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Si tan solo hubiera... por Yami Night

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Si solo hubiera estado con el…

Si solo no lo hubiera dejado irse…

Si lo hubiera escuchado…

Si lo hubiera protegido como le prometí…

Ahora soy yo quien se ha quedado solo…


Un día común de clases, un castaño entraba a su salón siendo saludado por sus amigos, el joven era alguien carismático y querido por sus compañeros, pues, era una persona amable que siempre le gustaba resolver los conflictos por medio de palabras.

El timbre del inicio de clases sonó, apurando a Ashura quien no había hecho la tarea de la materia que justo era la de la primera hora, lo cual lo llevo a pedírsela a alguno de sus compañeros la cual le fue brindada. En lo que copiaba lo pedido, escucho como la puerta se abría apurándolo más. Rogaba por que el  profesor se pusiera  dar algún sermón que le diera más tiempo, y parecía que habían escuchado sus plegarias.

--Jóvenes, esto es inusual por la fecha en la que estamos de haber iniciado las clases pero, a llegado un nuevo alumno. Puedes pasar. —Hablo el profesor indicándole al nuevo alumno que esperaba fuera del salón que pasara.

Ashura levanto la mirada por breves momentos solo para saber el cómo era el nuevo, pero en seguida volvió su atención a la tarea que estaba a nada de terminarla.

El nuevo tenia cabello negro largo unos centímetros más debajo de la cintura, atado en una coleta baja; su piel era blanca, de estatura algo alta y ojos negros.

--¿Cuál es tu nombre?—Pregunto el profesor tomando la lista de los alumnos para apuntar el nombre del recién llegado.

--Indra Uchiha. Un gusto. —Fue su simple respuesta sin olvidar la educación. Algunos comenzaron a murmurar, como es común cuando alguien es nuevo en alguna escuela.

--Bien, ese es tu lugar.  —Ahora era cuando el profesor comprendió el porqué había un asiento que no estaba el día anterior. Indra asintió y fue a su lugar asignado.

La clase paso normal, Ashura había logrado terminar de copiar la tarea y todavía le alcanzo tiempo de devolvérsela a quien se la había brindado.

Sonó el timbre indicando que le clase había terminado, el profesor que seguía se encontró con el que había terminado de dar la materia, lo detuvo unos minutos para pasarle el nombre del nuevo.

 

Y así fue como pasaron las horas hasta que llego el ansiado descanso;  por lo silencioso que era Indra terminaron por ignorarlo, y tampoco ayudaba demasiado el que su lugar estaba al final de la fila.

Todos salieron corriendo directo a la cafetería pues al parecer había menú especial ese día, Ashura que estaba a nada de llorar por no encontrar su dinero rápido era el último en el salón acompañado de Indra, pero al azabache lo noto ya cuando estaban solo ellos dos en el salón, lo cual le saco un pequeño susto.

--Oh, hola. —Saludo, ignorando el que su dinero estaba “perdido”.

--Hola. — Respondió el azabache enarcando una ceja cuando vio que el otro hacia una expresión rara.

--Maldición, mi dinero…- Y ahí fue donde Ashura recordó que había dejado su dinero en la mesa de su hogar.

--¿Quieres que te preste?—Pregunto el de ojos negros, atrayendo una mirada de alivio por parte del castaño que ya estaba frente  él con las manos juntas  y haciendo ojitos.

-- ¿Serias tan amable de prestarme? ¡Te lo devolveré después!—Indra asintió y saco dinero de su mochila dándoselo sin problemas al castaño.-- ¡Muchas gracias!—Agradeció tomando al nuevo de la muñeca para que le acompañara a la cafetería y con un poco de suerte alcanzar el especial.

Le pareció escuchar un                 quejido pero su mente le dijo que no había ningún sitio del cual proviniera, y así fue como una amistad se formo.

