Se encontraba cansado no quería abrir los ojos, el aroma que impregnaba el lugar lo molestaba, realmente se sentía cómodo en donde estaba dormido.
Ese último pensamiento hizo que abriera los ojos no recordaba nada solo al chico y el momento en que subieron a su auto y después nada.
Miro a su alrededor lo que vio hizo que se levantara de golpe estaba en un callejón de paredes despintadas por lo vieja que estaba la pintura era un color rojo, el estaba acostado en una bolsa de basura con razón el mal olor, su ropa se sentía pegajosa cuando decidió mirar vio una sustancia verdosa en ellas.
-Mierda dijo.-me eh vomitado encima- termino diciendo sin tomarle importancia al asunto.
Por inercia reviso sus bolsillos y no encontró sus llaves ni cartera mucho menos el teléfono el chico debió robarle todo y lo abandono a su suerte.
-Ese mierdecilla me las pagaras pero ahora debo de averiguar en donde estoy.- recito el soliloquio con voz de enfado, esta es la primera vez que pasaba una circunstancia así.
Salió del callejón e intento preguntar a la gente que pasaba en qué lugar se encontraba pero todos lo ignoraban como si tuviera la peste o tifoidea.
Nadie deseaba ayudarle ¿por qué habrían de hacerlo?
Su apariencia era desgarbada con esa playera llena de vomito aun se encontraba un poco mareado su rostro lleno de suciedad la cual no quería saber su procedencia, apestaba por dormir en la basura no parecía el hombre más rico del mundo.
Si solo supiera quién era realmente, todos estarían peleándose por ayudarle solo para ganar su amistad o recibir una recompensa pero no era el caso se encontraba en un sitio desconocido debía regresar a casa estaba desorientado no sabía a dónde ir.
-Maldita sea.- Exclamo molesto- esto es peor que la vez en donde termine tan alcoholizado y participe en un trió.-
Trato de hacerle la parada algún taxi pero ninguno quiso llevarlo tal vez pensaron que no tenía el dinero suficiente para la tarifa.
Idiotas- insultar era lo unico que podia hacer.
Visualizo un parque el cual era enorme lo que más destacaba eran los juegos había de todo tipo res baladillas columpios, un pequeño castillo del cual podías subir concuerdas para bajar se usaba el tobogán, varios sube y baja, los alrededores tenían arboles, arbusto y una variedad de flores de todo tipo de colores.
Camino hacia el parque. Se sentó en una de las bancas que encontró solo necesitaba descansar para seguir averiguando donde estaba.
-Usted es seto kaiba.- dijo un niño que se acerco hablar con él.
¿Qué te hace pensar que soy? Le pregunto con curiosidad, le reconocieron lo malo que había sido un niño no sería de mucha ayuda.
-Por sus ojos siempre eh pensado que tienen un brillo especial, solo usted lo tiene-soltó una pequeña risa mientras prosigo hablando el niño en ningún momento retiro su vista del empresario lo analizaba con sus enormes ojos color café
.-Pero ¿por qué esta vestido de esa manera y tan apestoso? No se supone que la gente rica tiene dinero para comprarse lo mejoro se le acabo el dinero oh ¡ya se!- Exclamo eufórico- se olvido que tenía que bañarse -
Tuve una mala noche eso es todo y ¿Cómo te llamas pequeño? Nunca le gustaron los niños pero no podía negar que era una oportunidad de saber en donde se encontraba solo tenía que ser paciente con él.
Mi nombre es Sora Tanaka señor y no soy pequeño dentro de poco cumpliré 8 años. Hizo una reverencia por respeto al empresario.
“Es un niño muy educado, no todos los niños son tan odiosos como creí”. Fue el pensamiento del castaño.
Sora, note a dicho tu mama que es malo hablar con extraños, dime ¿Dónde estamos? – el niño era muy confiado lo que le facilitaba la conversación.
Usted no es ningún extraño, todo el mundo sabe quién es usted y estamos en el parque Marbles city, Señor.
¡Sora! Grito una señora que corrió rápido para estar con su hijo lo tomo bruscamente de la muñeca y lo jalo para llevárselo
-Te he dicho que no debes hablar con extraños y menos con personas como esa ¿qué tal si te hacia algo? Ya vámonos le diré esto a tu padre.
-Pero mamá no es ningún extraño es el señor Seto Kaiba el que sale todo el tiempo en televisión-. Le responde con reprochea, a su criterio no había hecho nada malo, fijo su vista en el mencionado y con su mano libre se despidió de él.
-eso es lo que les dicen a los niños para llevarse, aun eres muy ingenuo. Ten más cuidado la próxima vez
-si mamá.- solo le quedo decir, seguramente lo castigarían por esto.
“Que señora tan irritante” pensó “si tanto le importa la seguridad de su hijo no debería dejarlo solo” su mirada se fijo en cómo se iban del parque la madre y su hijo hasta que los perdió de vista.
Se paró de donde estaba maldiciendo su suerte
Marbles city era la ciudad vecina de domino city en automovil eran 5 horas de viaje a pie posiblemente todo un día.
Resignado decidió empezar su largo viaje después de todo al mal paso darle prisa.
En sus pensamientos se encontraba aquel chico averiguaría quien es y le haría pagar la vergüenza que le hizo pasar nadie se burlaba de Seto Kaiba