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Omma por Rieko

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Notas del capitulo:

Nos leemos abajo <3

Fuego

 

Kim JongDae sabe que ha cometido muchos errores en su vida, como cuando tenía diez años y escogió sentarse hasta atrás en el autobús escolar que los llevaba de excursión y en donde el movimiento fue peor y él terminó por vomitar sobre su propia ropa, o aquella tonta decisión a los dieciocho años de casarse con la hija de su vecina, los dos eran jóvenes y estúpidos y les pareció lo mejor firmar la tonta acta de matrimonio, claro que cuando sus padres se enteraron le obligaron a divorciarse, si JongDae era un chico divorciado ya a sus dieciocho años, el peor error que JongDae ha cometido en su vida casi le cuesta su relación con el amor de su vida, estaba celoso de algo que ni siquiera era cierto, simplemente se dejó llenar de inseguridades y enojos al ver como había otro sujeto coqueteándole a MinSeok, y es que en su cerebro él tenía todas las de perder, el sujeto era cantante, su esposo productor musical, se entendían a la perfección, y el resultado de sus inseguridades había terminado por ser una borrachera y amanecer desnudo en la cama del propio departamento que compartía con su novio, a su lado su ex novia soñolienta, aún podía recordar la expresión de MinSeok al entrar a la habitación, la forma en que sus ojos reflejaban lo roto que estaba su corazón, si, JongDae sabía que ese había sido su error más grande.

 

Sin embargo, no todo en la vida de JongDae habían sido malas decisiones y errores, porque cuando la cagas tanto aprendes a remediar las cosas, a ponerte de pie una y otra vez sin importar que tan hundido te encuentres. Y JongDae estaba orgulloso de eso, porque fue eso mismo lo que le hizo mantenerse firme en la decisión de quedarse con Daeul, su hijo, fruto de su error, pero a quien adoraba con la misma intensidad con que el sol quemaba en verano, fue eso mismo lo que le llevó permanecer detrás de MinSeok, y rogar por su perdón, cosa que no merecía, pero no le interesaba, él tenía que quedarse con ese chico suene egoísta o no, y se agradecía todos los días haber sido tan insistente, y un poco acosador, no iba a negarlo, porque ahora al despertar y ver a MinSeok a su lado, con el cabello desordenado día tras día, le daba sentido a su vida.

 

Pero para no perder la vieja costumbre, JongDae ha cometido un error bastante tonto, y es que siendo que tenía ya seis años siendo padre nunca se molestó en ponerse de acuerdo con MinSeok para cuando llegase este momento, cuando su pequeño Daeul le preguntó con inocencia, “¿cómo fue que tu y MinSeok Pa se enamoraron?, y no, simplemente no podían contar esa historia sin crearle algunos traumas al niño, por suerte a los seis años de vida, Daeul suele distraerse con facilidad y pronto la pregunta queda en el olvido sin haber sido contestada.

 

La segunda vez que la pregunta es formulada, Daeul tiene diez años, JongDae balbueceba un montón de, “tu sabes… son cosas que pasan… simplemente nos gustábamos”, para su suerte, esa noche MinSeok llega realmente enojado a casa, porque había tenido un día muy largo de trabajo, y normalmente MinSeok sabía dejar el mal humor del trabajo encerrado en la oficina, porque su familia no merecía que se desquitara con ellos, pero ese día en especial había recibido una llamada de la directora de la escuela de Daeul para reportarle algunas faltas. –¿Te pago la maldita mejor escuela de todo puto Corea y tu solo decides que está bien saltarse las clases?, ¿en dónde demonios estabas Daeul? –E incluso JongDae tragó con dificultad la saliva de su boca al escuchar que tan enojado estaba su pareja, porque lo conocía y ese sujeto a quien tanto amaba era todo un peligro cuando estaba de mal humor, y aunque sintiéndose un poco mal por su hijo se alegro de ser salvado de responder, porque Daeul recibió un regaño de una hora entera luego de confesar que se escapaba de clases con Oh YoungJi, su mejor amigo, porque habían encontrado la forma de espiar en los vestidores de las chicas de un par de grados mayores, y con eso la curiosidad del niño se vio completamente opacada.

