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Unnamed story II. No gain / Tied Ship por jaeneth24

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Capítulo 3.

 

Había mucho ruido. Voces dando órdenes y objetos de metal y plástico chocando entre ellos. Un dolor intenso entumesía su cuerpo. Cuando intentó abrir los ojos la luz intensa lo lastimó. Lentamente las sombras fueron tomando forma. Rostros desconocidos vestidos de blanco lo rodeaban. Se trasladaban de un lugar a otro a su alrededor. Divisó también una camilla a su lado. Un escalofrío lo recorrió cuando se percató de la persona que estaba recostado en ella. Con los ojos cerrados, moretones en la parte que era visible de los brazos y cuello. Una gran herida que estaba siendo limpiada en ese momento por dos enfermeras.

 

Su primer impulso fue pensar que estaba soñando. Pero todo era tan real y lo era también el dolor que dudaba. ¿Cómo es que podía verse a sí mismo? ¿Qué era lo último que recordaba estar haciendo? Pensó en el centro comercial donde había estado comprando ingredientes; estaba emocionado. “¡La cena!” Iba a preparar una cena para presentar a su hermana. ¿Después?

 

Estaba frustrado, a punto de caer en el enojo. Se veía a sí mismo y quería sacudirse y que el otro Jaejoong le respondiera todas las dudas que tenía. Empezaron a retirarle sus objetos personales, el reloj, un par de anillos, cortaron la camisa que dejó al descubierto más heridas. Entonces vió el collar en el que pendía el anillo. “¿Dime qué significa este anillo?” La voz de su hermana retumbó como un eco en su cabeza, trayendo los trozos de memoria que estaba buscando. El inicio de la cena, las expresiones de sorpresa de sus amigos, la noticia acerca del nuevo romance de su ex pareja, el dolor que había sido más intenso del que sentía ahora, el club, las bebidas y finalmente. Flashes de cámaras, empujones, el chirrido de llantas haciendo fricción en el asfalto, un golpe y su último acto consciente fue envolver a su hermana en sus brazos.

 

Tuvo miedo. ¿Qué había pasado después? ¿Cuánto tiempo hacía de eso? ¿Si se estaba viendo a sí mismo significaba que había muerto? Lo que le angustiaba no era él mismo, sino sus padres, su familia. No había tenido oportunidad de despedirse correctamente. El dolor que le causaría a su madre, siendo una mujer mayor, podría incluso acabar con su vida y por ende la de su padre. Tanto dolor. Sus fans… de haber sabido, que el concierto de hace unos meses sería su último, les habría dedicado más tiempo y amor, para compensar lo que le habían dado y el apoyo incondicional. Pensó en Yoochun y Junsu, sus dos amigos entrañables ya habían atravesado un doloroso proceso de separación de un grupo y ahora vería a JYJ convertirse en JY.

 

Pensando en estos dos últimos, distinguió entre los distintos ruidos del lugar unos sollozos familiares. Eran precisamente ellos, frente a la camilla que contenía su cuerpo que ahora ya portaba una bata celeste. Junsu en silencio con los ojos ardiendo y su rostro sonrojado por el llanto y Yoochun con su ropa totalmente desalineada y manchada en sangre lloraba casi a gritos mientras veía al igual que su otro compañero en dirección a la camilla. Quería abrazarlos, se odiaba por ser el causante de su dolor.

 

Ahora que pensaba con más claridad, la visión que tenía de sí mismo y de ellos era extraña. A pesar de que veía a su cuerpo en una camilla, la vista que obtenía estaba a su misma altura. ¿Cómo era eso posible? Se preguntó, ahora que estaba muerto, ¿cómo se vería a sí mismo? Trató de moverse para verse a sí mismo pero no pudo. Algo le impedía su movimiento. Se percató de que estaba acostado. ¿Pero cómo? ¿Su espíritu estaba acaso en la misma posición que el cuerpo que había dejado atrás? Levantó un brazo y vio a su muñeca encajada una aguja con un tubo delgado transparente que recorría todo el brazo y que aparentemente le estaba suministrando algo. En las ocasiones pasadas que había estado hospitalizado lo había visto, motivo por el cual no se impresionó por ese detalle. Lo que lo impactó fue la mano que acababa de mover. Había hecho el movimiento, lo había ordenado desde su mente como tantas veces pero, no podía reconocer la mano que había movido. Pudiera ser a causa de su “muerte” pero el cuerpo que estaba en la camilla de a lado no se había movido un centímetro y seguía rodeado de doctores y enfermeras.

 

Una de las enfermeras volteó a su dirección. “¿Cómo es que puede verme? ¿Tendrá poderes sobrenaturales?”

 

-La paciente ha recobrado el conocimiento. -dijo y después fue acompañada por un doctor quien con un aparato parecido a una pluma que despedía una luz comenzó a revisar los ojos de Jaejoong.

 

-¿Nombre de la paciente? -lanzó la pregunta al aire. Una enfermera más que sostenía una tabla de apoyar con documentos comenzó a ojear las páginas.

 

-Arai Karin.

 

Jaejoong volvió a levantar el brazo de manera brusca. “¿Arai Karin?” Quiso hablar y decir que estaban en un error pero algo se lo impedía, cuando intentaba mover su boca para hablar, sintió algo que se movió en su garganta y le provocó náuseas.

