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Midnight por Princess Nemesis

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Notas del capitulo:

Como saben los personajes de Vampire Knight no me pertenecen sino a su creadora Matsuri Hino.

 

Sus manos comenzaron a temblar, su respiración estaba entrecortada, pequeñas gotas sudor resbalaban por su frente, tenía unas  ganas inmensas de llorar, sus ojos se encontraban vidriosos,  ya no podía retener esas lagrimas que había contenido tanto tiempo. No entendía porque empezó a tener esos sueños que le perturbaban, al principio no recordaba nada pero desde que paso lo de la fuente sus sueños se volvían cada vez más lúcidos y uno se repetía constantemente.

 

>>Sus pasos eran suaves pero seguros, sus cabellos plateados se mecían al compás del viento, la joven alzó la vista y vio un bello prado que conocía demasiado bien, las bellas flores violetas le daban la bienvenida, el agradable olor a flores era penetrante pero eso no le desagradaba.

 

Con la vista buscó a alguien y le encontró, un joven de esbelta figura le esperaba sentado en el prado, él volteo y al verla se levantó, corrió un poco para acercarse a la doncella. Al estar frente a frente, ambos sonrieron, un cálido y sutil abrazo se dieron. La joven tenía entre sus brazos al otro y lentamente se fueron sentando, mientras que la doncella comenzó a acariciar los cabellos del otro.

 

El joven relataba lo que le había sucedido en el día mientras que la peli plata le escuchaba y sonreía. Luego el silencio reino, pero no era un silencio incomodo, ellos se podían entender sin palabras.

 

¡Te quiero! –dijo de improvisto el joven.

 

¡También te quiero mi niño hermoso! –exclamó, su voz estaba cargada de un amor maternal.

 

Sabes que no me agrada que me digas así, y además lo dices como si fueras mi madre y tú aparentas mi edad –dijo suavemente pero con reproche el joven.

 

Pero ese es el significado de tu nombre y me gusta mucho.

 

Tal afirmación hizo que el otro suspirara. Contra ella ciertamente no podía ganar, y aunque no pensaba admitirlo abiertamente le agradaba un poco esas muestras de cariño que ella tenía con él.

 

Hizo un puchero de frustración, eso creo un ambiente amigable por lo que ambos rieron.<<

 

Todas las noche aparecía ese sueño, aunque no pudiera recordar el rostro del joven, cada vez que pensaba en él, un cálido sentimiento se plasmaba en su pecho, pero hoy fue un poco diferente hoy tuvo un sueño diferente al que aparecía todas las noches, ese sueño era el responsable del porque tenía unas inmensas ganas de llorar como nunca lo había hecho en su vida, ni siquiera cuando fue un niño.

 

>>La oji amatista sostenía a un joven, y por su bello rostro surcaban unas lágrimas de dolor e impotencia, esos ojos amatista que brillaban siempre como las estrellas más grandes perdían poco a poco su brillo por el dolor que sentía al ver en ese estado a su “niño hermoso”.

 

El joven esbozo una sonrisa y acarició la mejilla de la doncella.

 

Esto no es tu culpa, no lo olvides. –dijo sonriendo pero luego escupió sangre.

 

Su vida poco a poco se estaba esfumando. Su estado era crítico, esa herida que tenía en el abdomen no podía ser sanada por nadie ni por ella misma, pero eso no le importaba, ya que trataba de cerrarla con todas sus fuerzas, aunque sabía que eso era en vano.

 

Resiste, él pronto llegara –dijo preocupada la peli plata.

 

Recuerda que te quiero *******, Por favor sonríe nuevamente para mí –pidió, en su voz denotaba el cansancio que sentía, le costaba cada vez más mantener los ojos abiertos.

 

La joven asintió y sonrió, aunque esa sonrisa era contraria, ya que en su bello rostro solo se podía apreciar la preocupación y el dolor.

 

 Te quiero pedir un favor, dile a él que le amo y que nunca dejare de hacerlo. –una vez dicho eso sus ojos se fueron cerrando.