 

Dicen que la tercera es la vencida, y cuando un Daeul de quince años les vuelve a preguntar, esta vez a ambos padres, “¿cómo coño fue que se enamoraron?”, entonces ambos saben que no tienen escapatoria, es hora de contar la verdad. –Vamos JongDae Pa, MinSeok omma… nunca me han querido decir como fue, ustedes tienen ya veinte años de estar juntos, son una pareja exitosa, no puede ser tan malo. –Pero ambos adultos se miran un momento entre si, JongDae por un segundo se distrae y piensa en lo atractivo que luce MinSeok, aún con las pocas arrugas que ahora luce su piel a sus cuarenta y cinco años de edad. –Bueno… nosotros no queríamos ocultarte esto porque sea algo malo en si, pero si vamos a decírtelos, esperamos que puedas aprender algo sobre tomar buenas y malas decisiones. –Daeul miró a sus padres un momento, ¿qué mala decisión podría haber cuando habían tenido veinte años de una relación exitosa?, aún cuando habían pasado por golpes muy duros, ahí estaban, siendo muestra y ejemplo de que el verdadero amor si existía.

 

-MinSeok Pa y yo nos conocímos a los veinticuatro años. –JongDae comenzó el relato y pronto tanto él como Minseok, como Daeul, estaban sumergidos en la historia…

 

21 años atrás…

 

A sus veinticuatro años, JongDae piensa que está haciendo las cosas bastante bien, luego de su terrible idea de casarse a los dieciocho años no parecía haber cometido ninguna otra estupidez muy grande. Iba a la universidad, era un buen estudiante, estaba por graduarse, había logrado entrar como aprendiz a un estudio en donde le permitieron participar en las ilustraciones para un nuevo videojuego, tiene una novia que conoció hace algunos meses, no es una chica muy inteligente, pero es bonita y buena en la cama, si, JongDae está llevando bastante bien su vida.

 

Hasta que ese chico apareció, él, Kim MinSeok, con su sonrisa de un millón de dólares y su rostro de bebé que no reflejaba su verdadera edad, porque al videojuego en el que trabaja le hacía falta la música, y luego de muchas entrevistas a músicos nadie daba la talla de lo esperado para ocupar el puesto, su jefe quería algo fresco y nuevo, por eso había ido a buscar a estudiantes de música para encontrar ahí lo que tanto le hacía falta, y había regresado ese mismo día diciendo que había un chico en su último año en la universidad que era un genio, un prodigio en cuanto a la composición y producción musical y esa misma tarde iba a presentarlo en el estudio. A JongDae no le interesó la noticia, al final de cuentas él solo tenía que ilustrar, no hacía falta que trabajase con el chico encargado del sonido, pero en el momento en que Kim MinSeok pone un pie dentro de la oficina, Kim JongDae se da cuenta de algo, ha encontrado al amor de su vida, y guardó el celular en donde su novia le acaba de enviar una foto de ella desnuda y es él mismo quien se acerca al chico de mirada de hielo para presentarse con él.

 

JongDae sabe que ha cometido un error, porque si antes se alegraba de no tener que convivir mucho con el músico ahora se siente miserable porque MinSeok y él no trabajarían en la misma oficina, lo único que podía hacer era mirarlo a través de la puerta de cristal, la forma en que sonreía y en que se movía agraciadamente, pero la suerte le sonríe a JongDae por primera vez y luego de un par de horas MinSeok está entrando a su propia oficina. –Kim… JongDae, ¿cierto? –Y a JongDae nunca le había parecido tan hermoso su nombre, pero escucharlo de esa voz, proviniendo de esos labios que se veían tan apetecibles le hizo sentir en las mismas nubes. Y entonces JongDae pasa toda la tarde explicándole a MinSeok acerca de la historia del videojuego, de la paleta de colores que han decidido, le muestra sus bocetos a medio acabar y eso que él nunca muestra sus bocetos sin terminar, pero ahí, ni siquiera teniendo 24 horas de haber conocido a MinSeok, sabe que a él le daría todo el océano si le fuese posible, solo bastaría una mirada o una sonrisa del mayor y JongDae se convertiría en todo lo que el otro quisiese. JongDae está flotando tanto en su nube de felicidad cuando MinSeok le avisa que ha llegado la hora de irse, le acompaña a la salida del estudio y  entonces el ilustrador cae en la terrible verdad, ahí en la puerta de su trabajo había un auto negro estacionado y apoyado en él había un chico muy alto vestido todo de blanco, estudiante de medicina intuye, guapo, terriblemente guapo. –Nos vemos mañana JongDae –MinSeok se despide antes de acercarse a ese chico, siente un golpe en el estómago al ver como el alto se inclina un poco y como MinSeok se pone en puntas para ambos igual alturas y saludarse con un beso, ahí es donde JongDae se da cuenta que el amor de su vida, tiene ya a alguien más.