 

-”¡HNNG!” - si se trataba de una pesadilla era de las peores y más reales. Se sacudió con las pocas fuerzas que tenía. Quería levantarse, recibir explicaciones.

 

Por el alboroto que causó, más personal lo rodeó. Además, los ojos de sus amigos se posaron en él, aún estando ambos en llanto. “Ayúdenme”, pensaba y trataba con todas sus fuerzas que saliera de su boca. Los dos chicos captaron sus ojos suplicantes pero sólo miraron en su dirección, confundidos. Se aproximaron tratando de entender lo que les estaba diciendo, pero un doctor volvió a indicarles que debían respetar la distancia.

 

Un par de brazos sujetaron a Jaejoong en cada lado. A la vez que veía al cuerpo que tenía su apariencia siendo retirado en la camilla móvil fuera de la gran habitación de lo que parecía ser urgencias. Un pinchazo en su brazo y el ardor repentino en la zona precedieron a una sensación de paz instantánea. Todo se nublaba. Y lo último que vió fue a sus amigos lanzarle una mirada compasiva antes de darle la espalda e irse en la misma dirección en que momentos antes había desaparecido su cuerpo.

 

---

 

Despertó finalmente del mal sueño. Se preguntó si haber tenido una hermana también había sido parte de él o en realidad eso sí había pasado. “Hay tanta luz, creo que sin darme cuenta he dormido más de lo que debía”. Trató de recordar si había dejado de asistir a algún evento programado en su agenda mientras abría los ojos acostumbrándose a la luz. El techo era tan blanco, nunca se había fijado en ese detalle.

 

-Por fin has recobrado la conciencia. -una voz a su lado hizo que se sobresaltara. Había un hombre de traje, de alrededor de unos 30 años que estaba a lado de su cama, viéndolo con preocupación. -¿cómo te sientes?

 

Se quedó en silencio. ¿Por qué le hablaba como si lo conociera cuando estaba seguro de nunca haberlo visto en su vida? Además, le estaba hablando en japonés. Podía entenderle sin problema, pero por qué le hablaba en ese idioma. Otro detalle más. Ésa no era su habitación.

 

-¿Quién es usted? ¿Dónde estoy? -la sonrisa del hombre se transformó en una mueca inquisitiva.

 

-¿Karin?

 

-¡No! ¡Jaejoong! -no había sido un sueño después de todo. Comenzó a mirar en todos lados. ¿Dónde estaban sus padres? Seguramente estarían preocupados.

 

-¿Jaejoong? Oh, él… en cuanto estés mejor podremos llevarte a ver a tu hermano. -¿Cómo es que lo sabe? ¿Quién es este hombre? Lo miraba con horror no pudiendo esperar el momento para pedir auxilio. -está en este mismo hospital.

 

-¿Quién es usted? ¿Por qué me llama Karin? -una vez dicho eso, el hombre de traje salió de la habitación a prisa, regresando no mucho después con un doctor de edad avanzada.

 

-Buen día jovencita. -se aproximó sonriéndole a modo de saludo y empezó a revisar los monitores que estaban a lado de él.

 

Jaejoong estaba mientras tanto enlazando los puntos. Este evento y lo último que recuerda en la sala de emergencia. Volvió a levantar su brazo como en esa ocasión y seguía siendo aquél brazo y mano extraña. A pesar de que la tez era de un tono y apariencia similar, las manos eran más pequeñas y delicadas.

 

-Me indica su tutor que ha olvidado ciertas cosas -ahora hojeaba algunas notas que habían estado instaladas en un vinil junto a su cama.

 

¿Cómo pudo haber pasado? Esto era físicamente imposible. Pero estaba pasando. No quería que lo tacharan de loco. Tenía que de alguna manera llegar al cuarto donde estaba su verdadero cuerpo y resolver esto junto con su hermana.

 

-Yo, creo que sí -también la voz, ahora que prestaba atención, no era la que siempre había escuchado salir de sus labios.

 

El doctor le realizó preguntas acerca de Karin, de las cuales sólo pudo responder la mitad y más fáciles. Y eso era: su nombre, edad, nombre de sus padres, profesión y país de origen. Le programaron un estudio para escanear su cerebro y poder tener el diagnóstico de su situación.

 

El sujeto de traje le explicó que era un colega de su padre que llevaba los asuntos de su negocio en japón. Asentía a todo lo que decía y estaba tomando nota mental de cada información que pudiera serle útil en un futuro. El sujeto con el nombre de Jun, era como un hermano para Kazune Arai. Cuando éste falleció prometió cuidar a Karin como si fuera su propia hija. Se comunicaba con ella al menos una vez a la semana. Un mes antes del accidente Karin le había comentado acerca de la existencia de su hermano, aunque no le dijo su nombre, sólo le había pedido que averiguara si era posible ceder a su hermano lo que le correspondía de la herencia que había dejado su padre.

 

-He aprovechado mi estancia aquí. -dijo aclarando su garganta y tomando un maletín de piel negra que había estado en el sofá al lado de su cama -tuve algunas dificultades, pero nada que no pueda solucionarse con una ligera aportación monetaria. -sacó un sobre y después de él unos papeles que extendió frente a su rostro para que pudiera verlos. -efectivamente, están relacionados.

