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Luego de que Stan y Bill fueran tras el rastro. Ford entro y se sentó en el comedor.
- Dipper trae ese pergamino del que hablaron
- Claro tío, pero - empezó a dudad este – aún creo que era mejor ir todos por Mabel y luego hablar sobre este asunto
- No me discutas y trae de una vez el pergamino!
- ¡qué te pasa! Estas actuando muy extraño
- solo trae el maldito pergamino de una vez
Luego de decir eso último Dipper comprendió que quien tenía al frente no era su tío, por el cual solo retrocedió lentamente con la intención de salir y buscar a los demás. Pero en el momento que toco la manija de la puerta observo un tentáculo azul que, agarrándolo del tobillo lo arrastro por la casa hasta el punto donde estaba el impostor de su tío saliéndole mas tentáculos de su espalda.
- ¡¿Quién eres tú?! ¿! Desde cuando estás aquí, y donde metiste a mi tío!? – trato de moverse y liberarse
- Es inútil moverte – hablo con otra voz más seria – y mejor dime donde tienes escondido el pergamino Pino
- … ¿pino?
En ese momento un fuerte viento apareció que hizo derivar el cuerpo de Ford y de este salió otro ser. Uno idéntico a Bill en su forma triangular, pero a la vez distinto, ya que este era azul y tenía una mirada muerta.
- ¿Bil…
- Ni se te ocurra concluir la frase, yo no soy como ese idiota que se deja guiar por sus sentimientos y ambiciones.
- Entonces… ¿quién eres tú?
Como noto que Dipper dejo de luchar él lo libero y tomo una forma humana nuevamente idéntica a la de Bill, solo que de cabellos negros, sin cambiar su mirada apagada.
Dipper también tomo asiento obligado por los tentáculos que lo forzaron y ataron, mientras que el otro hizo aparecer una taza y tomo el té.
- Detesto tener que hablar contigo pero necesito que me entregues el pergamino
Dipper se mantuvo en silencio la mirada de ese hombre era muy distinta a la de Bill, pero ¿Por qué eran tan parecidos? Se preguntaba. Mientras un sentimiento de impotencia por estar atado y no poder ayudar a Mabel o a su Tío que estaba tan cerca, crecía a la velocidad que su corazón se agitaba.
- Quien eres
- No es obvio, soy el hermano de Bill
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- ¿Falta mucho demonio de pacotilla? – le pregunto Stan a Bill que corrían en la dirección de esa luz fosforescente que era cada vez más débil.
- Ya cállate asqueroso humano – se molestó mas por la lejanía que tenia de Dipper que por su insulto – el rastro termina aquí.
Dijo eso mientras ellos veían que estaban en medio de un cementerio.
- ¿Por qué el rastro terminaría aquí?
- No lo sé, pero busquemos una pista rápido. Hay que encontrar a estrella fugaz
Stan se sorprendió de lo preocupado y serio que se veía Bill por otra persona aparte de el asi que cambiando su expresión asintió y comenzaron a buscar.
Luego de unos minutos Bill observo un collar el cuello de Stan que le resulto muy familiar
- ¿De donde sacaste eso? – le señalo su collar
- A ti que te importa. – contesto para que así lo que le dio su hermano como protección no sea dañado.
- ¡dámelo! - Le exigió Bill al recordar de quien era, pero el otro no le hizo caso por precaución a que sea un ataque de rebelión para dejarlo sin defensa.
- ¡no te lo daré!
Y comenzó una lucha entre ambos por el collar en medio del cementerio.
- ¡Maldita sea! Ese collar es un hechizo – grito Bill
- ¡Lo sé! – contesto - es un hechizo para defenderme de ti demonio
- ¡Claro que no, eso es….
Fue tarde para decirlo, porque en un dos por tres ambos fueron tele transportados a un cuarto completamente oscuro
- Demonios donde estamos- pregunto Stan entre molesto y preocupado
- No lo sé, pero es tu culpa por no hacerme caso
- ¿mi culpa? ¡yo solo usaba el collar que me dio mi hermano para protegerme
- Esto te dio seis dedos… maldita sea es una trampa ¡tenemos que ir por Dipper!
- Como saldremos, ni siquiera puedo ver mis manos
- Rayos...
- Por qué no usas tu magia infernal y nos sacas de aquí, debe quedarte algo de poder
- No lo entiendes ¡no tengo nada, estoy vacío! Sin Dipper no puedo hacer nada
- ¡Cálmate! Tengo una idea
- Ojala funcione.
- Solo confía en mí.
- Muy bien no va a funcionar
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- No lo are. ¡No te daré el pergamino! ¡no me importa de quien seas hermano!
- Tienes agallas para levantarle la voz a un ser tan poderoso como yo – lo volvió a mirar de reojo el ser sombrío mientras le apretaba las manos, tobillos y cuello con los tentáculos– solo entrégamelo y de devolveré a todos tus seres queridos.
Se encontraba entre la espada y la pared. Sus tíos y hermana estaban en peligro y si sus suposiciones eran correctas lo más seguro es que también tenga como rehén a Stan y Bill. Y todo por ese pergamino. El hermano de Bill noto la presión que sentía por lo que dio el golpe de gracia
- Si no decides rápido, lo más seguro es que uno de ellos este por morir
- Como…
Esa era la primera vez que la vida de todos estaba en sus manos con su decisión. No lo soportaba.
- Está bien te lo daré, pero suéltalos.
- No rompo mis promesas te los devolveré.
Dicho eso, ese ser y Dipper caminaron hasta la habitación del aprendido y sacando de un cajón escondido entre sus libros Dipper le entrego el documento.
- Al fin, bueno aquí los tienes – y tronando sus dedos todos aparecieron y Ford despertó.
- Tíos! Mabel Bill! – se alegró Dipper de verlos pero también se sorprendio al ver a Alex entre ellos – Alex que haces aquí
- Ya tengo lo que quería, vámonos Daivo
- Si señor –le contesto Alex para sorpresa de todos. Mientras Bill se acercaba lentamente donde estaba el ser de mirada sombría.
- ¡¿Qué demonios haces aquí?!
- Ya me voy. – dijo sin importancia - Pero eso si, me llevare esto – sujeto a Dipper que aún seguía atado con los tentáculos
- ¡suéltame! ¡esto no era parte del trato!
- Lo era, te pedí el pergamino y - le subió la camisa con los tentáculos para mostrarle la marca que había en su espalda – parte del pergamino está en ti
- No puede ser…
- ¡maldito bastardo deja a Dipper!
- Suelta a mi hermano!
Todos agarrando lo primero en mano, a excepción de Bill que seguía paralizado, lo intentaron atacar pero los tentáculos fueron suficientes para detenerlos, sin necesidad de que Daivo, llamado antes Alex cuando estaba de infiltrado, se moviera.
- ¡Bill ayúdame! – grito Dipper pero cuando vio a Bill noto como este estaba aun congelado por lo que acabaa de ver – bill…..
Y abriendo un portal desaparecieron los tres. Dejando a Bill derrumbarse al suelo, segundos después Mabel quizo acercarse para animarle pero se asombró al ver en el rostro de Bill una sonrisa, una gran sonrisa acompañada de los ojos dorados que brillaban intensamente como los de un gato.
- Voy a matarte por esto Hermanito.
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