NO QUIERO QUE LLORES
CAPÍTULO I:
El examen de ingreso a la universidad.
By Yelmar Doker
—Si, Gaara. Ya te lo dije. Mi padre me puso esa excusa para poder ir a la fiesta.
—¿Estás seguro de que podrás aprobar el examen tú solo? —preguntó la varonil voz de su mejor amigo, al otro lado de la línea.
Se acomodó tranquilamente en el sofá en forma de sapo, mientras seguía jugando un videojuego de los World Warcraf. Estaba concentrado en las figuras de sus monstruos y con el hombro y la mejilla sostenia el teléfono. Sus dedos se movian ágiles en los controles de su PlayStation.
—No te preocupes. Ya lo tengo todo arreglado. —sonrio traviesamente. Sus ojos azules se movian frenéticos frente al computador al saberse en peligro y ver que sus puntos de vida ya estaban por acabarse.—Solo reservame la mejor cerveza de tu nevera, mapache.
La respuesta de Gaara no fue inmediata, pero cuando volvió a hablar parecia un poco intrigado.
—¿Porque presiento que me estas ocultando algo?
— ¡Por favor! ¿¡A ti¡? ¿Mi mejor amigo? —una risita tonta y contagiosa salió de su boca y se prolongó
por varios segundos. Hasta que perdió el juego y decidió prudente descansar un poco y cambiar de tema. —¿Y tu hermana vendrá?
—¿Porque preguntas?
—Tranquilo, Sabaku. No estoy preguntando para hecharle los perros a tu hermana. Solo lo digo porque Shika esta un poco interesado. Y ya sabes, es tan flojo que si no lo digo yo, nadie se entera.
—Muy gracioso. —Dijo sarcástico y sin una pisca de humor. — pero me alegra que no seas tú. Ya que no me agradaria que precisamente tú te fijaras en Temari.
—¿Y eso? ¿Qué? ¿Acaso soy tan mal pretendiente que no te fias de mi? —la broma le sacó una breve risa al pelirrojo. —¿O estas celoso de mi, Gaa-chan~?
—Ni en tus sueños, cabeza de piña.
—Yo también te quiero.
—Muerete.
Los dos se rieron por la conversación tan estúpida que estaban teniendo. Pero Gaara solo había llamado para saber si Naruto iría a la fiesta que Temari, Kankuro y él estaban organizando para el siguiente viernes.
La verdad era que no se sentía muy cómodo estando rodeado por una multitud de personas. Pero cuando estaba a lado de Naruto, podía relajarse y divertirse. A pesar de ser siempre frio y serio con la gente, tenia un lado alegre que siempre sorprendia a las personas. Pero eso solo pasaba cuando bebia de más, o estaba en compañia de su amigo.
Nuevamente la voz de Naruto se escuchó.
—¿Vendras temprano el lunes?
—Depende. Todavía tengo el permiso de una semana que obtuve gracias a mi hermana para poder ayudar con los preparativos de la fiesta.
—Ow, que suerte. A mi me gustaría tener un hermano mayor que hiciera eso por mi. —lo dijo con un leve tono afligido y decepcionado. —Pero mis padres son tan moralistas y estéticos que no me hicieron ese favor.
—¿Esteticos?—reiteró Gaara, sin comprender.
—Si, ya sabes. Después de que naci, mi madre me puso a cargo de una niñera para poder ir al gimnasio y bajar los kilos que yo le ocasioné. —soltó una risa divertida, ante el recuerdo de su madre gritandole. —Ella misma me dijo que había subido como 20 kilos después del parto, y que necesitaba con urgencia deshacerse de esos molestos rollitos.
—¿Y? ¿Que tiene que ver eso?
—Espera, espera, deja que te cuente. —respiró profundamente y exhaló con lentitud en un coro de palabras. —Mi padre también había descuidado su imagen por el estrés del trabajo y el embarazo de mamá. Así que él también fue al gimnasio. Durante ese tiempo se pusieron de acuerdo y decidieron no volver a tener hijos.
—Entiendo. Así que en vez de hermanos te dan todo lo que quieras, cuando quieras. —Dedujo Sabaku.
—No exageres. Soy hijo único, pero mi familia no tiene mucho dinero. Así que no pienses que soy uno de eso niños ricos que presumen de lo que tienen.
—Eso dalo por hecho.