 

-No dudé… -dijo sinceramente asombrado y tomando los papeles en sus manos, viéndolos aunque las tablas y términos mostrados no dieran mucha explicación -pero verlo aquí, y tener la certeza…

 

-Si, es lamentable que Kazune se fuera sin saberlo -observó a la que creía era Karin con ternura. -en cuanto salgan del hospital ambos, te ayudaré con lo necesario para que pueda tener posesión del cincuenta por ciento de las acciones.

 

-¿Acciones?

 

-Claro, menos los centros de investigación, tanto el de Tokyo como el de Londres fueron fundados y propiedad de tu madre, hasta que con tu mayoría de edad se hizo la transferencia directa a tu nombre.

 

Se quedó callado. ¿Qué tanto era lo que en realidad conocía de su hermana y su familia? Viendo su confusión el hombre prefirió retirarse y “dejarla” descansar. Le dijo que después la estaría contactando para hablar de otro asunto, mientras tanto estaría atendiendo unos negocios en Seúl. Le extendió una tarjeta, diciéndole que lo llamara en caso de necesitar algo.

 

Si hubiera tenido en su poder algún aparato con internet hubiera investigado acerca de la empresa que venía registrada en la tarjeta. Justo al pensar en ello se dio cuenta que no tenía forma de comunicarse con nadie. Recordó que el hombre había dicho que estaba internado en el mismo hospital donde estaba su cuerpo. Solicitó a la enfermera que lo llevara a la habitación pero le dijo que aún no podía moverse.

 

---

 

Fueron de los días más largos de su vida. No sabía nada del exterior. Le habían prohibido también encender el televisor; felizmente hubiera desobedecido si tan sólo contara con el control remoto. La comida era espantosa y aunque cada vez se sentía más liberado de aparatos y vendajes aún le causaba dolor moverse.

 

¿Estaría Karin pasando por lo mismo encerrada en su cuerpo? Esperaba que también ella estuviera tratando de visitarlo para poder hablar de lo que estaba pasando y encontrar una solución. Al quinto día la ilusión de esa opción murió cuando fingiendo estar dormido escuchó una conversación entre el personal médico.

 

-¿Cuándo le dirán? -preguntó una voz femenina.

 

-La resonancia no mostró un daño físico, -respondió la ya conocida voz del médico anciano -significa que su estado de amnesia se debe al shock que sufrió por el accidente. No queremos que la situación empeore. Si se entera de que su novio está en estado de coma, no sabemos cómo pudiera reaccionar.

 

Por como disminuía el volumen de sus voces supuso que estaban saliendo de la habitación al decir eso. Pero fue lo suficientemente claro. Esa era la razón por la que no le permitían tener comunicación. Nuevamente pensó en su familia, sus amigos y sus fans. Además, eso significaba que Karin era la que en estos momentos estaba padeciendo en estado crítico.

 

Tenía que pensar frío y salir de esta situación de aislamiento. Requería ayuda y no había en nadie más que confiara tanto como en sus dos amigos. Una de las enfermeras, seguramente sintiendo pena por él, trataba de animarlo y siempre se quedaba un rato conversando de las cosas más insignificantes. Por la simpatía que le tenía pensó que podría utilizarla.

 

Le comentó que necesitaba hablar con su tutor y que para ello requería un teléfono. En un principio, recelosa, le ofreció hacer la llamada ella misma, sólo tenía que decirle qué debía comentarle. Se excusó diciendo que era algo muy personal y prometió no demorarse. La enfermera temió comprometer su trabajo, pero pensó que una chica tan linda y en tal estado no sería capaz de hacer algo que la perjudicara. Le extendió su propio movil y se acercó a la puerta para darle espacio aunque sin salir de la habitación. Jaejoong tecleó el número implorando a los cielos que a pesar de ser un número desconocido su amigo respondiera.

 

-Tío, soy Karin -escuchó un “¿Qué?” de sorpresa por parte de su amigo pero antes de que pudiera decir más o le colgara le dijo casi gritando. -¿Recuerdas lo que te dije el 31 de Julio del 2009 mientras llorabas? -hizo una breve pausa y continùo- Si te rindes, no habrá nadie que pueda ayudarte, pero si sigues intentándolo, nadie podrá pararte y…

 

-...yo y tus fans estaremos a tu lado. -terminó Yoochun la frase. -¿hyung?

 

-Si…-le dijo haciendo una pausa. -Soy Karin, por favor ven lo más pronto posible a mi habitación en el hospital.

 

Colgó y antes de que la enfermera, quien había estado viendo hacia afuera vigilando, volteara nuevamente borró el registro de la llamada. Esperaba que con eso, que estaba seguro sólamente sabían ellos dos, pudiera entender y creerle. No sabía cuánto tardaría en venir o si de verdad lo haría. ¿Y si había pensado que se trataba de una broma? Rogó internamente por que no fuera así.

 

Cuando pasadas tres horas le indicaron que tenía visitas supo que había tomado la mejor decisión. Yoochun entró y sintió una opresión en el pecho. Tenía marcadas ojeras y su cabello estaba largo y descuidado. Su ropa también estaba desalineada y por el olor supo que había estado tomando aunque todavía era temprano.

