California, una ciudad llena de luces autos y problemas como es en otros lugares. Y en esta ciudad común viven los gemelos Phines. Que acaban de volver de sus vacaciones en Gravity falls para asistir a la segundaria y madurar como es debido.
- ¡Mabel! Viste mi corbata – esa voz es la Dipper un chico de 13 años. Inteligente, con valor en momentos cruciales, y según su hermana, paranoico. Que ahora se encuentra buscando por todo rincón su corbata.
- ¡No! – le contesto la voz de su hermana desde la cocina – ¡alto! Si lo vi, creo que se lo llevo Pato.
- ¿Pato? Es enserio…. Rayos si no me apuro llegare tarde en mi primer día y todo por culpa de Pato, ¿Dónde esta?
Eso último eran los típicos carraspeos de Dipper. Que al no poder expresarlos bien salían como murmullos casi todo el tiempo. Y Dipper bajando de su habitación solo encontró a Mabel tomando sus cereales con mucho cuidado para no ensuciar su genial uniforme. Que a diferencia de su gemelo pensaba que era detestable.
- No entiendo por que llevamos uniformes somos casi adolecentes, deberían prohibirlo –se quejaba Dipper mientras masticaba un sándwich con rabia.
- Deja te quejarte hermano ¿acaso no ves lo maravilloso?
- No otra vez
- Hasta que no le veas lo genial lo are otra vez.
Y levantándose del comedor y con su sonrisa carismática de siempre empezó a hacer varias poses como si fuera una modelo pero, estas se veían más graciosas.
- Y aquí tenemos – empezó Mabel – una hermosa camisa blanca de cuello en V y mangas largas a favor del frio. Una muy moderna falda cuadriculada celeste ¡Y concluyendo! las lindas medias blancas y zapatos negros que se ven mejor con la corbata.
- Ya Mabel – su hermano se encontraba agotado de oír todo el tiempo lo mismo – para con esto.
- ¡No! Continuo con la segunda maravilla- siguió su hermana con emoción - la combinación perfecta para los chicos que es, una camisa blanca, unos pantalones negros y una… AAHH!! Dipper ¡¿Dónde esta tu corbata?! – se alarmo su gemela al no ver lo que era lo esencial en todo.
- A, Mabel me volviste a distraer - reacciono un poco molesto – vine por eso, ¿Dónde tienes a Pato?
- Lo vi en la sala, creo que ve su programa del puerco araña jaja
- ¡Niños salgan de una vez ya tenemos que irnos! – eran las palabras de su madre que muy bien cambiada salía a su trabajo. Como su marido que había salido horas antes.
- ¡Si mamá! - contestaron a coro los gemelos. Pero Dipper era el único nervioso. No solo por ser su primer día de clases, o por no haber preparado su mochila, o no encontrar su corbata, o incluso no haberse peinado. Le ponía nervioso el hecho de que su hermana estaba tal lista y bien peinada como siempre. En la puerta. Apuntando a un reloj que le mostraba los 15 min. Que faltaban para la entrada.
- Hijo creo que tardaras – le hablo su madre al ver a Dipper en un estado de Shock y sin zapatos – llevare a Mabel primero, sino llegare tarde al trabajo.
- Pero mamá, yo quería ir con Dipper – Mabel se quejo, ya que quería tener su primera experiencia junto a su hermano.
- No te preocupes – le hablo Dipper mientras reaccionaba y se ponía los calcetines – adelántense, yo conozco la ubicación del colegio. Iré dentro de poco
- Gracias querido – le contesto su madre cerrando la puerta – ¿ya te dije que eres muy maduro para tu edad? asegura bien la puerta cuando salgas, que no salga Pato. ¡Y ten cuidado!
Y de ese modo dejaron solo a Dipper que corría por todo lado ya con zapatos, aun con la camisa afuera, su cabello despeinado, mochila aun lado y sin corbata.
- ¡Pato! ¡Donde estas!
Era lo que gritaba mientras pensaba en lo tonto que sonaba hablarle aun cerdito. No había posibilidad de que este le respondiera.
- Al fin te encontré – se alegro al hallarlo en la cama del dormitorio de sus padres – donde pusiste la corbata… … maldición sigo conversando con un cerdo...
- Que tiene de malo hablar conmigo
- AAHHH!!! – Dipper asustado se cayo de la cama y retrocedió con rapidez – tu, ha_ hablaste.
- No hay por que alarmarse niño
- ¿Que sucede? El efecto del seto de inteligencia sigue activo…. – murmuraba aun sin entender por que el cerdo le hablaba.
- Siempre sacando conclusiones pino – se acerco el cerdito un poco mas, bajando de la cama – en eso te pareces a seis dedos.
- ¿seis dedos?... un momento ¡tú eres Bill! ¡¿Cómo es que estas vivo?! ¡¿Qué haces en el cuerpo de Pato?! ¡¿piensas iniciar tu destrucción desde otro lado?! ¡¿qu…
- ¡Alto! Haces muchas preguntas Pino y, oing
- … ¿oing???? – lo miro confundido Dipper y luego cayo en cuenta que Bill era solo un cerdito, no había modo de que pueda lastimarlo o dominar el mundo en esa forma.
- Seré un cerdito pero aun puedo leer las mentes
- Demonios, odio que hagas eso. Dime de una vez que es lo que buscas, donde esta Pato. Y AHH!! – volvió a gritar al ver que ya era muy tarde y todavía no hallaba su corbata, y sin ella no podría entrar. Aunque sea tarde.
- Pino cálmate, te dejaran entrar– le dijo Bill en el cuerpo de Pato.
- Como es que estas seguro… ¡y deja de leer mi mente!
- Mira, para mi también esta situación es muy rara. Así que escucha lo que te diré. – el tono de Bill sonó mas serio y demandante. Preocupando a Dipper - ¿recuerda el Raromagedon en Gravity Falls? ¡Pues se acerca algo peor, el doble o triple de peor, y lamentablemente yo no soy quien lo ara!
- ¿Qué?
- Te estoy diciendo que tienes que sacarme de este pequeño cuerpo de cerdito. Por que lo que se acerca ni tu, estrella fugas, o tus dos tíos podrán parar. Detesto decir esto, pero te necesito y tú me necesitas.