—Le enviaré a hacer exámenes de sangre para verificar que todo esté en orden, por favor descubra su brazo —Dijo JiHoon colocándose los guantes listo para comenzar el procedimiento pero el sonido de su celular lo hizo alejarse del señor que estaba atendiendo y verificar si se trataba de alguna urgencia.
Nuevo mensaje
Amor de emergencia:
Estoy aquí afuera ¿Puedes salir un momento?
¿Amor de emergencia? JiHoon revisó rápidamente el número y recordó cuando SeungCheol le pidió su celular, había cambiado el nombre.
—SeungKwan —Llamó a su compañero de turno —¿Puedes extraer la sangre? Deje los tubos de exámenes listos.
—¿Pasó algo? —Preguntó el pelirrojo mirándolo extrañado por su petición.
—Nada malo, solo saldré un momento —Dijo JiHoon sacándose los guantes —¿Te encargas tú?
—Claro —SeungKwan se acercó al señor tomando el lugar de JiHoon.
El castaño salió del servicio de urgencias con el celular en la mano, vio a SeungCheol sentado y se acercó a él.
—¿Qué haces aquí? —Preguntó tomándolo de la mano para alejarlo a un lugar menos trasitado.
—Hola SeungCheol, ¿Cómo estás? ¿Te sientes bien? ¿Pasó algo malo? ¿Alguna urgencia? —Dijo en un tono burlón.
JiHoon sonrió metiendo las manos en los bolsillo de su camisa de trabajo —Te ves bien —Sus ojos recorrieron desde la frente del pelinegro hasta sus ojos —No parece que te hayas caído de un edificio.
—No, creo que ya no es necesario hacer eso —Sonrió mirando al pequeño.
—Entonces ¿Me dirás que haces aquí?
—Te vine a buscar —Se encogió de hombros como si hubieran quedado en eso.
Pero JiHoon frunció el ceño levemente —Son la una de la madrugada SeungCheol, cómo que me vienes a buscar.
—¿No saldrás ya? —Preguntó SeungCheol alzando ambas cejas.
—Salgo a las ocho de la mañana.
—¿Qué?
—Mi turno comenzó a las ocho de la noche y es hasta las ocho de la mañana, son doce horas —Explicó JiHoon.
—Eso no lo sabía, ¿Por qué no me lo dijiste?
—Jamás me has preguntado —Dijo JiHoon frunciendo nuevamente el ceño, cualquiera que los viera pensaría que estaban teniendo una discusión de pareja, pero no era así.
—Entonces te esperaré —SeungCheol se iba a voltear para regresar a la sala de espera pero JiHoon lo sujetó del brazo deteniéndolo.
—Ve a dormir —Pidió el menor.
—No, no, te espero.
SeungCheol no iba a cambiar de opinión por más que él le insistiera, así que entró de nuevo a urgencias para seguir trabajando. Las horas fueron pasando y JiHoon miró el reloj de la pared, las cuatro de la madrugada, pensó que SeungCheol seguramente se habría ido.
¿Quién se iba a quedar en un hospital esperando por una cita?
A pesar de eso, la curiosidad lo mataba, por lo que decidió tomar un descanso para ir a comprar algo de comer.
Cuando salió lo buscó con la mirada, había cinco personas esperando su turno para entrar. Los saludó cordialmente y su sonrisa apareció sola cuando vio a SeungCheol en una de las sillas en la sala de espera.
—SeungCheol —JiHoon se sentó a su lado moviéndolo para despertarlo —SeungCheol.
—Un ratito más —Habló somnoliento.
—SeungCheol —Lo llamó una vez más logrando despertarlo, el mayor tenía sus ojos rojos y cansados. Esa imagen preocupo a JiHoon más de lo que creía —¿Por qué no vas a dormir a tu casa?
—Te quiero esperar —Hizo un puchero con un sonido infantil y JiHoon rió entre dientes.
—Entonces acompañame a comprar un café y algo para comer —Dijo JiHoon tirando del brazo del mayor para que se levantara.
—¿Te puedo abrazar? —Preguntó SeungCheol a medio camino de la cafetería.
—Estoy en mi trabajo —Dijo JiHoon frunciendo su ceño.
—Pero si ayer nos besamos —Sonrió viendo cómo JiHoon aceleró su paso caminando hacia la cafetería.
JiHoon fue a realizar el pedido mientras SeungCheol se sentaba en una de las mesas mirando a su alrededor.
—Aquí tienes —Llegó JiHoon con café y sándwich para ambos.
—Gracias —Dijo SeungCheol tomando el vaso de café para calentar sus manos.
—¿Cuáles eran tus planes? —Preguntó JiHoon tomando de su café y mirando a SeungCheol —Me refiero a que si hubiera terminado mi turno.
—Invitarte a un lugar importante para mí, cenar, hablar y caminar, algo así.