 

-¿Karin? -preguntó tartamudeando. Jaejoong negó con la cabeza. -¿Cómo sabías eso? Jaejoong hyung era el único…

 

-Yoochun, soy yo -su amigo se aproximaba tambaleante hasta donde él estaba -no sé por qué pasó esto. Recién me enteré que todo el mundo piensa que estoy en coma. Me tienen incomunicado… tienes que ayudarme.

 

-Fue mi culpa… -empezó a decir mientras sollozaba -yo no debí permitir que salieran entre esos reporteros… sabía lo peligroso que puede ser...

 

Era curioso que Yoochun se concentrará más en eso que en el hecho de que había cambiado de cuerpo con su hermana. Eso era lo que lo tenía en el estado de descuido en que lo veía ahora. Jaejoong se sintió culpable.

 

-Yo fui quien les suplicó que me dejaran hacerlo…

 

-¡Estabas ebrio y con el corazón roto! -gritó su amigo poniendo sus manos en los hombros de Jaejoong.- Éramos nosotros los que debíamos de cuidarte…

 

-Yoochun-ah, -susurró a la vez que tomaba las manos de su amigo -más que lo que pasó ese día, me duele verte así, culpándote.

 

No cabía duda que era él. La manera de hablar, el cariño que le tenía. Era el aura de su amigo aunque en el exterior ahora luciera diferente sabía que era él.

 

-¿Qué significa que estés así? ¿Cuando tu hermana despierte volverán cada quién a su cuerpo?

 

-Quisiera tener las respuestas. También por Karin… soy el responsable de su condición. Ella sólo quería ayudarme.

 

-Los reporteros, fueron ellos los que causaron esto. -el pelinegro apretó sus puños -hubieras visto como parecían estar en un festìn, inclusive estando ustedes malheridos.

 

-Suficiente de hablar de responsables. Por favor, ayúdame a llegar a donde está mi cuerpo.

 

Llamaron a la enfermera a cargo, quien después de consultar con el médico quien contempló aliviado que la visita de Yoochun le había dado un aspecto muy favorable a Karin por lo que concedió la petición.

 

Con la ayuda de una silla de ruedas, ya que aún el cuerpo de Karin no se encontraba en condiciones de caminar por su cuenta, se desplazaron hasta la habitación. Afuera de ella, en unos sillones de espera, se encontraban dos de las hermanas de Jaejoong, una de ellas llevaba en sus brazos a una niña quien se había quedado dormida. Cuando se acercaron ambas los vieron y la que tenía sus brazos libres se puso de pie. Con una opresión en el pecho Jaejoong advirtió que habían estado llorando. Aún sus ojos estaban rojizos y cristalinos.

 

-Yoochun, me da gusto verte por aquí. Luces más animado -sonrió melancólicamente. Seguramente su familia también había estado preocupada por su amigo.

 

-Gracias, vine a ver a Jaejoong-hyung… y hay alguien más que quiere verlo. -Jaejoong se ruborizó. Encontrarse con sus hermanas en ese cuerpo era como estar desnudo. Siendo el único varón en una familia de mujeres y ahora haberse convertido en una.

 

-Mu...mucho gusto -sin querer tartamudeó y no pudo sostener la mirada. Le inquietaba el ser descubierto.-Soy Arai Karin.

 

-Sabemos quien eres, -dijo inesperadamente su otra hermana, sin levantarse a causa de la niña que tenía en brazos -que bueno que por fin te dejaron ver a mi hermano. Me imagino que has de estar ansiosa por verlo.

 

-Nuestro Jae, desde que estaba en la escuela media nunca nos había presentado formalmente a una chica. Justo antes del accidente nos dijo que quería venir a casa y que invitaría a alguien especial… -se estaba quebrando por dentro. No soportaba ver a sus hermanas llorar; menos ser la causa de ello. Bajó la mirada tratando de contener sus propias lágrimas de impotencia.

 

Yoochun, teniendo una idea de lo que su amigo estaba sintiendo, volvió a tomar el control de la conversación. Solicitó a ambas hermanas permiso para que él y “Karin” pudieran pasar a ver a Jaejoong. Ellas intentaron en vano poder tener una respuesta más atinada de la relación entre su hermano y esa chica pero por las evasivas de Yoochun dilucidaron que no era el momento. Los dejaron entrar mientras la mayor permanecía afuera con la niña y la otra entraba junto con ellos.

 

Para Jaejoong fue más que impresionante ver su cuerpo postrado en cama. Los aparatos conectados a él. Su rostro pálido y labios resecos. Parecía que estaba viendo a un muerto. Se estrujó y empezó a llorar desconsoladamente para sorpresa de su hermana y elevando la preocupación de su amigo.

 

-Lo sé -inició a hablar con voz quebradiza su hermana -vengo a verlo casi a diario y aún me impresiona.

 

Karin, aunque tenía poco tiempo de conocerla, también era su hermana. Y en parte, sus lágrimas se debían a saber que ella estaba atrapada allí. Todo por una situación que él había provocado. Se prometió así mismo que encontraría la manera de solucionarlo. Pero además, tenía una furia y sed de venganza que tocó niveles inimaginables cuando esa tarde, después de que finalmente tuviera acceso a un televisor viera la continuación a una noticia que ya había olvidado, pero a la que ahora le atribuía la causa de todas sus tragedias.

