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Lágrimas de plata por Zero Shiro Rose

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Notas del capitulo:

Bueno, sé que es bastante tarde pero ya que lo tengo listo... pues eso.

Espero que os guste mucho y que lo disfrutéis.

(menuda nota más pobre, no estoy inspirada a estas horas)

Besitos ^3^

El sonido apresurado de los pasos y el arrastre de objetos pesados fueron dos de las primeras cosas que despertaron al peli plata en aquella imprevista hora de la noche. Se revolvió incómodo entre las sábanas antes de hacerse un pequeño capullo con ellas para intentar acallar esos pequeños aunque molestos sonidos, pero al no lograr su objetivo asomó su cabeza y con ojos aún en el limbo de los sueños, miró el reloj digital de su mesita.


“¿Qué diablos? ¿Por qué tanto ruido a las 03:20 am?” pensó cansado el menor.


Salió de la calidez de su cama y vagó por los pasillos hasta llegar a las escaleras, desde allí vio el gran ajetreo que lo había despertado; los sirvientes corrían de arriba para abajo y viceversa con prisa, algunos llevaban maletas, otro instrumental médico en vuelto en ese plástico de burbujitas que tanto amaba el peli plata.


-¿Qué haces despierto a estas horas?- oyó la voz de Sors detrás de él, este iba vestido con untraje negro de negocios de tres piezas de color negro, chaleco gris debajo de la americana y una corbata azul oscura, su cabello estaba perfectamente peinado y engominado hacia atrás y de su brazo derecho colgaba una gabardina negra y una bufanda gris oscura.


-¿Adonde vas con toda esa ropa?- preguntó Zero entre dormido y divertido- Estamos a finales de Agosto, aunque las noches son de unos 12-15º como mínimo, por la mañana las temperaturas pasan los 35º, a veces incluso rozan los 40º.- Sors sonrió y le revolvió los cabellos.


-Sigue practicando a un tono de voz más agradable y dentro de unos años, tal vez, te cojan para anunciar el tiempo en el telediario.- bromeó- Deberías estar durmiendo, mañana madrugas.-


-Si yo madrugo a las 06:00 am, esto es un escape a escondidas.- comentó Zero.- He oído ruido y me he despertado, por un momento pensé que podrían ser unos ladrones.-


-Creo que entonces hubieran huido sin llevarse nada, al ver tu cara antes de tomar tu taza de café.- Sonrió.


-Entonces, ¿Te vas?- preguntó el menor- Bueno eso es obvio, pero ¿A dónde?-


-Ha surgido un problema en la sucursal de Gralea, la capital del Imperio Niflheim.-


-Creía que los tratos entre Lucis y Nilihemin no se encontraban en términos “amistosos” y qué la barrera impedía a todos salir del reino.- Sors suspiró.


-Como ya te expliqué, la barrera no afecta a los empresarios con sucursales fuera de Lucis, y aunque es cierto qué las relaciones entre ambas naciones son algo tensas, yo me he declarado siempre como neutral y seguirá siendo así hasta que me apetezca inminscuirme en esta absurda pelea. Y ¿Cuándo vas a aprenderte el nombre del Imperio?-


-Mmmm- contestó Zero cansado- ¿Cuándo vas a volver?- preguntó para desviar el tema.


-En principio dentro de dos semanas, puede qué antes si las cosas se solucionan más rápido de lo esperado.- Zero abrió los ojos sorprendido.


-¡¿Te vas a perder el Baile de Fin del Verano de mañana?!- lo agarró del brazo.- Llevame contigo, no quiero ir a esa fiesta y de seguro que ese estúpido príncipe me vuelve a sacar a bailar.- dijo con resignación, a lo qué Sors rió divertido.