—¿A la una de la madrugada? —Preguntó sorprendido.
—Termine algo tarde en mi trabajo —Suspiró derrotado —Tuve algunos problemas.
—¿No me dirás en qué trabajas? —JiHoon se humedeció sus labios antes de dar otro mordisco a su sándwich.
—Aún no, eso es parte de la cita —Negó con la cabeza.
—Imagina que estamos en una —Dijo JiHoon sonriendo levemente —En una cita.
—¿Estamos en una ahora?
—Sí.
—Entonces… —SeungCheol se levantó de la silla quitándole el café a JiHoon, se acercó al basurero y lo tiró, el castaño lo miraba confundido. El mayor se acercó al señor de la tienda y pidió chocolate caliente.
Al terminar se acercó a la mesa dejándolo frente a JiHoon.
—Eso fue muy extraño —Habló JiHoon tomando el chocolate —Soy un chico independiente, puedo comprarme mis cosas.
—Yo pedí esta cita así que yo corro con la cuenta, puedes pagar cuando me invites tú.
—¿Tienes tanta confianza como para creer que te invitaré a una cita? —Cuestionó JiHoon a pesar de que sabía esa respuesta.
—Puedo invitarte yo siempre si quieres pero sé que aceptaras en cada una de ellas —Respondió al instante SeungCheol, sin pensarlo mucho.
—Eso se llama confianza —JiHoon masticó su sándwich dejando una miga de pan en la orilla de su labio. SeungCheol acercó su mano y la retiró como si ya lo hubiera hecho miles de veces antes.
—Te gusto y eso lo sé —Dijo SeungCheol haciendo desaparecer el silencio entre ellos.
—¿Qué te hace pensar eso?
—Bueno —Dejó su sándwich en la mesa para luego cruzar los brazos y mirar al menor, suspiró antes de responder —Logré que me tutearas siendo que no lo haces normalmente, me dejaste tu número, ayer nos besamos y al parecer eso no te molesto.
—Pero… —Trató de interrumpir aunque falló en su intento.
—Sin mencionar la forma en la que me miras.
—¿Cómo te miro? —Preguntó JiHoon.
—Como cuando miras en una tienda algo que necesitas comprar y que te gustaría tener, pero luego piensas que te puedes arrepentir, que es mejor ahorrar y solo te quedas mirándolo a través de un vidrio. Así eres tú, te gusto pero te da miedo comenzar algo conmigo y te da miedo enamorarte.
JiHoon lo escuchó atentamente, y no tuvo respuesta para aquello, SeungCheol tenía razón, estaba tan tranquilo y cómodo en su vida que le daba miedo que alguien llegara a cambiarlo todo.
—No me dijiste en que trabajas —Desvió el tema evitando el contacto visual con SeungCheol.
—Soy fotógrafo —Respondió finalmente con una pequeña sonrisa de orgullo.
—¿En serio? —Miró a SeungCheol —Eso es genial, te imaginé en muchos trabajos menos en ese ¿Qué fotografías?
—De todo, ahora estoy trabajando para una empresa de modelos. Es divertido y pagan bien —Explicó tranquilamente bebiendo de su café.
—Modelos —Repitió tratando de sonreír forzosamente.
—Tranquilos, no son más bonitos, ni más dulces que tú —Vio como JiHoon apoyaba sus brazos en la mesa mirándolo fijamente.
—¿Por qué lo dices así? No me conoces.
—Te conozco más de lo que crees.
—Eso sonó muy acosador ¿Estás seguro de que no eres un asesino o un violador?
—Seguro —Dijo soltando una risita.
—A ver, quiero saber que conoces de mí —Desafió JiHoon con una sonrisa traviesa, estaba seguro que no iba a saber qué responder.
SeungCheol se inclinó hacia adelante para estar más cerca de JiHoon y hablar en una forma más privada —Sé que te la pasas aquí en el hospital y que tu vida gira en cuidar a las personas, que en tus días libres haces cosas normales como ir al supermercado o ir a la lavandería donde, por cierto, tienen un excelente detergente, mi calcetín quedo mucho más blanco que el otro. Tienes una obsesión por el café y por lo mismo ahora te pedí chocolate ¿Sabes que la cafeína es un irritante para el estómago? —JiHoon sonrió al escucharlo —Comes un cereal de bolitas de chocolate y mantequilla sin sal, comes pan integral, el que las personas suelen odiar. Ensucias demasiada ropa como para vivir solo, desde el primer día que vi tus labios los noté resecos y ahora parecen estar mejorando así que supongo que usas de esos humectantes labiales, yo podría ocupar ese trabajo la verdad.
—Eres demasiado sincero —JiHoon se sonrojó tomando el vaso de chocolate entre sus manos para calentarlas.