Rieron al unisonio. Naruto se saco una pequeña lagrimita que se estaba escapando del rabillo de su ojo.
—Bueno, Gaara, nos vemos el lunes. Todavía tengo mucho que estudiar.
—¿Tu? ¿Estudiando?—cuestionó, sin dar credibilidad a lo que oia.
—¡Hum! ¡Yo también estudio, para que te lo sepas!
—Si, claaaro. Habrá que ver para creer. Entonces no vemos, adios.
—Cuidate.
Después colgó y dejó la bocina en su sitio.
Suspiró.
Cierto era que no iba a estudiar en una tarde tan tranquila y ociosa como aquella. ¿Para que leer libros de física si podía disfrutar de sus revistas con chicas posando en ropa de baño y su nuevo videojuego?
Se dejó caer de espaldas sobre el comodo sillón y puso las manos bajo su nuca. Observó el movimiento de las hélices de su ventilador en el techo, mientras pensaba en lo afortunado que era en contar con Hinata, la chica morena que era una compañera de clase y que según Gaara y Sakura, gustaba de él.
Seria muy sencillo convencerla de que le ayude en el examen de mañana. Porque, después de todo, solo necesitaba un ocho como minimo para que su viejo le diera el permiso que necesitaba.
De pronto se sintió cansado. Y sus párpados empezaron a pesarle.
Que suertudo era de por poder contar con tan buenos amigos. Se prometió que para agradecer esa suerte, iba a divertirse mucho en la fiesta. Beberia tanto que le saldria cerveza por la nariz. Y probablemente le daría un beso a una hermosa chica...
Pensando en ello, sucumbió a la invitación de morfeo.
Y se durmió.
...
Al día siguiente se levantó muy animado. Se metió en la ducha y se dió un baño caliente con gran cantidad de Jabón y Champú. Salio de la ducha minutos después con una toalla en la cabeza y una en la cintura, tarareando una canción desconocida. Miró brevemente por la ventana a su izquierda y se preparó mentalmente para respirar el aire limpio de ese día.
Luego fue a su closed, y sacó una camisa blanca, unos vaqueros y una chaqueta que le quedaba un poco ajustada, dejando apreciar la agradable delgadez de su cuerpo. Se puso también unos converse negros. Se acicaló el cabello sin peinarlo demasiado. Y por si fuera poco, se colocó un poco del perfume que usaba solo para ocasiones especiales. Pero ese era uno, así que se hecho un poco mas de lo necesario.
Tenia que verse guapo para cumplir con su objetivo.
Guardó velozmente algunos cuadernos en su mochila y salió de su cuarto, silbando en el proceso.
En el pasillo se cruzó con su madre.
—¡Oh! ¡Hijo! ¿Pero a que se debe que te veas tan contento? ¡Y mirate! ¡Ow, te ves tan guapo!
—¡No exageres mamá! Y si, estoy muy feliz, porque hoy es el examen de ingreso a la universidad. —dejo salir un risita tonta, al igual que Kushina.
—Y yo que pensé que esa pinta se debía a una chica. —le codeó el brazo, luciendo algo picara. Naruto se sonrojo por un breve instante.
—¿Y si así fuera qué? ¡Tengo derecho a tener una novia bonita! —infló su pecho y sus mejillas, como queriendo demostrar su hombría. Kushina le palmeó la espalda con una fuerza estremecedora que por poco lo tira al suelo.
—¡Asi se habla!
—¡Ay! ¡Mamá, ten mas cuidado! ¡Casi me rompes las vertebras!—se quejó, sobandose la adolorida espalda.
—¡Lo siento, Naruto! No fue mi intención. —intentó acercarse para sobar la espalda del menor, pero este se alejó rápidamente y bajó por las escaleras como tropel.
—¡Tengo hambre mamá!
Kushina sonrió resignada al comportamiento casi infantil de su hijo. No obstante, no había nada que hacer. Después de todo, se parecia mucho a ella cuando fue joven, y en apariencia mucho a Minato. Una peligrosa combinación.
Sonrió un poco mas, y se fue directamente al cuarto del lavado para llevar la cesta de ropa sucia.
...
Después de tragarse medio sandwich y beberse cuarta leche de la caja de carton, (por lo cual recibió un regaño de su madre), se subió prontamente en el primer autobús que encontro para llegar temprano al instituto. En el transcurso del viaje se dió cuenta de que algunas chicas mas o menos de su edad se le quedaban mirando. Eso lo motivo aún más, y les sonrió descaradamente a todas ellas.
