Base de operaciones de la Guardia Nocturna (Esa misma noche)
-¡¡Atención muchachos!!- se oyó el vozarrón del capitán Rogelius dentro de la sala de conferencias de las instalaciones de la GN- En estos meses se han incrementado los casos de ataques a civiles por parte de Niveles-e en las zonas periféricas, pero últimamente esos ataques han ido avanzando hacia el centro de la ciudad, y la guardia real empieza a preocuparse de que estos lleguen a las puertas de palacio y a los distritos de Nymphia y Flamma- respiró profundamente.
- Incluso hoy, el jefe de la guardia real, Amicitia Gladiolus, me ha llamado para preguntarme el POR QUÉ se siguen produciendo estos ataques, si les dijimos que las cosas estaban bajo co nontrol.- miró a sus soldados- Así que me pregunto… ¡¡¿QUÉ COÑO ESTÁ PASANDO PARA QUE ESOS SERES INFERIORES SE OS ESCAPEN Y LLEGUEN A ZONAS TAN CÉNTRICAS?!!-
-¡¡¿ES QUE ACASO DORMÍS CUANDO HACÉIS LAS RONDAS O LOS INVITÁIS A PASAR CON ALFOMBRA ROJA Y TODO?!!- el capitán ahora estaba rojo de ira, y seguramente también por falta de aire- ¡¡¿PORQUE SI ES ASÍ ENTONCES LO PRÓXIMO QUÉ SERÁ?!! ¡¡¿IR JUNTOS DE LA MANITA A BEBER UNA CERVEZA?!! ¡¡¿O TAL VEZ DEJAR QUE OS FOLLEN POR EL CULO MIENTRAS BEBEN VUESTRAS SANGRE?!! ¡¡SI ALGUIEN MÁS ME HACE LLEGAR UN MAL INFORME SOBRE ESTE CASO TAN SENCILLO LO ESTAMPARÉ CONTRA LA PUERTA!!-
Tras esta bronca monumental la sala entera quedó en silencio, desde los novatos y recién graduados hasta los soldados más veteranos estaban pálidos como hojas de papel e incapaces de decir nada por culpa del miedo que tenían al hombre frente a ellos.
-Cuando dije que tenías que animar a tus soldados, no me refería a esto, capitán.-dijo una voz proveniente de la parte superior de la sala, sin que nadie lo hubiera notado.
Esta simple frase hizo que todas las miradas se dirigían al peli plateado, muchos lo miraban con pánico, otros con asombro por hablarle así al capitán y algunos pocos, como Takao, querían que la tierra se los tragara de la vergüenza que sentían.
-¡¡Kiryuu!! ¡¡¿Se puede saber por qué llegas a estas horas?!! ¡¿Y por qué diablos vas vestido así?!- gritó el comandante del escuadrón Sur, enfadado por el comportamiento del joven.
-Tch, básicamente estaba desahogándome y de paso haciendo TÚ trabajo, Petrorus-contestó el peli plata con los brazos cruzados sobre el pecho y recostado en la pared.
-¡Basta!- gritó el capitán con voz firme, miró a Kiryuu que le sostuvo la mirada, al final suspiró derrotado y dijo- Siéntate de una vez.-
Zero bajó por el pasillo central de la habitación hasta la primera fila donde lo esperaba Takao, al final se sentó a su lado y el ambiente volvió a tensarse, todos estaban atentos al próximo discurso del capitán.
- Bien, ahora que el ambiente está más calmado- “Sí claro” fue el pensamiento colectivo- Como sabréis, dentro de dos semanas se celebrará una fiesta de inauguración en la Torre Aurea de la ciudad, en ella se celebrará la firma del tratado de alianza entre Lucis y Accordo, por ello la Guardia Real nos ha mandado a llamar como apoyo.-
-Se cree que esa noche podría haber un atentado contra la familia Lucis. Como miembros de la Guardia Nocturna, es nuestro deber encargarnos de que los Niveles- e que pululen por las cercanías de la Torre.- acabo de explicar.- Ahora todos a sus puestos de patrulla.-
Tras esas palabras, los agentes fueron saliendo de la sala. En el pasillo, Takao agarró a Zero del brazo y lo arrastró hasta una esquina, lo empujó contra la pared y por su mirada, Zero dedujo que estaba molesto.