 

Si tan solo hubiera prestado atención a aquel quejido…

 

El tiempo fue pasando y Ashura había ido conociendo un poco más a Indra, aunque este no era muy de hablar de si, era todo lo contrario, escuchaba a los demás y buscaba la forma de aconsejarlos aunque su actitud no era del agrado de mucho pero bueno, nunca se puede ser querido por todos.

Y comenzaron a decir que Ashura se había juntado con el solo porque le había prestado dinero o porque siempre le pedía la tarea que él no hacía. Hasta un día en el que las cosas se tornaron algo oscuras…

Ambos tenían un conflicto con un tipo de otro salón, que era el típico que siempre tenía a sus “guardaespaldas” con él; todo había empezado porque la novia de ese tipo le había dejado al enmaromarse de Ashura quien solo le había ayudado en algo, simple había sido un problema sin mucha importancia pero para aquel joven si lo fue y uno muy grave.

Estaba la típica bolita rodeando a los dos amigos y a los guardaespaldas junto con su líder. Ashura había tratado como siempre resolver todo por la paz pero no le salió, al contrario hizo que el hombre se enojara aun más.

Habían esperado hasta la salida en la que los profesores ya no se metían en las peleas y les dejaban hacer lo que les viniera en gana, cosa que se puso a favor de los matones. Indra estaba que nadie le podía hablar por el carácter que se cargaba ese día, Ashura le había dicho que mejor se fueran y que el día siguiente ya estaría todo tranquilo, pero el azabache se negó diciéndole que si hacían eso todo se iría aplazando y no era una vida el tener que estar huyendo de los problemas.

El azabache estaba hecho una furia, pues aquellos hombres se habían puesto a inventar cosas de su amigo, también lo incluían a él pero lo que le había enojado era eso, que se metieran con alguien que se podía decir era el más tranquilo de la escuela.

 

Si tan solo lo hubiera detenido…

 

Y todo comenzó, solo se escuchaban los gritos de quienes apoyaban a quien, golpes, quejidos, gritos, de todo se escuchaba; Indra se podía decir que era el que peleaba por ambos, pues Ashura al ser su primera pelea no sabía mucho que hacer, solo se defendía como podía hasta que le ayudaba su azabache amigo.

Ambos estaban golpeados, con heridas en el rostro, brazos y piernas, no se querían ni imaginar cómo tendrían el abdomen pues parecía que para los matones era la zona preferida, pero habían logrado ya tumbar a tres lo que les dejaba solamente al líder que no se había metido para nada y a otro que también estaba a nada de caer.

Ahora si era más o menos justo, solo con la excepción de que los dos amigos estaban agotados y el “jefe” estaba más fresco que el roció en la mañana, los cuatro se lanzaron, y entre ambos pudieron tumbar al que ya estaba en las ultimas solo les faltaba uno y podrían ser libres, Indra al ver que Ashura ya no podía mas opto por ponerse enfrente del, retrocediendo para que su amigo también lo hiciera.

--Jajaja, ¿protegiendo a tu “macho”? No me hagas reír. —Alguno de los espectadores si soltaron una que otra risa, pero la mirada seria y decidida de Indra les hizo callar al igual que la risa del joven.

--Bueno, mínimo el no tiene que estar recurriendo a tener cuatro “mamis” que estén cuidando al bebe que solo sabe babear. —  Respondió Indra aumentando el enojo del joven que se lanzo a él.

Ashura se quedo congelado, pues al ser ese tipo más alto que ambos sabía que no tendrían oportunidad, pero le sorprendió ver como el azabache lograba golpearlo con las últimas fuerzas que le quedaban.

Al final de todo, Indra lo venció logrando que no le pusiera una mano encima a su acompañante, ambos se dieron la vuelta y fueron directamente a la salida dejando a los espectadores de piedra, pues pudieron con cinco siendo ellos solo dos.

Se acompañaron hasta donde sus caminos se separaban, sonrieron y se despidieron para verse al día siguiente.