Luego llegó justo antes de que dieran las ocho y se encaminó rápidamente al lugar en donde seguramente se encontraría Hinata.
"El auditorio"
Pero todavía era muy temprano y la gente a penas y estaba llegando. Despues de un tiempo, decidió sentarse en uno de los asientos del publico y esperar la llegada de la morena.
Hinata era especial. Algo tímida, acomplejada, bonita y con una apariencia frágil y sumisa. Aquella vez en que Sakura le dijo que Hinata supuestamente estaba enamorada de él, se sorprendió mucho. Pero no le dio tanta importancia por el hecho de que las mujeres aún no le llamaban la atención.
Después de eso se fue dando cuenta de los sutiles cambios en Hyuuga cada vez que charlaban de algo. Se sonrojaba, tartamudeaba y se ponia muy nerviosa.
Con esas señales dedujo el solo que era verdad después de todo lo que sus amigos le habían dicho.
Ahora usaria eso a su favor. Sin embargo, no estaba de mas mencionar que podria hacer un serio acercamiento con Hinata. Después de todo a él le parecia una buena ocasion para tener una novia y experimentar esa parte de la adolescencia.
Miró su reloj de pulsera y muy confundido se dio cuenta de que ya era muy tarde. Faltaban veinte minutos para el comienzo de clases y Hinata aún no llegaba.
Eso le preocupó.
Esperó diez minutos más y muy ansioso se levantó del asiento para ir a ver si por casualidad la encontraria afuera. Le preguntó a unas cuantas personas que rondaban por el auditorio si la habían visto o sabían algo de ella. Pero ninguna de ellas supo decirle algo.
Asi que no tuvo mas opción que preguntarselo a su hermana, que también eran parte del elenco de actores que se presentaban cada fin de semana.
—¿Hinata?
—Si, la he estado esperando por más de una hora. ¿No sabes donde esta?
—Lo siento, pero ella no vendrá hoy.
Naruto sintió como si un gran abismo se abriera bajo sus pies.
—¿Qué? ¿Pero porqué? —frunció el ceño, aparentemente confundido y demandante.
Hanabi se puso las manos sobre las caderas y ladeó el cuello.
—Ella está muy enferma, así que decidió no venir hoy. Pero si quieres le digo que la buscaste o le doy tu recado. —sugirio amablemente, ligeramente cautivada por el apuesto rubio que se parecia mucho al de la foto que su hermana guardaba tan celosamente.
—No, no hace falta. Gracias de todas formas.— se dio la vuelta. Y se marchó con paso desganado hacia la salida.
Hanabi se cruzo de brazos y sin darle mayor importancia, volvió a sus asuntos.
....
¿Que iba a hacer ahora?
Hinata iba a ser su única salvación. Si tan solo no se hubiera enfermado ella le habría copiado el examen que era tan importante para él y para su padre.
¡Malditos gérmenes! Pateó una piedra que había en el camino. Si no fuera por esos mugrosos bichos ahora estaría saltando y brincando de alegría por tener segura su entrada a la universidad. Su padre lo mataria si reprobaba ese examen. Y su madre le arrancaria las orejas por no haberla escuchado y ponerse a estudiar como se debe.
Lo que mas miedo le daba era que su futuro pendia de un hilo. Todavía tenia presente que si no aprobaba ese dichoso examen de los cojones su padre le obligaria a trabajar de recolector de basura en las vacaciones de invierno.
¡Todo menos eso!
Y para rematar no podria asistir a la fiesta de Gaara.
—Vamos, tonto. Piensa, algo se te tiene que ocurrir. Piensa, piensa, piensa. Maldición. — Frustrado, se regañó a si mismo, mientras caminaba a hacia la clase A-7C, para la primera hora de historia. —Vale, que no panda el cúnico. Tengo dos horas para solucionarlo.
Si inicialmente iba a pedirle ayuda a Hinata, pero esta no había venido por estar enferma, ahora tenia que pedirle ayuda a alguien mas.
¡Exacto! Así que se hizo la pregunta:
¿Despues de Hinata, quien era él o la más inteligente de la clase?
Sin duda ése era Gaara. Pero no lo veía por ningún lado, así que supuso que no vendría hoy. Así que lo descartó.
