Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Amor Inmortal por LevitaHatake

[Reviews - 14]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola a todos ♥ Espero que estén lo mejor posible en estos tiempos algo difíciles para muchos...
Muchas gracias por su paciencia, sé que esta actualización se tardó en llegar :(
Espero que les agrade el capítulo, ya que siento que por fin avance con algunas cosas de esta historia y los sentimientos de los personajes.
Si tienen alguna duda o pregunta al respecto, no teman preguntarme :)

Cuídense mucho, sigan las indicaciones del sector salud, traten de no salir tanto de su hogar y si tienen que salir, háganlo con la mayor precaución posible, les mando mis mejores deseos ♥

 

Habían pasado ya muchos amaneceres, demasiadas tardes, bastantes lunas en sus distintas formas decoraron un sinfín de noches desde que Doflamingo partió hacia un viaje del cual no había una fecha estimada de regreso, y ese detalle, impacto en gran medida en la estructura del ejército del ave carmesí. Aquel ejército abandonado por su líder había esperado más de lo que esperaba hace muchos, muchos, meses atrás…
Algunos desertaron, rendidos ante la desesperación de no ver alguna señal concreta del regreso de su líder; otros al saber que Doflamingo no regresaría pronto, decidieron marcharse temporalmente para poder conseguir comida suficiente y sustento apropiado, prometiendo volver en cuanto su líder apareciera.
Al final, muy pocos grupos de aquella banda seguían en el campamento, resignándose a esperar a Doflamingo y tratando de arreglárselas mientras tanto, pues el presupuesto que fue dado para el mantenimiento de aquel ejército no resistiría hasta el incierto retorno de su líder.   

 

 

—Corazon, te traje manzanas... Son recién cosechadas—el joven moreno cargaba en su mano izquierda un pequeño costal en donde llevaba las mencionadas frutas de color rojo. Había encontrado a su rubio comandante arreglando detalles de una vieja carretilla de madera.

 

—Law…—Corazon detuvo su labor, se puso de pie dejando ver que sus ropas se ensuciaron bastante de tierra. Se limpió el sudor de la frente, apartando el espeso flequillo rubio de su rostro—. Muchas gracias… Pero, Law, ¿Cómo las obtuviste?—pregunto dejando ver una expresión de leve preocupación mientras recibía el pequeño saco.

 

—No te preocupes, no gaste nada importante. Solo ayude en un par de cosas a un hombre que estaba llevando una carreta llena de estas.

 

—Bien… Deberías comer tú también—y Corazon le brindo una fruta a Law—. Voy a buscar a Baby, también debería comer algo dulce y fresco...

—Corazon…

 

— ¿Si?

 

— ¿Quieres que te ayude con esto?—preguntó Law apuntando a la carretilla que Corazon estaba tratando de reparar.  

 

—No, no te preocupes, también debes de estar cansado—se apresuró a decir el hombre de cabello rubio—. Ahora vuelvo.

 

 

Al anochecer, alrededor de una pequeña fogata en donde encima de este había una cacerola en donde se cocinaba una sopa hecha a base de legumbres y un poco de carne de pollo, Law observaba como Corazon miraba fijamente el fuego con expresión triste, una mirada repleta de desesperanza.

 

—Corazon…

 

— ¿Qué sucede?

 

—Creo que ya deberías empezar a comer e irte a descansar lo más pronto posible—dijo Law sin titubeos, mirándolo con una dura seriedad que escondía muy bien la gran y desesperante preocupación que sentía por dentro; tenía ganas de tomar a Corazon, llevarlo en sus brazos o en su espalda, y llevarlo hasta su tienda y esperar ahí hasta que se durmiera.

 

—Estoy bien, Law—replico Corazon sirviéndose por fin un poco de sopa en un tazón—. Tú también, debes comer de una buena vez… Sírvete, anda.

