Pasaron meses desde que conocí a Kaneki, el “Ghoul de un ojo”. Investigué a fondo sobre el porqué de su repentina aparición en nuestra zona y de su peculiar esencia. Resulta que era un humano transformado en Ghoul. <<Que interesante objetivo he encontrado>>. No me lo quitaba de la mente, era mi meta. Intenté hacerme de su cuerpo en múltiples ocasiones pero nunca tuve éxito, la gente a su alrededor lo resguardaba muy bien. Un reciente acontecimiento sacudió todos mis planes. Desconozco los detalles, se me había convocado en Australia para una importante reunión de la familia Shuu. Cuando regresé me enteré de una guerra ocurrida entre el CCG y un grupo independiente de Ghouls llamado “Árbol Aogiri”. Casi destruyo todo cuando me llegó la noticia de que mi Kaneki había sido capturado por un loco y desgraciado que lo torturó <<solo yo puedo ponerle las manos encima>>. En seguida fui a ver cómo estaba la situación y me encuentro con un muchacho totalmente cambiado, ahora la cereza de mi pastel se volvió una atractiva manzana prohibida. No solo su aspecto había cambiado si no su mirada, su ser. Ahora tiene instintos de un Ghoul pero sigue teniendo espíritu humano. Seduciéndome con su nueva actitud, me sentía más atraído por él. Ya no era indefenso, ahora se tornó más difícil de manipular, comerlo ya no sería tan sencillo. Eso me fascina…
Aquella noche, al verlo después de tanto tiempo, tuve un sueño:
-¡Kaneki! Mi maravilloso anhelo. I need your blood. Eres tan puro y hermoso, pero te han dañado tanto que ya no eres el mismo. Yo te protegeré y luego te haré solamente mío.
Le gritaba y con los brazos abiertos lo recibía felizmente. Lo veía con su cabello sedoso que del negro se había tornado plateado, místico. Me provoca un repentino aumento cardíaco. Caminaba hacía mi lentamente y con cada paso que daba, se bañaba de rojo. Su piel blanca ya estaba hundida en sangre, que maravillosa visión.
-Con tan solo verte… te saboreo por completo.
Lo fui a visitar el día siguiente, inesperadamente accedió a contarme todo lo que planeaba. Él se había separado de Anteiku para formar su propio grupo. Tras esa declaración fue que vi una oportunidad, claramente mi presencia no podía faltar en este nuevo proceso de Kaneki, soy el elegido para estar a su lado en todo momento. <<Il mio amore>>. De allí me dijo que su meta era: “obtener más poder, volverse más fuerte para proteger la gente que quiere”. <<Tan noble como siempre>> me repetía. Estaba decidido a seguir sus pasos, pero por su puesto con otras intenciones…
Le ofrecí una de las instalaciones en mi poder, para que fuera nuestro cuartel y centro de adiestramiento. Lo apoyaba en todo momento y llegó un punto donde él ya confiaba en mí. Entrenábamos juntos y en ocasiones me pedía consejos… Nos volvimos cercanos. Para este servidor es una total satisfacción poder serle útil. Cada vez se tornaba más fuerte, temible, cada vez más deseable… En un ataque de locura quise desencadenar uno de mis más oscuros secretos:
-Prince Kaneki, conozco una forma de obtener una gran fuerza a un ritmo más acelerado.
Relamía mis labios, si todo marchaba según me imaginaba, esto se iba a poner intrigante. Él me observó con atención intentando leerme la mente para saber a qué me refería:
-Tsukiyama, si conoces algún método, por favor dímela ahora.
-CA-NI-BA-LIS-MO.
Dije cada una de las sílabas con un cosquilleo en el estómago, todo lo prohibido me causa furor. Su rostro reflejaba una hermosa expresión, mezcla de sorpresa y disgusto. Duró unos instantes para luego recuperar su compostura fría, <<esa actitud me enciende Kaneki Ken>> me decía por mis adentros. Sin duda iba a ser difícil convencerlo.
-No creo que sea buena idea.
-Claro, el sabor de un Ghoul es asqueroso pero debes pensar en las propiedades que conlleva: refuerza las células del Kagune y te da mayor capacidad de auto recuperación.
-No estoy seguro…
-Deberías intentarlo.