-Pero si en la última fiesta te las arreglaste muy bien solo.- calmó un poco su risa- Siempre puedes negarte a bailar o esconderte en algún rincón hasta que termine.- le acarició, otra vez los cabellos antes de darle un beso en la frente a modo de despedida.- Solo procura no empacharte de carne y pastel.- bajó las escaleras y antes de irse dijo.- Vuelve a la cama, Zero.-


-Ten cuidado, otou-san.- se despidió el peli plata en medio de un bostezo, y cuando la puerta se cerró, volvió a su cama para dormir un par de horas más.


<Tac, tac, tac, tac>


Se oían los ecos de los zapatos de Zero al andar por los amplios y silenciosos pasillos a las 06:59 am, apenas había logrado dormir dos horas y media más antes de salir de casa para empezar sus deberes como guardián.


“Quien me diría qué algún día me sería tan fácil perdonar a un vampiro” pensó con una sonrisa al recordar la noche de hacía una semana y media atrás cuando Noctis lo había ido a buscar en su coche a la cafetería, y también su beso frustrado.


Pero al menos no se había ido con las manos vacías a casa, justo antes de despedirse, el heredero al trono de Lucis lo había besado entre la mejilla y el principio de sus labios, no compensaba las ganas que se le habían quedado a Zero de besar los labios del otro, pero al menos era algo, y en su móvil tenía una interesante confesión de cierto azabache, qué podría emplearse a modo de chantaje, de ser necesario, en un futuro.


Al día siguiente, Zero se había reincorporado como si nada hubiese sucedido entre ellos, ninguno de los dos había vuelto a hablar sobre el tema del beso incompleto, ni sobre la muestra de cariño del azabache al final de la noche, pero sin duda alguna, todos los miembros de su alrededor habían comprendido que el problema entre ellos, fuese el que fuese, había acabado.


Justo cuando el reloj cambió a las 07:00 am, Zero abrió las puertas de la habitación de “su alteza”, pero para su sorpresa, la cama ya estaba hecha, las ventanas abiertas permitiendo que la luz entrara y el cuarto en perfecto orden, casi como si el príncipe no hubiese dormido allí.


-¡Oh, Kiryuu-sama!- dijo una de las sirvientas de palacio que justo pasaba por allí con varios manteles en sus brazos.- Su alteza se ha despertado muy temprano esta mañana y ha abandonado el palacio con su majestad.- La chica tenía el cabello largo de color castaño recogido en una trenza, sus ojos caramelo miraban con admiración al peli plata y su atuendo era el reglamentario dentro de palacio; un vestido negro con un delantal blanco encima y una cofia también blanca en la cabeza.


-Por favor, no me llames “sama”, dime Kiryuu o Zero- dijo con desagrado Zero- ¿Sabes a donde se han dirigido?- preguntó a la chica.


-Claro, se han dirigido al Salón de los Astrales.- dijo con gran respeto.- Allí se celebrará la Fiesta de Despedida de Ifrit, dios del fuego y la bienvenida a Leviathan, diosa de las mareas y el agua y a Titán, dios de la tierra. Para que este otoño nos aporten lluvias y fertilidad para los conreos del año próximo.- Explicó con admiración y entonces se inclinó hacia Zero.- ¿Sabes qué? ¿Sabes qué? ¡Este año voy a servir en la fiesta del fin del Verano! !Wiii! ¿No es genial?- y entonces se le cayeron los manteles-¡ Ay nooo!- se agachó para recogerlos.


-Enserio que eres torpe- comentó Zero recogiendo las telas con ella- Trae que te ayudo.-


-¡¿Ehh?! No tienes que molestarte, estoy segura de que- pero no pudo seguir cuando Zero dijo.