 

“Después de haber pospuesto en señal de respeto al trágico accidente del que fue víctima su ex compañero de grupo, el cantante y actor Jung Yunho anunció en conferencia de prensa formalmente su noviazgo con la actriz novata de la misma agencia con la que protagonizara anteriormente una mini serie y con la que se rumora está en la mira para la grabación de una importante película. Ambos dijeron haber mantenido su noviazgo en secreto debido a que primero querían estar seguros de que a pesar de las apretadas agendas de ambos podrían hacer que funcionara la relación. Hoy, entre risas nerviosas, además no negaron que eventualmente esa relación pueda consumarse en un matrimonio”.

 

-Estúpido títere…-murmuró aventando un cojín a la pantalla. -La persona con la que estuviste por años, en las buenas, en las malas y las peores situaciones está en un hospital casi muerto… -sollozó abiertamente aprovechando la ausencia de personal, además que Yoochun se había retirado hace ya una hora - ¿y tú te pones a anunciar tu compromiso?.. Ni siquiera viniste a verme, pedazo de idiota… ni por la amistad que tuvimos… ¡¿Qué?! ¿Atrasaste tu conferencia de prensa por mí? Woow, me siento tan halagado. Jung Yunho siempre tan considerado, y ejemplo de los buenos modales… Si la gente supiera… Oh, pero eso es precisamente lo que no quieres, ¿cierto? Que nunca la gente se entere de los deseos reprimidos que tienes.

 

---

 

Después de dos semanas le autorizaron el alta. El hombre de traje acudió nuevamente, proporcionándole las llaves de su apartamente y, debido a que aún tenía los supuestos problemas de amnesia, le anotó la dirección del mismo y los números de teléfono más importantes como acceso rápido en su celular. Además le sugirió que regresara al trabajo para que pudiera superar más pronto el shock del accidente. A lo cual Jaejoong le respondió que no se sentía listo. Aunque era porque no podía desenvolverse como médico; carecía hasta del más básico conocimiento.

 

Se pasaba los días en su departamento y la única actividad fija e importante que tenía era la visita que diariamente realizaba a su hermana. Y en la cual aprovechaba para ver al resto de su familia, o al menos los que estuvieran en ese momento. Se sentía agradecido de al menos poder hablar con ellos de esa manera, no obstante siempre terminaba destrozado al ver al sufrimiento que sentían por su estado. Sus padres eran personas fuertes y aunque no demostraban tanto como sus hermanas, Jaejoong sabía que sufrían más que todas ellas juntas. Todos veían con buenos ojos la dedicación que tomaba a las visitas. Como él sabía que no podía tenerlos tanto tiempo en Seúl ya que tenían negocios que atender en sus respectivas ciudades, se ofreció a seguir realizando las visitas y mantenerlos informados, cosa que ellos agradecieron aunque les pesara despegarse de su amado hijo y hermano, pero lo cierto era que el hospital es costoso, y que estar sin el apoyo que Jaejoong les ofrecía cuando estaba activo era complicado para sus padres.

 

Eso lo atormentaba. Y quiso retomar el vicio del alcohol pero no podía. Sabía que no era su cuerpo y se resistía a hacerle eso a su hermana. Yoochun lo ayudaba en lo que podía, y hasta llegó a ofrecerse para apoyar económicamente a sus padres pero el orgullo le impedía aceptarlo. Estaba deprimido, molesto con el mundo y preocupado. No sabía qué hacer. Visitaba sus perfiles sociales y los mensajes de sus fans a veces lo animaban, aunque le recordaba lo mucho que las extrañaba y lo que deseaba estar de vuelta en los escenarios.

 

Las fans incluso habían tomado con buena gana su “relación”. Sabían que su “novia” lo visitaba diariamente y cuidaba de él. Además su parecido había sido un factor importante para que la aceptaran, decían que había elegido muy bien y que no hubieran aceptado que Kim Jaejoong estuviera con alguien menos hermosa que él mismo. Sabía que era algo patológico pero amaba sentir su protección. Vio que unas de ellas incluso pelearon con fanáticas de Yunho menospreciando a su novia quien a pesar de los años no salía de la categoría de actriz novata, que no tenía talento más que el ser “bonita” y que se colgaba de la fama de él, “a diferencia de la novia de nuestro Jae que tiene una carrera, vive bien por sus propios medios y es de una respetable familia”. Lo último probablemente era intuición ya que dudaba que supieran a ciencia cierta lo que hacía la familia de Karin.

 

-Es mentira… nos estás jugando una broma y no es de buen gusto. -esas palabras fueron las primeras articuladas por Junsu después de una pausa de como 3 minutos, cuando Yoochun le contó por fin lo que pasaba con su amigo.

 

-Junsu, te puedo describir exactamente lo que usabas el día que te conocí, -dijo Jaejoong enternecido por la reacción del menor -llevabas puesto un suéter blanco que parecía pertenecer a una persona que era el doble de ti. Jeans deslavados igual de grandes, porque era la moda, y tu cabello con un apartado por en medio y largo a la altura de tus orejas. Y lo recuerdo porque te admiraba, como admiro tu talento hasta el día de hoy. Y sabes que no es la primera vez que te lo digo pero me alegré muchísimo cuando supe que ibas a estar en nuestro grupo.