 

Law acato la última instrucción de Corazon y ambos comenzaron a cenar, sin decir nada más hasta terminar con su comida.
Corazon se puso de pie, aun sosteniendo el tazón vacío entre sus manos, listo para retirarse a su lecho.

 

—Corazon, espera…

 

—Mañana hablaremos, ¿de acuerdo?—le corto con una débil sonrisa—. Descansa, Law. Hasta mañana…—y empezó a caminar en dirección hacia su tienda.

 

 

Era frustrante, durante todo el día Law había intentado charlar con Corazon y de ayudarle de alguna manera: tratando de fortalecer la esperanza de que Doflamingo volvería pronto, diciéndole una vez más que, probablemente en alguno de estos próximos días, una carta llegaría y podría relajarse al saber que todo iba bien… 

Sería una noche larga, pensando en si Corazon sería capaz de conciliar el sueño y descansar apropiadamente, esperando con ansias que el amanecer llegara y pudiese llegar el momento de poder hablar directamente con ese hombre de cabello rubio que se preocupaba tanto por su hermano mayor.
¿Qué tanto más podría decirle? Ya le había dicho varias veces las mismas cosas; al parecer no habían funcionado para nada, parecía que nada funcionaría realmente.
En esos momentos, Law deseaba tanto ser otra clase de persona, alguien más sensible o más sabio…  

El sol empezaba a asomarse por el horizonte para cuando Law despertó, el joven no pudo dormir lo necesario; tuvo pausas en su sueño, despertándose en intervalos durante el transcurso de la noche y madrugada.

Al salir de su pequeña tienda de campaña fue directamente a conseguir algo de agua para beber y limpiar su rostro para después ir a buscar a Corazon…

 

Pero al llegar a la zona en donde estaban las reservas de agua del campamento, se topó con la gran figura de Corazon, quien estaba llenando una pequeña cubeta de madera.
Antes de que aquel hombre le viera directamente, Law se apresuró a quitar algunos pequeños restos arenosos de las comisuras de sus ojos y tratar de tener el mejor semblante posible.

 

 

—Law… Buen día—saludo Corazon con voz apagada.

 

—Corazon… ¿Estas bien?—pregunto Law con un toque algo torpe— ¿Dormiste bien?

 

—Je, Dormí lo suficiente. Estoy bien… ¿Quieres un poco de agua?

 

—Si… Pero… También quiero hablar contigo. Ayer dijiste que podríamos hablar hoy…

 

—Si…—suspiro Corazon esbozando una sonrisa algo cansada—. Bien, vamos a mi tienda, ahí podremos hablar libremente.

 

 

Law sintió un ligero vuelco en el estómago al oír aquello, pero se mantuvo calmado en todo momento, hasta que llegaron al interior de los aposentos de Corazon.
El hombre de cabello rubio se sirvió agua en un pequeño tarro y bebió dos largos sorbos para después sentarse en el piso; Law imitó el gesto y tomo asiento en el suelo frente a él.  

 

—Corazon… Yo… Quería recordarte que todo estará bien—declaro Law con voz firme y clara—. Doflamingo debe estar bien, supongo que solo se encuentra demasiado ocupado… El volverá… No deberías angustiarte tanto, solo te haces daño en vano.

 

—Law…

 

—Sé que ya te lo he dicho antes, pero… Lo digo en serio, de verdad lo creo. Doflamingo es alguien fuerte y astuto, a veces es demasiado confiado y se enfoca mucho en lo que quiere… Eso es lo que debe provocar que no haya enviado noticias—continuó Law tratando de no titubear—. Quiero ayudarte en lo que necesites, quiero que vuelvas a sentirte tranquilo…—y Law sintió que su seria fachada quería empezar a quebrarse, pues sintió un ligero temblor en sus manos—. Perdona si te molesta oír lo mismo de siempre… Quisiera poder decir algo realmente útil.

