INUSUAL
By: K.G.Á.É.
A quien lo lee ¡Gracias por su apoyo! : D
Aldnoah Zero no me pertenece.
INUSUAL
OMAKE 1
—No puede llamarse 'Orange'—
—Pero ponerle 'Bat' sería redundante—
— ¿Por qué 'Bat' y 'Orange' son tus únicas opciones de nombres?—
— ¿Por qué no? Creó que son nombres especialmente valorados por nosotros—
Slaine se quedó sin palabras. Era cierto. Porque no había nadie más aparte de ellos mismos que tuviera permiso de usarlos para llamarles. No obstante, eso no significaba que fuera a ponerle así al bebé…
.
.
— ¿Y cómo se llama su bebé?—Calm aún se burlaba un poco, luego de descubrir su secreto.
—Yuni—respondieron a unísono, sonando algo resignados.
— ¡Que envidia! Escuché que Yuki-san le puso el nombre. Es injusto ¡Inaho!—Inko se quejaba mientras los demás reían un poco.
Por su parte, Nina comenzaba a pensar en qué tipo de ropita podría verse bien el bebito…
OMAKE 2
En cuanto Inaho le dijo a Yuki que se quedaría en casa de Slaine para cuidar de su bebé. Ella se alarmó.
¡Su hermanito se había saltado los detalles de la declaración!
¡¿Por qué no se los había contado?!
Esa noche se la pasó enfurruñada. Por otro lado, una idea vino a su mente: si aún no le ponían nombre al bebé. Ella tenía uno perfecto.
Yuni
Escrito con el kanji de su nombre y el de número dos. Y no aceptaría un 'no' por respuesta.
OMAKE 3
—Despierta—
Quizá fuera su imaginación, pero Slaine acababa de sentir un beso en su frente.
— ¿Qué hora es?—abriendo los ojos, quiso verificar la hora en el despertador, sin embargo, una mano en su mejilla le impidió moverse.
Inaho movió sus dedos delineado la parte bajo sus ojos. Asintiendo complacido poco después al ver atenuado lo oscuro de la zona.
—El desayuno está listo—se levantó. Posando un beso en los labios ajenos antes de salir de la habitación.
Cuando la puerta se cerró, Slaine volvió a cubrirse con la cobija aunque se sintiera abochornado. Preguntándose ¿qué acababa de pasar?
Y se encontró delineando sus labios, hasta sentirse sonriendo.
Apenándose más ante el pensamiento de que: no estaría demás que volviera a suceder…
Sin sospechar que, a pesar de lo indiferente e imperturbable que lucía, cierto castaño en cuanto salió había terminado por recargarse en la puerta con las mejillas sonrojadas, aunque no fuera tan evidente; porque besarlo había tomado más valor del pensado. Recordando y con la sensación aun fresca en sus labios, fue inevitable que sus labios se curvaran en una sonrisa. Decidido a no dejar pasar más tiempo para declararle su amor…
OMAKE 4
Aun sin ser novios, Inaho se preguntaba por qué era que sus amigos ya les veían como una pareja.
Para los chicos era simple. Apenas debías acompañarlos en las compras al supermercado para notarlo.
—Llevaré esto—el rubio echaba al carrito algunas frituras.
Inaho las sacaba en seguida, al regresar con una bolsa de harina.
Entonces, Slaine echaba algo de comida enlatada, la cual era casi de inmediato sustituida por ingredientes para cocinar.
— ¡Hey!—por supuesto, el rubio iba a aquejarse en algún punto.
—No es sano para ti—el castaño le respondía, moviendo el carrito de lugar.
—No estoy pidiendo tu opinión—Slaine se quejaba, poniendo de regreso algunas cosas, o intentándolo, porque esa mano ajena le estorbaba para poner las cosas.
Una batalla por el espacio en el carrito comenzaba, hasta que terminaban hartándose y la batalla alcanzaba el nivel de guerra de miradas, apenas rota por los gritos de alguna otra pareja de recién casados.