 

Y los días van pasando, y JongDae se siente cada vez más y más enamorado de MinSeok, porque el chico se lleva bien con todos, porque tiene una lengua afilada y no teme decir lo que piensa, porque es sarcástico y JongDae ama el humor con sarcasmo, porque es suave y duro a la vez, porque tiene una mirada de hielo que te perfora hasta lo más profundo del corazón, porque hace preguntas de todo acerca del videojuego para estar completamente envuelto en el tema, y cuando presenta sus primeras propuestas para la música, JongDae sabe porque lo llaman prodigio, ese chico había dado justo en el clavo, había logrado lo que grandes profesionales no habían podido, si, para JongDae no hay estrella más brillante que Kim MinSeok. Es por eso mismo que no le pesa nada terminar con su novia, porque solo habían llevado algunos meses estando juntos y por esa chica no sentía absolutamente nada más que placer físico, MinSeok en cambio… él era capaz de remover todas sus emociones sin siquiera intentarlo.

 

Han pasado dos meses desde que MinSeok trabaja en el estudio y JongDae se ha vuelto un gran amigo, por eso no le es difícil al músico contarle más sobre su vida personal, JongDae descubre que el novio de MinSeok es… perfecto. Es chino, vivió en Canadá hasta el bachillerato, obtuvo el primer puesto en el examen de admisión de medicina en la universidad de Seúl, era popular y amable, si, Wu YiFan era el chico perfecto.

 

-espera, espera, Wu YiFan, ¿cómo el doctor Wu YiFan que me sacó el apéndice a los diez años? –Si, a Kim Daeul le habían sacado el apéndice a los diez, y el médico había sido nada más y nada menos que el ex novio de MinSeok Pa, pero esa es historia para otra ocasión...

 

Pero con la llegada del final de semestre también llega una carta, y a YiFan le proponen un lugar en la universidad más famosa en China, y MinSeok no tiene el valor para decirle a su novio que no quiere que se vaya lejos, porque el chino se ve demasiado emocionado de volver a su tierra natal, y feliz de que sus esfuerzos fuesen reconocidos a ese grado; en su lugar, MinSeok le cuenta sus problemas a JongDae, le cuenta como su novio se irá en una semana, y en cuanto le preocupa que alguien mas se lo quite, porque, “solo míralo, es malditamente perfecto”, y a JongDae le duele tanto porque él no es “malditamente perfecto”, como por la tristeza en la voz de MinSeok al decirlo.

 

El tiempo pasa, y al parecer MinSeok se ha acostumbrado a la vida teniendo una relación a larga distancia, y JongDae se siente inmensamente feliz, porque cuando antes MinSeok no tenía tiempo para salir porque “mi novio me espera”, ahora aceptaba ir a todos lados, al cine, a cenar, a jugar billar, a fumar un cigarro en el capo de su auto solamente. Y el contrato temporal de MinSeok llega a su fin al terminar de producir la música del videojuego, y a JongDae no le parece tan malo no tenerlo ahora en la oficina, porque igual sabe que tiene su número de celular y los mensajes son constantes, y las salidas juntos nunca escasean.

 

Pero una noche en especial JongDae se arma de valor y toma la mano de MinSeok, y entrelaza sus dedos y el mayor le mira sin entenderle, pero igual y termina estrellando su otra mano sin mucha fuerza en el rostro de JongDae. –No juegues así, ¿qué si algún amigo de YiFan nos ve y le dice?, no quiero malentendidos. –Y MinSeok suelta la mano de JongDae para cruzarse de brazos, pero a JongDae ya no le importa, porque él sabe que entre ambos hay algo, un sentimiento mutuo y un montón de tensión sexual y a JongDae simplemente no se le da bien manejar situaciones tensas, de ninguna clase, así que aunque MinSeok le acaba de advertir que se detuviera, él se aventura con besarlo, y fueron los cinco segundos más hermosos de toda su vida, si él muriese esa noche lo haría feliz y sabiendo que su vida valió la pena solo por esos cinco segundos, que hubiesen sido más, si MinSeok no se hubiese separado abruptamente y le hubiese encajado un golpe ahora si muy fuerte, tan fuerte que hace sentir a JongDae la forma en que se boca se llena de sangre. -¡Idiota! –Es lo único que MinSeok dice antes de irse corriendo, y ahora JongDae quiere arrojarse de la azotea del complejo de departamentos en donde vive por ser tan estúpido.

