar a nuestros dragones y así salir de este edificio, parece que los chicos no pudieron apagarlo, tengo un mal presentimiento –Lloyd sentía una presencia muy fuerte, incluso llego a pensar que el incendio no era fuego normal, tenía que hablar con el Sensei Wu respecto a lo que sucedía. (Siento que me está quedando horrendo, por favor, díganme que opinan.) Al llegar al tejado invocaron a sus dragones y subieron en ellos para bajar; ya abajo los chicos se alegraron de que Kai, Lloyd y un perro chihuahua hubieran escapado de las llamaradas que se expandían por todo el edificio.
-¡Chicos! –gritaron contentos Cole, Jay y Zane.
-Oigan, ¿qué fue lo que sucedió? ¿Por qué el fuego no ha sido apagado? –pregunto Kai.
-Créeme, lo hemos intentado pero-
-Nuestros poderes no funcionan contra ese fuego –interrumpe Cole a Zane. Se escucha una explosión y fuego sale del edificio, expulsado por la explosión y se dirige hacia todos cerca del edificio, incluso a los que están en la calle o banqueta opuesta. Los ninjas cerraron los ojos y trataron de cubrirse el rostro con sus brazos, Kai abrazaba al perro con un brazo y se tapaba el rostro con la otra, y todas las demás personas gritaron del susto. Justo cuando todos, los más cercanos al edificio eran los ninjas, iban a recibir el impacto, el fuego se detuvo y regreso dentro del edificio como si a una película le devolvieran un poco de tiempo atrás, pero no solo lo regreso un poco, todo volvía atrás, desde que el fuego se extendió hasta el último piso hasta que este quedara en una flama en el suelo que luego se esfumo sin volverse vapor ni humo, simplemente desapareció.
Los ninjas y las personas estaban confundidas, ¿Qué había pasado? ¿Cómo el fuego que tanto intentaron apagar se esfumo repentinamente? ¿Cómo fue provocado? ¿O al cazo alguien lo hiso? Eran demasiadas preguntas y ninguna respuesta.