 

 

Y Law se quedó en silencio, un pesado e incómodo silencio en el que Corazon participó por varios minutos.
De pronto, aquel hombre de pálida piel se acercó mucho a Law, colocó su mano derecha sobre el cabello erizado del muchacho moreno y le brindo una cálida sonrisa acompañada de una mirada sumamente conmovida.

 

 

—En verdad eres una persona asombrosa, Law…—dijo Corazon suavemente al mismo tiempo que veía directamente a los ojos grises del joven—. Entiendo bien lo que quieres decirme…Y lo agradezco tanto, y lamento mucho preocuparte de esa manera…

 

—Corazon…

 

—No puedo evitar sentirme preocupado por Doffy, no creo que pueda dejar de sentir esa sensación… Pero trataré de esforzarme en no dejarme apoderar por completo por ello, haré lo mejor que pueda. Te lo prometo…

 

 

Law sonrió, sonrió de tal forma que Corazon quedó totalmente sorprendido, hacía mucho tiempo que no veía a Law sonreír así: Tan jovial, tan cálida y sinceramente…
Quizá la última vez que presenció algo así fue cuando Law aún no tenía vello facial. Al recordar aquellos tiempos, Corazon sintió un arrebato de nostalgia y ternura.

 

—Deberíamos ir a comer algo…—comento Corazon entre risas al escuchar y sentir tenues ruidos provenientes de su vientre.

 

 

 

Días pasaron y, justo como Corazon había prometido, su comportamiento y semblantes diarios comenzaron a lucir más tranquilos y un poco más optimistas.
Law se sentía tan aliviado al respecto, su corazón y mente volvieron a sentirse en paz de nuevo, podía volver a dormir con completa libertad, sin sentir una latente angustia por el bienestar de Corazon.
Aunque los problemas del campamento y el mermado ejército seguían presentes, una vez que Corazon se había recuperado un poco de su desmotivación y desanimo, aquellas dificultades eran más fácil de asimilar o confrontar. 

 

 

Al cabo de una semana, Law (siempre pendiente a casi todos los movimientos que Corazon llevaba a cabo) empezó a notar que la rutina del rubio comandante cambió; Corazon estaba saliendo de vez en cuando del campamento, después de que terminaba el atardecer y cubriéndose con una capa de color oscuro con una capucha que colgaba de su cuello.
La curiosidad atormentaba a Law, ¿A dónde iría Corazon con tanta regularidad? Antes de esa temporada, era bastante raro que Corazon saliera del campamento, y más aun a esas alturas del día… ¿Qué hacer?

Cierto día, para cuando recién había terminado el atardecer y en el cielo apenas estaban apareciendo las estrellas, Law miro que Corazon se encontraba saliendo de su tienda. El hombre de cabello rubio se había vestido con unas prendas muy diferentes a lo acostumbrado, el detalle más destacable era una
No sabía si seguir ignorando el hecho o seguirle de una vez por todas…

Y antes de que la figura de aquel rubio se perdiera de su vista, Law decidió aceptar el impulso de seguir los pasos de Corazon.
Tomando una apropiada distancia, empezó a perseguirle con cautela.  

Al cabo de un rato, cuando estaban a punto de llegar al poblado más cercano, Corazon se colocó la capucha, ocultando muy bien su cabello.
Empezaron a vagar por distintas callejuelas, hasta que llegó frente a un establecimiento que parecía ser una taberna, pues en la entrada de dicho lugar había muchos jóvenes y hombres que lucían muy animados y algo ebrios.

Corazon entró en aquel lugar con cierta precaución, como si quisiera inspeccionar su alrededor, tardo unos segundos en ingresar ahí.
Law decidió esperar un poco para continuar su acecho…

 

— ¿Tendrá ganas de beber?—se preguntó Law en un susurro, acercándose lentamente hacia el lugar. Se mantuvo cerca de las ventanas, desde donde rápidamente con la mirada a Corazon, pero parecía que este había desaparecido— ¿En dónde está…?