—Podemos comer tus frituras luego de mi cena—proponía Inaho.
—Bien—y aunque Slaine era el dueño de la casa a donde la mayor parte de comida iría, terminaba por ceder.
Así cada uno podía tener parte de su botín.
Si eran novios o no, eso era lo de menos, prácticamente estaban casados. Y fue más evidente cuando, luego de un tiempo en que Slaine se comportaba diferente a lo usual, de pronto Inaho le trataba como si acabara de dar a luz o algo.
Cuando las palabras 'cobijita' y 'biberón' comenzaron a salir en las conversaciones de ambos, fue desconcertante.
Cuando les vieron discutir nombres de bebé, ya fue algo preocupante.
¡¿Dónde quedaba el romanticismo de los jóvenes en la actualidad?!
Cuando supieron de qué se trataba, no pudieron evitar reír, o suspirar de alivio, como Inko hizo.
Hasta donde Calm sabía, había parejas que daban el gran paso cuando tenían al gatito o perrito, quien hacía del bebé mimado de ambos. Cosa que ampliaba su sonrisa, al parecer él tenía razón en meterse con ellos llamándolos recién casados.
Aun cuando el bebé era inusual ¿Quizá debería de pedir el puesto de padrino?
OMAKE 5
Cuando Inaho veía a Slaine en la cocina, lavando los trastes, mientras su pequeño trataba de dar sus primeros despliegues en el aire. Inaho no podía apartar de él la sensación de felicidad instalada en el pecho.
Entonces, con cuidado, terminaba aproximándose desde atrás al rubio platinado, para pasar sus brazos por la cintura del otro, posando su cabeza en su cuello; deseando que termine con los trastes.
Superando un poco el bochorno, Slaine terminaba apoyando su cabeza en la del castaño.
—Terminaré pronto—decía en susurro, sabiendo que sus palabras implicaban que estaba de acuerdo con los mimos que vendrían después. Porque en algún punto de todo eso, había terminado por darle el sí a la propuesta que recibiera de Inaho…
OMAKE 6
Ser padres es difícil.
Que Yuni no tuviera hermanitos lo volvía más inquieto y acaparador de la atención de Slaine.
El problema era que cada vez que trataba de hacerle algún hermanito, el rubio terminaba por dejarle deseando por más. Levantándose para atenderle.
Quizá la próxima vez intentaría hacerlo en el día. Cuando Yuni estuviera dormido.
Si bien, Slaine era renuente a ser visto en todo su esplendor bajo la luz del día, no había problema. Inaho recordaba haber visto unas cortinas de color azul marino en algún lado de su casa…
OMAKE 7
Cuando Slaine vio el regalo de Inaho, se preguntó qué tan desesperado estaría.
Era cierto que no habían llegado más allá de unos cuantos toqueteos. Y sabía que estaría frustrado. Mas nunca pensó que frunciría el ceño tan evidentemente, cuando le dijo que acababa de cambiar las cortinas por unas nuevas, implicando que su regalo tendría que esperar para ser usado.
Mucho menos esperó, que su paciencia se hubiera agotado.
Terminando ambos en el sillón de su sala. Con él avergonzado al extremo por encontrarse dejando escapar sonidos que avivaban la atención que recibía, consciente de que cada parte de sí estaba expuesta a la roja mirada de su amante.
Quizá cuando volviera a sus sentidos le prohibiría la entrada. No obstante, mientras la temperatura siguiera subiendo y las sensaciones del placer que hacer el amor traía consigo, confundieran su mente, se dedicaría a amar y ser amado…
.
.
.
N/A: ¡GRACIAS POR LEER ESTO…!
Y SI DEJAN REVIEWS ¡GRACIAS TAMBIÉN POR ELLOS!
¡Wow! Sólo tenía en mente el uno y el cinco. No sé de dónde vinieron los demás, pero no me quejaré : D
¡Espero les haya gustado…!