Capítulo V - II
Los meses transcurren y Akihiko siente el notable cambio. Ha estado demasiado, realmente demasiado, tiempo ocupado. Pareciese que todo el trabajo del que él intentaba safarse, ahora se había acumulado y no le daba tiempo para casi nada. Historias, novelas, juntas, presentaciones, más juntas, viajes y más juntas. Y lo peor es que no es por eso que se encuentra irritado, sino porque en su editorial hay rumores sobre el mangaka de The Khan con una nueva conquista, nunca le han interesado los "chismes" de los que suelen hablar todos y menos tratandose de ese hombre, lo que le interesaba era el hecho de que algunos lo relacionaban con un fan y no solo con eso, sino con un gran fan suyo que solía trabajar en esa editorial.
Akihiko gruñe internamente por décima vez en lo que va de la junta, nisiquiera le interesa de que esten hablando. Solo quiere ir a casa y relajarse y recargarse de Misaki, lo necesita.
Misaki...
Ha tenido poco tiempo para él en estos últimos meses y más en estas últimas semanas, pero intenta ponerse contento pues Aikawa le prometió que si se portaba bien y se esforzaba lo necesario, que a él más le parecia lo excesivo, podría quedar libre en unos días más y por fin dedicarse a la persona que ama.
Se remueve algo incómodo en su silla sin perder el semblante de un profesional pero la verdad es que Akihiko por dentro está desesperado, quiere que esos días terminen pronto, necesita estar con Misaki. Si algo ha notado que ha cambiado es él. A veces lo nota triste, otras lo ve y parece perdido en sus pensamientos pero con una sonrisa risueña, y en otros momentos lo ve con un muy pequeño temor en los ojos.
Cuando le pregunta, este solo responde que está bien y que el trabajo le hace pensar cosas.
El escritor se preocupa, sabe que no le ha dedicado el tiempo que se merece pero, siempre, cada momento que ha podido, lo ha dedicado al castaño, a tenerlo entre sus brazos y profesarle el amor con sus caricias, a llevarlo a algún lugar donde puedan divertirse y relajarse pero este parecia más distante, rechazaba sus invitaciones y sus abrazos excusándose con que tenía que ir a trabajar o que debería él de concentrarse en su trabajo.
El escritor mayormente se ponía terco y el joven terminaba cediendo pero siempre lo notaba incómodo, como si realmente no quisiera estar ahí. No lo entendía y le preocupaba más.
Ahora con los rumores, su preocupación estaba a un nuevo nivel. Hasta Isaka había hecho alguna "broma" sobre aquel rumor en el que usaba a Misaki de forma indirecta, él lo entendía y no le parecia nada gracioso. Tenía miedo, miedo de que aquello fuera real... pero no, se negaba a creer cualquier cosa que lo involucrara, el castaño le había pedido confiar en él y así lo haría, y si tenía dudas, lo hablaría con este. No creería nada hasta que no saliese de su boca.
Todos se empezaron a levantar, él nisiquiera notó cuando fue que se terminó aquella tonta reunión. Se soltó un poco la corbata mientras cerraba los ojos y esperaba a que Aikawa lo arrastrase a otra.
─Buen trabajo, Usami-san. Hoy día tiene dos reuniones más.
El escritor solo bufó al oír eso, ¿cómo pensaban que escribiría libros y todo lo que le pedían si ni le dejaban estar en su casa?, iba a sacar un cigarrillo cuando la voz de Aikawa volvió a sonar.
─Pero una canceló y la otra no requiere obligatoriamente su presencia ─le guiño un ojo al mismo tiempo que sonreía con complicidad─ así que está libre por ahora.
Al parecer ella también había oído de los rumores y preocupada tanto por el escritor como por su pareja, quiso darle algo de tiempo libre.
El de cabellos de plata lo agradeció internamente y regresó el cigarrillo a su lugar mientras se colocaba el abrigo para salir de ese lugar.
Caminaba con algo de prisa por los pasillos hasta que se detuvo esperando al ascensor. Dos mujeres que venían charlando se sumaron a la espera.
─¿Has oído lo nuevo que dicen de Ijuuin-sensei?
─¿Lo nuevo?
Akihiko no decía nada mientras se adentraba a la máquina y presionaba el primer botón seguido de las otras dos chicas que parecian no prestarle atención.
─Sí, dicen que le pedirá matrimonio a la chica con la que está saliendo.
─Creí que solo eran rumores los que decian que estaba saliendo con alguien.
─Pues esos rumores ya tienen buen tiempo y muchos aseguran haberlo visto besarse con la misma chica de estatura pequeña, cabello castaño y corto en varias ocasiones. Dicen que estos últimos días ha estado de un ánimo increíble y que hoy ha salido del trabajo con total decisión a pedirle matrimonio.
Salió del ascensor y del edificio con algo de velocidad y sintiendo un extraño mareo oyendo a lo lejos un Qué lindo y otro Ojalá nos la presente pronto.
Esa conversación lo había disgustado bastante, la descripción fue... coincidencia, se dijo a si mismo.
Llegó a su apartamento esperando encontrar al castaño. Al entrar sintió el lugar tan frío, como hace años cuando vivía solo, cuando no estaba Misaki preparando alguna comida donde el aroma invadía todo el lugar, cuando no estaba el cálido castaño con una sonrisa esperandolo. Lo sintió igual.
Dejó su abrigo a un lado y se soltó un poco la corbata, estaba cansado, quiso llamar a Misaki pero primero se acomodó en el sofá y entre dulces recuerdos del joven de ojos verdes, rumores que lo irritaban y un miedo y dolor inconscientes que se apoderaban irracionalmente de él, se quedó dormido.
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