 

No podía ingresar libremente, si acaso Corazon le descubría espiándolo, quien sabe qué pensaría de él…
Esperaría pacientemente ahí o tendría que encontrar la manera de ocultarse y poder continuar con su plan.

 

—Oye, tú. Préstame tu sombrero y tú abrigo, te los devolveré enseguida—dijo Law a un sujeto que estaba bebiendo al pie del lugar.

 

Ahora, ocultando su cabello y parte de su rostro con aquellas prendas, entró rápidamente en el sitio y empezó a buscar con más detenimiento…
Aquella taberna tenía un segundo piso, ¿acaso Corazon estaba allá arriba?
Subió hasta ahí y se percató de que todo era muy diferente a la planta baja, todo lo que había ahí eran puertas cerradas a lo largo de un pasillo, como si se tratara de una posada.

 

—Diablos…—musito Law al darse cuenta de que su plan se bloqueaba. Ahora se preguntaba qué clase de asunto atañía a Corazon en aquel espacio.

 

Pero su duda fue despejada casi al instante, al ver que un hombre salía de una de las habitaciones acompañado de una joven que le abrazaba.
Y al entenderlo su ánimo cayó de golpe; sintió una punzada en su pecho y su mente se nublo, aturdiéndose.   

 

“No puede ser… No… Él nunca ha… No…” Law había recuperado un poco su conciencia pero esta solo podía atormentarse entre la negación y la probable y dolorosa verdad. Recordó la situación que había ocurrido hace muchos años, en donde Law había contemplado el cómo Corazon había rechazado la compañía de una de las tantas mujeres que solían llevar como compañía carnal al ejército.

 

Quizá estaba malinterpretando todo… Sí, tal vez no era lo que pensaba…
Se mantuvo quieto y con el perfil bajo oculto tras el sombrero, manteniéndose cerca de las escaleras.  
Esperaría ahí, sintiendo como su corazón latía cada vez con más temor y ansiedad.
Observo que puertas se abrían y cerraban, personas entraban y salían de distintas estancias; notó que no solo hombres y mujeres se encontraban compartiendo lecho, sino que hombre salían de aquellos cuartos acompañados de hombres jóvenes…
Y por fin su mirada presenció algo que le dejo sin aliento; una de las primeras puertas se abrió y por fin Corazon apareció, acomodándose el cabello y tratando de colocarse de nuevo la capa.
Law trato de mantenerse lo más sereno y sutil para pasar desapercibido, pero tratando de no perder algún detalle fuera de su vista.

 

—Disculpe, casi olvida esto...—dijo un muchacho de cabello naranja, piel clara y ojos azules. Aquel joven era tal vez un par de años mayor que Law; llevaba su torso al descubierto, lucía una figura que apenas empezaba a marcar músculos. 

 

—Muchas gracias—y Corazon obtuvo de regreso un par de detalles que habían caído de su cinturón y unas monedas que habían caído de la pequeña bolsa en donde guardaba su dinero—. Eres muy amable—y Corazon le brindo un par de las monedas que aquel chico le había regresado—. Buenas noches, cuídate. Hasta luego…

 

—Gracias, señor. Igualmente.

 

Law sintió como si una daga estuviera hundiéndose en sus entrañas.
Era un dolor nuevo y desconocido; por supuesto que había sufrido bastante en su pasado, había perdido lo más importante en la vida, pero esta clase de dolor era diferente, desesperante e insoportable…

Para cuando Corazon se alejó del lugar, Law se desplomó; no podía levantarse, sentía que todas sus fuerzas y voluntad se habían esfumado de su ser. ¿Cómo podría aceptar esa realidad?
Era algo de lo que no podía reclamar…
Algo que nunca había existido, algo que nunca tuvo…
No podía decir que lo había perdido como tal… Era algo que nunca fue…
Y que probablemente nunca sería.  