 

MinSeok llegó a casa con una gran mezcla de emociones en su pecho, porque amaba a YiFan, había sido su primer y único novio formal, porque había tenido alguno que otro chico con quien pasar el rato, pero YiFan había sido el único que lo había tratado diferente, con cariño y respeto, que le había pedido ser su pareja en medio de una cena romántica y que se había presentado con sus padres y su hermana, YiFan tenía que ser el indicado, porque así lo decían todos, él era guapo, inteligente, un futuro médico, que había hecho las cosas bien desde el principio en su relación… ¡¿entonces porqué cojones su corazón se había alterado tanto solo con la mano de JongDae sobre la suya?!, y el beso… oh por el cielo… ¡ese maldito beso!, MinSeok contó cinco segundos antes de separarse de los labios de JongDae y golpearlo, y solo eso había sido necesario, cinco segundos hicieron falta para que sus piernas flaquearan, su estómago se llenara de mariposas pendejas, y su piel entera se erizara, ¿cuándo YiFan le había hecho sentir así?, porque era cierto que el chino era dulce y llenaba a MinSeok de calma y paz, pero JongDae… JongDae le había besado con fuego en los labios, porque los suyos propios aún ardían de algo que no podía explicar. Entonces MinSeok intentó olvidarse del asunto, tenía que llamar a YiFan, si, necesitaba escuchar la masculina voz de su novio para sacarse de la cabeza la risa estruendosa de JongDae. Un timbre, dos timbres, tres timbres hicieron falta para que su llamada fuese contestada, pero MinSeok se queda helado en el momento en que una voz desconocida le contesta un “diga” en chino, se queda en silencio un segundo y mira a la pantalla de su celular solo para verificar que ha marcado al número correcto, el nombre de “YiFan” brilla en blanco sobre el fondo verde de la llamada, no ha habido error. –YiFan… ¿se encuentra YiFan? –MinSeok logra pronunciar en un chino muy malo la pregunta, el otro chico en la línea parece estar moviéndose. –Él está dormido ahora, lo dejé agotado, ¿quieres dejarle un mensaje? –Y MinSeok no sabe que pensar, su personalidad común le hubiese hecho pegar un grito y exigirle al desconocido que le pasase a su jodido novio, pero MinSeok en ese momento es un manojo de nervios y emociones y solo alcanza a cortar la llamada. En China un chico de cabello negro mira detenidamente a la llamada que acaba de cortarse, tal vez debía de haber despertado a su compañero de piso para que atendiese, pero luego de haberlo obligado a ir por dos horas al gimnasio cuando era que YiFan apenas y podía correr una esquina le había hecho sentir mal, así que no había querido molestarlo al verlo caer dormido en el sofá apenas habían regresado al departamento que compartían. Pero MinSeok no sabe nada de eso, y en su cerebro se ha formado todo un escenario en donde él rechazo el beso de alguien que traía fuego en las venas, mientras que su novio se estaba tirando a quien sabe quien ahí en China, lo cual le llevó a recurrir al plan B, marcó un nuevo número en el celular y esperó a que su llamada fuese contestada. -¿Luhan?... el antro al que te gusta ir… yo invito esta noche.

 

