Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

EL ACTOR Y EL CONDE [CHENMIN] por solokik

[Reviews - 42]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Bolas todos mis lectores fantasmas.

Se viene el drama, difrutenlo.

Recostado de lado, inclinó las caderas para satisfacerse con cada caricia a su pene, la forma de Jongdae de despertarlo era la manera perfecta para dar la bienvenida a la mañana, se quejó cuando la deliciosa fricción se retiró pero gimió su alivio cuando en su lugar unos dedos se deslizaron entre su trasero abriendo su entrada, hubo una risa ahogada detrás de él cuando se relajó para darle la bienvenida a Jongdae en su interior, llenado y con una mano acariciando su polla, Minseok no sabía si presionar hacia abajo o empujar hacia arriba, jadeó de placer, su cuerpo bullía por haber sido tan expertamente usado. Jongdae aceleró, empujando más profundo y Minseok apenas podía respirar, tan cerca de su liberación, con la intensidad construida, no pudo aguantar más. Jongdae gruñó cuando llegó a la cima, él lo siguió unos segundos después, se quedaron quietos por un momento, hasta que Jongdae se retiró dejando un suave beso en su nuca.

—Buenos días.

Minseok miró por encima del hombro para ver las mejillas encendidas de su amante y su sonrisa de satisfacción. —Oh, definitivamente este un buen comienzo para empezar el día. —Se dio la vuelta y apoyó la cabeza sobre el pecho de Jongdae. —En algún momento, voy a tener que llamar a Hyuna para que me ayude a vestirme, soy un esclavo de mi armario.

Los dedos de Jongdae peinaban su cabello perezosamente. —He estado pensando en darte la oportunidad de ser tú mismo, Daeul necesita un tutor.

—¿Daeul?

—Mi hijo, he tenido la intención de presentarle a Sohee, pero los últimos días he estado...

—¿Enfurruñado? —Sugirió.

—Tal vez se podría interpretar de esa manera.

Se rió. —Entonces, ¿me cuentas de este hijo tuyo?

—Daeul tiene casi tres años y puede ser difícil con la gente nueva, incluso con su niñera tiene problemas algunas veces, pero está llegando a una edad en la que necesita un tutor o dos y Minseok podría ser fácilmente uno de ellos, al menos para el mundo exterior.

—Creo que podría funcionar por lo general les agrado a los niños y me daría un propósito aquí, además de hacerme pasar por mi hermana aunque tal vez debería reunirme con él primero.

Jongdae besó su frente. —Muy bien, después del desayuno voy a presentar al futuro Conde Kim a su madrastra.

Con excepción de Hyesuk los invitados de la noche anterior se sentaron a desayunar cuando ambos llegaron, la conversación giró en torno a los acontecimientos del día y Jongdae anunció alegremente que los Bolos sobre césped estaban listos para el torneo y que esperaba que todos pudieran estar dispuestos a disfrutar del juego de las escondidas en el laberinto, Ryeowon se rió y lo llamó muchacho tonto.

—Muy cierto mi señora, pero de alguna manera pensé que usted no está en condiciones para cazar.

Ryeowon se frotó el estómago y sonrió. —Si quiere jugar en los jardines, no es necesario utilizar a una mujer embarazada como excusa, estoy segura que todos vamos a apaciguar sus maneras extrañas.

—Jongdae tiene formas más extrañas que el jugar a las escondidas —dijo Sooyoung con una sonrisa de complicidad.

Una parte de él había querido decir algo, pero otra parte más grande quería ver la reacción de Jongdae.

—Aparte de mi deseo de beber demasiado vino, no tengo ni idea de qué estás hablando.

—Tal vez necesite que le ayude a refrescar su memoria.

Minseok sospechó que Sooyoung pensaba que su sonrisa era traviesa, pero se veía más depredadora desde donde él estaba sentado.

Jongdae le lanzó a él una mirada fija y tomó un trago de cerveza antes de responder. —Mi memoria está bien como está.

—Jongdae, si has terminado —dijo poniéndose de pie—, me gustaría mucho aceptar tu ofrecimiento de conocer a Daeul.

