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La persona correcta por Chaque-chan

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Notas del capitulo:

'Hipótesis y malos entendidos.'

Kise dejó ambas tazas de té en la mesa ratona del living: una frente a él y otra frente a Kagami. Luego se sentó al lado del pelirrojo y se quedó en silencio mirando su bebida.

Cuando el pelirrojo llegó de esa manera a su hogar Kise realmente se sentía sorprendido y confundido, sobre todo porque el diez no parecía el tipo de persona sensible que recurriera a alguien más para solucionar sus problemas personales. Pero cuando Kagami lo estrujó de aquella manera entre sus brazos, el rubio supo que no podía juzgarlo en ese momento.

Sin embargo no esperaba que la razón por la que el de Seirin había ido a visitarlo ese día fuera la misma por la que él había faltado a Kaijo.

Cuando Kise le preguntó qué era lo que había pasado, luego de hacerlo pasar, la razón de su angustia, Kagami le contó lo que Aomine le había dicho hacía no más de media hora atrás en aquella cancha de básquet. Y el siete de Kaijo no supo qué decirle. Porque no esperaba que fuera el mismo Aomine el que le dijera todo aquello, que confesara lo que había pasado con Kurokocchi —aunque Kise no sabía lo del beso pero se lo había imaginado teniendo en cuenta que conocía demasiado la personalidad del moreno.

Kagami no lloró ni nada por el estilo pero el alero podía ver la tristeza y decepción en los rojizos orbes del diez. Sin embargo, no tenía ni la más pálida idea de qué tipo de consuelo podía llegar a proporcionarle.

Por su parte, Kagami tampoco sabía por qué había ido a la casa de Kise en primer lugar, pero prefirió dejarlo en que también le preocupaba el estado del rubio al comprender ahora la razón de su angustia el día de su cumpleaños.

—Lamento no habértelo dicho antes. —dijo Kise sin dejar de mirar su té. Era la primera oración completa que el rubio le decía desde que había llegado. Kagami ni siquiera lo miró, ni siquiera se movió para tomar su taza y por lo menos fingir que estaba prestando atención.

Aun si no lo decía en voz alta su rostro denotaba lo dolido y enfurecido que estaba. ¿Por qué no se había dado cuenta antes? La reacción de Aomine al saber que Kuroko y él estaban juntos aun daba vueltas en la cabeza de Kagami y se sentía un estúpido por no haberse tomado aquello como una clara señal de que Aomine obviamente sentía algo más que un simple aprecio hacia Kuroko.

Kuroko.

¿Qué papel jugaba en todo aquello?

¿Realmente era una víctima, como Kagami quería pensar, o quizá, en cierta forma, tenía previsto todo aquello?

Se le cruzó por la cabeza la idea de que tal vez debería ir y preguntarle todo aquello al mismo peliceleste pero, para ser sincero, no quería verlo en ese momento. De pronto su mente recordó que no estaba completamente solo en aquel living y sus ojos viajaron al preocupado y entristecido rostro de Kise.

—Kise. —habló con voz ronca. Kagami estaba haciendo un esfuerzo sobrehumano para no ponerse a llorar en cualquier momento.

El rubio levantó la mirada y observó a Kagami con expresión inocente e incrédula. Aquello le pareció tierno al pelirrojo pero desechó esa línea de pensamiento de inmediato ya que no era el momento adecuado.

— ¿Qué sucede, Kagamicchi? —habló el siete algo aliviado de que el pelirrojo no estaba de tan mal humor como él creía. Kagami apoyó los codos en las rodillas y entrelazó los dedos.

— ¿Tú sabes si Kuroko y Aomine tuvieron algo en el pasado?

 

 

 

 

El leve portazo que dio Aomine lo hizo saltar en su lugar del susto. Los orbes celestes de Kuroko se quedaron prendidos del rostro del moreno que estaba totalmente inexpresivo.

¿Qué estaba haciendo allí? ¿Por qué había ido a verlo? ¿Por qué lo miraba como si tuviera… hambre?