-No te preocupes, total, la carga de la que me ocupo se ha marchado, así que deja que me entretenga con algo.- dijo empezando a andar con la mitad de las telas.- ¿Adonde hay qué llevarlas?-


-E-esta bien.- dijo no muy convencida.-Es por aquí, hacia las cocinas.- contestó ella poniéndose a su lado. Estuvieron caminando un rato en silencio, y la chica iba mirando a Zero de reojo hasta qué soltó.- Eres raro.- este la miró con la ceja alzada y ella se sonrojó- Q-quiero decir, nadie de rango superior ayuda a un sirviente, en verdad ni siquiera podemos hablar con libertad, no por el rey, sino por el orden jerárquico dentro del castillo.-


-¿Y quién lo ha impuesto?- preguntó Zero con la vista al frente.


-Hmm bueno, fue una cosa que se estableció mucho antes de que yo empezara a trabajar aquí, creo que fue en los inicios del reino, bajo el gobierno del primer rey, pero surgió solo, fue como si todos supieran su papel, lo qué debían hacer, qué decir y cómo comportarse.- decía pensativa.- Ah, es por aquí.- dijo girando a la derecha y bajando por unas escaleras con Zero detrás de él.


-Ya veo, aunque sigo sin entender por qué soy el raro.-


-Los sirvientes se encuentran en el último escalón de la jerarquía, la base de la pirámide y tenemos que hacer nuestro trabajo de la forma más silenciosa posible, sin que nos oigan ni nos vean; por encima de nosotros están los revisadores, ellos se encargan de que nuestro trabajo este hecho perfectamente, serían algo así como los que pasan el algodón después de limpiar, a ellos tampoco les pueden ver y responden a los mayordomos y las amas de llave y ellos son los qué se encargan de los temas más banales de los señores, como por ejemplo servirles el café en hora de descanso o hacerles pequeños recados, como en las películas.- comentaba con una sonrisa.- Luego vienen los soldados de palacio, los que están presentes en los salones de la cena, los pasillos y jardines, por encima de ellos van los guardias de noche o “Capataces”, se encargan de que nada se salga fuera de lo normal y si a alguno de los sirvientes nos atrapan hablando con alguien o siendo vistos por algún miembro de la corte recibimos un castigo.


-¿Os golpean?- preguntó el peli plata horrorizado por la imagen que le acababa de cruzar por la mente.


-No, no, no, no, solo nos castigan con otros puestos, te sorprendería la cantidad de segregaciones que hay dentro de los trabajos de los sirvientes, por ejemplo, un sirviente que limpia las habitaciones del príncipe o la biblioteca tiene más prestigio que no el que limpia los baños.- explicó feliz.- Por dónde iba… ah sí, por encima de los capataces están los miembros de la GR destinados a vigilar el castillo y en lo más alto de la jerarquía están los miembros del Círculo Interno de la Guardia Real y el cuerpo de Inteligencia de dentro de Palacio.- Lo miró- Tú estás en el CIGR y además encargado directo de la seguridad del príncipe, estás muy por encima de los demás y siendo tan joven te has ganado muchos enemigos dentro de palacio, como Aïlis-san, por ejemplo.- suspiró- El caso es que nadie ha incumplido nunca esta jerarquía, pero tú lo haces continuamente, hablando con guardias de menor nivel, discutiendo con su alteza como si fueran de la misma posición y, como has hecho hace unos momentos, al hablar conmigo.-


-¿Y qué querías que hiciera?- resopló Zero- Fuiste tu la que me hablaste primero- La chica se alejó de Zero y se pegó a la pared de la escalera.


-F-fue sin querer, sigo siendo una novata en el palacio y muchas veces se me olvida la jerarquía.-  se defendió- Y gracias por no contarle a nadie, si lo hubieras dicho, tal vez no me hubieran dejado ir mañana a la fiesta.-


-¿Por qué a pesar de tener que trabajar así te alegras tanto?- preguntó confuso el peli plata- Yo no podría trabajar con tantas normas y jerarquías.- escupió con asco.