 

Cuando Ashura llego  su hogar, su padre preocupado y asustado por verlo en tal estado le atendió las heridas siendo estas no graves, si tenía moretones pero nada que no se pudiera tratar, al final el hombre mayor le dio un abrazo a su hijo agradeciendo que estuviera bien.

--Ashura, que sea la primera y última vez que haces esto, me tenías preocupado. ¿Qué le diremos a tu madre cuando llegue y te vea así?—Pregunto el hombre de nombre Hagoromo.

 --Bueno pero, Indra me ayudo. — Respondió sonriendo, a lo cual su padre soltó una leve risa.

--Supongo que le agradeciste, ¿no?.--- Pregunto Hagoromo para recibir una mirada sorprendida y apenada de su hijo. — Ahhh, mañana le das las gracias, de mi parte también. —

--Bueno, tengo su número…---

--Pues márcale, necesito agradecerle. —

Ashura hizo lo pedido, esperaron unos cuantos tonos hasta que descolgaron el teléfono, cuando el castaño iba a hablar un sonido del otro lado de la línea le interrumpió. Era un golpe.

--¡Ya déjame!—Se escucho una voz entrecortada, como si estuviera llorando quien hablo.

-- ¡Cállate ya! ¡¿Cuántas malditas veces te he dicho que cada que llegues así te iba a ir peor?! ¡Conmigo no esperes un abrazo, estúpido!—Y  otro golpe más se escucho siendo seguido de algo que se rompió.

Hagoromo como Ashura estaban sin habla, ambos estaban tan sorprendidos que no tenían palabras, pero siguieron escuchando. El padre tomo su propio celular marcando a la policía, el estaba más que en contra de ese tipo de situaciones. Cuando le respondieron el les dijo lo que estaba pasando; haciéndole señas a Ashura para que pusiera el altavoz, este hizo lo solicitado aun en la sorpresa de lo que estaba escuchando.

--¡¿Entonces porque tenía que nacer?! ¡Es tu maldita culpa de que yo esté aquí, así que no me culpes de un error tuyo!—Aquello les causo una sensación indescriptible a los oyentes, la operadora que se encargaba de enviar a las patrullas salió de su asombro para pedirles la dirección.

--E-en, la calle orihara número setenta y cuatro. —Respondió Ashura, solo deseaba que su amigo estuviera “bien” dentro de lo que cabe, sabía que su padre no le dejaría salir para ir, pero sentía una incertidumbre tan grande dentro su ser.

--¡Porque eso eres, un error! Le dije a tu madre que te abortara pero, le diste lastima por eso estas vivo mocoso estúpido. ¡Ni defenderte sabes!—Se alcanzo escuchar como algo era lanzado y se golpeaba con algo tan fuerte que se logro percibir a la perfección en la línea.

 --P-pero mínimo afronto las cosas de frente y no soy un cobarde como tu. —Un golpe más acompañado de un quejido.

--Deberías desaparecer de este mundo, matate. Por cierto ¿creías que no me iba a enterar de que andas de marica?—Si pudieran ver la expresión del acusado al otro lado de la línea apostarían a que era una de terror; Ashura abrió mas los ojos, por la expresión que había usado el agresor eso significaba algo muy malo.

--No tengo idea de lo que te refieres…--

--¿No que enfrentes las cosas con la frente en alto? Maldito marica. —Y fue lo último que escucharon salir de la boca del agresor, pero si seguían dejándose oír los quejidos del otro, que poco a poco se iban convirtiendo en gritos de dolor acompañado de llanto.

 

El tiempo volvió a pasar, Ashura nunca comento nada de lo que había escuchado solo se entero de que se habían llevado al padre de Indra a prisión, ¿Quiénes soltaron el chisme? Los tipos a los que les habían ganado en aquella pelea.

De ahí, (con mucho que ver esos tipos) se empezaron a meter con Indra, burlándose de que se habían llevado a su padre, inventando cosas que ni que ver, y Ashura trataba de mantenerle el ánimo a su compañero cosa que casi nunca lograba, pues siempre sacaban excusas para separarlo de él.

