Sebastián se encontraba totalmente dormido en una pequeña habitación que solo contaba con una cama y una ventana con vista hacia la aldea.
Sus ojos comenzaron a abrirse lentamente,la habitación estaba algo oscura debido a que ya era de noche y el pequeño cuarto no contaba con la luz suficiente,solo la luna era lo que le permitía tener un poco de claridad.
Sebastián abrió completamente los ojos y aún acostado pudo visualizar la habitación a su alrededor y volvió nuevamente a la realidad de que no estaba en su casa.
Levantó la parte superior de su cuerpo con la intención de colorcarse de pies pero el fuerte dolor en su tobillo seguía persistente,impidiendole moverse fuera de la cama.
Tambien sintió el dolor de la cortada en su mejilla recordando
ese horrible momento donde pensó que en realidad sería apuñalado por esa mujer,pero esa cortada no le dolia tanto como su tobillo.
En ese instante mientras pensaba en todo lo sucedido,la puerta de la habitación se abrió y el moreno entró con algo de comida,Sebastián al verlo no se asustó,sino todo lo contrario,a él le parecía curioso que siempre andara sin camisa o con algo puesto,su torso siempre andaba desnudo,pero no era algo desagradable ya que tenía un buen cuerpo,solo que sebastián nunca estuvo acostumbrado a ver esa clase de cosas en su familia y mucho menos a los de su raza.
-¿Estas bien?-Preguntó el moreno de forma fría pero a la vez tímidamente como si estuviera esperando algún insulto por parte de Sebastián.
-Me duele un poco el tobillo-Contestó Sebastián tranquilamente viendo lo que traía el moreno en sus manos.
-Te traje algo de comida-El moreno comenzó hablar de forma tranquila nuevamente y se sentó a un lado de Sebastián.
Sebastián agarró gentilmente el plato de comida y observó detalladamente el contenido del mismo y dudó por un momento si comerlo o no hacerlo,pero su estómago le decía que no pensara en mas nada y que solo comiera,y asi mismo lo hizo.
El moreno observaba como Sebastián devoraba prácticamente el plato,comía tan rápidamente como si tuviera tiempo sin hacerlo,pero el moreno se sentía raro al notar como cada uno de los movimientos que hacía Sebastián lo hipnotizaba completamente.
-¿Ya comiste?-preguntó Sebastián sacandolo de su estado hipnótico.
-En realidad estas comiendo mi comida-Le contestó seriamente-Pero no me arriesgo a darte otro plato,quizás mi madre le coloque veneno o algo peor-El moreno sabía perfectamente como era su madre y la profunda rabia que le tenía a los de piel blanca.
Sebastián no quiso preguntarle acerca de su madre y no quería saber nada con respecto a esa mujer.
El moreno observó la mejilla de Sebastián y pudo notar el rojo intenso que recorría todo ese lugar,él hizo un intento de limpiarle esa parte con su mano,pero Sebastián no permitió que lo tocara y le dio un fuerte golpe en la mano apartandola de su rostro.
Esto hizo que el moreno se molestara mucho,agarró el plato de comida que ya estaba vacío y se lo llevo fuera de la habitación,a Sebastián no le importó si se había molestado o no,solo no dejaría que ese chico le tocara su rostro.
Minutos mas tarde el moreno vuelve a entrar a la habitación pero esta vez con un poco de agua,Sebastián se la toma y observa como el moreno se coloca en el otro extremo de la cama justo enfrente de sus pies.
-¿Que vas hacer?-Preguntó rápidamente Sebastián.
-Si no le haces algo rápido al tobillo te dolera mas tarde,pienso hacerte un masaje-Le contesto naturalmente.
Sebastián lo pensó por un minuto y al final acepto que solo le tocara el tobillo.
-Te tendrás que quitar los pantalones-Le dijo el moreno viendo como lo hinchado se extendía mas arriba de su tobillo.
-No lo haré-De eso Sebastián estaba seguro.
-Entonces lo tendré que hacer yo a la fuerza-El moreno estaba dispuesto a hacerlo sin ninguna duda pero Sebastián lo detuvo.
-Esta bien,lo haré yo mismo-Sebastián sin muchas ganas se quitó los pantalones quedando solo con un pequeño short que tenía debajo.
Nuevamente el moreno quedo hipnotizado al ver la blanca piel de Sebastián que a pesar que la habitación estaba un poco oscura se podía observar claramente,trago saliva y trató de pensar en otra cosa,ya que sus pensamientos comenzaban a generar escenas pervertidas,asi que trato de disimularlo un poco aprovechando que Sebastián solo
miraba el techo.
-Solo relajate-Le dijo el moreno quien empezó a darle masajes no solo en el tobillo sino en todo el pies.
Sebastián sentía un poco de dolor pero a la vez sentía una agradable sensación que lo relajaba completamente,en realidad era el primer masaje que le daban y no estaba nada mal.
Pero mientras Sebastián disfrutaba,el moreno sufría en cada momento,quería tocar mas allá de sus pies y ya la tentación lo estaba matando,asi que empezó a mover ambas manos hacía arriba.
Sus manos empezaron a masajear la pierna de Sebastián,el moreno no podía creer lo suave que era su piel,Sebastián estaba tan relajado que no se había dado cuenta de que ya no le estaban dando masajes en su tobillo.
Ahora el moreno no solo quería tocar sus piernas,ahora quería tocar generalmente todo su cuerpo,su cuerpo había comenzado a ponerse caliente.
-¡¿Que haces?!-Sebastián volvió a la realidad y le dio un fuerte golpe en la cabeza al moreno haciendo que este último se colocara de pies enseguida.
-¡Solo te hacía un masaje!-Dijo el moreno con el mismo tono de voz alto que utilizó Sebastián.
-Eres un maldito sádico pervertido-Le dijo Sebastián señalandole como la entrepierna
del moreno había crecido enormemente dentro de su pantalón.
-¡¿Que?,no soy el único!-El moreno le señalo la entrepierna a Sebastián que tambien había crecido.
Sebastián no podía creer que algo asi hubiera sucedido y rápidamente se tapo con una almohada,su rostro estaba completamente rojo por la vergüenza,lo que generó la risa algo pervertida que salió de los labios del moreno despues de eso.
-Vete-Dijo Sebastián en voz baja como si fuera una orden,pero el moreno siguió de pies-¡Que te vayas!-Esto último fue un grito que en realidad asustó al moreno quien salió rápidamente de la habitación...
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