Sin decir nada, Aomine avanzó un paso y por instinto, Kuroko retrocedió dos. No sabía por qué y tampoco estaba muy seguro de si quería averiguarlo, pero el cuerpo del moreno emanaba un aura que le generaba verdadero miedo.

—A-Aomine-kun. —se animó a decir Kuroko aunque en voz muy baja. Además ni siquiera sabía cómo seguir la frase.

— ¿Por qué lo hiciste? —soltó el ala pivót con tono molesto. Kuroko se lo quedó mirando en silencio, sin saber qué decir. — ¿Por qué me evitaste de esa manera todo este tiempo?

—Aomine-kun, yo-

—Ni se te ocurra poner de excusa al Bakagami. Ya sé que no están juntos. —lo interrumpió Aomine con una sonrisa falsa.

Aquello tomó por sorpresa a Kuroko. ¿Acaso Kise le había dicho algo porque seguía enojado? No, no era probable porque Kuroko sabía que Kise sabía que si hacía eso jamás lograría estar con Aomine.

Entonces, ¿quién? ¿Quién le dijo a Aomine que él y Kagami no eran una pareja?

¿Acaso…?

—Aomine-kun, ¿quién…?

—El mismo Bakagami. —contestó Aomine con orgullo.

Kuroko podía jurar que había sentido como el corazón se le detenía de un momento a otro.

¿Qué Kagami le había dicho eso? ¿Por qué? ¿Cuándo? ¿En qué estaba pensando cuando lo hizo? ¿Acaso no sabía que…?

No. Obviamente no lo sabía. Y porque no lo sabía era que había dicho aquello. Si tan solo le hubiera contado todo a su novio desde un principio.

De repente, algo hizo click en la cabeza de Kuroko y sus pupilas se dilataron a causa de la adrenalina que corría por sus venas. Aomine, él, no había hablado de más, ¿verdad?

— ¿Qué le dijiste, Aomine-kun? —preguntó Kuroko con rostro inexpresivo pero con un tono de voz realmente molesto.

Aomine borró la expresión de superioridad de su rostro y frunció el ceño ante aquella pregunta. No sabía por qué pero Tetsu estaba muy enojado y él sabía que eso no profesaba nada bueno.

—Le dije lo que tenía que decirle. —contestó el cinco de Tōō con calma.

— ¿Y qué era eso, Aomine-kun? —preguntó la sombra con más enojo en la voz que antes. Aomine no tuvo vergüenza de tragar con fuerza sin disimulo.

—Todo, Tetsu. —habló el moreno y destensó todos sus músculos mientras miraba con algo de pena la pequeña figura del peliceleste.

Algo en el pecho de Kuroko se rompió de tal forma que sentía como si tuviera miles de trozos de vidrio intentando atravesarle el tórax desde adentro hacia afuera. Sus piernas no resistieron y terminó de rodillas en el piso mientras pequeñas gotas saladas se desprendían de sus ojos y caían por sus mejillas.

Aomine no sintió lástima por aquella imagen porque no era problema suyo que Tetsu no le contara la verdad a Kagami. Pero, aun así, no pudo evitar agacharse frente al once y abrazarlo mientras dejaba que el más bajo usara su remera como servilleta descartable.

Kuroko no se resistió al contacto porque realmente lo necesitaba pero eso no quería decir que aceptaba a Aomine como su nueva pareja. En ese momento era la persona que más aborrecía, aunque necesitara de su compañía por el dolor en su pecho.

Y Aomine sabía eso. Por lo que en cuanto sintió que los leves espasmos producto del llanto desaparecieron del cuerpo de Kuroko, lo soltó y se alejó. Se lo quedó mirando un momento en silencio, la forma en que sorbía la nariz y se secaba las lágrimas. Luego se puso de pie, se arregló la chaqueta y se giró para salir de la casa que había invadido minutos atrás.

Antes de cerrar completamente la puerta, logró oír con total claridad un ‘te odio’ lleno de rencor.

Sonrió.

No esperaba menos del chico que amaba. Aunque tampoco esperaba más.