Después estaba Shikamaru. Su perezoso amigo que tenia complejo de genio. Pero se acordó de que él no estaba en la misma clase que él, ya que estaba en una clase superior por ser, precisamente, un genio.
¿Que otra opción le quedaba?
Sakura era inteligente, pero ella no le copiaria ni aunque le rogara.
¿Que otra opción le quedaba?
Estaba tan ensimismado en su dilema que no vió a la persona que venia en la dirreccion contraria. Ambos chocaron y, por el impacto, se cayeron al suelo de sentón.
—¡Fijate, imbécil!
Naruto levantó su mirada aconjonada y para su mala suerte se topó con la desagradable cara de su archienemigo. Uchiha Sasuke, el mismísimo amargado de los cojones.
—¡Fijate tu! ¡¿Que no tienes ojos!?—le devolvió el insulto, por lo que Sasuke acentuó su mirada asesina.
—Maldicion, no tengo porque soportar tus tonterías. —se levantó del suelo y se metió velozmente al aula, ante la afilada mirada del rubio.
Naruto también se incorporó y se sacudió el pantalón con una mano.
—"No tengo porque soportar tus tonterías"—remedó con la misma pose chula de Uchiha. —¡Bah! ¡El único tonto aquí eres tú, amargado!
Pero Sasuke no le escuchó. Éste estaba muy entretenido revisando algunos apuntes en su libreta. Ese día tenia que presentar un examen para el ingreso a la universidad. Y sin importar como, necesitaba sacar la máxima nota. Había estudiado como un loco para esa prueba desde que se anuncio la nueva gestión en la Universidad mas prestigiada del país. No había ninguna posibilidad de fallar, así que podía estar relativamente tranquilo.
Sin embargo, sintió ganas de escupir al suelo al tener que discutir con ese subnormal. Ese cabeza hueca con el que no se llevaba nada bien.
Lo maldijo una y dos veces por haber arruinado su aparentemente tranquilo día. Sin embargo, no dejaría que eso le desconcentrase.
El maestro llegó en aquel momento y dejó de refunfuñar. Se fue a sentar a un lado de la ventana.
Mientras tanto, Naruto estaba nervioso. Y no tenia nada que ver con las encantadoras y seductoras miradas de sus compañeras, ni de la seria cara de su antipático maestro.
Faltaba poco para el examen y el todavía no había hecho nada. Como odiaba a su cerebro por no ser capaz de memorizar una simple ecuacion matemática. Ahora que lo pensaba, si no fuera tan tonto y despistado no estaría metido en ese lío.
Pero así nació y no había nada por lo cual lamentarse.
—¿Que te pasa?
Giró su cabeza instintivamente al escuchar la familiar voz a su derecha. Se sobresaltó un poco al ver
que se trataba de Uchiha. Diablos, ¿Porque demonios tenia que estar a un lado suyo?
—Eso a ti no te importa. —giró el cuerpo unos centímetros en la dirección contraria, provocando que el moreno se disgustara.
—Grosero. Solo intentaba ser amable.—el también se giró y decidió ignorar por completo la preocupada faz del blondo. Después de todo, ese no era su problema.
Naruto se sintió ligeramente culpable. Talvez si estaba siendo grosero. Después de todo Sasuke no
tenia la culpa de ser como era, y mucho menos de sus problemas.
Se volvió a girar y enfrentó la mirada ónix.
—Me disculpo, no era mi intención. Es solo que... tengo un problemon.
Sasuke se sorprendió al escuchar esas palabras. No pensó que el rubio le hablara. Y menos que se disculpara.
—Todos tienen problemas, usuratonkachi. —comentó, serio.
—Si, a lo mejor tengas razón. —agachó levemente la cabeza, topandose con los garabatos que habían en su pupitre. —pero si no hago algo, voy a arruinar mi futuro.
El semblante de Naruto se entristeció y el del moreno se apaciguó. Empezó a experimentar eso que llamaban empatia.
—¿Me dirás que problema es ése?—preguntó bajito, para que el maestro no los sorprendiera hablando.
Era raro que ellos dos se dirigieran la palabra si no era para insultarse, ya que a penas coincidian en un par de clases. Pero Uchiha pensó que no estaba mal conocer gente diferente.
Naruto se encogió de hombros.
—Es que hoy tengo que presentar un examen, y no se nada de nada. Es decir, nunca he sido bueno estudiando.