-¿Y bien?- dijo el más alto- ¿Se puede saber dónde has estado, Kiryuu?- Zero seguía mirándolo impasible- Me parece cojonudo que quieras estar solo la mayoría del tiempo, el que no soportes la compañía de mucha gente o que no quieras que nadie te ayude con tus cosas, hasta ahí vale, pero…- suspiró y afiló su mirada al más joven- Pero lo menos que puedes hacer es decirme a la cara que te vas a una puta misión suicida, y no que me lo digas en una nota en tu puerta- dijo enseñándole la pequeña nota.
- ¿Sabes lo preocupado que estaba cuando he ido esta noche a buscarte para la reunión y no estabas? y si no llega a ser porque me he tropezado con el felpudo, ni siquiera habría visto la maldita nota.- se mirada enojada pasó a una de tristeza- Joder, Zero, pensé que… que después de todos estos meses ya podías confiar en mí para decirme las cosas a la cara- suspiró derrotado- pero ya veo que no. Toma, quédate tu puta nota, pero conmigo ya no cuentes más, esta es la última vez que me preocupo por tí.-
Y dicho esto se fue por el pasillo ahora desierto, pero antes de que saliera por la puerta, Zero le agarró del brazo haciendo que se diera la vuelta para mirarlo.
-No es que no confie en ti, Takao- dijo sin una pizca de emoción- pero hay cosas que prefiero no contarle a nadie, y más cuando estas son cosas sobre mi pasado que quiero olvidar- gruñó- la próxima vez dejaré la nota en tu puerta.- Dicho esto lo adelantó y salió del edificio.
-¡Zero! ¡Eso no es lo que quería decir! En serio, estoy por poner cámaras de seguridad por todo el edificio como no me digas a donde vas la próxima vez.- dijo alcanzandolo.
-Cierra el pico, maldito pervertido, pedófilo.- contestó el otro.
Dos semanas después…
El cielo nocturno estaba cubierta de nubes de tormenta, y el frío del mes de Febrero solo hacían de la noche más pesada y lúgubre.
A lo lejos, un enorme torre de intrincada arquitectura clásica-moderna, era iluminada por cientos de luces tanto en su interior como en el exterior, era algo maravilloso, y más con el enorme reloj analógico que marcaba la hora bajo una luz dorada en la cima de la torre.
Takao se encontraba a unos 100m del recinto junto con otros 30 soldados desperdigados por la zona en busca de cualquier señal o movimiento sospechoso.
-Este sitio está desierto, ¿Cómo lo llevas tú Zero?- preguntó el peli verde por el pinganillo que llevaba en la oreja derecha.
“Hmp, demasiados vampiros para mi gusto” contestó la voz del otro joven.
-Oh vamos, disfruta de la fiesta, Kiryuu, tú al menos no estás pasando frío aquí afuera- Bromeó.
“Eso es porque tú culpa, ya te dije que yo prefería enfrentarme a 100 de esas cosas solo, antes que estar aquí.”contestó y colgó.
(Flash Back)
Se encontraban todos los miembros de la GN en el auditorio del centro la noche antes del gran evento escuchando el plan del Capitán Rogelius.
-Bien, en total vendrán 250 hombres a esta misión, los demás seguirán con las patrullas por la ciudad.- aclaró a todos los presentes- Las listas de los que participarán ya están colgadas, así como los cargos y posiciones que ocuparán.-
-Se establecerá un perímetro de 100 m de distancia alrededor de la Torre divididos cada 25 m por 50 o 60 soldados que supervisarán cualquier movimiento sospechoso.- Explicó el segundo al mando del capitán, Suoh Adams- dentro de la Torre se infiltraran entre el servicio otros 30 hombres que vigilarán el interior junto a la Guardia Real.-
-Los que estéis dentro de la Torre llevaréis vuestra identificación encima y un arma, pero no la uséis a menos que se trate de una amenaza real, y eso solo se dará si Adams o yo mismo damos la señal de proteger a los civiles.- decía muy serio el capitán- En caso de que eso ocurra deberán escoltar a los civiles hasta los miembros de la Guardia Real que se encargarán de evacuarlos mientras acabáis con la amenaza, ¿He sido claro?- Todo el mundo asintió.
-Bueno, en ese caso repartiremos las funciones de cada uno de los miembros dentro de la Torre: Kasuka Itou serás ayudante de cocina en la planta 4; Endou Arubion camarero de las plantas 23, 24, 25 y 26…- y continuó diciendo los puestos de cada uno hasta que- Kiryuu Zero, camarero de las plantas 48, 49 y 50, las últimas de la Torre, aquí se encontrarán las personas más influyentes de Lucis y Accordo, así que por favor, se amable y no te metas en líos.