 

 

—Corazon…—musitaba Law con voz a punto de quebrarse, la presión en su pecho crecía cada vez más, provocándole que empezara a respirar con más dificultad y sintiendo que en cualquier momento su conciencia se desvanecería.

 

—Oye… ¿Estas bien?—el muchacho que había salido junto a Corazon se había aproximado a él.

 

 

Law sintió la mano de aquel joven sobre su hombro derecho, volteó a verlo con una mirada tan fría y repelente que el chico retiro su mano al instante, con expresión algo asustada.
Observo atentamente de pies a cabeza a ese sujeto.
Esa persona había tenido la suerte de compartir un momento especial e íntimo con Corazon, tal vez no solo uno…
Se imaginó a ese muchacho recibiendo las caricias de las fuertes y pálidas manos de aquel hombre rubio.
¿Acaso a Corazon le gustaba especialmente todo lo que aquel muchacho poseía? ¿Le gustaban los ojos azules? ¿El cabello naranja? ¿Una piel clara?
¿Le había gustado el rostro de aquel tipo? ¿Su expresión más sumisa comparada con el rudo semblante que Law siempre ofrecía?
¿La estúpida cicatriz en forma de cruz en su barbilla?
¿Qué había sido lo que había convencido a Corazon de tomarlo como amante temporal?

 

Nunca antes había sentido tanta envidia, frustración y desilusión...
Law se levantó bruscamente y salió de ahí, impregnando la rabia que sentía en la velocidad de sus pasos.

Le arrojo el sombrero y abrigo al sujeto que se los había prestado y empezó a correr hacia las afueras del pueblo; no iría al campamento, no podría toparse con Corazon justo después de haber presenciado tal suceso…

Llegó a un claro del bosque fuera del pueblo, en donde se dejó caer bruscamente de rodillas, golpeando el suelo y tratando de desahogar toda la frustración y tristeza que albergaba su ser.
La luna y las estrellas iluminaban débilmente su figura y el resto del claro rodeado por grandes y frondosos árboles que ocultaban su doloroso momento.

 

 

— ¡¿Por qué…!? ¡¿POR QUÉ!? ¡¿POR QUÉ TUVE QUE SEGUIRLE!? ¡MALDITA SEA…!—grito Law mientras seguía ensuciando sus puños con tierra y césped.  

 

 

Había sido una experiencia impresionante haber descubierto el secreto de Corazon; ahora entendía por qué su amado rubio se alejaba últimamente del campamento tratando de ocultar su identidad; ahora cobraba sentido él porque nunca había aceptado la compañía de las mujeres que solían ir al campamento…
Había resultado tan impactante, increíble y frustrante.
Nunca se habría imaginado que Corazon disfrutara de la compañía masculina de esa manera; era algo que solo veía posible en sus fantasías…
Sentía como si hubiese tenido un rayo de esperanza pero este se hubiera eclipsado por una enorme nube de pesimismo y auto degradación que surgió al verlo con otra persona. 

 

—Nunca seré alguien digno de él… Nunca…—gruño Law apretando la mandíbula y sus puños—. Nunca podré gustarle de esa manera…

 

Sentía un enorme odio hacia sí mismo; quería ser otro, cambiar su apariencia e identidad, ser el ideal que Corazon desearía…
Pronto el amargo llanto inundo sus ojos grises; fluyo tanto hasta que las lágrimas comenzaron a caer de su barbilla.
Se sentía tan débil y estúpido al llorar por eso, pero no podía evitarlo;
Corazon era el amor que le inspiraba a levantarse cada día y avanzar en su vida… Tal vez había sido un gran error dejar que ese sentimiento le invadiera hasta el alma y dictara cada movimiento o decisión de su vida.
 
Decidió que dormiría en ese lugar, echo un ovillo debajo de un árbol y teniendo a la mano su daga, en caso de que sufriera un intento de asalto.  

Al día siguiente, horas después del amanecer, Law despertó con la sensación de haber tenido una horrible pesadilla. Sentía el cuerpo adolorido; la sensación de cansancio físico y mental era tan intensa, que cualquiera que le hubiese visto hubiera pensado que sufría de una terrible resaca.