—Tienes unos ojos preciosos —Continuó sonriendo por haberlo hecho sonrojar —Donde se ve la hermosa persona que eres. Se ve lo mucho que te apasiona tu trabajo y eso es algo bueno porque vienes feliz pero hay más cosas que eso —Termino de hablar refiriéndose a su corazón, a las relaciones amorosas que JiHoon parecía evitar.
—Termine con mi novio al entrar a la universidad —Dijo JiHoon en voz baja —Fue por un engaño, dijo que lo deje mucho tiempo solo mientras yo estudiaba y que por eso lo hizo.
—¿Y tú piensas que volverá a pasar?
—No, pero quién va a estar con alguien que está doce horas en el hospital, que tiene dos días libres a la semana, que no sale a clubes por decisión propia y que prefiere mil veces estar en su departamento que bailando o bebiendo alcohol por ahí —Habló con la mirada en su vaso de chocolate.
—¿Dónde puedo firmar? —Preguntó SeungCheol moviendo su mano en la mesa para hacerla chocar con la de JiHoon. Aunque duró poco ya que el menor la retiró colocando ambas manos en su regazo.
—Ya debo regresar.
—Entonces te iré a dejar —Dijo SeungCheol levantándose junto al menor.
Caminaron por los pasillos del hospital mientras JiHoon iba saludando a otros trabajadores del lugar, los miraban de forma extraña y SeungCheol pensó que era porque jamás lo habían visto con alguien, cosa que le agradaba saber.
—Sano y salvo en tu segunda casa —SeungCheol estiró su mano apuntando la puerta de urgencias.
—Gracias —Dijo con una boba sonrisa —Ve a dormir ¿Sí? Ya pronto amanecerá y debes estar con energía para trabajar mañana.
—Está bien, me voy, solo porque tienes razón —Se acercó tomando las manos de JiHoon y el menor está vez no hizo nada para alejarse —No fue la cita que tenía planeada pero me gustó.
—Lamento que haya sido aquí —Dijo JiHoon en un tono desanimado.
—No me refiero al lugar sino que no puedo intentar abrazarte o robarte un beso aquí —Explicó SeungCheol.
—Me estás tomando de las manos ahora —Se mordió el labio inferior mirando fijamente al pelinegro.
—Lo sé y me encanta —Dijo SeungCheol con una sonrisa balanceando sus manos.
—Mañana si tienes tiempo podríamos salir —Propuso JiHoon encogiéndose de hombros.
—No pensé que me ibas a invitar tan rápido —Le guiñó un ojo al pequeño y JiHoon negó con la cabeza.
—Me iré a trabajar.
JiHoon se volteó soltando sus manos pero SeungCheol lo tomó del brazo haciendo que lo mirara de nuevo, está vez sujetándolo de la cintura luego para estar más cerca del menor.
—Está bien, está bien —Sus dedos masajearon la cintura del castaño, conociendo cuán pequeña era —Mañana puedo a las doce del día.
—Está bien —Dijo JiHoon, vio cómo SeungCheol se iba acercando lentamente hacia él y sus manos apretaron los brazos del pelinegro —SeungCheol no me besaras aquí.
—Solo porque yo no quiero.
—¿No quieres besarme? —Dio un paso hacia atrás alejándose del mayor.
—En realidad no, ¿Recuerdas lo del humectante labial? —JiHoon asintió —Mentí, tus labios no han mejorado por lo que se ven poco apetecibles.
—¿Poco apetecibles? —Preguntó JiHoon arqueando una ceja —Está bien, los tuyos tampoco me gustan.
—Ayer parecían gustarte —Levantó ambas cejas mirándolo con una sonrisa pícara.
—Ayer me obligaste —Dijo JiHoon en un tono infantil.
—Y lo disfrutaste.
—¿No te han dicho lo mal que besas? —JiHoon lo miró con asombro tratando de no reírse por su mentira —Tus labios son muy gruesos y no son suaves.
—Lee JiHoon me estás retando a besarte aquí y ahora.
—¿Por qué besarías unos labios resecos y feos? —JiHoon miró al mayor en forma desafiante.
Todo era un juego para él, pero para SeungCheol hace rato había dejado de serlo. Por lo mismo tomó ambas mejillas del menor y sin pensarlo demasiado unió sus labios por segunda vez.
Las piernas de JiHoon se debilitaron cuando sintió la lengua del mayor delineando su labio inferior, pidiendo permiso para profundizar el beso, él se lo negó, recordando el lugar en donde estaban pero terminó accediendo a la insistencia de SeungCheol.
Este beso era distinto al del supermercado, más apasionado y lento, JiHoon se dejó guiar por las caricias que recibía en sus mejillas, y las manos que sintió después en su cintura acercándolo al cuerpo ajeno.
La ausencia de oxigeno los hizo terminar el beso, SeungCheol sonrió antes de dejar un sonoro beso en los labios del menor.
—Porque te puedo ayudar a humedecerlos de esta manera.