Y así, poco a poco Indra se fue hundiendo mas y mas en la soledad, aquel joven que les daba consejos a quienes le pedían ahora alejaba a las personas de él, y ellos no hacían mucho para evitarlo, al contrario.

--Indra, no puedes seguir quedándote callado, tienes que hacer que paren. —Decía Ashura tratando de convencer a su amigo de que ya no permitiera esos tratos.

Llegaron al salón para descubrir todas las cosas del azabache regadas por el mismo, Indra soltó un suspiro fingiendo que no le importaba lo que estaba pasando pero por dentro solo quería que todo eso parara.

Ashura vio con lastima a su compañero ayudándolo a recoger sus cosas, encontrando unas que decían “Marica”, “¿Cuánto cobras?”, “Cuando quieras te la meto”, cosas por el estilo.

El castaño había con ese tiempo de conocerlo empezado a ver al azabache de diferente forma, y creía que el momento de confesársele se estaba acercando, si el otro sentía lo mismo podría levantarle el ánimo, solo esperaba que nada saliera mal.

--Indra…--

--Dime. —

--Se que no es la mejor situación pero ya no puedo seguir guardando esto que siento por ti. —El azabache dejo de recoger sus cosas para prestarle atención a su amigo. —Cuando nos empezamos a conocer me pareciste una persona que vale mucho, que muchas veces ve por los demás aunque por tu actitud a veces los espantas, pero eso no importa ahora. —Y logro escuchar una leve risa de su amigo. —Lo que quiero decir es que, me gustas; por tu forma de ser, tu físico, todo en ti me gusta. —Indra abrió los ojos sonrojándose por lo que le había dicho Ashura, incluso sintió unas pequeñas lagrimas en sus ojos.--¿Quieres ser mi pareja, Indra?—

El azabache solo atino a asentir, se había quedado mudo de la sorpresa tal vez eso sería un nuevo empezar.

Las semanas pasaron y los dos no podían estar más que felices de estar juntos, claro que los tratos a Indra no habían acabado por parte de los demás, y esto aunque el azabache lo disimulara bien le afectaba demasiado…

Incluso cayó en depresión, pero se lograba mantener alegre para que su pareja no le preguntara ni se preocupara, pues siempre decía que él lo podría solucionar todo, cuando en realidad solo se hundía cada vez mas…

 

El azabache llego a su hogar deseando estar solo pero no, ahí estaban el amante de su madre y su madre; al poco tiempo de que habían metido preso a su padre el hombre ese que ni conocía se mudo con ellos, y bueno, era como la segunda versión de su papá mientras que su mamá solo veía o reía de lo que le hacía.

Pero de que había un muy pequeña diferencia entre los dos hombre si la había, y era que el amante se aseguraba de que los golpes no se vieran, lo que significaba tener mas y mas marcas en su espalda, abdomen y piernas, incluso ya comenzaba a dejar de sentir de tanto que su piel se estaba acostumbrando.

--Hey mocoso, ponte a hacer la comida. —Indico el desconocido provocando el fruncimiento del ceño de Indra, quien harto de siempre estar siguiendo sus órdenes se atrevió a hablar.

--¿Por qué no cocinas tu? Maldito mantenido de mierda. —Y con eso firmo su sentencia…

 

Habían pasado tres días en los que el azabache no se presento a la escuela preocupando a su pareja que estaba en si ir a verlo  su hogar o no, pero al final decidió que si.

Cuando llego la hora de la salida fue directa al hogar de su novio; llego frente a la casa y a punto de tocar el timbre escucho algo.

--¡A él no le hablas así!—Fue una voz femenina la que se hizo notar.

--¡Aprende mocoso estúpido!, si te siguen manteniendo aquí es porque sirves de sirvienta. —  Una voz desconocida llamo la atención de Ashura quien solo escuchaba.

--¡Ustedes dos son un par de inútiles, buenos para nada!—Grito esta vez Indra.

