El reloj marcaba las cuatro de la mañana y el servicio de urgencias, después de tantos días, estaba un poco más tranquilo, la última persona que atendió JiHoon fue una quemadura en un señor que no tuvo mucho cuidado con el agua hirviendo de su café.
Se fue a lavar las manos cuando llamaron a la siguiente persona.
“Choi SeungCheol pase al box uno”
Tomó la ficha y se dirigió al box uno para seguir trabajando.
Se encontró con un chico de espaldas quitándose la camisa.
—¿Choi SeungCheol? —Preguntó mirando la hoja de urgencias.
—Sí —SeungCheol se volteó mirando al pequeño castaño y de piel pálida que atendió a su hermanita, sonrió a pesar del dolor que sentía.
—¿Qué le pasó? —Alzó la mirada encontrándose al chico de la otra vez. Pero decidió hacer como si no lo conociera.
—Me caí de las escaleras llevando algunos vasos y platos —Se quejó sentándose en la camilla.
—Acuéstese en la camilla, por favor —Dijo JiHoon colocándose los guantes y acercándose al mayor.
Debió controlarse para examinar las heridas con tranquilidad, siendo profesional y no mirar más allá de lo que no debía.
Aunque lo negara ese chico le parecía atractivo y no ayudaba mucho encontrarlo sin camisa, a pesar de las heridas y del corte en su frente.
JiHoon mientras revisaba cada uno de los cortes en su pecho no pudo evitar sentir la mirada del chico sobre él. Lo miró por unos pocos segundos a los ojos, enfrentándolo, y fue peor porque SeungCheol no quitó su mirada en ningún momento.
Así que eso solo provocó que su cara se sintiera más caliente de lo normal.
—¿Te pongo nervioso? —Soltó una risita que hizo a JiHoon sonrojarse aún más.
—Serán tres puntos en la frente —Desvió el tema tocando alrededor de la herdia —Y las demás curaciones.
—¿Eso duele?
—No si se queda tranquilo, espéreme, iré por las cosas —Salió a buscar los materiales de curaciones y sutura.
SeungCheol lloriqueó más de una vez cuando le colocó los puntos, se notaba que quería hacerse el valiente frente a él, pero no sabía disimular muy bien.
En las heridas pequeñas fue más sencillo para el pelinegro.
Los ojos de SeungCheol pasearon por todo el rostro de JiHoon, colocándolo cada vez más nervioso e incómodo cuando terminaba con una de las curaciones en su pecho.
—¡Auch! —Se quejó al sentir una presión en uno de los cortes.
—¿Puede dejar de mirarme? —Dijo JiHoon fijando uno de los apósitos —Estoy trabajando.
—¿Hiciste eso apropósito? —Exclamó SeungCheol, impresionado y elevando la voz.
—Claro que no —Siguió limpiando las heridas sin mirarlo a los ojos, concentrado y solo limitándose a preguntarle si es que le dolía —¿Ha venido solo?
—Con un amigo —Respondió SeungCheol y JiHoon se tensó ligeramente con la respuesta —Tranquilo, no tengo novio.
—Esto puede que le duela un poco —Avisó sacando un pequeño trozo de vidrio con las pinzas haciendo que SeungCheol se quejara y no pudiera notar que su enfermero estaba sonrojado y apenado.
—¿No ha entrado? —Preguntó el menor —Su amigo.
—Está esperándome afuera. No lo dejaron entrar porque soy mayor de edad —Respondió SeungCheol.
—Lo sé.
—¿Cómo lo sabes? —Preguntó coqueto formando una sonrisa.
—Sale en su ficha —Dijo JiHoon. Colocó las gasas y humedeció con su lengua su labio inferior.
—Te miraré hasta que me mires —Susurró SeungCheol notando lo nervioso que colocaba al castaño.
JiHoon se enderezó sacándose los guantes y desechándolos en el recipiente de la basura —¿No le duele la cabeza?
—¿Debería dolerme? —Se sentó sobre la camilla tomando su camisa.
—Después del golpe y los puntos podría doler —Se paró frente al mayor para darle las indicaciones.
—Que no me duela significa que eres un buen enfermero y muy bueno en lo que haces —Se colocó la camisa mostrando su sonrisa al mirar al pequeño.