—Nadie lo es. —interrumpio Sasuke, captando su atención. —Lo que pasa es que no te haz esforzado lo suficiente.
El ceño de Uzumaki se frunció.
—Para ti es fácil decirlo. Eres el mas inteligente de la clase, después de todo. —recostó su cabeza sobre sus brazos, aparentemente deprimido.
—Eso es basura. Yo también tengo tropiezos y aún así me esfuerzo. Además, yo también voy a presentar ése examen.
—¿A si? Que suerte. —comentó con cierta ironía. —Un cerebrito como tú aprobará fácilmente.
Algo en esas palabras hicieron que el moreno se enojara.
—Di lo que quieras. No voy a perder mi tiempo por un tipo como tu. —dirreccionó sus ojos nuevamente a la pizarra para tomar apuntes. Sin embargo, una palabra salio de su boca, sin siquiera poder evitarlo. — fracasado.
Naruto no se sintió ofendido. Al menos no mucho. Claro, Sasuke le decía eso porque él nunca cometia errores. Su único defecto, claro, era que era un maldito arrogante sabelotodo con complejo de narcisista.
Y pensar que el también iba a presentar esa prueba...
Un momento.
Sus ojos se abrieron gradualmente. Miró de soslayo al moreno que escribía algo en su libreta. Y esas palabras resonaron nuevamente en su cabeza. Haciendo se cada vez mas fuertes.
"También presentará el examen, y él es tan inteligente como Gaara o Shikamaru"
Ay, por dios.
¡Eso era!
Sasuke dejó de escribir en cuanto percibió la intensa mirada con la que el rubio le observaba. Y aquello le hizo sentir incomodo.
Se sorprendió un poco cuando notó que esos ojos parecían verlo maravillados. Y con un poco de... ¿Adoracion? ¿Tan pronto se le había pasado la depresión?
—¿Que?
—Ya se como resolver mi problema. — lentamente una sonrisa se dibujo en su boca. Sasuke sintió un
escalofrío.
—¿A si? ¿Como?—preguntó levemente incómodo y solo por curiosidad.
—Tú me vas a ayudar.
Al principio no entendió muy bien. No obstante, se preguntó como podria él ayudarlo para que pasara ese examen que tan importante era para ambos.
Y entonces lo comprendió.
...
—Por favor, Sasuke. Di que si. Solo serán ocho preguntas. Qué te cuesta. Di que si'tebayo.
Los ruegos de Naruto lo tenían harto. El rubio no había dejado de perseguirlo desde que había acabado la primera clase de historia. Ahora ambos se dirigian al bloque B para dar el examen.
Y ese usuratonkachi pretendía que le copiara.
—¡No! ¿Cuantas veces tengo que decirtelo? —se dió la vuelta para encarar al molesto rubio. —¡Si alguien nos descubriera no solo estaré en problemas, si no que me sacaran de alli y anularan mi examen!
—¡Pero podemos ser discretos!
—¿Que dices, tonto? ¿Crees que ésto es sencillo? Deja de molestarme. Los dos sabemos como son esas pruebas. ¡Hay cámaras de seguridad!
—¡Pero podemos intentarlo! ¡Vamos, Sasuke! ¡Si repruebo seré un recolector de basura el resto de mi vída!
Sasuke frunció el entrecejo, sin comprender. Pero aún así siguió negandose.
—Estas loco. No te copiaré. Y en todo caso, es tu culpa por no estudiar. Ademas...—pausó un momento, para exhalar aire por la nariz. — No entiendo porque ese examen es tan importante para ti. Puedes postularte al año siguiente.
Naruto sabia eso, pero se decidió a ser sincero.
—Esta bien, lo acepto. La verdad es que si no apruebo ese examen con un ocho como mínimo, mi padre no me dejara ir a la fiesta que mi amigo Gaara dará el viernes ¿Contento?
—Para nada.
Sasuke no iba a ceder, pero Naruto tampoco iba a dejar de insistir. Así sea que el rubio le prometiera la paz mundial o el tesoro del Capitan barba azul, no iba a aceptar.
Pero cuando tuvo la intención de volver a retomar el camino, se detuvo.
Miró al rubio muy fijamente, como si lo estuviera analizando. Casi parecia que le estuviera leyendo la mente. Y solo por eso, Naruto se sintió ligeramente nervioso.
—¿Que?