JongDae no sabe como es que terminó en ese antro… mentira, si sabe, luego de que MinSeok saliese huyendo lo único que se le ocurrió hacer fue llamar a lo más cercano que tenía a un amigo, llamó a su primo Jongin pero el muy imbécil estaba pasándola de lo lindo con su novio KyungSoo, y antes de que JongDae pudiese contarle algo de su problema, Jongin ya le había convencido para llevarlo de fiesta, y así fue como terminó en ese antro, con una cerveza en mano mientras veía a su primo repartiendo besos por el cuello de Do KyungSoo, casi respiró de alivio en cuanto su primo arrastró a ese chico a bailar y él se quedó solo en su mesa, repito, casi, porque cuando JongDae creía que iba a tener tiempo para reflexionar un poco sobre lo que había sucedido, sobre como lo había arruinado todo con MinSeok, decidió darle primero un vistazo a la pista de baile, y ahí lo vio, a solo unos metros de su primo quien no dejaba de manosear a su novio, ahí estaba el causante de sus suspiros, ahí estaba Kim MinSeok bailando como todo un stripper profesional con un chico rubio muy cerca de él, y a JongDae se le revolvió el estómago, porque MinSeok le había rechazo por YiFan, pero ese chico con el que bailaba no era para nada su altísimo novio, y a JongDae le hierve la sangre de coraje, tanto que se levanta y se acerca a su primo para interrumpirlo de su sesión de besos en medio de la pista. -¡¿podemos irnos ya Jongin?! –Y tiene que levantar un montón la voz para ser escuchado, pero su primo no fue el único a quien había llegado su voz, porque pronto la voz más preciosa que JongDae había escuchado en su vida estaba gritando, “¿Jongin?, ¡Kim Jongin!”. MinSeok había mirado hacia a un lado cuando escuchó un nombre conocido, y sonrió tontamente cuando vio a su antiguo vecino a tan solo unos pasos de él, si, el mismo antiguo vecino con quien su madre había tratado de emparejarlo luego de haberle revelado su orientación sexual, al final el chico solo se había convertido en un amigo muy querido, por eso no dudó en ir a su encuentro al verle ahí, y tal vez el alcohol en su sistema lo traía un poco más idiota de lo normal, porque definitivamente estando sobrio no hubiese montado toda la escena de ir a abrazar al chico que llevaba sin ver algunos años. -¡MinSeok hyung!, que gusto verte, él es mi novio KyungSoo y él es mi primo JongDae. –Y el recién presentado quiere balbucear como idiota un ¿lo conoces?, pero antes de poder decir algo tenía a Kim MinSeok, el amor de su vida, abrazándole con fuerza. –¡JongDae ya!, que feliz me pone verte, ¡ey!, salgamos de aquí, tu primo está con su novio, mi amigo acaba de darme la señal, tu sabes, de que ha encontrado a alguien que le caliente la cama por hoy, no quiero irme solo. –Y JongDae quiere responder un montón de cosas, pero solo puede pensar en dos cosas, MinSeok está completamente alcoholizado y MinSeok está abrazándole demasiado cerca. -¿ustedes se conocen?, ¡es perfecto Hyung!, JongDae ya se quiere ir y KyungSoo y yo aún queremos bailar un poco más, anda, ve JongDae hyung, yo pago tu consumo tu tranquilo. –JongDae quiere y no quiere al mismo tiempo irse con MinSeok, pero para cuando reacciona ya está fuera del antro con MinSeok aún colgado de él. -¿en dónde está tu auto? –y no puede responder, pero su mano se mueve para señalar hacia el vehículo, MinSeok se pone en marcha y JongDae lo sigue, ambos se detienen frente al auto de JongDae sin decir nada. -¿no piensas abrirme la puerta? –MinSeok le cuestiona y JongDae le mira detenidamente, de repente parece muy sobrio. –Huiste de mi… -MinSeok asiente mientras mira a JongDae. –Y ahora te pido que me lleves. –JongDae no termina de comprender la situación. –¿No estás ebrio? –MinSeok sonríe y niega. –No como quisiera estarlo, solo quería salir de ahí, la música era pésima… muero por un café, ¿vamos por uno? –Para cuando JongDae se da cuenta ya está en camino al Starbucks más cercano.

 

-¿Te gusto JongDae? –La pregunta de MinSeok hace que JongDae se atragante un poco con su café, como había dicho antes, él amaba eso de MinSeok, él no tenía pena de decir o preguntar cualquier cosa, él solo lo soltaba sin preocuparse de los daños colaterales. Ambos estaban sentados en el capo del auto de JongDae bebiendo cafés americanos y joder si, a JongDae no solo le gustaba MinSeok, él era algo más que un simple gusto. –Eres el amor de mi vida Kim MinSeok, estoy seguro –JongDae se sincera luego de recuperar el aire que la pregunta le había robado, MinSeok sonríe triunfante. Los cafés se convierten en un par de cigarros, y los cigarros en un “llévame a tu casa JongDae”, y él obedece, porque, ¿quién es él para negarle algo a Kim MinSeok.

 

-¿Me estás diciendo que te fuiste con JongDae Pa?, ¿aún cuando tenías un novio?... ¿engañaste a tu novio con JongDae Pa?

Y ese mocoso no debería de estarle reclamando ya que si no fuese por eso él y su padre no estarían juntos ahora, pero igual y a MinSeok nunca le supo tan pesada la mirada reprobatoria de su hijo, pero no podía cambiar el pasado, ni quería hacerlo, y aunque a Daeul no le contaron con lujos de detalles, tanto MinSeok como JongDae revivieron en sus mentes los recuerdos de esa noche, porque si, definitivamente JongDae había llevado a MinSeok a su departamento, ese que había rentado al convertirse en estudiante de universidad, porque él venía del campo y su familia le había dejado partir solo a la gran ciudad para seguir con sus estudios.