 

 

 

 

Kise ya no sabía qué hacer con sus dedos. Tampoco con sus labios. Aunque estaba seguro de que si seguía mordiéndolos y apretándolos los iba a lastimar.

El ambiente se había vuelto muy incómodo luego de que pronunció la última palabra. Kagami aún tenía la taza de té —completamente llena y fría— entre sus manos y la miraba en silencio y con el ceño fruncido.

Cuando el diez de Seirin le hizo aquella pregunta, al principio sintió que no sabía de qué le estaba hablando. Luego de que su cabeza codificara lo que había oído, su corazón se saltó un latido

No sabía por qué Kagami  le preguntaba aquello —aunque lo sospechaba— pero no le parecía correcto contestarle. Si bien era el que más tiempo había pasado con Kuroko durante su tiempo en Teiko, eso no quería decir que lo conociera de esa manera. Además, él tampoco sabía la respuesta exacta a esa pregunta. Si la hubiera sabido, quizá se hubiera confesado a Aomine varios años atrás o, en su defecto, se hubiera dado por vencido de inmediato.

Por lo tanto, Kise se limitó a contarle pequeños momentos de cuando la Generación de Milagros estaba junta y en esos momentos comentó sobre sus sentimientos hacia Aomine y la relación que éste solía tener con la sombra antes de que todo se fuera por la borda.

Pero luego de ver que aquello no satisfacía la curiosidad del pelirrojo, Kise cometió el grave error de compartirle sus pequeñas hipótesis de por qué Kurokocchi no había alejado a Aominecchi y porque, tal vez, era novio de Kagamicchi.

Aquello solo pareció empeorar el casi olvidado malestar del ala pivót y solo cuando éste dejó salir un suave siseo de enojo entre sus dientes, Kise se calló la boca.

El corazón y la mente de Kagami eran un desastre. Tenía tantos pensamientos y sentimientos encontrados que no sabía qué hacer con todos ellos.

¿Qué Kuroko estaba enamorado de Aomine y que lo había usado como reemplazo? ¡Increíble!

Si bien aquella idea solo era una suposición de Kise, Kagami sospechaba que podría ser la verdad.

No quería admitirlo —y no lo haría nunca, al menos en voz alta— pero sabía que tenía ciertas similitudes con Aomine. Pero no esperaba oír que solo era un consuelo para Kuroko.

¿Qué tan cruel podía ser la sombra?

—Kagamicchi, no tienes que hacer caso a lo que dije. —se animó a decir Kise algo nervioso. —Solo son estúpidas suposiciones mías.

Kagami lo miró a los ojos y apretó los labios.

—Dime, Kise. —dijo en voz baja. Estaba tan dolido que ni siquiera tenía ganas de elevar la voz. —Tú también crees que me parezco a él, ¿verdad?

Kise alzó las cejas. No sabía si tenía o no caso mentirle pero por si acaso no lo hizo y se limitó a asentir.

—Y seguro, a causa de eso, yo también te atraigo, ¿o no?

—Qui-Quizá.

Kagami suspiró.

Lo mejor era volver a su casa y pensar todo aquello con la cabeza fría. Tal vez luego de una siesta. Una siesta que durara años.

Con pesadez se puso de pie y tomo su chaqueta para caminar hacia la puerta. Rápidamente Kise lo siguió y antes de que Kagami saliera lo tomó de la muñeca y lo detuvo.

—Lamento todo esto, Kagamicchi. —dijo con lastima. Kagami no le contestó ni tampoco se giró para mirar al rubio. Solo dejó escapar una sutil y corta risa entre sus labios.

 

 

 

 

Se sentía tan estúpido. Ni siquiera había hecho eso por Kobori que era su mejor amigo. Pero Kise realmente le importaba y no podía hacer la vista gorda a eso.

Sabía que tenía que estar estudiando para sus exámenes y salvar su promedio final pero cuando intentó sentarse a leer su mente estaba en cualquier otro lugar menos en el texto que estaba leyendo.

Por eso, Kasamatsu se encontraba caminando a paso rápido por las calles del barrio de Kise con una bolsa de confitería en su mano.

