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Pigmalión por ritsuka10

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YongGuk trataba de contener la risa pero le era imposible ya que no paraba de imaginar a su mejor amigo caminando por las calles con tan ridículo disfraz, recogió cada una de las prendas para dejarlas dobladas sobre el sillón. El chico delante de él era su mejor amigo y hermano del alma, aunque sus personalidades contrastan, en varias ocasiones sus ideales compaginaba a la perfección, se conocieron en un prestigioso Instituto de música, Him era un ruidoso personaje que todo criticaba mientras Bang era una calmada alma sobreviviendo.

—Lo merezco por ser tan buen hermano.— El hombre de cabellos rojos se dejó caer a un lado de su amigo, despeinó su rojo cabello.— Me dijo que sería la última vez, necesitaba inspiración y todos sus amigos se negaron ayudarle  y ahi voy de imbécil dejándome vestir y maquillar.—Recargo la cabeza en el respaldo y hombro del pelinegro que no paraba de reir.— Cuando salí del baño ya no estaba, ni mi ropa, nada.

—Es una venganza por haber echado a perder su última cita.— Le regaño el pelinegro quien recargo la cabeza en el respaldo del sillón para ver el techo.— Deja de meterte en sus relaciones, no puedes cuidar a todos

El pelirrojo negó enérgicamente la cabeza como si fuera un niño pequeño. El padre de HimChan era el dueño de ese edificio, él fue quien le ofreció el trabajo a Bang después de que este tuviera su crisis existencial, cuando decidió desaparecer de su propia realidad y volverse un fantasma. El pelirrojo se puso de pie para poner algo de música y destapar una botella de vino,  sirvió el contenido en un par de copas, no solo estaba ahí para cambiarse de ropa sino también para esconderse de su mundo, mejor dicho de su prometida que comenzaba ahogarlo con los preparativos para su boda.

 

Dentro de un departamento las risas no paraban de escapar por las paredes. El bicolor y pelinegro no podían creer en las palabras de su amigo, simplemente su historia de  “amor”era ilógica, no podía  existir una chica de una considerada  altura, piel blanca, cabellos rosas largos y fuerza sobrehumana usando un vestido estilo victoriano con aires de Lolita gotica rescandato personajes que vuelan encima de una nube. JongUp tampoco era tan tonto para pensar que eso era real pero a él le había pasado que una bella “Hime”, de algún anime lo había salvado.  YoungJae para hacer enojar a su amigo decidió llamar a la heroína “LadyBeard” por la fuerza usada para rescatar al rubio de morir atropellado por no asomarse en ambos sentidos al cruzar la calle.

—Si no me quieren creer es su problema. —Se levantó de la silla ofendido,  el rubio caminó en dirección a su habitación. —Pero encontraré a mi Diosa y morirán de envidia.

JunHong rodó los ojos por la amenaza, saltó al sofá para acompañar a su amigo que actualizaba su instagram de pronto su mirada captó una “inusual” foto, detuvo el movimiento de dedos de su compañero para quitarle el dispositivo móvil.  Expandió la imagen para observar mejor, ahí estaba su “ex novio” abrazando a una hermosa chica de cabellos castaños oscuros, el pie de la foto le partió el corazón “Hoy se cumplen 3 meses a tu lado, eres el amor de mi vida.”. Apretó los labios tratando de no soltar alguna lágrima.

—Junnie ¿Estas bien? —Cuestionó JongUp quien volvió rápidamente a la sala,  al también ver la foto del susodicho  en otra red social. —Ustedes terminaron hace dos meses ¿verdad?

El chico de cabellos bicolores asintió con la mirada vidriosa. Hace dos meses su “ex” novio terminó con él por medio de un frío mensaje de texto sin darle una razón justificable, ellos habían cumplido tres años de pareja a inicio de mes. Saltó fuera del sofá sacudiendo las manos tratando de canalizar su ira, rabia y dolor.

—Pobre de la chica, se va llevar una desagradable sorpresa cuando estén en la cama. —Masculló molesto tratando de  mostrarse duro ante la situación, los dos amigos giraron a mirar para levantar la ceja. —Yo era quien “daba” todo en esa relación, literalmente.

Los dos amigos abrieron los ojos sorprendidos por la confesión nunca pensaron que su amigo fuera el “activo” debido a que siempre era el más dulce y tierno de los dos amantes.  Sin poder soportar sus labios soltaron una carcajada que alivio también un poco la tensión formado en los hombros del rubio. En ese momento los dos chicos sabían que ya el menor había llorado suficiente por alguien que mandó su corazón a la basura sin una explicación. JunHong hizo un movimiento de caderas como si simulara estar embistiendo a alguien, Up se dejó caer sosteniendo su estómago mientras que Jae golpeaba el antebrazo del mueble.

—Kristal va necesitar comprar un arnes. —Comentó Jun riendo pero con lágrimas tratando de escapar por sus ojos. —Porque el marica le gusta duro.

El chico se dejó caer en medio de sus amigos sin reir para llevar las palmas de las  manos a su rostro, los chicos al mirarlo de esa manera se detuvieron y lo abrazaron.   Fue el primer amor del menor, la persona con quien descubrió el significado de mariposas volando en el estómago, a quien se entregó en cuerpo y alma,  una relación de tres años la cual se construyó a base de cariño, confianza, entrega y solidaridad. Jun estaba destrozado por dentro aunque aparentaba alegría en el exterior, su orgullo y fé en las personas desapareció a causa de tan crueles palabras de despedida.