 

JongDae recuerda la forma en que MinSeok miró alrededor con esa sonrisa que tanto le gustaba, la forma en que sus ojos examinaban los bocetos que tenía pegado en la pared y como sus dedos se paseaban cuidadosamente sobre las pinturas que tenía escoradas junto a un cuadro a medio terminar, y recuerda a MinSeok dirigirle una mirada mientras citaba de una forma cómica y a la vez sexy una frase de Titanic, “píntame como a una de tus chicas francesas JongDae”, y JongDae no pudo soportarlo más, se acercó a MinSeok y lo envolvió en sus brazos al mismo tiempo que le besaba, y por un segundo pensó que MinSeok volvería a golpearlo, pero en cuanto le sintió corresponder a su beso supo que las cosas irían bien. MinSeok no era para nada virgen para cuando llegó a la vida de JongDae, pero recuerda esa noche como el inicio de su verdadera vida sexual, porque él tenía dos grupos en los cuales clasificar a sus anteriores parejas sexuales, estaban los que le habían servido para calentarlo un rato, y luego estaba el grupo de YiFan, en donde era el único miembro, con quien el sexo era delicado y tierno y bueno a secas, pero esa noche un nuevo grupo fue abierto, el grupo de Kim JongDae, porque JongDae no era parecido a nada que hubiese conocido antes, JongDae era todo fuego y pasión, JongDae quemaba con cada caricia, con cada roce y con cada beso, JongDae le hizo ir y venir por todo el departamento mientras las manos de ambos exploraban sus cuerpos, y le hizo gemir vergonzosamente con simples besos en el cuello, y su cuerpo se sentía al tope de todas esas nuevas sensaciones, de una emoción desbordante que nunca antes había albergado en su ser, y descubrió que el sexo era mucho más que “hazlo más rápido”, y besos y sonrisas dulces, con JongDae se descubrió riendo sobre los labios ajenos mientras rodaban en la cama en una pequeña batalla por el dominio, batalla que MinSeok perdió gustoso esa noche. A JongDae no deja de excitarle hasta ahora el recuerdo de cómo esa noche MinSeok abrió el paquetito dorado de un condón con sus dientes y la forma en que usó su boca para colocárselo, ni logra olvidar la hermosa melodía de la voz del músico al gemir cuando al fin sus cuerpos se encontraron unidos, tampoco pasa por alto ese primer maravilloso orgasmo que compartieron, todas las caricias, los besos, los rasguños, los jadeos, el cabello desordenado, todo, todo aquello era algo que JongDae jamás podría olvidar, porque había sido el inicio solamente de muchos encuentros más.

 

A la mañana siguiente JongDae se sorprendió de no encontrar a un MinSeok arrepentido, tenía que ser sincero, lo esperaba de esa manera, pero no sucedió, MinSeok se había despertado entre sus brazos y luego de tallarse los ojos adorablemente había pronunciado un, “no se en cual round nos quedamos anoche… pero ¿está bien si vamos por el siguiente?”, y maldición que estaba bien, siempre estaría bien.

 

Las siguientes semanas, MinSeok se dedica a ignorar las múltiples llamadas y mensajes de YiFan y a salir con JongDae, a reir con él, a tomar café con él, a hacer el amor con él, porque ya nunca tendría suficiente de él. Es hasta que un sábado por la mañana la curiosidad le gana y escucha uno de los múltiples mensajes de voz que YiFan le ha enviado, se lleva el móvil a la oreja y lo primero que escucha es a un YiFan desesperado pronunciando. –Min, se que llamaste esa noche, te contestó Tao, es mi compañero de departamento ¿recuerdas? Te hablé de él, ese día él me llevó al gimnasio y regresé de verdad muy cansado, no se que te hayas imaginado pero por favor habla conmigo, todo es un malentendido Min…-MinSeok no sigue escuchando el mensaje, presiona el número 3 del buzón de voz para eliminar todos sus mensajes; conocía a YiFan, sabía que él había sido irracional esa noche y que YiFan no mentía… pero a MinSeok ya no le importó, porque cuando él era hielo había encontrado a alguien que era fuego, y la combinación simplemente se había vuelto adictiva.