No pude evitar esbozar una sonrisa maliciosa. En mi largo viaje me topé con un grupo secreto en España, desbordaban en poder la que obtenían del canibalismo. Pagaban altos precios para conseguir Ghouls fuertes, para alimentarse de ellos. Me invitaron a uno de sus rituales y definitivamente fue espeluznante, el sabor, mediocre pero en cuestión de segundos sientes como nace un poder salido de la nada. No era un habito que quise adoptar con excepción de este momento, sin tan solo Kaneki aceptara... Ya con incitarlo era bastante excitante. Me acerqué bruscamente a él, tirándolo al suelo y poniéndome sobre su aun delicado cuerpo.
-¿Qué pretendes Tsukiyama? Sabes que si haces algo estúpido te mataré.
-No te preocupes Kaneki, mi meta es verte triunfar.
<<Aún no es el momento para poder saborearte, pero en cambio tú…>> pensaba al mismo tiempo que doblaba la manga de mi camisa dejando expuesto mi brazo. El chico estaba observándome incrédulo, ignorando el motivo de mis acciones, <<amo todas tus expresiones >>. Acaricié su rostro lentamente mientras le mostraba la piel de mi extremidad.
-Pruébame…
-Esto no tiene sentido.
-Estoy dispuesto a que me provoques un poco de dolor, aunque viniendo de ti, será más que dulce… Yo haré que logres tus propósitos rápidamente Kaneki.
<<Y si aun no puedo comerte, si tú saboreas un poco de mí, sería casi lo mismo>>, salían pensamientos indomables de mi cabeza. El adolescente se veía determinado a llevar a cabo la hazaña pero aun así demostraba signos de frustración:
-Perdón si te lastimo.
Tan adorable mi pequeño, preocupándose por mí:
-Será un honor, Monsieur.
Sus heladas manos tomaron con firmeza mi brazo y después de bacilar unos instantes, ensartó sus dientes. En seguida recorrió por todos mis nervios una explosión de dolor, aunque mi cerebro empezó a liberar testosterona. Se hizo una mezcla líquida entre su saliva y mi sangre y esa incoherente sensación hizo que perdiera la cordura. En el momento sentí como su potente mordida rompía y rasgaba mi piel, mis arterias… <<I’m in parasadise>>. Después, la nada. Noté como se llevaba a la boca una gran parte de mí. Perdía litros de líquido vital mientras que Kaneki se hacía un festín. Sus labios rojos a no más poder, y la sangre escurriendo por su cuello, mí sangre. << ¡Vaya vista que me está regalando la vida!>>. Los instintos de Ghoul en mi interior y mi atracción por Kaneki se apoderaron de mi fuerza de voluntad. De allí no resistí y le robé un beso al chico, brusco pero apasionado, con un penetrante sabor metálico. Noté un ligero forcejeo pero al final, se dejó llevar, cerró sus ojos y me envolvió el cuello con sus brazos. Nuestras lenguas se acariciaban mutuamente y de un beso se tornaron cuatro, luego seis y así hasta perder la cuenta… uno más ardiente que el otro. Mi cabeza daba vueltas de la emoción, << ¿Cómo es posible que aun no te haya devorado Kaneki?>> me decía, seguidamente me separé con un lento movimiento. Dimos un profundo respiro y sin perder el tiempo trasladé mis labios a su cuello. Llegué a sorprenderme de mis propios actos ya que mis pequeños besos y mordiscos, eran de cariño. Dejaba pequeñas marcas en su piel y eso me causaba un total gozo. Frente a frente nos miramos por unos instantes, estaba completamente ruborizado, luciendo adorable y con manchas de sangre en la boca. Un contraste enorme, así es Kaneki. Sus ojos estaban húmedos y yo por primera vez, no sentí la necesidad de obtenerlo como mi presa, todo lo contrario, quería acariciarlo, abrazarlo, sentirlo, protegerlo, besarlo a no más poder. << ¿Qué tipo de hechizo usaste en mí?>>. Ayudé a levantarse, llevé su mano cerca de mi rostro para así, posar mis labios en ella:
-Soy tu pertenencia Kaneki, no lo olvides.
Con una sutil reverencia me di la vuelta y me fui.