 

—Eh, Law ¡¿Qué rayos te pasó!?  ¡¿Te fuiste a beber al pueblo!? ¡¿En dónde estuviste!?—preguntaron varios soldados y conocidos del ejercito al verle llegar al campamento.

 

— ¡Law...! ¡¿Qué te ocurrió?!—soltó Baby 5 al toparse con él— ¿Quieres algo de agua? ¿Law?

 

 

 

Law pasó de ella, ignorándola por completo, dirigiéndose en silencio hacia su tienda. Para cuando llego a su pequeño y sencillo aposento, se tiró sobre las sabanas que tenía por cama y volvió a quedarse dormido, pues no había descansado apropiadamente en su estancia en el bosque.

 

 

—Lo noté muy cansado y sucio… No sé donde habrá pasado la noche, pero por lo que se ve, no la pasó bien, volvió a quedarse profundamente dormido—dijo Baby 5 a Corazon, ambos estaban dándole mantenimiento a sus espadas.

 

— ¿Qué le habrá sucedido?—se extrañó Corazon—. Quizás solo salió a entrenar demasiado temprano…

 

—Quise ayudarle pero no me hizo caso alguno—continuo la joven con un tono algo angustiado.

 

—No te preocupes. Ya conoces a Law, a veces es demasiado serio y concentrado en sus asuntos… Lo más probable es que quería descansar de una vez por todas—le tranquilizo el hombre de cabello rubio—. En cuanto despierte, verás que estará como nuevo…

 

— ¡Comandante…! ¡Ha llegado un comunicado!—un joven soldado se aproximaba a ellos, corriendo con mucha energía y agitando un pergamino en su mano derecha.

 



Por fin lo que Corazon tanto anhelaba se cumplió…
Una misiva de parte de Doflamingo había llegado al campamento.

 

Las noticias del líder eran realmente muy ambiguas, pero lo que realmente importaba estaba plasmado ahí; Doflamingo estaba a salvo y prometía volver dentro de los próximos meses. Aquel papel devolvió la fe al abandonado ejército del ave carmesí...
Todos comenzaron a celebrar tal noticia.
Corazon estaba demasiado aliviado de comprobar que su hermano por fin había dado muestras de vida, eran las palabras realizadas del puño y mano de su hermano mayor.
Pronto vislumbro a Law saliendo de su tienda, dejo su tarea de lado y fue hacia el joven moreno, para comunicarle la buena nueva.

 

 

— ¡Law…! ¡Tenías razón! ¡Gracias por no dejarme caer en la desesperación!—dijo Corazon sosteniendo el pergamino enviado por su hermano y brindándole una gran y cálida sonrisa que estaba acompañada de una alegre mirada, sus ojos ambarinos brillaban más de lo normal debido a la conmoción.  

 

—Era algo que iba a suceder…—dijo Law con voz seca, seria y casi indiferente—. Me alegra que al fin ocurriera—y el joven dio la vuelta para continuar su camino, dejando a Corazon con expresión perpleja.

 

— ¿Law? ¿Te sientes bien?—Corazon le siguió—. Baby me dijo que…

 

—Estoy bien, solo iré a conseguir agua, tengo que limpiarme…

 

— ¿Estas enfermo o herido?

 

—No, no te preocupes. Deberías ir a responder la carta de Doflamingo—sugirió Law tratando de mejorar su tono de voz—. Nos vemos, luego.

 

 

Corazon observo, con la misma expresión confundida, como Law se alejaba sin demostrar alguna reacción o emoción relevante ante la noticia; Law quien había estado animándole tanto e inspirándole a tener confianza en estas últimas semanas…

Después averiguaría que pasaba con ese muchacho, pero por ahora, iría rápido hacia su tienda y empezaría a escribir la respuesta al pergamino de su hermano.