 

Al ver como esa alma abandono ese cuerpo y este se desplomo entre sus brazos, la joven de plateados cabellos dejo de sonreír, abrazo ese cuerpo sin vida y lloro… Lloro como nunca lo había hecho antes, su propio cuerpo empezó a temblar y a estremecerse, su vista se nublo por las lágrimas que se negaban a dejar de salir, su respiración se volvió entre cortada, era horrible el sentimiento que albergaba en su pecho, dolía… dolía… dolía mucho, no pudo prever ese movimiento, no pudo evitar su muerte, y todo era su culpa, porque tuvo que ocurrírsele la idea de citarlo a ese lugar, todo era su culpa, ahora como le diría a él que su amado murió>>

 

Zero ya no pudo retener las lágrimas que abundaban en sus ojos, no sabía porque unos simples sueños lo ponían de esa manera, unos le creaban una cálida sensación en su pecho que podía decir que se asemejaba a la felicidad y otros como el que tuvo hace un momento, hacían que un dolor nunca antes sentido se asomara, ni siquiera el dolor de la partida de Yuuki dolía tanto como aquel sueño.

 

*

*

*

*

 

Ya había pasados unos meses desde la partida de los Kuran, y unas semanas desde el suceso en su habitación, desde entonces no había tenido más sueños como esos.

 

Por otra parte la Academia Cross abrió nuevamente sus puertas, pero como ningún vampiro quería participar en el proyecto de Cross, solo había una Clase y esa era la diurna. Fue normal que el director se desanimara con eso ya que su sueño siempre fue la coexistencia entre los humanos y vampiros pero no le quedo de otra que aceptar la realidad del momento.

 

Zero caminaba por los pasillos, y se dirigió a la oficina del director. Esperaba que lo que quisiera decirle fuera de importancia como para mandarlo a llamar precisamente cuando tenía clase.

 

Abrió la puerta rápidamente y entro.

 

—Cross espero que sea importante lo que me quieras decir –gruñó.

 

Luego de decir eso, se dio cuenta de que el director no estaba solo, un chico de ojos azules penetrantes y cabellos rubios, que aparentaba como unos 19 años estaba sentado en una silla al frente del escritorio del director.

 

Fruñó el ceño, dándole a entender al director que no entendía porque ese chico estaba allí.

 

—Que bueno que llegaste Zero, la razón por la que te mande a llamar fue porque quiero presentarte a Haru Yagami, quien será un nuevo estudiante de la clase diurna y me gustaría que le llevaras a conocer las instalaciones.

 

El rubio se levantó y tanto él como Zero empezaron a analizarse.

 

—Sígueme –ordenó tangente el peli plata.

 

Ambos salieron de la oficina y el rubio solo seguía a Zero sin decir nada, no tenían nada de qué hablar, después de todo no se conocían.

 

—No te parece extraño que un Cazador sea Vampiro –dijo el rubio.

 

 Eso hizo que Zero se sorprendiera momentáneamente y luego saco a Bloody Rose de su chaqueta y le apuntó a Haru quien se mantenía sereno.

 

—Ahora sé porque tienes un aura extraña rodeándote…… ¿Qué eres? –pregunto fríamente el cazador.

 

Cuando entró en la oficina del director y le vio, sintió una presencia que nunca antes había sentido, pero no le tomo importancia, algo sabia y eso era que ese hombre era peligroso.

 

Haru solo sonrió y se acercó al cazador, tomó la mano con la que Zero sostenía a esa arma y apuntó hacia su pecho.

 

—Dispara, eso sencillamente no me hará nada, aunque no te atreverías ya que soy un estudiante de esta academia, y tu deber es proteger a todos los que habitan este lugar y eso me incluye. Pero dejando eso de lado, crees que si fuera vuestro enemigo me hubiera aparecido por aquí para presentarme, es más me convendría si no supieran mi identidad, por lo que baja el arma pequeño cazador. –dijo.

 

Un silencio se presentó entre los dos, y Zero aunque no se fiaba de ese sujeto aparto a Bloody Rose y la guardo.

 

—¿Por qué motivo viniste para este lugar? –exigió saber el peli plata.

 

—No deberías ser tan violento, pero cambiando el tema, primero te diré que no me gusta que me mientan ni mentir, por lo que seré sincero vine fue por ti, quiero conocerte Kiryuu Zero.

 

Zero abrió los ojos sorprendido, a que se refería con eso de que quería conocerlo.

 

—Acaso me crees estúpido como para creerme semejante tontería –dijo un muy enojado Zero.

 

 El rubio le jalo, haciendo que se recostara de la pared y coloco su mano para que el peli plateado no escapara, lentamente acerco su rostro al de Zero, los zafiros y amatista se encontraron.

 

—Que parte de que no me gusta mentir no entendiste, Kiryuu Zero vine a esta academia para conocerte y si me tengo que ganar tu confianza primero, así lo hare. –dijo Haru sumamente seguro de sus palabras.

 

Zero se preguntaba quién era ese hombre, porque se comportaba de esa manera.