Zero miró a Takao con el ceño fruncido esperando a que este saltara para cambiarse de puestos con él, pero el mayor solo levantó los hombros y dijo.
-No pienso ser yo el que tenga que cargar con el muerto de servir a esos estrechos de alta cuna.-
(Fin Flash Back)
-Tch, estúpido Takao- dijo Zero apagando el aparato, iba vestido con unos pantalones negros bajo un largo delantal blanco y una camisa blanca con una pajarita negra, su cabello peinado hacia atrás y una bandeja repleta de copas de champán en la mano derecha.
-Disculpa, ¿Podrías darme una copa?- dijo una voz masculina a su espalda, Kiryuu giró y se encontró con un joven de más o menos 1’80 m, su cabello corto era de un color negro azulado despeinado, cara afilada y atractiva, nariz recta, labios finos pero fuertes y piel pálida contrastaba con el traje negro y zapatos de cuero del mismo color que llevaba puesto, pero lo más impactante de todo eran sus ojos, de un color azul zafiro, fríos y solitarios como el hielo en la Antártida.
-Oh, sí claro.- fue lo único que logró responder sin sonar demasiado borde, mientras veía como su fuerte mano derecha agarraba con extrema elegancia una de las copas que llevaba.
-Hn- contestó el azabache antes de volver a un grupo de elegantes vampiros que hablaban de una cosa u otra.
“Un sangre pura, pero hay algo que no encaja… Bah, da igual.” pensó antes de alejarse.
Y así siguió la velada, con Zero maldiciendo cada pocos minutos mientras repartía copas de champán u otras exquisiteces (que ni en sus sueños podría pagar) entre los invitados.
A las 02:00 am de la noche las luces se apagaron y a los pocos segundos un grito retumbó por todo el edificio seguido de muchos más, en las plantas más altas Zero maldijo, sobretodo cuando la gran multitud de unas 80 personas se abalanzaron hacia los ascensores entre gritos y empujones. Dejó la bandeja en una mesa cercana y empezó gritar a la multitud.
-¡SILENCIO!- gritó- ¡Quiero que todos se dirig!- pero no pudo acabar por culpa de un hombre obeso y sudoroso que lo empujó mientras gritaba para que le dejasen paso.
Zero notó como el peso de la gravedad hacía su trabajo y lo empujaba hacia el suelo, no podía ni hacer el intento de esquivar la caída por culpa de la multitud de personas a su alrededor, por lo que esperó por el impacto, pero este nunca llegó.
En cambio unas fuertes y cálidas manos agarraron, una por la cintura y otra por la altura de los hombros, alzó la vista y vio que era el mismo vampiro de antes, el de ojos azules, lo había cogido justo antes de chocar contra el suelo, lo ayudó a levantarse y Kiryuu dio gracias a los dioses porque las luces estuvieran apagadas o si no ese chico vería como su cara se había tornado roja como un tomate.
-Gracias…- farfulló avergonzado, pero el otro no le respondió, simplemente lo soltó y se volvió a perder entre la multitud “¿Y a este qué coño le pasa?” pensó con el ceño fruncido.
Estaba harto, nunca le habían gustado los sitios con tanta gente, y los gritos y el caos entre todos los invitados estaba empezando a rayar sus nervios, además que la actitud arrogante de ese estúpido sangre pura lograron que su paciencia se agotara, tras un gruñido se subió en las vallas que separaban la planta de la zona de los ascensores y gritó.
-¡¡BASTA YA!! ¡¡QUE TODO EL MUNDO CIERRE EL PICO DE UNA PUTA VEZ!!- era el mismo tono que utilizaba en la Academia con las chicas de la clase Diurna, con lo que calló a todos los de la sala.- ¡¡HACED UNA MALDITA FILA E ID BAJANDO HASTA LOS PUESTOS DONDE SE ENCUENTRAN LOS MIEMBROS DE LA GUARDIA REAL EN SILENCIO!!- pero al ver que nadie se movía volvió a gritar- ¡¡¡YA!!!-
Y tras ese estallido todos los comensales hicieron lo que el peli plateado les ordenó mientras este se volvía para bajar por las escaleras de incendio para ver que ningún problema, por ello no se dio cuenta de la brillante e interesante mirada que le dirigió el azabache.