Y al pasar una semana…

 

—Law… ¿Qué tienes? ¿Por qué no has querido comer con Corazon y conmigo?—pregunto Baby 5 al ver al muchacho entrenando con su espada, casi en los límites del campamento.

 

—Déjame en paz, Baby. Eso no te importa—respondió Law bruscamente—. Hazme un favor, aléjate de aquí.

 

—Law…—musito la chica algo intimidada. Hace mucho que Law no le hablaba de manera tan ruda—. Está bien, si eso te hace sentir mejor.

 

 

Inmediatamente la chica acató las órdenes de Law y se apartó rápido de su vista. Law blandió con fuerza su espada y la dirigió con coraje hacia el tronco de un árbol cercano.

 

 

 

—Maldita sea…—se quejó Law, empezando a sentir una intensa vergüenza y repudio por su propia actitud hacia su alrededor. No había podido esconder su enorme frustración causada desde aquel fatídico día en que descubrió el secreto de Corazon—. Tal vez debería marcharme de aquí…—gruño Law mientras lanzaba otro ataque hacia el árbol—. ¡Claro que no, que estupidez…!

 

 

— ¿Irte de aquí? ¿Qué te está pasando, Law?

 

—Corazon… ¿Cuándo llegaste aquí?—balbuceo el joven, apenándose demasiado pero ocultándolo con una expresión molesta.  

 

—Vas a maltratar tu espada si sigues echándola contra los arboles por nada…—el rubio estaba detrás de su espalda—. Mire a Baby corriendo y me dijo que te vio por acá, y que le pediste que se alejara... Has estado muy raro en estos días, tanto ella como yo estamos preocupados por ti.

 

—No tienen por qué preocuparse, solo he estado entrenando más de la cuenta, es todo…

 

— ¿Y ese entrenamiento es nuevo y demasiado pesado que te ha afectado el ánimo?

 

—Corazon…—y Law suspiro pesadamente, no quería mirarlo directamente, dejo descansar su espada y bajo su cabeza—. Lo siento.

 

— ¿Hay algo que podamos hacer por ti? ¿Quieres hablar de algo?     

 

—No… No, no es algo que… Es decir, no es algo importante—contesto Law, esforzándose por inventar alguna excusa y decirla de manera seria y convincente—. Es solo que no he podido dormir bien, algunos movimientos que he intentado hacer no me resultan fáciles de realizar y…

 

— ¿Qué más?

 

—Es solo que algunos en el campamento se han dado cuenta de esto, y he tenido problemas con ellos.

 

—Ya veo… ¿Quieres que haga una reunión para arreglar eso?—propuso Corazon.

 

—Claro que no, empeoraría todo. No soy un niño como para acusarlos de esa manera y no encararlos por mi propia cuenta—replico Law con voz grave. 

 

—Bueno, supongo que tienes razón… Perdona por haberlo sugerido—y Corazon soltó un suspiro acompañado de una débil risa apenada—. Entonces creo que necesitas un buen descanso. Recordé la última vez que fuimos a comer juntos al pueblo, en esa ocasión nos sirvió mucho ir a dar un pequeño paseo y cenar por ahí… Deberíamos repetirlo ¿qué opinas?

 

 

El corazón de Law empezó a agitarse bruscamente; el tan solo evocar la memoria de aquella noche en que siguió a Corazon, fue suficiente para ponerlo ansioso respecto a la propuesta del hombre de cabello rubio.
Law se imaginaba el peor escenario… Temía que el destino fuera a ser tan cruel y fuera a burlarse de la peor manera: Que tal vez el azar hiciera que aquel muchacho que había servido como amante a Corazon fuese a toparse con ellos.
No, no quería ver un escenario así.

 

—No, gracias. No tengo humor para estar entre muchas personas—respondió Law con total convicción.

 

—Entiendo…—resoplo Corazon algo decepcionado—. Tal vez termine yendo dentro de un rato más ¿Quieres que te traiga algo en especial?  