--Tu eres el bueno para nada, ¿Por qué no te matas de una vez?—De nuevo esa voz desconocida se hizo presente.

Y ya no se escucho respuesta alguna, solo un golpe que al parecer era una puerta. Ashura decidió mejor irse de ahí, parecía ser un mal momento.

 

Si tan solo hubiera entrado…

Si tan solo hubiera está ahí…

Si tan solo no me hubiera acobardado…

 

Indra volvió  a la escuela después de unos días de no haber asistido, cuando entro todos comenzaron a murmurar, y como no si traía una venda en el cuello que no alcanzaba a cubrir la camisa del uniforme; se sentó en su lugar y espero en silencio a que el profesor llegara, ni una mirada le dio al castaño que lo veía con preocupación.

Llego la hora del receso, tiempo el cual aprovecho Ashura para acercarse a su pareja, quien le dio una mirada de reojo nada más.

--Indra, ¿Por qué no viniste? Me tenias preocupado.—Un suspiro fue su respuesta, espero paciente  que le acompañaran las palabras.

--Me enferme, por eso.—

--Pero la venda que tienes en tu cuello…--

--Me salió alergia y no quería que la viera nadie por eso mismo.—

Y fue el fin de su conversación, el castaño sabía bien que le mentía pero no lo iba a forzar a hablar de algo que no quería.

 

Si tan solo le hubiera preguntado…

 

Ashura noto como el ánimo de su pareja había recaído aun mas, y aunque trataba de disimularlo ya era imposible; tenia ojeras, sus calificaciones habían bajado al no cumplir con los deberes como antes lo hacía todo en él se venía abajo.

Los matones ya hacían lo que querían, ni siquiera se defendía como antes, ahora solo se mantenía callado alguna que otra vez soltaba quejidos pero de ahí en fuera ningún sonido salía de su boca; con el único que “hablaba” era con su novio, que trataba de sacarle una sonrisa, cosa que sucedía muy rara vez.

No dejaba ni que le abrazara, no le había dicho el motivo pero su pareja sospechaba el a que se debía eso,  claro que no se lo decía no quería empeorar la situación aun mas.

Hasta que llego ese día…

--¡Maldito marica!—El grito que termino por romperlo, de la persona que le había dado la vida, quien prefirió a un amante que a su hijo…

Subió a su habitación encerrándose, le mando un mensaje a su pareja…

--No lo soporto mas…-- Murmuro el azabache posando su rostro entre sus manos mientras unas lagrimas se escapaban del espacio que dejaban sus dedos.—Desde niño he tenido que aguantar todo esto… nunca supe que era la felicidad… todos me dejaban atrás, solo me utilizaban luego, se terminaban burlando de mi… estoy harto.—

Salió de su hogar, había citado a su novio en un lugar cerca de un hotel, había estado ahorrando dinero que a veces por ayudar a los vecinos le daban en recompensa.

Llego y solo tuvo que esperar unos breves minutos para ver que llegaba su pareja, quien al ver el lugar atino a sonrojarse, pero ambos entraron tomados de la mano, fueron a su habitación asignada.

 

Los labios del castaño recorrían el cuello blanco de su novio descubriendo algunos moretones, pero en esos momentos no se detendría a pensar en eso…

Gemidos se escuchaban, eran los sonidos que llenaban aquella habitación…

Ambos sudaban, sus respiraciones eran irregulares…

--M-mas…-- Murmuro Indra tomando el cuello a su novio para besarlo con pasión mientras las embestidas aumentaban su ritmo.

--Te amo Indra. —

--Te amo Ashura. —y Ambos se corrieron, uno dentro del otro y el contrario entre sus vientres.

Durmieron abrazados…

Cuando Ashura despertó esperaba ver a su pareja a su lado pero no, estaba vacío el lugar. Se puro en vestirse para irlo a buscar en su casa esperando encontrarlo ahí, pues ese día era su aniversario de siete meses siendo novios.