-Yo vengo de una familia a las afueras de Insomnia, cerca de los campos de Duscade y desde pequeña he soñado con trabajar en palacio- sonrió con nostalgia- Te sorprendería la cantidad de chicas y chicos que desean trabajar en palacio, incluso si solo es para limpiar los suelos.- llegaron al final de la escalera.- Bueno hasta aquí puedes acompañarme, que si me ven con alguien como tu me regañarán.- le guiñó un ojo mientras Zero le colocaba los manteles sobre los otros que ya llevaba.- Por cierto, me llamo Alba Jia, un gusto en conocerte Kiryuu Zero, espero que volvamos a vernos pronto.- dijo antes de correr en dirección a otro pasillo medio escondido.


“¿Como puede tener tanta energía? No ha parado de hablar en todo el camino, es increíble como unas pueden ser un cohete ya desde primera hora, y otras no logren levantarse ni con ayuda de una grúa.” pensó recordando las peleas con Yuuki en los días de frío, él se dormía a todas horas, pero al menos nunca llegaba tarde y no sacaba menos de 9,9 por culpa de las faltas, en cambio ella, era un desastre, adorable, pero desastrosamente torpe, sonrió al recordar esos días y miró por el gran ventanal de su derecha. “Es una lástima qué esos días nunca vayan a volver.”


-¡Buenos días Zero!- gritó Gladiolus al ver al peli plata- Pareces melancólico hoy, ahh ya sé, te has enterado de que Noct no está y ya lo echas de menos, jajaja, que bonito es el amor.- bromeó.


-Él sería la última persona en la que pensaría, pero sí, ya me he enterado de que no está y ciertamente, no se que voy a hacer hoy- comentó encogiéndose de hombros.


-Hm, bueno lo cierto es que iba a entrenar con los chicos, pero creo que me apetece más patearte el trasero a tí- sonrió altivo- ¿Qué me dices? ¿Te atreves?- Zero sonrió.


-Cuando quieras Gladis- comentó burlesco.-Aunque seré yo, quien te patee el trasero.


-¿CÓMO DIABLOS ME HAS LLAMADO?- preguntó alterado “Solo hay una persona en este mundo qué se atreve a llamarme así…”


-¿El qué? ¿GLA-DIS?- sonrió- Tú hermana es un amor de chica, sobretodo cuando supo que me encantaba molerte a palos en la pista, me dijo que la invitar la próxima vez que pelearamos ¿Quieres que la llame?- y con una sonrisa maquiavélica le enseñó su móvil.


-Te vas a comer esa sonrisa, Kiryuu.- dijo con los dientes prietos pero sin verdadera maldad en sus palabras.


Varias horas después…  18:56 pm…


-G-Gladiolus-sama- dijo uno de los soldados que quedaban en el ¡gimnasio-Zero-sama… eh…-


-Dejalos Weim, llevan así desde esta mañana, si te inmiscuyes lo único qué lograrás será salir lastimado, ya cuando tengan hambre ya vendrán.- y dicho esto, se marcharon dejando a Zero y Gladiolus batallando cuerpo a cuerpo con una fuerza sobrehumana.


-¿Y bien? ¿Qué opinas sobre Noct ahora que ya lo vas conociendo?- `preguntó Gladio en medio de los golpes.


-Que es un estúpido, arrogante, engreído orgulloso e impuntual sangre pura.- dijo bloqueando los ataques del más alto- Aunque debo reconocer que también puede ser buena persona cuando quiere- y entonces, Gladis sonrió.


-Ya veo, ¿Te gusta, no?- y se echó a reír al ver el sonrojo que se extendió por el rostro del peli plata.- Vamos confiésalo, solo quedamos tu y yo aquí.-


-P-por supuesto qué no, eso nunca- se enfado al no poder afirmar un NO rotundo, así que con un hábil movimiento se agachó, le dio un golpe a las piernas de Gladiolus y volvió a alzarse para agarrarlo de la axila y hacerle una llave de judo que lo dejó en el suelo.- Grrrr, no lo sé ¿Vale? Es complicado.- y se sentó enfurruñado en una esquina, molesto consigo mismo.