 

Ambos miraban las expresiones de Junsu quien estaba debatiéndose internamente entre si creer esta descabellada historia o no. Finalmente soltó una carcajada de las típicas que sólo él podía pronunciar. Por un momento temieron que hubiera perdido la razón. La verdad es que estaba feliz. No era la situación en la que esperaba volver a ver a su amigo pero al menos era algo. Por un momento, aunque nunca se lo dijo a Yoochun, tuvo miedo de que Jaejoong nunca fuera a despertar.

 

-Hyung, ¿por qué no me dijeron antes? Siempre me excluyen -empezó a reprocharle mientras lo abrazaba fuertemente. Se detuvo de golpe al sentir algo extraño que antes no había obstaculizado sus abrazos. No pudo contener su sonrojo.

 

-Ahg, ni me digas nada .-dijo Jaejoong también apenado.- No saben lo que he sufrido con cosas tan simples como el aseo diario. A veces hasta estoy días sin bañarme. Cuando logremos hacer que cambie de nuevo con Karin, nunca voy a poder verla a los ojos de nuevo.

 

-Pero hyung, ¿qué has pensado hacer para que cambien nuevamente?

 

-Junsu, he investigado y tratado con todo en cada una de las visitas que he dado a Karin. -empezó a decir- he llevado a un cura católico, a un pastor cristiano, a una espiritista, ¡de todo! Y nada ha funcionado. Aunque claro, los llevaba a ciegas porque no podía decirles lo que estaba pasando, no fueran a pensar que estaba poseído.

 

-Yo consulté a una medium, -Yoochun empezó a decir murmurando -le dije esta situación pero cambiando los nombres, le dije que se trataba de la hermana de un amigo de la infancia.Esa mujer es muy popular entre los actores, muchos la consultan antes de aceptar un rol y les suele ir bien. Ella me dijo que puede ser que haya un asunto que deben de atender,... lo malo es que… -se detuvo, miró a Jaejoong y luego bajó la mirada incapaz de decirlo.

 

-Lo malo es que,... -prosiguió Jaejoong aclarándose la garganta. -Según esa teoría una vez terminado el asunto pendiente, se realizará el cambio y el que se encuentra en el cuerpo dañado morirá.

 

-¡No! -gritó Junsu -no puedes, hyung, son ridiculeces.

 

-Son teorías, este asunto en general es el ridículo. En sí ya estoy muerto, -comenzó a caminar por la habitación mordiéndose las uñas. Su cabello largo y castaño se ondeaba con cada paso, el flequillo le cubría casi la mitad de los grandes ojos. Llevaba puestas pijamas y nada de maquillaje o cosas de arreglo personal. Aún así, con su cara de angustia y ojos visiblemente cansados por el insomnio, era majestuosamente atractiva. Tal como lo era en su versión masculina. -no puedo salir a divertirme, no puedo tomar alcohol, no puedo fumar, no puedo hablar con mis padres de manera normal… y principalmente, no puedo estar en los escenarios, con mis fans, que son mi vida, mi sueño.

 

Junsu sintió pena por él. Se puso en su lugar y con el mero pensamiento de estar alejado de la música le dolió. Yoochun se puso a buscar entre los bolsillos de su abrigo y sacó su celular, de ponto concentrado en buscar algo, mientras Jaejoong seguía dando vueltas en la habitación como tratando de encontrar una salida.

 

-Hablando de eso, he encontrado algo de lo que quería hablarte. -extendió su celular y se lo pasó -es dentro de una semana, quizá sea apresurado pero confío en que si te interesa puedes prepararte y tengo un contacto que ya me aseguró poder conseguirme un pase.

 

Jaejoong vió el celular. Que tenía preparado un video donde salían varios artistas que habían debutado después de él haciendo una invitación para un casting de talentos organizado por la principal televisora de Corea.

 

-¿Para qué me muestras esto?

 

-¿No es obvio? Dices que estás cansado de no poder hacer nada. ¿Por qué no simplemente haces lo que siempre has hecho? -dijo Yoochun como si fuera la cosa más lógica del mundo.

 

-Yoochun, eso hacía yo cuando estaba en MÍ propio cuerpo. -dijo Jaejoong acercándose y poniéndolo un poco nervioso -por si no te das cuenta, soy un poco diferente ahora.

 

-Eso no importa -exclamó Junsu, rescantando al peli negro- es como cambiar de instrumento simplemente, lo que importa es la técnica ¡y tú la tienes!

 

-Cierto, además, luces bien, eso cuenta mucho y lo sabes.

 

-Si, Yoochun, también sé otra cosa. ¿Sabes qué edad tiene en promedio la gente que asiste a esas audiciones? La edad que teníamos nosotros hace más de 10 años cuando audicionamos.

 

-Hyung, tal vez sea lo “más común”, pero sabes que las reglas si te permiten ingresar, al menos con la edad que tiene tu hermana.

 

Jaejoong estaba siendo convencido por sus amigos. En ese momento recordó también que hace unos días se había puesto a cantar solo en el departamento. Se había llevado un susto al escuchar la voz que salía de la grabación que habìa hecho en el celular, pero a pesar de que era muy distinta a lo acostumbrado, no estaba del todo mal.

