-Muerde esto-Dijo el chico moreno enseñandole una pequeña rama-Esto te dolera un poco-El tobillo de Sebastián en realidad estaba fuera de lugar asi que solo era necesario colocarlo de nuevo en su lugar.
Sebastián no estaba completamente preparado cuando el chico enfrente suyo movió su pies con fuerza provocandole un fuerte dolor,que sino fuera por la pequeña rama que estaba mordiendo de seguro se escucharía por todo el bosque.
Lo bueno es que el dolor fue disminuyendo poco a poco,pero al tratar de colocarse de pies el dolor seguía persistente,aún su tobillo se encontraba hinchado.
Se podía escuchar mas de cerca a esas personas a las que Sebastián huía,el moreno sin pensarlo 2 veces se dio vuelta para que Sebastián se montara en su espalda y asi lo hizo.
El moreno empezó a correr a través del bosque sin miedo a tropezarse o caer en una trampa,él conocía perfectamente el lugar,Sebastián solo podía sostenerse con fuerza,el moreno solo sostenía ambas piernas del otro chico y sentía que Sebastián no pesaba nada.
Al cabo de unos minutos el moreno se detuvo y Sebastián pensó que aún no estaban lo suficientemente lejos.
-¿Que haces?,sigue avanzando-Sebastián le hablaba con mucha confianza.
-No se van atrever a venir a esta parte del bosque-Dijo el moreno caminando en pasos muy lentos.
-¿De que hablas?,solo empieza a correr-Esta vez Sebastián lo había dicho como si fuera una orden,lo que hizo enojar al otro chico quien lanzó a Sebastián al suelo.
-¡Te estoy ayudando y lo único que haces es dar ordenes!-El moreno había elevado un poco la voz y ya no parecía ser ese chico amistoso que Sebastián pensó que era-¡Quien debería de dar las órdenes aqui soy yo,estas en nuestro territorio!.
Sebastián solo podía quedarse callado,no conocía muy bien las personas de esa raza,asi que era mejor no enfadarlo mas de lo que estaba,aunque aquel regaño lo hizo sentir muy mal.
El moreno se dejo caer en el suelo para relajarse un poco y pensar muy bien en la situación en la que se encontraba,en ese momento vio la expresión en el rostro de Sebastián.
-Solo intento ayudarte-El moreno
lo dijo mas tranquilamente viendo como Sebastián solo observaba el suelo-Mis padres nunca me dijeron que los blancos eran muy llorones.
-¡¿Quien esta llorando?!-Sebastián elevo su rostro para que notara que en realidad no estaba llorando,lo hizo de una forma tan inocente que provocó la risa del moreno.
-Mierda,esto me traerá problemas-Se colocó de pies-Vamos,te ayudaré-Le extendió su mano para ayudar a levantarse pero Sebastián lo rechazo.
-Me quedaré aqui,te puedes ir-Sebastián volvía a mostrar esa actitud de superioridad que tanto molestaba al moreno.
Pero este último pretendió ignorarlo y lo sujetó por la cintura para colocarlo en su hombro derecho como si de un saco se tratara.
-¡Bajame!,¡bajame!,¡bajame!-Sebastián empezó a quejarse y darle golpes en la espalda,trataba de moverse pero el moreno lo tenía fuertemente agarrado por la cintura para que no pudiera moverse tan fácilmente.
-Pensé que ustedes eran personas mas fuertes y temibles,pero tu eres todo lo contrario-El moreno se burlaba de Sebastián-Eres un debilucho bien lindo-Esas últimas palabras lo dijo muy seriamente provocando que Sebastián se sintiera incómodo y sonrojado por lo que golpeó con mas insistencia la espalda desnuda del otro.
Paso un largo rato donde el moreno estuvo cargando a Sebastián en su hombro por todo el bosque,Sebastián ya se había cansado de golpearle la espalda y se había quedado dormido en esa incómoda posición viendo hacia el suelo,pero se despertó cuando comenzó a sentir dolor en su cintura debido a que el fuerte brazo del moreno seguía sosteniendolo fuertemente.
Sebastián estaba apuntó de quejarse pero al dirigir su mirada hacia un lado vio a través de los árboles algo parecido a una aldea,donde personas caminaban de un lado a otro,habían puestos de comida y cualquier otro tipo de comercio donde las personas caminaban de un lado a otro y hablaban ruidosamente,habían muchas personas y todos eran de la misma raza,unos negros y otros mas morenos.
Sebastián al notar eso de inmediato se asusto y empezó a golpear con insistencia la espalda de quien lo cargaba.
-Detente por favor,¿a donde me llevas?-Sebastián en realidad estaba asustado.
-Te llevaré a casa,cuando este mejor tu tobillo te podrás ir.
-No,no quiero ir,mejor sueltame,si ellos me llegan a ver,van a querer matarme-Sebastián estaba muy nervioso y eso se podía notar en su voz.
-No te preocupes mi casa esta un poco apartada de la aldea,nadie podrá verte-El moreno trataba de tranquilizar a Sebastián.
-¿Y tu familia?.
-Solo son mi mama y 2 hermanos menores,no permitiré que te hagan daño,lo prometo-Esas palabras hicieron que Sebastián se sintiera seguro por un momento,pero estar en lugar desconocido donde las personas al ver tu color de piel solo piensan en asesinarte no lo hacía sentir completamente seguro.
La aldea estaba rodeada de árboles para mantenerse"oculta" la cual ellos pasarón por el alrededor sin ser vistos,minutos despues llegaron por detrás de una pequeña casa que se encontraba apartada de la aldea.
El moreno abrió la puerta y con mucho cuidado colocó a Sebastián en una silla donde pudo apreciar tu tobillo y ver que lo tenía muy hinchado.
La mama del moreno estaba de espalda a ellos cocinando tranquilamente,sabía que alguien había entrado al escuchar la puerta abrirse y pensó que era uno de sus hijos pero al darse vuelta lo primero que vio fue al chico blanco de ojos café,haciendo que su respiración se acelerara rápidamente.
Todo paso en cuestión de segundos,la madre tomo un cuchillo y corrió hacia Sebastián con una mirada asesina,Sebastián cayó de la silla con la madre encima de él quien estaba dispuesta a apuñarlo,pero solo logró hacerle un pequeño corte en la mejilla,el moreno la había agarrado y alejado de Sebastián.
-¡Mama que haces?¡-Grito el Moreno viendo como su madre trataba de soltarse de sus brazos aún con el cuchillo en la mano,parecía que estaba poseída.
Sebastián con lágrimas en los ojos se arrastró por el piso para llegar a la puerta trasera y tratar de huir pero la puerta se abrió antes de que él llegara.
2 chicos vieron a Sebastián,y tenían la misma expresión asesina que aquella mujer que lo había atacado.
Sebastián en ese momento no procesaba nada por su mente,todo se volvió completamente oscuro...
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