 

A JongDae no le preocupaba mucho YiFan, porque sabía que MinSeok estaba evitándolo, lo que significaba que por el momento lo único que quería era disfrutar de su tiempo juntos, ya luego podrían preocuparse sobre que hacer con el aspirante a médico, pero no esperaban que la fecha para preocuparse llegara tan pronto, porque ese día MinSeok le dijo que no habría nadie en su casa, y aunque solían verse en casa de JongDae, ese día se les había antojado probar en la casa de MinSeok, en su habitación, en su cama para ser más exactos, ninguno de los dos esperaba que en mitad del acto sexual JongDae dijiera un rasposo “YiFan”, MinSeok le miró en pánico. -¿acabas de llamarme YiFan? –Y JongDae negó un montón de veces con la cabeza sin apartar la mirada de la puerta. –YiFan está aquí… -Entonces MinSeok mira hacia el mismo punto y efectivamente encuentra a su novio ahí parado, mirándoles, ¿y qué?, era muy tarde para negarlo, y siendo honestos no quería hacerlo. -¿Nos permites unos minutos por favor? –JongDae aún no se terminaba de acostumbrar de la afilada lengua de MinSeok, le excita tanto como le intimida, porque ese chico nunca teme decir nada, ni siquiera teme al correr a su novio de la habitación en donde estaba teniendo sexo con otro. –En la actualidad MinSeok y JongDae han tenido que interrumpir en varias ocasiones sus encuentros sexuales, era algo normal desde que se habían convertido en padres, pero en aquel entonces esa había sido la única ocasión en donde tuvieron que dejarlo de lado sin poder haber terminado en el deseado orgasmo.

 

MinSeok es el primero en salir de la habitación, tiene la ropa arrugada y un gran chupetón en el cuello, detrás de él viene JongDae, con los labios hinchados y la camisa desfajada, YiFan los mira fijamente. –Tu hermana me dijo que estarías solo en casa, me dijo donde escondería la llave… quería darte una sorpresa y el sorprendido fui yo… -JongDae está en silencio mirando a MinSeok, le mira serio y con una tranquilidad fingida. -¿estás haciendo esto para castigarme por lo de la llamada?... Min, te lo he explicado en un montón de mensajes… Tao es… -Pero MinSeok no tiene ningún apuro por escuchar la explicación. –Lo sé, Tao es tu compañero de departamento, te creo. –El mismo JongDae se sorprende con la respuesta de MinSeok, siente lástima por un momento de YiFan. -¿qué quieres que te diga YiFan?... la verdad es que te engañé, se que te estoy lastimando y lo siento, lamento mucho causarte dolor, pero no puedo cambiar lo que he hecho… y tampoco quiero dejar de hacerlo. –YiFan aprieta los dientes, JongDae en verdad siente lástima porque sabe que él es un buen sujeto, y que no se merece sufrir de esa manera. –Si así lo deseas MinSeok… -Es la única frase que los dos amantes escuchan de parte del próximo médico, su voz se escucha rota, se marcha con prisa, JongDae se acerca a MinSeok, toca su hombro y le descubre temblando ligeramente. –por favor… ¿puedes dejarme a solas?... –Y JongDae no duda de los sentimientos que MinSeok tiene por él pero aún así se encamina a la salida con el corazón hundido, sin embargo el sentimiento se disipa cuando MinSeok lo detiene antes de irse, puede mirar los ojos vidriosos del músico. –Lo que dije es enserio JongDae… sea lo que sea esto que tenemos… no quiero que pare –MinSeok sella sus palabras con un beso casi desesperado, luego vuelve a repetir su petición de estar a solas por un rato, JongDae es capaz de marcharse entonces en paz.

 

Los días pasan y MinSeok ha superado la pequeña depresión post rompimiento, no es que se arrepintiera de haber terminado su relación con YiFan, es solo que sabe que las cosas fueron demasiado injustas, sabe que algún día el karma va a alcanzarlo y va a cobrársela, sabe que apartó de su lado al chico bueno y ejemplar para estar con el idiota adicto a los cómics y cereal de chocolate, su familia está enojada con él, bueno, su padre y su hermana lo están, su madre nunca le reprocha nada, cualquiera que fuesen las decisiones de MinSeok, esa mujer siempre decía, “se que hiciste lo correcto MinSeokiee”, pero sin contarla a ella, su familia no deja de repetirle el terrible error que ha cometido, porque YiFan era el indicado ante los ojos de todos, menos ante los ojos del mismo MinSeok.