 

-Amigos, además me apena decirlo pero, no me siento a gusto con la ropa que tiene Karin, -sabía que sonaba como una diva, pero estando años en la industria del entretenimiento estaba acostumbrado a destacar y no a los atuendos tradicionales y formales de su hermana. -ni con su estilo en general, no creo que sea algo que me ayuda a desenvolverme bien en una audición y no tengo acceso a mis cuentas bancarias. El hombre de traje me dijo que podía ayudarme a obtener dinero de la herencia de mi padre pero no me siento tampoco a gusto tomando ese dinero a nombre de Karin.

 

-Como tus padrinos de audición, sentimos la responsabilidad de apoyarte en eso, ¿no crees Junsu?

 

-Por supuesto, ¡que emocionante! Siempre quise acompañar a una mujer de compras como en los dramas. -los tres soltaron carcajadas. Era una sensación agradable. La preocupación permanecía debajo de esa pequeña distracción, pero en algo estaban de acuerdo aunque no lo dijeran. Si Jaejoong tenía una misión que cumplir antes de que los dejara para siempre, iban a aprovechar hasta estos momentos de locuras para convivir y alentarse juntos, como lo han venido haciendo todos estos años. -además, estarán representantes de las principales agencias como jurados, y de público varios de sus artistas activos. Quiero que vayas y les recuerdes lo que es cantar en vivo de verdad y especialmente al jurado que venga de ya sabes dónde.

 

Esa frase los hizo entusiasmarse aún más. Disfrazados de encubierto en los siguientes días visitaron tiendas departamentales que cumplieran con el estilo rockero y urbano de Jaejoong. Jeans ajustados, blusas con leyendas y chaquetas de cuero y mezclilla. Los colores favoritos, rojo, negro, blanco. Por último una visita al salón de imágen, donde dieron forma a su cabello manteniéndolo casi al mismo largo pero con un estilo que creaba unas ondas naturales en las puntas de su cabello lacio. Se debatió un poco acerca de teñirlo, estando entre rubio o negro.

 

-¿Por qué lo traes así? -Preguntó Yoochun que usaba ropa deportiva y una chaqueta con sombrero y peluche junto con gafas de sol que formaban parte de su “disfraz de incógnito”.

 

-Será una sorpresa, esperen a verlo en la televisión. -Jaejoong les giñó un ojo a ambos. Había salido usando un gran gorro de lana que le cubría todo su cabello y además una capucha.

 

A parte del cambio de imagen, cada día durante casi 10 horas sin descanso Jaejoong practicaba frente al espejo y ayudándose de los aparatos que estaban en los apartamentos de sus amigos. O simplemente con lo que tenía en casa ya que tampoco deseaba llamar la atención y levantar rumores de una chica visitando diariamente a miembros de JYJ. El poco tiempo que le quedaba libre lo utilizaba como de costumbre para visitar a su hermana.

 

-Perdóname, por hacer esto sin tu consentimiento -le dijo un día antes de la audición -te prometo, que pase lo que pase, me esforzaré para que tu nombre no se vea afectado de alguna forma. Haré que te sientas orgullosa de tu hermano. Vuelve pronto. -le repitió como lo hacía al final de cada visita.

 

---

 

El día de la audición estaba terriblemente nervioso. Era como si los años hubieran retrocedido. Incluso probar alimento le fue imposible. Se vistió con los nuevos atuendos. Esta vez seleccionando un pantalón guindo razgado, una camisa de blanca de cuadros negros un poco holgada con una chaqueta de mezclilla. Acompañando todo con sus tradicionales botines negros. Procuró llevar cubierto su cabello como los últimos días desde el cambio, unas gafas y cubrebocas ya que no podía ser visto mientras que estaba en la fila porque desde el accidente su rostro era conocido.

 

-No podemos acompañarte, nuestros vehículos son identificables. -Se disculparon ambos en conferencia por video. -sólo hazlo como en los ensayos que tuvimos y todo irá bien.

 

-Piénsalo así hyung, -le dijo Junsu -tienes experiencia en tener una audición exitosa.

 

-Gracias a ambos. -les dijo desde el corazón antes de terminar la conversación y salir en el taxi rumbo al edificio de la televisora.

 

Su corazón latía con fuerza. Temía olvidar la letra de la canción. Era la música oficial de un drama clásico muy conocido, no tenía motivos para olvidarla pero dudaba. Estaba en lo cierto cuando había comentado acerca de la edad. Casi todos los que estaban en la fila antes y después de él tenían en promedio 15 años. Eso empeoró su condición. Además lo veían extraño por estar con la cara cubierta, con el ímpetu competitivo a flor de piel, algunas chicas pasaban a su lado y golpeaban su hombro a propósito. Como no quería llamar la atención antes de tiempo se reservó sus comentarios.

 

Paso a paso estaba llegando a su destino. Como si estuviera previo a un concierto, se puso a meditar. “Vamos, Jae, lo haz hecho miles de veces y ante más personas. Esto no es nada. Como lo dijeron tus amigos, es sólo cambiar de instrumento, todo sigue igual, sabes las técnicas, la entonación correcta. Y de la edad, con este estilo, pareces más joven, de hecho antes del cambio, Karin aparentaba ser mucho más joven que...”.

 

-¡Siguiente!