-¿Complicado como?- Zero lo miró mal y él alzó las manos en son de paz.-Tranquilo, te juro que nada saldrá de esta sala y digas lo que digas, me lo llevaré a la tumba.- juró muy serio.


-Lo que siento está mal, cuando estoy con él siento que el tiempo no pasa nunca, y lo cierto es que no me importa; otra cosa que me molesta es su forma de decir las cosas, su voz es tan segura de que es capaz de cumplir todo lo que diga que… me hace pensar que lo qué dice es posible, que realmente lo logrará.- se llevó la cabeza entre las manos- Y lo peor de todo es que cuando estoy solo no puedo pensar en otra cosa que no sea en él, en cómo mi corazón va más rápido cuando veo su sonrisa, o cuando con solo estar cerca suyo me entran unas enormes ganas de sonreír ¡Y sin qué me haya hecho nada para que yo sonría! Es… ¡Aghh!- se tumbó.- Duele, mi pecho me duele cada vez que pienso en “eso”.- dijo refiriéndose al amor.


-Sí, definitivamente a eso se le llama enamoramiento.- Zero gimió lastimosamente con el rostro aún entre sus manos, Gladio suspiró.- Eso no es complicado, Zero, lo único que debes hacer es aceptar que estás enamorado y decírselo, solo así dejará de dolerte.-


-Pero yo no quiero estar enamorado, cuando está enamorado solo puede sufrir por la incertidumbre de no saber si es correspondido y una vez que lo sabe, o es rechazado por esta persona o bien debe vivir su amor a escondidas de los ojos ajenos, y cuando el otro se cansa te tira como si fueras un trapo sucio y usado.- confesó con la voz rota y el rostro semioculto entre sus manos.- Por eso me juré que nunca volvería a enamorarme, así no volvería a sufrir, pero soy un estúpido y ahora mi corazón ha vuelto a caer por un vampiro.-


Gladiolus se sorprendió al escuchar la voz rota del peli plata, así como su postura derrotada y triste, decidió que no le gustó verlo así, lo prefería como el joven sarcástico e insubordinado que conocía, así qué se acercó hasta él y se sentó a su lado antes de llevar una mano a su cabello y revolver esas hebras plateadas con cariño.


-Por lo que cuentas se nota que ya has tenido alguna experiencia en el amor ¿Eh?- Zero levantó el índice sin revelar sus ojos.- Ya veo, una sola experiencia amorosa y no salió bien ¿Eh?-


-Si por no salir bien te refieres a que ese cretino me usó primero como peón para proteger a su hermana pequeña mientras me decía que me amaba y luego, cuando ella recuperó sus recuerdos, me dejó solo diciendo que todo lo que habíamos vivido había sido solo una forma de tenerme controlado y que él nunca en la vida estaría con un asqueroso e insignificante Nivel-E… Pues sí, supongo que se puede considerar como una relación fallida.- respondió dolido.- Pero ya no me duele lo que me hicieron, eso ya está olvidado… y supongo que con el tiempo llegaré a perdonarles, pero lo que me sigue molestando es que por culpa de todo ese paripé perdí a una persona muy importante sin saber si él también había sido utilizado o no.-


Gladiolus estaba furioso, no conocía los detalles, pero lo poco que el peli plata había contado era horrible, no podía imaginar a ningún hombre tan cruel, sobretodo con alguien como Zero, sintió su sed de sangre crecer ante esas palabras y también haber estado allí cuando el cazador había vivido eso, pero ahora ya no podía volver atrás, por lo que respiró hondo para calmar sus pensamientos antes de decir.