—Por supuesto. —Jongdae se volvió hacia sus invitados—. Nos reuniremos a las diez en el césped... ¡prepárense para jugar su mejor juego!

Minseok tomó el brazo de Jongdae y vio a Sooyoung fruncir el ceño mientras se iban. —¿Puedo saber qué pasó entre ustedes dos?

—Nada más que una forma agradable, para ambos, de pasar el tiempo.

Se dirigieron al piso de arriba hacia el ala este, su estómago se anudó dolorosamente ante la idea de los dos juntos. —¿Todavía tienes la intención de "pasar el tiempo" con ella?

La frente de Jongdae se arrugó y a pesar de que habían llegado a un acuerdo la noche anterior, Minseok no estaba seguro si tenía el derecho a preguntar. —Supongo que dependerá de lo que estés esperando de mí.

—¿Qué derecho tengo para esperar algo?

Jongdae se detuvo y se volvió a mirarlo.

—Tienes todo el derecho, dime, ¿qué es lo que deseas?

—Te pediría tu fidelidad, pero si eso no es posible, entonces te pido que seas discreto.

El beso de Jongdae fue inesperado y más dulce que todos los que habían compartido antes. —No es una dificultad para mí mantener mis votos cuando eres el único por el cual los he hecho.

—Gracias. —Podía sentir el rubor que se extendió por sus mejillas.

—El placer es todo mío, créeme. —Jongdae volvió a besarlo—. Ahora ven, vamos a conocer al otro hombre de esta casa con el que estaría dispuesto a dejarte pasar el tiempo a solas.

La sala de juegos de Daeul habría sido la envidia de cualquier niño, una gran cantidad de muñecos sentados en un rincón, rodeado por un ejército de soldaditos de plomo y había un caballito que se inclinaba contra una cómoda, sospechaba que no sería utilizado más en años venideros dado el tamaño del pequeño niño que le miraba nerviosamente detrás de las faldas de su niñera.

A pesar de la restricción de su corsé y la ballena de su crinolina, logró agacharse para ponerse al nivel de los ojos del niño, que desapareció detrás de su niñera.

—Hola Daeul.

El cabello castaño de Daeul volvió a aparecer y lo miró con grandes ojos negros. Su niñera murmuró una disculpa que Minseok despidió con un gesto y ella jaló a Daeul delante. de sus faldas, él la miró con incertidumbre y ella le acarició el pelo.

—Hola.

Jongdae se puso en cuclillas también, y Daeul caminó con paso inseguro hacia él agarrando una muñeca de trapo.

—No dejes que su exterior de ángel te engañe, puede ser un pequeño diablo cuando quiere.

—Pensé que eso era lo que los niños pequeños hacían mejor.

Aunque Minseok no estaba seguro de que Daeul fuera lo suficientemente mayor como para entender todo lo que estaban diciendo, la expresión que mostró le dio la impresión de que lo hizo, y le dio un mohín contrariado que le recordó a Jongdae.

—Mi nombre es Sohee, espero que quieras ser mi amigo.

Daeul miró a su padre en busca de confirmación y cuando asintió, le tendió la muñeca a Minseok. —Gracias —dijo tomandola—. ¿Tiene nombre?

—Dolly.

Daeul se escabulló, buscando algo en la esquina de la habitación, la niñera se excusó con una reverencia y Minseok, con sus rodillas comenzando a doler, se puso de pie, el niño se apresuró a regresar con un soldadito de madera que también le pasó y esperó expectante.

—Creo que le agradas —dijo Jongdae sonando satisfecho—. Normalmente no es de compartir sus juguetes.

Minseok agradeció a Daeul y le devolvió la muñeca y el soldado. —Ambos son muy buenos juguetes. ¿Tal vez la próxima vez pueda contarte un cuento?

El entusiasmado asentimiento de Daeul fue acompañado por bufido divertido de Jongdae. —Tienes un talento con los hombres Kim, Sohee, parece que somos como masilla en tus manos.

Viendo la mecedora, se sentó y Daeul lo tomó como una invitación, ignorando la advertencia de Jongdae de tener cuidado, se subió al regazo de Minseok, quien puso un brazo protector alrededor de él para asegurarse de que no se cayera y Daeul se acurrucó más cerca.