 

JongDae no quiere dejar pasar más tiempo, planea una cita, un paseo al acuario, y una cena romántica, todo tiene que salir perfecto porque es tiempo de pedirle a MinSeok que se conviertan en una pareja oficial, pero como estamos hablando de Kim JongDae… todo sale terriblemente mal. El auto se le descompuso y pasó a buscar a MinSeok en una vergonzosa bicicleta, el paseo al acuario había sido terrible, justamente ese día el sitio tenía que recibir la visita de una escuela completa, y MinSeok simplemente no toleraba a los niños, todos gritaban y corrían, y JongDae sabía que MinSeok solo había sonreído y murmurado un “está bien, no es tan malo”, para no hacerle sentir mal, porque él sabía que para MinSeok si era muy malo, lo supo en cuanto un niño chocó con él y derramó su jugo de uva sobre la playera blanca del músico, y lo reafirmó en cuanto habían intentado besarse frente al vidrio que mostraba a los delfines y una niña entrometida había comenzando a gritar, “¡profesora, estos dos oppas se están besando, están haciendo cosas raras!” y MinSeok se había ruborizado, y sobretodo se había abstenido de soltar un par de palabras obscenas en contra de la niña metiche. La cena no mejoró, porque JongDae siendo el sujeto torpe que es tropezó con un mesero en cuanto se encaminó al sanitario y había terminado por caer con un montón de platos sobre de él al suelo aun cuando ellos ni siquiera habían cenado, lo peor fue que para cuando se levantó asegurando que estaba bien, MinSeok le miró con los ojos muy abiertos. –JongDae… es que… tu, tenemos que ir al hospital. –Porque JongDae ni siquiera se había fijado que un vaso que había resultado roto en la caída había dejado un vidrio muy grande que había terminado por encajarse cerca del nacimiento de su cabello. Una hora más tarde JongDae está algo adormilado, le han aplicado anestesia para poder darle puntadas y siente como el efecto le llega incluso en el párpado derecho dificultándole la tarea de mantener ese ojo abierto, MinSeok se ve en la necesidad de manejar la vergonzosa bicicleta para llevar a JongDae a su departamento, compra un par de sopas instantáneas en la tienda de conveniencia porque al final no pudieron conseguir cenar, MinSeok no puede evitar reírse del rostro de JongDae mientras lo mira comer, porque su ojo derecho casi cerrado le hace ver demasiado gracioso, pero para JongDae nada es gracioso, incluso comienza a sollozar en algún punto de la cena y MinSeok guarda silencio porque sabe que JongDae está a punto de estallar. –Oh… lo siento tanto Min, debía de ser una noche especial, debía de ser perfecta, y todo, todo ha salido mal… -Y MinSeok de verdad tiene que esforzarse para no estallar en risas, porque si, había sido una terrible cita, y aún así la había disfrutado de principio a fin, y maldición, la cara de JongDae no ayudaba en nada, sin poder evitarlo más MinSeok suelta una risa divertida mientras que aparta los platos y se acerca cuanto puede a JongDae. –A sido la cita más divertida que he tenido en toda mi vida… tu realmente eres el amor de mi vida Kim JongDae… quiero estar contigo por todo lo que me quede de vida. –JongDae se siente en las nubes cuando escucha esas palabras, toca el cielo cuando MinSeok le acaricia una mejilla y jura estar flotando en la inmensidad del universo en cuanto sus labios se unen a los del músico. –¿JongDae?....Kim JongDae… ¿quieres ser mi novio? –JongDae sonríe sobre los labios de MinSeok, si, definitivamente se siente flotar por el universo pero igual e intenta ponerse serio para separarse y mirarle. –Ya… se suponía que yo te lo pidiera. –Se queja y MinSeok rie antes de volver a besarle. –Solo responde, tu ojo me distrae. –Y ahora ambos rien antes de volver a besarse, antes de volver a flotar en su propia vía láctea.

 

Época actual

 

-¿entonces?... no es tan malo como creí, ¿por qué lo ocultaron de mi tanto tiempo? –Y la pareja se mira un momento porque sabían que esta historia era solamente el prólogo del libro, porque habían revelado la forma en que se conocieron, en que se enamoraron, pero también la forma en que JongDae terminó con una chica que en realidad si lo amaba, la forma en que MinSeok había engañado a su perfectísimo novio Wu YiFan, y ahora les tocaba contar la parte dos, de la que nadie quiere hablar, ahora tenían que decirle a Daeul la verdad de todo, era momento de contarle las consecuencias de sus actos, no solo las buenas, si no que también las malas…

 

 

Notas finales:

Ñam, ñam, ñam, ñam ñam <3

 

En el siguiente capitulo Daeuliee se enterará de los secretos sobre su nacimiento </3 osea que es momento de contar el momento más difícil en la vida de la pareja Kim

 

Por cierto... Daeul y su hermana Soeul dejaron el programa de The return of Superman TT ya no veré a mis hijos </3

 

Gracias por leer!

 

Amor, lobos y unicornios <3


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