-Siento oír eso…- realmente no sabía qué decir, pero lo que más le preocupaba era la mirada vacía del joven, carraspeó.- pero Noctis no es como ese desgraciado, él jamás te haría daño, sé que es un cabezota, terco y arrogante- dijo con resignación, cosa que provocó una mini sonrisa en Zero y que apartara las manos de su rostro dejando ver sus hermosas amatistas. “Bueno, al menos lo he hecho sonreír”- pero también es sincero, directo y cuidadoso con sus palabras cuando el momento lo requiere.- Zero volvió a gemir frustrado y dijo.


-Pero eso no quita que pueda rechazarme, y no importa cuán dulces y cuidadosas sean esas palabras, el dolor de ser rechazado es el mismo que si estas fueran ponzoñosas y malintencionadas.- miró a la ventana de la pared izquierda, en posición contraria a donde estaba Gladiolus.


“¿Y ahora qué hago” suspiró “Si tu supieras Zero… ambos sois tal para cual” pensó al recordar el día en qué Noctis y él se reconciliaron.


(Flash Back)


-Además ¡¿Qué pasa si estoy celoso?!- gritó enfadado- ¡Soy un hombre, también tengo sentimientos y los celos se consideran un sentimiento muy común!-


-Sí, muy común en los enamorados, pero según tú no amas a Zero, sobretodo si le has dicho a tu padre que vas a prometerte con Lilieth- comentó Gladiolus, ahora la espada olvidada  en el suelo y sus brazos cruzados sobre el pecho.- Uno se entera de muchas cosas si escucha con atención, recuerda que las paredes tienen oídos.- respondió al ver el brillo de sorpresa y sospecha en los ojos zafiro de su amigo.- Las doncellas susurran muchas cosas, sobretodo teniendo en cuenta la facilidad que tienen para entrar, salir o pasar por una sala sin ser notadas, son la mejor fuente de información.-


-Grrrr- se tumbó del todo en el suelo y tiró enfadado la espada que se encontraba a su lado.


-Me parece muy bien que no quieras entrenar, pero por favor, no maltrates el material de entrenamiento.- intentó bromear el capitán del CIGR.


-Es qué no lo entiendes Gladio, está pasando mucho más de lo que se ve- este lo miró como diciendo ‘Eso no es novedad’- El problema tiene nombre y apellidos, y también es bastante poderoso y manipulador.-


-Sigo sin ver la relación de este problema con la discusión entre tú y él y tus celos por este.-


-Lo que pasa es que me gusta, Gladio, estoy enamorado de Zero- soltó la bomba- cada vez que estoy con él siento una corriente eléctrica recorrer mi sistema, su sola presencia me calma y cuando estoy a punto de perder los papeles o hacer alguna barbaridad solo su voz me devuelve a mis sentidos, sus ojos… por el cristal, amo sus ojos y podría pasarme la eternidad mirándolos y nunca me cansaría.- suspiró y una suave sonrisa adornó sus labios ante la imagen del peli plata.- Tiene una sonrisa hermosa y su risa es la más dulce melodía que nunca llegará a componerse porque nada puede igualarla. Pero lo peor es que no hay un solo instante en que no piense en él, ansío tenerlo a mi lado, poder abrazarlo, besarlo y… bueno, mucho más.- sonrió pervertido mientras él más se limitaba a escuchar, asombrado por el momento de sinceridad del moreno.


-Sí, realmente estás enamorado.- confirmó- Pero si tienes tan claros tus sentimientos, ¿Por qué no te has declarado aún? ¿Por qué le has dicho a tu padre qué quieres prometerte con Lilieth y no con él?-


-No puedo declararme así sin más, antes de seguro podría haberme acercado poco a poco e intentar averiguar si él sentía lo mismo por mi, pero ahora… ahora lo he perdido, con la discusión de esa mañana lo único que he conseguido es apartarlo de mi lado- frunció el ceño furioso- Y por si fuera poco le he dejado vía libre a “ese” pelirrojo o a cualquier otro “tipo” de la calle qué intente hacer un movimiento en él.- acabó con un aura asesina y oscura rodeándolo, dejando que un poco de su energía saliese y que descendieran varios grados.