—Esta fue también mi habitación de niño —dijo Jongdae levantando un soldado y dándole vueltas en su mano—. Mi madre solía sentarse en esa misma silla y me contaba cuentos.

—No me acuerdo de mi madre, Sohee dice que ella sí, pero creo que sólo lo dice para burlarse de mí.

—¿Qué pasó?

—No necesito decirte que el parto puede ser peligroso, de gemelos peor, desde pequeño mi padre dijo que ella nunca se recuperó y murió antes de que yo cumpliera dos años.

—Debe haber sido difícil, quiero decir, tenía una niñera, pero mi madre siempre venía a darme un beso de buenas noches y hasta mi padre era conocido por entablar una feroz batalla con mis soldaditos de vez en cuando.

Se rió. —Suena idílico, yo estuve casi siempre al cuidado de una niñera, y cuando me hice mayor, de un tutor, mi padre estaba más tiempo fuera de lo que estaba en casa y cuando murió...

Jongdae apretó su hombro. —¿Es por eso qué te mudaste de la casa de la familia a Seúl?

No estaba acostumbrado a hablar de esas cosas, pero en lugar del habitual deseo de desviar la conversación, él quería hablar con Jongdae. —Sí, pero no es propiedad Ahn, la deuda de mi padre hizo que nuestra casa en Busan fuera vendida y fuimos enviados a la casa del hermano de mi madre, el padre de Seohyun.

—No me di cuenta.

—¿Por qué lo harías? No extrañé la casa en Busan cuando nos tuvimos que mudar, pero todo fue vendido.

—¿Todo?

—Tenía un barquito, una réplica del Golden Hind, y lo tuvimos que dejar atrás, no habría habido espacio para él en Seúl, pero en ese momento estaba tan enojado.

Daeul se retorció en su regazo, un pie fuera de lugar dio un golpe a una de las áreas más delicadas de Minseok, gruñó de dolor y Daeul soltó una risita, Jongdae lo levantó y dejó escapar un chillido encantado y agudo.

—En realidad deberíamos volver con nuestros invitados. —No sonaba como si quisiera, pero llamó a la niñera, ella regresó y tomó a Daeul de él.

—¿Cuándo sería el momento apropiado para visitarlo? r13;preguntó.

La niñera hizo una reverencia. —El tiende a dormir una hora más o menos a la tarde y su hora habitual para acostarse es después de la cena, pero aparte de eso cualquier momento está bien mi señora.

—Entonces vendré en la mañana ¿Si no tiene ninguna objeción mi señor?

Jongdae se quedó perplejo ante la pregunta. —No, no, por favor hazlo.

—¡Aquí están! —llamó Sooyoung—. Jongdae, tú y yo haremos un buen equipo. —Él le ofreció una sonrisa de disculpa cuando ella le agarró del brazo y tiró de el.

•••

—Estoy aquí sólo para ver —dijo Ryeowon, que se sentó en una silla, con las manos descansando sobre su vientre hinchado—, pero estoy segura de que Hyunbin estaría encantado de jugar con Sohee, si lo deseas.

—Me encantaría ¿Y qué hay de ti Hyesuk?

—Este juego es para los jóvenes y Woobin ha acordado hacer pareja con mi marido, que se ha olvidado temporalmente de que es un hombre mayor.

Los bolos eran un juego que su padre había jugado y la mayoría de los buenos recuerdos de Minseok sobre él estaban relacionados de una manera u otra con el juego. Hyunbin, Woobin y Jongdae estaban haciendo rodar un dado para ver cuál de las parejas jugarían primero, con un puñetazo triunfal al aire, Hyunbin se volvió a él y le entregó el jack.

—Las damas primero —dijo con una sonrisa burlona.

—¿Conoces las reglas del juego?

—Oh, tengo una vaga idea, he jugado un par de veces cuando era más joven.

Jongdae atrapó su mirada y levantó una ceja, él lo ignoró y dio un paso adelante hacia los bolos, la pelota se deslizó sobre la superficie lisa de la hierba antes de detenerse, luego aceptó una bola con un punto rojo y la lanzó con un experto lanzamiento por lo que se detuvo frente al jack con un beso suave.