Ante la ausencia del alero en la práctica del equipo de básquet, el base preguntó qué había pasado ya que esperaba que ese día podría arreglar el error que había cometido durante la fiesta. Pero tanto Nakamura como Moriyama no supieron qué decirle. Solo Kobori fue el único que le proporcionó información valiosa: el día anterior el once de Seirin había ido a visitar a Kise a la salida del instituto. Además le comentó que el rubio había estado de un pésimo humor ese día, aunque Kasamatsu ya sabía la razón de eso.

No obstante, la visita de Kuroko lo había dejado sin palabras. ¿Qué quería la sombra con Kise? ¿Por qué esa sería la razón de su ausencia ese día?

Tranquilamente, Kasamatsu podría haberle preguntado a Kuroko lo que había pasado —ya que aún tenía su número agendado en su teléfono— pero no tenía tanta confianza con el once como para hacerlo.

Kasamatsu suponía que el motivo de aquel encuentro tendría algo que ver con el tema de Aomine y, por qué no también, con Kagami. Pero no tenía los teléfonos de ellos —ni tampoco quería tenerlos —como para preguntarles.

Por lo tanto, y aprovechando que debía disculparse con el siete por su actitud del día de su cumpleaños, Kasamatsu optó por ir a ver a Kise directamente, pedirle perdón y preguntarle porqué había faltado al instituto y si eso tenía  que ver la con la sospechosa visita a Kuroko.

Sin embargo, Kasamatsu no esperaba aquello.

Cuando giró en la esquina de la calle de la casa de Kise, logró divisar una cabellera rojiza junto a la rubia del alero. El base agudizó un poco más la vista y entonces algo se rompió en su pecho.

¿Kise y Kagami se estaban besando?

Notas finales:

Ohayo, Minna-san! Cómo han estado? Espero que bien! Yo, por mi parte estoy muy feliz porque vengo aprobando todos los examenes de la universidad! Pero por la otra parte estoy algo enojada porque mi computadora se rompió de la mismisima nada y a pesar de que hemos logrado hacerla arrancar en mi casa, anda muy lenta y se traba mucho así que no sé cuánto tiempo durará hasta que ya no pueda prenderse más. Solo espero que podamos reparar mi otra computadora antes de que esta se termine de morir.

Lamento haberme tardado en actualizar pero necesitaba descansar un poco del estudio y esta semana me la pase durmiendo hasta tarde y dibujando para distensarme!

Tengo algo que decirles y espero no lo tomen a mal, pero me gustaría que dejen de emanar tanta violencia y odio en sus comentarios hacia los personajes de esta historia. Primero, es solo una historia ficticia, ustedes han visto el anime o leido el manga y saben como son los personajes realmente así que dejen de desearles la muerte todo el tiempo porque por más que lo deseen eso no va a pasar PORQUE ELLOS NO EXISTEN REALMENTE. Y segundo, no se tomen tan a pecho las "parejas" que este fandom proporciona, es solo un anime chicas, solo son dibujos, no son reales y las parejas las crearon ustedes mismas y la gente que creó los fandom, ya no se peleen por las parejas o por quien es más canon que quién, porque si somos realistas, en el anime y en el manga no existe ni la más minima tensión sexual entre los personajes, solo son chicos normales y devotos del basquet que crean muy fuertes lazos de amistad a partir de este deporte, nada más ni nada menos. Esta genial que sean fans y que aprovechen no solo este anime sino otros de esta manera para disfrutarlos un poco más y para divertirse, pero no dejen que absorva su vida, hay cosas más importantes por las que preocuparse en la vida que pelear para ver si el MidoTaka es más canon que el MidoAka o viceversa, me explico? Todas somos fanaticas, todas somos casi 100% otakus y a todas nos gusta el yaoi pero por favor calmense un poco y dediquen ese tiempo que usan para pelear en algo más productivo como estudiar, dibujar, leer o escribir ustedes mismas las historias como más les gusten y con la pareja que más amen.

Bien, nos leemos la semana que viene! Espero este cap les haya gustado a pesar de ser más corto que los demás! Tengan una linda semana! Matta ne!


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