-Noctis…. controlate- comentó Gladio mientras un escalofrío lo recorría de arriba a abajo, y cuando el azabache se dio cuenta de su desliz respiró profundamente varias veces para calmarse.- ¿Y lo de esta mañana?-


-Eso… es algo que he de explicaros a todos…- dijo con voz baja.- Sé que he cometido un grave error, pero era la única forma de mantenerlo a salvo hasta encontrar una solución al verdadero problema.- Miró a Gladiolus.- Reúne a los demás, nos vemos en el único lugar donde solo mi padre y yo tenemos acceso… en la Biblioteca en 30 minutos y aseguraos de que no os sigue nadie- Gladiolus asintió con seriedad al ver la urgencia en los ojos de Noctis y se marchó a buscar a los otros dejándolo solo.- Esta vez voy a hacer las cosas bien, Zero, no voy a permitir que nadie te haga daño, ni siquiera yo.-


(Fin Flash Back)


-Bueno, por intentarlo no pierdes nada- dijo intentando animar al peli plata y justo cuando le dió una suave palmada en la espalda, se abrieron las puertas del gimnasio.


-¡¡ZEROOOOO!!- el peli plata oyó un grito, una mancha rubia y la sensación de asfixio, era Prompto- Sientooo muucho que tu primera experiencia amorosaa haya sido taaan crueeel- lloraba este al recordar la triste historia de amor- Se supone que el primer amor es el más hermoso, típico de toda novela rosa  o cuento de hadaaaas-


-¡¿Has estado escuchando?!- gruñó enfadado y por encima del hombro del rubio vio a Ignis, el cual solo asintió aceptando su parte de culpa.-Aaghhh, como le contéis esto a alguien… os mato ¿Queda claro?- preguntó alzando a Bloody Rose.


-No te preocupes Ze-kyun- dijo cogiéndole ambas manos y con una mirada decisiva- Noct te hará el vampiro más feliz del mundo en cuanto sepa lo que sientes por él, estoy seguro.- Gladio se golpeó el rostro ante la estupidez del rubio, Ignis carraspeó intentando evitar la tensa escena y Zero frunció el ceño cabreado.- Y por supuesto Ignis y yo también juramos no decir nada a nadie, soy demasiado joven y guapo para morir aún, sobretodo por la pistola de un cazador de vampiros.- contestó nervioso al notar el frío metal de dicha arma en su frente.


-Eres un idiota Prompto ¿Acaso no has escuchado qué Noctis puede no sentir lo mismo por mí? ¿O es que tienes una audiencia selectiva?- preguntó tirándole de las orejas.


-Estoy 1000% seguro de que Noctis te besará nada más oiga tu declaración de amor.- alzó la barbilla y en sus ojos brilló una chispa traviesa.- Es más, me apuesto 10 monedas a que Noctis te besa con lengua nada más oír que lo amas.-


-Hecho.- contestó Zero derrotado, pues sabía perfectamente que, contra Prompto, era imposible discutir, total, él haría lo qué quisiera de todos modos.


-Ahora solo nos queda saber cuándo y dónde te le vas a declarar- dijo pensativo el rubio.


-En la Fiesta de Fin del Verano- contestó Ignis a su espalda.- Es el evento perfecto para una declaración, no te preocupes, nosotros te cubriremos las espaldas y os conseguiremos un rato a solas.-


“Genial, mis 3 Hadas Madrinas al ataque” pensó Zero resignado al ver las firmes miradas en ellos tres, suspiró- Está bien, supongo que lo peor que me puede pasar es que me diga que no ¿Verdad?- preguntó con una pequeña sonrisa nerviosa.

Notas finales:

Tachan!!

Realmente espero que os haya gustado y nos vemos en el próximo capítulo.

¿Zero realmente se confesará? ¿Logrará encontrar el valor para hacerlo?

Bye bye


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