—¡Ha! —Gritó Hyunbin—. Mi señora, usted es un arma secreta.

—Tal vez tenga suerte —dijo con un guiño.

Sooyoung decidió que debía ser la siguiente. —Tal vez, Jongdae —dijo, inclinándose cerca—, pueda mostrarme la mejor manera de hacer esto.

Jongdae estaba claramente consciente de que Minseok lo estaba mirando, se apartó y le tendió una bola con manchas amarillas—. Solo da lo mejor de ti.

Sooyoung le arrebató la pelota, con una sonrisa forzada. —No me culpes si no ganamos.

Para ser justos, Minseok pensó que Sooyoung había intentado lanzar correctamente, pero la bola había salido de su mano de una manera descuidada lo que provocó que rodara a pocos metros y en la dirección equivocada, Hyunbin aplaudió galantemente, aplaudiendo sus esfuerzos, pero Jongdae gruñó ante su ineptitud.

Hyunbin y Jongdae fueron excelentes jugadores, aunque Jongdae tenía una veta competitiva que le llevó a ponerse más molesto por los continuos y pobres esfuerzos de Sooyoung.

—Al menos debes ser capaz de llevar la maldita bola en el área general del jack —espetó.

La cara de Sooyoung se desencajó, Minseok decidió que el comportamiento de Jongdae era apenas el de un caballero. —Jongdae, es sólo un juego y ella está tratando de dar lo mejor.

Él hizo una reverencia a Sooyoung y le besó el dorso de la mano. —Lo siento señorita, mis palabras estuvieron fuera de lugar.

Por un momento deseó no haber dicho nada, ya que Sooyoung estaba sonriéndole a Jongdae como si él fuera la luna y las estrellas todo junto, ni siquiera había mirado en la dirección a Minseok y mucho menos le dio las gracias por interceder. —No hace falta, también estoy decepcionada porqué seré la causa de la derrota si no ganamos.

Y perdieron. Minseok molesto por la sonrisa tonta de Sooyoung y el aparente deleite de Jongdae de ser el centro de su atención, tomó partido, y él y Hyunbin ganaron contundentemente el juego.

Chulho y Woobin fueron más que un desafío, pero también perdieron ante el juego superior de Minseok y Hyunbin.

—Dime —preguntó Chulho en derrota—, ¿dónde aprendiste a lanzar Sohee?

—Mi padre, la historia familiar cuenta que él ayudó a Sir Francis Drake a mejorar su juego. Mi hermano es mejor que yo y me hizo practicar con él cuando éramos pequeños.

Jongdae apareció a su lado. —Tengo muchas cosas que aprender sobre mi nueva esposa ¿Debería estar preocupado acerca de qué más podría estar escondiendo?

—Le aseguro, mi señor —hizo una pequeña reverencia—, que no estoy ocultando nada siniestro, a menos que crea que mis habilidades de distinguir un galeón de una fragata puedan causar alarma.

—Creo que voy a tener que mantener un ojo muy cerca de ti. Ahora, ¿qué me dices de premiar al ganador con un beso?

—Yo no quiero uno —bromeó Hyunbin.

Jongdae le dio una palmada en la espalda de manera amistosa. —No desearía poner celosa a tu buena esposa.

—Supongo que un beso sería tan bueno como cualquier otro premio —dijo Minseok, estuvo encantado cuando Jongdae lo jaló más cerca y lo besó con dulzura.

La comida se sirvió afuera en mesas traídas de la sala por los sirvientes pronto se encontró disfrutando del humor irónico de Hyesuk y las indirectas no tan sutiles de Ryeowon hacia Sooyoung, ésta no le prestó atención a las otras mujeres del grupo, prefiriendo una vez más monopolizar la atención de Jongdae.

—Toma un consejo de una mujer que ha estado casada durante muchos años —Hyesuk hablo hacia Minseok aunque su mirada nunca se alejó de Sooyoung—. Un matrimonio feliz debe empezar bien para terminar bien, no dejes que el señor Jongdae se distraiga, es un tipo decente, que sólo necesita que se le recuerde eso.

—Voy a tomar tu consejo Hyesuk, pero ya me he asegurado sobre este tema.