 

Haru al percatarse que la mente del oji amatista estaba en otro lugar, alzó con su mano suavemente el mentón de Zero, para que este mirara sus ojos y la sinceridad que había en ellos.

 

—Permíteme ganarme tu confianza, yo no te mentiré ni te traicionare, no conozco tu pasado, así que déjame acompañarte en tu presente. Confía en mi Zero.

 

No quería confiar en nadie más, ya había salido lo suficiente lastimado como para volver a confiar en alguien otra vez, ella le dijo que iba a estar a su lado y se fue, por protegerla a cabo con la poco vida que tenía su pequeño hermano, ya él había manchado sus manos solo para protegerla a ella, quien lo dejo solo con la promesa de que algún día la mataría, ella volvía a poner un peso sobre sus hombros.

 

El rubio vio el dolor plasmado en esas bellas amatistas, por lo que no le importo que el cazador se enojara con él por lo que hizo, con sus brazos agarro el cuerpo de Zero y le abrazo.

 

Era un abrazo cálido, que emitía confianza y seguridad, Zero realmente extrañaba esa temperatura corporal cálida, una que él había perdido al convertirse en un vampiro. El cazador comenzó a moverse para que el otro lo soltara pero era inútil, Haru no lo haría.

 

—Se por el dolor que demuestran tus ojos que has salido herido por confiar en otros, pero te lo vuelvo a repetir confía en mi Zero, yo no sería capaz de traicionarte.

 

Zero dejo de intentar escapar de esos brazos cálidos, el cazador dejo de luchar.

 

—La última……. Será la última……. Será la última vez que vuelva a confiar en alguien, así que no me traiciones. – susurro con un tono lleno de dolor.

 

*

*

*

*

 

 Sus pasos eran rápidos pero elegantes, en su mano sostenía una cesta de comida, cuando alzó su mirada, allí lo vio, estaba tranquilo leyendo un libro mientras que sus rubios cabellos eran mecidos por la suave briza del medio día.

 

 Haru se percató de la presencia del otro por lo que aparto el libro y esos bellos zafiros se le quedaron viendo, esos ojos eran tan azules como el cielo y sus rubios cabellos como rayos cálidos del sol.

 

Desechó esos pensamientos mientras que caminaba hacia Haru, cuando estuvo cerca se sentó en la manta que había en el pasto y empezó a servir la comida.

 

Ya había pasado tres mes desde que se Haru llego a la Academia, aunque había costado unas semanas Zero comenzó a hablar normalmente con Haru, y así que con las pequeñas platicas que tenían se fueron conociendo y Zero poco a poco le conto su pasado al rubio.

 

Pero por alguna razón cuando Haru le iba a decir que era, ya que Zero sabía que no era un cazador ni un vampiro, alguien los interrumpía,  si no era Cross era Yagari si no eran ellos, eran los del club de fan de Haru y si no lo hacían estos, lo hacían su club de fans que hace poco descubrió que tenía.

 

Ambos comían tranquilamente la comida hecha por Zero, y comenzaron a platicar.

 

—¿Algo nuevo te paso? –pregunto Zero quien sonreía divertido.

 

—Si, como es posible que esas chicas me querían seguir por todos lados, te debo una.

 

Zero rio un poco, todavía recordaba como Haru intentaba escapar de su club de fans, pero él era muy amable por lo que las chicas no entendían las indirectas que les daba.

 

—Mira, que tienes tantos fans como los chupa sangres, pero al contario de la antigua clase Nocturna tú tienes clases con todas esas hormonas alborotadas. –le dijo divertido.

 

Desde que comenzó a abrirse con Haru, hablaba tranquilamente sobre los vampiros ya no había rencor en su voz, era como que si ya no los odiaba.

 

Todavía recordaba las palabras del rubio   << Los ojos no son las ventanas del alma, son las puertas, por lo que tú decides lo que dejas entrar, tus ojos son demasiados bellos como para que dejes entrar tanto odio hacia esos seres que no lo merecen >> 

 

—Si tienes razón, pero al contrario de ellos yo tengo al bello Guardián solo para mí.

 

Eso hizo que Zero se sonrojara y Haru sonrió.

 

—Eres un idiota –dijo con el rostro sonrojado.

 

Y Zero recordó el día en el que pelearon por primera vez. El día en que Haru le dijo que no todos los vampiros merecían su odio después de todo la culpa de que su familia estuviera muerta no era de ellos, porque la asesina fue Shizuka quien ya estaba muerta,  que no debía envenenar su corazón guardando odio, que viera su trabajo de Cazador como un ejemplo de ello, los cazadores estaban para eliminar solo a aquellos vampiros que habían lastimados a los humanos, su trabajo consistía en proteger, al principio se molestó pero cuando analizo bien esas palabras supo que él tenía razón.