—Nada. Es solo que...—pausó un instante, solo para ver si había alguien en los alrededores. Luego de verificar, reanudo su escaneo visual en el rubio. —¿Dijiste viernes?
—Si, ¿Porque?—ladeo la cabeza, confundido.
Sasuke no contestó rápidamente, sino que puso todo su peso en una pierna y colocó las manos en los bolsillos de su pantalón.
—Puede que haya una forma de que pueda ayudarte. —contesto, sin mirarlo.
Los ojos de Naruto se abrieron al mismo tiempo que su boca se oprimia en un claro gesto de sorpresa. Luego asintió freneticamente y sonrió a todo lo que le daban sus músculos.
—¡Hare cualquier cosa! ¡Solo dime cómo!
Sasuke también asintió, aunque su expresión era seria. Se daba cuenta de que lo que iban a hacer era muy grave. Pero él tenia una forma para que todo saliera bien.
Pero nada era gratis en esta vida.
—A cambio quiero ir a esa fiesta que mencionaste.
Las cejas rubias se elevaron, y su boca se abrió levemente.
—¿Y eso porque?
Sasuke le confundia. No solo era orgulloso, arrogante, presumido y amargado. Era... extraño. ¿Para que querría ir a la fiesta de un desconocido?
Sasuke se encogió de hombros. No iba a responder a esa pregunta. Era, después de todo, algo personal que no podía contarselo a cualquiera.
—Esa es mi condición. Tómala o déjala.
Sin meditar mucho, Naruto volvió a asentir y sonreír. Acortó la distancia que los separaba e intentó darle un amistoso abrazo, pero Sasuke se había dado cuenta de sus intenciones y se dio una vuelta para darle la espalda.
—Date prisa, usuratonkachi. Todavía hay tiempo para organizar el plan. Así que vamos de una vez. —empezó a caminar en dirección contraria.
Enseguida fue seguido por el otro, que muy campante daba brincos sobre si mismo como un niño que puede ir a jugar con sus amigos. Una enorme sonrisa dibujada en su boca.
Minutos después, varios alumnos de la institución entraban por las puertas correderas del aula 4-D. El maestro todavía no habia llegado. Sin embargo, se notaba lo nerviosos que estaban cada uno de los estudiantes.
Naruto por otro lado estaba mirando la gran cantidad de chicos y chicas que había. Todo estaba a rebosar. A su lado estaba Sasuke, que ágil como un leopardo, escribía algo sobre su libreta.
Sasuke todavía seguía un tanto renuente a querer copiarle al rubio. Pero su estrategia no podía fallar. Ademas de que eso era como probarse a si mismo. No solo desafiaria las leyes de la escuela, si no que estaría riendose el resto de su vida por haber hecho una estupidez. Y para rematar, ir a esa fiesta lo sacaria de un problema mayor.
Uchiha y Uzumaki lo tenían todo planeado.
Naruto, sin embargo, que estaba distraido mirando a su alrededor, no pensaba igual. Él solo quería pasar y ya.
El maestro llegó minutos después, y todos se sentaron en sus respectivos lugares. Sasuke se sentò tranquilo a un lado del blondo solo porque así seria mas sencillo pasarle la hoja con las respuestas del examen.
—Pongan atención. Esta estrictamente prohibido copiar en el examen. Apagen sus celulares. Y no charlen entre ustedes. O me veré obligado a anular su examen y a suspenderlos por el resto de la semana.—Habló severamente el docente, quien para desgracia de muchos, se trataba de Ibiki Morino.
Ese tipo era intimidante.
Y Naruto, sin poder evitarlo, tragó saliva. No tenia nada de que preocuparse. El Uchiha bastardo estaba a su lado, así que solo tenia que seguir el plan al pie de la letra. Y muy pronto, aquello no seria más que un mal recuerdo.
Miró a Sasuke, que se encontraba muy entretenido revisando su bolígrafo. Éste le miró también.
No hubo necesidad de decir nada. Ambos asintieron en mutuo entendimiento.
Los examenes fueron repartidos en menos de cinco minutos.
—Empiecen. —fue la indicacion de Ibiki para que todos comenzarán a escribir.
Naruto cogió su lápiz.
"Vamos. No te pongas nervioso. Solo tienes que fingir que estas escribiendo. Después, Sasuke dará la señal"
Respiro profundamente. Y sin más que pensar, se pusieron manos a la obra.
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C O N T I N U A R A...