Hyesuk sonrió levemente. —Una cara bonita puede hacer que incluso el más leal de los hombres olvide sus garantías.

Minseok leyó lo dicho entre líneas "especialmente cuando se casó con una mujer simple", mientras Sooyoung soltaba una risita y se aferraba al brazo de Jongdae, aunque no estaba abiertamente alentándola, se tomaba más tiempo para alejarla cada vez que lo tocaba.

—Si todos saciamos nuestro apetito —dijo Jongdae terminando su vino—, creo que es hora de las escondidas en el laberinto, antes de que el resto de los invitados lleguen para el banquete de esta noche.

Ayudó a Ryeowon a ponerse de pie. —Le daremos ventaja, ya que se que no anda rápidamente, sino como un pato.

Ella golpeó su brazo antes de tomar la mano de su marido. Los seis caminaron por los jardines hacia la entrada del laberinto, sin necesidad de darse prisa, fue un agradable entrenamiento, Minseok se sintió aliviado de que Jongdae había ido hacia él evitando a Sooyoung y habían caminado juntos, el brazo de Jongdae alrededor de su cintura.

Hecho de un aligustre de hoja perenne, las paredes del laberinto por lo menos era dos pies más alto que el más alto de su grupo, e incluso durante su deambular por los jardines, Minseok todavía tenía que explorar el laberinto y estaba ansioso por entrar.

—Bien, las mujeres se dirigirán en primer lugar y luego los caballeros. ¡Voy a silbar varios minutos después que el último de ustedes haya entrado, y después el primero que llegué al centro sin ser descubierto gana.

Minseok levantó el dobladillo de sus faldas y se apresuró a entrar en el laberinto, Hyesuk y Ryeowon se habían dirigido a la izquierda, Sooyoung a la derecha, así que él siguió derecho, afortunadamente, el sol brillaba en lo alto, por lo que en el laberinto había suficiente luz para guiarse sin tener que preocuparse de tropezar con un obstáculo oculto.

Sin estar seguro de cuánto tiempo había estado serpenteando a través del laberinto, con el silbido habiendo pasado algún tiempo atrás, Minseok dobló una esquina escuchando a Sooyoung y Jongdae, dio unos pasos hacia atrás alrededor del seto para que no lo vieran, pero si para poder escuchar la conversación.

—¿Por qué estás actuando así? —preguntó Sooyoung, tenía una mano en el pelo de Jongdae tratando de tirar de él hacia abajo para obtener un beso—. Nunca antes te habías alejado de mí.

—Soy un hombre casado, no puedo continuar como lo hice una vez.

—Tonterías.

El pecho de Minseok se contrajo cuando ella se puso de puntillas y rozó sus labios con los de Jongdae, por un momento pensó le devolvería completamente el beso, pero él volvió la cabeza y agarró su mano para sacarla de su pelo.

—¡Sooyoung! Esto no va a suceder, tengo a Sohee ahora.

—¿Sohee? —Se burló—. No puedo creer que una chica tan simple como ella puede encender tu pasión, conozco tus gustos, sé lo que te vuelve loco ¡y no hay manera de que ella pueda hacer eso!

—No sabes nada de eso y te va a hacer bien recordar que al insultar a mi esposa, me estás insultando a mí.

—No seas ridículo, no sé por qué te casaste, pero no deberías negarte a ti mismo por qué has cargado con semejante criatura.

Jongdae frunció el ceño. —No voy a decírtelo de nuevo, esto se detiene ahora, o te irás y no volverás.

—¡No te atreverías! Mi padre…

—Tu padre —interrumpió—, trató de casarte conmigo antes y no quise nada de eso, tuvimos algunos momentos agradables pero no se repetirá y te conducirás de forma más apropiada para una dama, en lugar de lanzarte a mí como una meretriz.

Sooyoung le dio una bofetada, el duro golpe de su mano a través de la mejilla de Jongdae hizo que Minseok hiciera una mueca de dolor y pensó que era hora de hacer acto de presencia, agarró las ramas del seto sacudiéndolas para que pudieran oír y pensar que alguien se acercaba.

