— Desde luego, hacía tiempo que no lo hacías de esa manera tan bruta. — Se quejó Lucy mientras se abrazaba a mí completamente desnuda. Yo sonreí un poco nervioso, y es que eso tenía una explicación clara: no lo había hecho con Gray por una semana.
Con Gray podía ser todo lo bestia que quisiera y darle bien duro ya que a Gray le gustaba que le tratara así. Luego se hacía el poca cosa, el inocente o el tímido, pero eso también me gustaba de él, en cierta manera Gray me parecía alguien completamente seductor a diferencia de Lucy.
La miré levemente. Sí, era muy guapa. Sí, tenía buen cuerpo. ¿Pero era suficiente? No. Definitivamente, de manera sexual Lucy no me llamaba absolutamente nada. Por eso tenía a Gray, además, era algo que nos gustaba a los dos, porque si no, no se dejaría, así que era perfecto: tenía una chica que cuidaba de mí siempre y aparte tenía a un tipo seductor que me daba todo el sexo que necesitaba.
Suspiré sin embargo ya que desde hacía una semana no me había pasado por allí. La última vez se puso a llorar y creo que sin querer le hice mucho daño, a veces podía ser muy rudo sin darme cuenta y tampoco quería eso, yo quería a Gray como un amigo y no quería que lo pasara mal por mi culpa, así que había decidido no ir estos días para que se pudiera recuperar bien.
Estaba a punto de dormirme con mis pensamientos cuando de pronto escuché a Lucy.
— ¿En qué piensas? Estás como ido. — Me preguntó.
— En Gray. — Respondí automáticamente sin darme cuenta. Lucy suspiró un poco con tristeza.
— Así que no sólo soy yo… Tú también te has dado cuenta de que parece muy triste, ¿Verdad? — Me comentó y yo me sorprendí un poco pero no dije nada.
— Últimamente siempre está cabizbajo, hace mucho que no sale de misión. Incluso Mira-san me ha dicho que hace mucho que Gray no sale de misión y que le preocupa. — Me explicó.
— Me había dado cuenta de que algo le pasaba, pero no tanto como tú. — Le dije de forma sincera y ella soltó un suspiro.
— Tan atento para unas cosas y tan torpe para otras…— Se burló de mi con una sonrisa. — Deberías tratar de hablar con él, por algo sois mejores amigos, ¿no? — Me encogí de hombros en respuesta. Desde que habíamos comenzado a tener sexo, habíamos dejado de tener la confianza que antes teníamos en otras cosas y eso me daba un poco de lástima.
— Hablaré con él la próxima vez que le vea. — Dije seguro y Lucy asintió para luego darme un beso de buenas noches.
— Está bien. Buenas noches, amor. — Se despidió antes de dormirse.
Al día siguiente era día festivo y Lucy y yo ya habíamos planeado una cita. Ella me dijo de ir a un parque de atracciones donde había muchas paraditas para comer y jugar a diversos juegos con lo cual me pareció divertido.
Estuvimos jugando a varias cosas e incluso le conseguí un peluche de un oso enorme. Ella me abrazó allí delante de toda la gente y me sentí un poco incómodo, pero traté de no parecerlo demasiado.
Ya nos íbamos a ir a casa cuando vimos una pequeña tiendecita un poco más alejada que decía que te adivinaba el futuro, la verdad, yo no era de creer mucho en esas cosas, pero Lucy se empeñó en eso así que al final fuimos.
Cuando entramos una supuesta adivina comenzó a hacer movimientos y sonidos estrafalarios que me hacían querer irme de allí de forma automática, pero Lucy parecía gustarle.
— Veo… Tu futuro, señorita. — Comenzó y Lucy se emocionó de saberlo. — Veo un engaño…Y veo empatía…— Susurró y Lucy me abrazó de brazo no gustándole lo que había dicho esa mujer. — Y en ti… En ti también veo engaño, pero uno más profundo… ¿Estás pensando en todo lo que eso significa? — Me preguntó y yo simplemente chasqueé la lengua disgustado.
— Lucy, vámonos. — Le pedí y ella asintió.
— Sí, ¡Yo no te voy a engañar y tú tampoco! ¡Qué adivina más mala! — Dijo de forma alborotada y yo me reí un poco por eso revolviendo su cabello para finalmente irnos a casa.
Al día siguiente, volvimos a ir al gremio. Esta vez me interesaba hacer alguna misión, así que me adelanté a Lucy para ir escogiendo. Busqué a Gray con la mirada, pero no le encontré, así que simplemente seguí a mi rollo.
— ¿¡De verdad!? — Escuché de pronto gritar a Lucy y eso me sorprendió un poco, así que me giré y vi que estaba hablando con Juvia de forma animada, a quien también se le veía muy feliz. — ¿Y qué le has dicho? — Le preguntó. Juvia se sonrojó mucho y luego sonrió suavemente.
— Juvia ha aceptado tener una cita con Gray-sama. — Susurró y yo me sorprendí muchísimo.
¿Desde cuándo… A Gray le gustaba Juvia?