 

Gracias a ese molesto rubio, ya no odiaba a los vampiros, comprendió que algunos de ellos sufrían mucho y la peor carga de la sociedad vampírica la tenían los sangre puras.

 

Si alguien le hubiera dicho que en tres meses olvidaría casi todo su odio por los vampiros, ese tonto hubiera recibido todo el cariño de Bloody Rose.

 

—Este es el mejor lugar para decirte todo sobre mi, aquí no nos interrumpirán –dijo Haru serio.

 

—Te escucho. –inquirió igual de serio que su acompañante.

 

—Primero te quiero decir, que cuando te enteres todo te molestaras conmigo, pero recuerda que ya varias veces he intentado decírtelo, pero no he podido porque siempre ocurren interferencias.

 

Tal afirmación hizo que Zero se extrañara, era tan importante el secreto que guardaba.

 

—Haru no es mi nombre verdadero. Sabes lo que significa ese nombre, tal significado hace referencia al simbolismo  de mi nombre.

 

—Haru significa “Primavera” pero también “Luz del Sol” o solamente “Sol” pero que tiene que ver eso con tu nombre.

 

—La primera vez que nos vimos me preguntas que era, bueno te lo responderé, mi nombre es Apolo divinidad del Sol, levante. -pidió suavemente, levantándose primero el para luego ofrecerle  la mano a Zero quien la acepto confundido.

 

—Es pero que estés preparado para mojarte –informó el rubio.

 

Alzó unas de sus manos y unas nubes taparon al sol. El bello cielo azul se nublo y sin dar aviso, las nubes dejaron caer todas las gotas de agua que se encontraban en su interior.

 

—Estas totalmente empapado –dijo el rubio mientras acariciaba el mejilla de Zero.

 

La lluvia no paraba, ambos estaban mojados y sus cabellos se pegaban a sus frentes.

 

—¡Tú también lo estas! -aclaró Zero.

 

—No pareces sorprendido, dime esto cambia nuestra relación –pregunto un poco preocupado.

 

—Estoy sorprendido nunca me lo imagine, pero aunque seas un Dios para mi sigues siendo Haru.  –dijo y luego sonrió.

 

Él mencionado también imito la acción de Zero y sonrió, se alegraba que para Zero todavía seguía siendo su amigo.

 

—Te vas a refriar, ven vamos a dentro –ordenó suavemente he hizo que la lluvia cesara.

 

Ambos chicos se comenzaron a dirigir para la academia, los dos se encontraban empapados pero eso en ese momento no les importaba.

 

*

*

*

*

 

La vampiresa abrazó efusivamente a su amado, estaba sumamente contenta.

 

—Gracias por aceptar volver a la Academia Kaname –dijo la castaña sonriendo.

 

—Iremos para allá en unas semanas –informó el oji borgoña a sus nobles mientras que deshacía el abrazo de Yuuki y se volteaba para ir hacia su oficina, seguido de cerca por Takuma.

 

 Cuando ya ambos no se encontraban ni se veían, los nobles que quedaban en la sala fruñeron el ceño dando a entender que estaban reprobando eso.

 

—Yuuki-sama si usted sigue con esa actitud infantil pronto perderá a Kaname-sama, es muy caprichoso de su parte querer ir solo para saber si todavía tiene sentimientos por Kiryuu. – reprochó con desdén Ruka.

 

—Ruka tu no lo entiendes…..

 

No termino de defenderse porque Ruka le interrumpió.

 

—No, usted es la que no entiende, ellos dos no siempre la amaran, con permiso Yuuki-sama. –dijo para luego marcharse con los otros nobles.

 

Todos ellos estaban molestos. Desde que llegaron, ella le pedía a Kaname que tuvieran citas para sacarse de la cabeza a Kiryuu Zero, porque según ella su corazón estaba dividido, no le importaba que Kaname estuviera ocupado, se comportaba de manera infantil y caprichosa, ninguno de ellos la aceptaban como la pareja de Kaname.

 

Solamente irían a la Academia porque él se los ordenaba, no para apoyar ese comportamiento infantil que tenía Yuuki.

 

Y las ruedas del destino, comenzaron a girar.

 

Porque ninguno de ellos estaba dispuesto a renunciaría a lo que desde la antigüedad les pertenecía.

Notas finales:

Aprecio cada comentario, asi que diganme que les parecio este capitulo.


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