YongGuk no paraba de reír ante las aventuras de su amigo sufridas en el trayecto de la Universidad a su departamento, un grupo de chicos lo estuvieron siguiendo, lo fotografiaban como vil acosadores, un hombre mayor le mostró su “miembro” , piropos y frases nefastas llegaron a sus oídos. Ambos amigos dejaron en claro que ser mujer era sumamente difícil debido al acoso aunque lo vieran como algo gracioso al final debía ser un infierno para el género femenino siempre vivir en la mira.

—Aquí está tu paga del mes.—Dijo más serio el chico de cabellos rojos colocando un sobre amarillo encima de la mesa. —También tengo las copias de depósito por tus canciones.—El hombre estaba apunto de sacar el móvil pero Bang lo detuvo.—No puedes seguir escondiéndote.

—Me gusta esta vida.—Le contestó con una sonrisa dejando la copa sobre la mesa.—Mi padre me ha perdonado pero me sigue presionando para volver.—Rascó su cabello con una mediana sonrisa.— Honestamente no quiero volver a ser el Capitán Bang.

El pelirrojo dejó escapar un suspiro. Entendía el hecho de que su amigo no tuviera el alma para continuar en la marina  pero abandonar todo para simplemente convertirse en un conserje le parecía un cambio demasiado radical, bebió el contenido de la copa para dirigir sus ojos al techo, él también a veces deseaba escapar de sus responsabilidades como CEO del centro comercial más grande de Seúl. Los amigos continuaron bebiendo e intercambiando ideas sobre otros temas evadiendo sus problemas.



DaeHyun trataba de encender la estufa ya que moría de hambre pero desistió al notar que no salia nada y el quinto fosfor encendido le quemaba los dedos, caminó hacia la pila de documentos puestos sobre la mesa. Chasqueo la lengua al descubrir que uno de los recibos vencidos era el del gas, no tardarian en cortarle la luz, en un mes el agua, el único servicio que se salvaba era el Internet pero sin energía eléctrica poco funcionaria, Dae se dejó caer en el sillón molesto, masajeo sus sienes buscando la respuesta pero lo único que vino a su mente fue llamar a su madre.

—Hola mami linda. —Dijo en tono meloso recibiendo una fría respuesta. —Oye sabes si…

—Ya lo hemos hablado.—Contestó la mujer fríamente causando que DaeHyun apretara los labios. —Si quieres dinero trabaja. —DaeHyun dejó escapar un bufido.—No estoy contenta con lo que hiciste y es momento de que madures.

El chico de piel morena tuvo que soportar un discurso por parte de su progenitora sin recibir nada a cambio debido a que la mujer al finalizar la conversación le volvió a recalcar que no le darían más dinero por ese mes hasta que cambiara de actitud.

DaeHyun estudiaba la carrera de gastronomía y en ese momento cursaba los últimos semestres pero tenía ciertos problemas para concentrarse en los estudios debido a que disfrutaba demasiado de las fiestas y la compañía de chicas. Los señores Jung tenían un restaurante de comida muy popular en Busan por ello el dinero no era tema tan controversial para el primogénito pero no quería continuar malcriando.  

Jung al verse solo busco entre sus contactos algun “amigo” que pudiera sacarlo del apuro pero ninguno contaba con su total confianza para no abrir la boca sobre su situación financiera, cuando se disponía a morir de hambre o a preparar algo frío vino a su mente un dulce pollito amarillo con singular boquita. Tomo un par de cosas para salir de su departamento y dirigirse a donde vio meterse a tan singular amigo un par de días antes.

 

YoungJae salió de su habitación atraído por el singular olor a comida, apretó el cordón de la bata de baño que usaba para guiarse por el pasillo hasta llegar a la sala, donde miro a JongUp sentado en el sillón  jugando en su móvil bastante entretenido. Levantó la ceja era imposible que Junnie tocara algún utensilio de la cocina sin provocar un incendio así que se giró  extrañado hacia la media cocina que tenían. Sus ojos captaron la figura de un chico de cabellos castaños usando un cursi delantal sazonando algunos vegetales en un sartén.

—¿Que diablos haces en mi casa? —Gritó a todo pulmón el pelinegro señalando a tan desagradable invitado. —¿Quién te dejó entrar?

DaeHyun al escuchar las cuestiones llevo sus ojos a su “amigo” pero en lugar de alterarse soltó un pequeño grito de susto que captó la atención de JongUp.

—Diablos Sally ahora entiendo por que eres tan hermoso.—El castaño caminó hacia el chico que llevaba una mascarilla de aguacate cubriendo su perfecto rostro.—Pude hacer un delicioso guacamole con eso.

El castaño tomó con la punta de su dedo un poco de esa mezcla verde para llevarla a su boca haciendo un gesto de aprobación. YoungJae lo lanzó lejos de él, tenerlo tan cerca le alteraba los nervios, su hostigador número uno en la época de Instituto cocinaba algo realmente delicioso trato de evitarlo pero acerco su rostro al sartén. DaeHyun saco un poco del platillo mezclado y lo arrimó a los labios del hombre de la mascarilla quien disfrutó de tan exquisito sabor, estuvo varios minutos como probador número uno olvidando el odio y el desconocimiento de tal presencia.

—Espera. —Grito exasperado al recordar que ese chico era su peor enemigo. —¿Quién te dejó entrar a mi casa?

DaeHyun señaló con la punta de su dedo al JongUp que continuaba inmerso en su videojuego.  El astuto castaño había convencido a tan inocente chico a dejarlo pasar a usar su cocina con la promesa de preparar un delicioso pastel, aunque siendo honesto no fue tan sencillo debido a que tuvo que comentarle que era viejo amigo de YoungJae.

 

Notas finales:

Gracias por sus reviews, muchas gracias y espero les guste, muchas gracias, en verdad agradezco sus palabras. 


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