Al salir de la vuelta de la esquina, Sooyoung lo vio e inmediatamente se alejó corriendo, Jongdae se apresuró a hablar. —Déjame explicarte.

Minseok se precipitó hacia él y puso un dedo en los labios. —No hay ninguna necesidad, escuché la mayor parte.

Alzó la mano, envolvió sus brazos alrededor del cuello de Jongdae y lo besó, él respondió con entusiasmo, tirando mas cerca de él, pudo sentirlo endurecerse en sus pantalones y empujó sus caderas más cerca. —Podría usar mi boca —susurró.

Jongdae gimió y apretó la cara en su cuello. —Hay un escondite secreto en el norte del laberinto, no seremos molestados.

—Muéstrame.

Corrieron por el laberinto, Jongdae tomando la delantera, Minseok podía oír a los demás en otros lugares entre los setos, la risa encantada de Ryeowon ubicándola a cierta distancia, deteniéndose en lo que le pareció un callejón sin salida, Jongdae movió una parte de las ramas y desapareció, sólo para que su brazo volviera a aparecer haciéndole señas, no dudó y se abrió paso por las ramas en un pequeño espacio cuadrado hecho de cuatro paredes de seto, con un banco en el medio.

Solos, se alcanzaron uno al otro con desesperados besos, Minseok lo guió hacia atrás, hacia el banco sin romper el beso hasta que cayó de rodillas entre las piernas de Jongdae, respiraba con dificultad mientras desataba la delantera de sus pantalones liberando su dura polla, Minseok extendió la mano, agarrándolo y experimentando lamió la corona del glande, ganando un suave gemido.

Nunca había hecho eso, pero quería complacer a Jongdae, quería que disfrutara de su boca, con cuidado guió la polla hacia su boca, asegurándose de que los dientes no agarraran la sensible carne, su propia virilidad se hinchó y podía sentir la cabeza de su pene rozando contra la tela de su enagua, alcanzando el elástico de su crinolina, la fricción se sentía maravillosamente mientras chupaba a Jongdae y tarareaba su satisfacción por su propia excitación y el disfrute evidente de su amante, continuó chupando y Jongdae susurraba una letanía de ánimos, pero sospechaba que estaba siendo descuidado, y no encabezaría el alto rango en la lista de sus mejores experiencias.

Jongdae agarró su peluca tirando de él mientras sus caderas se sacudian hacia arriba, Minseok se atragantó un poco, pero continúo, su mandíbula se tensó, pero estaba decidido a no parar, su propia liberación le hizo estremecerse cubriendo su enagua, y supo que después no sería capaz de mirar a Hyuna a los ojos, pero en ese momento no le importaba.

Aplicó más presión a la succión, recordando cómo le había hecho lo mismo a él, Jongdae se quedó sin aliento y se vino, intentó tragar la mayor parte de su liberación, pero la que no, goteo por su barbilla, sentándose sin aliento se limpió la cara con la manga.

Jongdae guardó su polla y se deslizó al banco, acercándolo a sus brazos. —¿No habías hecho esto antes?

—No...Yo... ¿estuvo tan mal? —preguntó mortificado al pensar que no lo había complacido y no se había dado cuenta.

—Oh, lejos de eso, estuviste maravilloso. —le besó suavemente—. Saber que soy el único con el cual lo has hecho, el único que ha estado dentro de ti ¡oh, es indescriptible!

Minseok no sabía cómo responder, porque mientras que Jongdae fue su primero en tantas cosas, Minseok era sólo uno de los tantos de él. —Soy un desastre —dijo finalmente.

—Voy a decirle a los demás que tenías que volver a la sala y te reunirás con nosotros para la cena —dijo Jongdae, acariciando su mejilla—. Me atrevería a decir que necesitarás tomarte a ti mismo en la mano.

—No pude controlarme. —Se ruborizó por la profunda risa de Jongdae—. Estoy pegajoso.

Jongdae se levantó y tiró de él, dándole la peluca. —Ve y límpiate, encontraré a un sirviente para enviar a Hyna junto con un nuevo conjunto de ropa... Para el festín, por supuesto.

Notas finales:

En realidad estaba bromeando, no habrá demasiado drama, en fin, hasta mañana.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).