 

Ya… era el momento. Era tiempo de arriesgarlo todo. Dio un suspiro y avanzó hacia la luz del auditorio iluminado. Se paró justo donde estaba un cuadro pegado al piso y frente a él estaba el micrófono.

 

-Parece que tenemos a una chica tímida. -era el representante de la segunda compañía más grande de Corea, lo reconocía, su bronceado y dientes falsos. El rostro lleno de botox ya que se rehusaba a envejecer. Los demás se rieron ante el comentario irónico que aludía a la cabeza cubierta de Jaejoong-¿Puedes decirnos tu nombre?

 

Asintió, dio un paso para acercarse al micrófono a la vez que retiraba las gafas y el cubrebocas, guardandolos en el bolsillo de su chaqueta. Finalmente liberó su cabello que cayó en cascada, negro profundo y resaltando su piel blanca y labios rojos. El flequillo ahora enmarcando correctamente sus grandes ojos.

 

-Arai Karin. -quitándoles a todos las pocas dudas que pudieran quedarles acerca de su identidad pronunció esas palabras.

 

Se escucharon exclamaciones de asombro no disimulados de los artistas que estaban en asientos en forma de tarimas justo detrás de los cinco jurados. Allí entre las apróximadamente veinte personas presentes sintió una mirada inconfundible. No tenía idea de que estaría allí y no sabía cómo interpretar la mirada que en ese momento le estaba dedicando.

 

-¡Qué sorpresa! ¿Te ha gustado la fama? -era el representante de SM. Claro que no se esperaba algo menor que eso.

 

-Linda, tienes una buena carrera ya, ¿por qué quieres ahora intentar... -se detuvo mientras releía la hoja en sus manos-...canto?

 

-Es un sueño que tenía… la situación que he pasado me ha enseñado que no debemos esperar a que sea demasiado tarde. -los cinco jurados no disimularon sus risas burlonas. Todos pensaban que efectivamente era guapa pero de eso habían visto mucho ya el día de hoy.

 

-Bueno, empecemos de una vez.- dijo secamente otro de los jurados.

 

“Es odio” pensó Jaejoong. Llevaba años de conocer al hombre y a pesar de que tenían tiempo sin verse por fin identificó el significado de la mirada. En segundos tomó una decisión arriesgada y que podría hacer que todo el esfuerzo se fuera a la basura, porque no había ensayado esa canción, de hecho aún en su último concierto no la había incluído en el repertorio. Pero deseaba cantarla ahora que estaba seguro de que él estaba escuchando.

 

Recuerdo… que eras la persona a quien realmente amé

Lo recuerdo… sólo tú

Aunque el tiempo pase, te atesoro porque tu respiración permanece,

Como si todavía estuvieras en mis brazos

 

Puede que sea un sueño…

O puede que sea un castigo que me das a cambio del dolor que te causé

 

Lloré mucho tiempo porque estoy tan arrepentida

Mientras estás en un lugar que desconozco como si fuera otro mundo…

¿Me dejaste solo en los recuerdos?

A pesar de que tienes un lugar a lado mío, no te tengo

 

No puedo permanecer más en este lugar si no estás tú

He llorado por mucho tiempo porque otra persona te odia, a tí, quien amo

Mientras estás en un lugar que desconozco como si fuera otro mundo

¿Amas a otra persona?

¿Tanto que puedes estar feliz sin mí?

 

Para mí tú eres el único, aunque esté en otro espacio…

A pesar de que todo ha cambiado…

Incluso si te dejo…

¿Puedes sonreír sin mí como lo haces ahora?

Así es, estoy vivo aunque no lo estoy

No lo sé,... tú y

 

Terminó la canción casi en llanto, sintiendo cada una de las palabras que decía. Quería voltear y mirar cómo había reaccionado pero no se atrevió. “Un momento, ¿terminé toda la canción?” Se dio cuenta de sus propios pensamientos. Lo sabía. Son muy raras las veces en que a alguien que audiciona se le deja terminar toda su canción. Hizo a lado sus emociones y se centró en lo demás a su alrededor. Los artistas jóvenes estaban aplaudiendo, algunos hasta se habían parado de sus asientos. Los jurados en cambio mantenían expresión de poker. Alguien inexperto se hubiera asustado ante ello. Pero mientras Jaejoong se retiraba lo percibió. En ese momento todos hacían lo posible por ocultar su interés. De esa forma, cuando le llamaran para hacerle la oferta pensaría que si no acepta sus condiciones nadie más lo querría, porque aparentemente a nadie de los jurados le había gustado.

 

No quería pecar de seguridad, pero conocía la estrategia y supo que estaba en lo correcto cuando a penas  estaba de regreso en su departamento esa noche recibió una llamada, del hombre que se había burlado y lo había llamado “tímida”. Aparentemente era una llamada de ánimo, para decirle que no todo estaba perdido, que él podía, con mucho esfuerzo de su parte, ayudarla a conseguir su sueño. Sólo tenía que ir a platicar los detalles a su oficina.

 

Después siguió otra y otra. Y así hasta completar las cuatro llamadas que esperaba. Sabía que ni en un millón de años recibiría la quinta. Sin embargo, cuando estaba por llamar a sus amigos para contarles las buenas noticias el teléfono comenzó a sonar en sus manos.


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