—Las curaciones se realizan en el segundo piso, hay un letrero y si tiene alguna duda puede preguntar afuera —Indicó JiHoon —Además los guardias saben, pueden ayudarlo si se puede.
—¿Debo ir ahora?
—Acabo de hacer las curaciones, no debe ir ahora. Pero si en tres días más para ir viendo la evolución de cada una —Respondió tranquilamente registrando cada procedimiento que había hecho. Y llenando la hoja de indicaciones para SeungCheol.
—¡Auch! —SeungCheol llevó una mano a su cabeza cuando se levantó de la camilla tambaleándose un poco cuando estuvo de pie. JiHoon llegó rápidamente a su lado para sujetarlo.
—¿Está mareado? ¿Debo llamar a su amigo? —Preguntó preocupado.
—Llévame tu afuera, por favor —Se quejó falsamente pasando su brazo por los hombros del pequeño —Ya me sentiré mejor.
JiHoon camino a su lado con lentitud, salieron del servicio y un chico con el cabello rizado se acercó a ellos.
—Maldito SeungCheol pensé que te estabas muriendo —Dijo Hansol.
—Lo estaba —Dramatizó el pelinegro —Pero estoy bien gracias a él.
Hansol miró al pequeño que sujetaba apenas el cuerpo de SeungCheol pero entendía la sonrisa coqueta que tenía su amigo.
—Que vaya a dormir ahora por favor —JiHoon se acercó al chico haciendo que SeungCheol se cargara en su amigo.
Su rostro se volvió serio cuando SeungCheol no se apoyó ni siquiera un poquito en el chico de cabello rizado y tampoco se quejaba como antes.
—Las curaciones se realizan en el segundo piso, debe venir en tres días más. Por favor cuidado con todos los parches, no hay que mojarlos y hay que evitar que entre algún elemento extraño… —Comenzó a repetir las indicaciones, esta vez para Hansol por si SeungCheol no le había prestado la suficiente atención en medio de su coqueteo.
Mientras JiHoon hablaba fijando sus ojos en el mitad americano, SeungCheol lo observó detalladamente. Notó los miles de lápices de colores que guardaba en su bolsillo derecho, vio un celular que tenía un dije de estrella colgando hacia afuera.
El cuerpo de JiHoon era delgado y algo delicado, el flequillo llegaba justo antes de sus pequeños ojitos. Su piel blanca y lisa como de porcelana.
Sus manos parecían demasiado limpias y suaves.
Observó que no tenía ningún anillo por lo que no era casado y eso le provocó una sonrisa, se habría sentido culpable si hubiera coqueteado con alguien que ya estaba comprometido.
Se paraba muy recto y aun así se veía pequeño, su pie derecho se movía mientras hablaba, no sabía si era un hábito normal en él o aún estaba nervioso.
Volvió a recorrer su rostro, sus labios rosados y delgados moviéndose mientras hablaba aunque se veían algo recesos y los humedecía con su lengua.
—¿Tienen alguna duda? —JiHoon preguntó mirándolos a ambos.
—No… creo —Respondió Hansol.
—Está bien, en el mesón le darán indicaciones médicas —Agregó JiHoon —Ahora me retiro, buenas noches.
Se volteó entrando al servicio de nuevo y seguir con su turno.
—¿De verdad entendiste las indicaciones? —SeungCheol se sentó en la silla mirando a su amigo.
—Una parte —Pasó la mano por su nuca —Respóndeme algo tú —Hansol se sentó al lado del mayor.
—¿Qué cosa? —Lo miró fijamente —No me hagas pensar mucho que me duele la cabeza.
—¿Te gusta? —Preguntó Hansol con una sonrisa cómplice.
—¿Por qué lo preguntas? —Tocó el parche en su frente evadiendo la obvia respuesta.
—Porque no le quitaste la mirada de encima, estúpido —Empujó el hombro del pelinegro.
—Es lindo —Se encogió de hombros restándole importancia. Si le decía la verdad, Hansol era capaz de entrar a urgencias para gritárselo a medio mundo.
—¿Lindo para ti? —Se levantó de la silla y alzó ambas cejas.
—Vámonos, quiero dormir —SeungCheol lo arrastró a la salida del hospital para que no cometiera ninguna estupidez.
Encontraría otro momento de ver al pequeño y lindo enfermero.