Pero lo que vio le dejo sin palabras…

La casa de su amado estaba rodeada de policías, los vecinos también acompañaban la zona que estaba con la cinta amarilla impidiendo el paso…

Una anciana veía todo con dolor, Ashura opto por acercarse a ella y preguntarle que había sucedido.

--Indra-chan… todo paso tan rápido; el llego en la madrugada, su madre y el hombre que vivía aquí al parecer se enojaron por algo, y comenzó una pelea de insultos, luego se fueron a los golpes… vi como paso todo desde mi ventana, llame a la policía cuando todo se puso más feo, lo golpearon esos infelices al grado en que lo mataron… fue tarde para cuando llego la policía… yo que no tuve la fortuna de tener hijos, a él lo consideraba como uno y estos malditos que si tuvieron la oportunidad lo trataron así toda su vida. -- Y con eso ella soltó un gemido indicando que iba a llorar…

Ashura se quedo en blanco, ahora entendía el porqué la urgencia de verlo la noche anterior… les había hecho frente y termino muerto…

Vio como salía una camilla cubierta con una sábana blanca, Ashura sin importarle nada se acerco pidiendo verlo que él lo conocía, y cuando se lo mostraron gruesos ríos de lagrimas cayeron por sus ojos, la anciana que le había seguido también soltó en llanto…

El rostro de aquel joven estaba lleno de golpes, ambos ojos estaban hinchados, su labio partido, la nariz rota, estaba casi irreconocible.

--¿Alguien de aquí es Ashura?—Se escucho la voz de un policía que traía en su mano un papel. El castaño levanto su mano secándose las lágrimas, acercándose al oficial, quien le vio con dolor. —Lo siento chico…-- Y le dio el papel.

Ashura lo abrió y comenzó a leer…

 

Hola Ashura, bueno es que leerás esto tarde o temprano…

Créeme que contigo pase los mejores momento de mi vida, te metí en una pelea cuando tu no querías, siento eso, pero esa vez no pude soportar el ver cómo te trataban esos malditos que bueno, así terminaron las cosas.

Sé que tú fuiste quien ayudo a que mi padre estuviera en prisión, te agradezco eso. Respondí tu llamada esperando que lograras entender mi “mensaje”.

Esto se podría considerar como suicidio y, si, pero fue porque ya no pude soportar más, desde mucho tiempo antes yo ya tenía una depresión muy grande, nunca quise decirte algo de eso porque no quería preocuparte pero bueno, que se va a hacer.

Me enseñaste que aun podía tener amigos y tú fuiste esa pequeña oportunidad que me dio el destino para ser feliz; espero no haberte causado problemas, y siento ya no poderte pasar la tarea pero, me canse de todo.

Dile por favor a la señora Lisa que le agradezco mucho cuanto me ayudo, que no llore porque la voy a estar cuidando como siempre lo hice. Ella tiene un lugar muy grande en mi corazón acompañada de ti.

Supongo que ya sabes el porqué de la noche anterior, ¿no? bueno, fue mi forma de despedirme y mi regalo de nuestros siete meses juntos, en verdad que estos siete mese fueron de lo mejor.

Lo siento tanto, por favor no llores créeme que ahora que ya no estoy en este mundo voy a ser completamente feliz y también desde acá te voy a estar cuidando…

Te amo Ashura, nunca lo olvides. Muchas gracias por todo.

Indra.

 

El castaño, lloro por mucho tiempo, le paso el mensaje  aquella anciana quien le acompaño en el llanto.

 

--Si tan solo hubiera…--

Notas finales:

No lo se, tenia ganas de escribir algo de este estilo. La inspircion me dio por un comentario en facebook donde decian que el clitche que les gustaba era el del tipo depresivo y bueno, aqui esta. Claro que en este caso no termino muy feliz la cosa que digamos pero bueno, asi es la vida ¿no? Muchas veces tenemos unas bajas que sentimos que no podemos salir de ellas. Fue lo que quise dar entender aqui.


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