 

—No, gracias—al oír que Corazon iría de todos modos sin él, se le dificultó más no sentir una gran frustración y una ola de celos al imaginarse que era probable que aquel rubio se detuviera por aquel particular lugar en donde podía desahogar su pasión. 

 

 

Corazon se retiró algo decepcionado, había tratado de ayudar a Law pero fue inútil… Quería tanto animarle y darle alguna opción para alegrarle un poco su perspectiva, justo como el muchacho le había tratado de ayudar antes de que Doffy le enviara su carta.
Pero Law era tan diferente a cualquier otra persona…
Era como si el joven tuviera una fuerte muralla de hielo protegiendo su personalidad y sentimientos; era algo difícil tratar con Law cuando este se empeñaba en mantenerse distante y serio.

 

 

—Law… ¿Qué te está molestando tanto?—se preguntó Corazon en voz baja y triste.

 

 

Y otra semana pasó…

 

—Soy un imbécil…—murmuró Law mientras se quitaba las botas y se recostaba sobre su pequeño lecho dentro de su tienda.

El muchacho había continuado con su fría y tosca actitud en estos últimos días y había escalado al punto de que muchos de sus compañeros del campamento lo habían notado y comenzaban a reclamarle por sus faltas.
Lo peor de todo era que todas esas molestias llegaban a oídos de Corazon…
Sabía que pronto aquel comandante de cabello rubio iría a hablar con él; era muy probable que esta vez Corazon planteara una plática más seria y le confrontaría; y todo ese futuro escenario le provocaba un inmenso temor y una gran inquietud; ¿qué excusa usaría esta vez?

 

De nuevo llego a su mente la desoladora idea de marcharse de ahí…
Alejarse de Corazon sería algo sumamente terrible; su vida perdería valor, no tendría propósito alguno, ¿Qué se supone que haría lejos de él? ¿Qué?
Desde aquel día en que Corazon le salvo en el bosque, desde que muchos sentimientos comenzaron a formarse y consolidarse por Corazon y desde que empezó a comprobar con sus propios ojos que la vida de Corazon se ponía en un peligro mortal durante las batallas y planes de Doflamingo, Law se prometió que estaría a su lado, velando por su bienestar y tratando de ayudarle en todo lo que pudiera hasta el final de sus días…
Law recordó que incluso había prometido estar cerca de él y a su completo servicio inclusive si Corazon llegaba a casarse y engendrar hijos…
Se sentía tan avergonzado al recordar esos votos, no podía creer que sus celos y frustración hubiesen sido tan potentes como para desear irse de ahí solo por haber contemplado al amor de su vida con alguien más…
Pero el dolor estaba ahí, era tan grande y desgarrador; tal vez el Law del pasado dijo aquellas palabras totalmente convencido de que no había nada ni nadie que pudiese poner en duda aquel juramento.

 

 

—No debo huir… No huiré…—susurro Law cerrando sus ojos con fuerza, tratando de asimilar la ola de emociones dentro de él—. No…  

 

—Law… ¿Estás ahí?—llamó la voz de Corazon a través de la tela de la tienda—. ¿Puedo hablar contigo?

 

 

Los ojos de Law se abrieron de golpe, totalmente pasmado de lo inoportuno que era que Corazon llegara en ese momento. El muchacho se incorporó y salió de su pequeño espacio.

 

 

— ¿Qué sucede?

 

—Law, quiero que hablemos, creo que ya te puedes imaginar sobre que…

 

—Lo sé…—y Law soltó un leve bufido. Corazon le hizo un ademan con su mano derecha, indicándole que le siguiera. Llegaron hasta los aposentos del rubio comandante, Corazon tomo asiento en su sencilla silla de madera mientras que Law se mantuvo de pie y continúo hablando: —. De acuerdo, la he liado demasiado con muchos en estos últimos días… Trataré de disculparme como pueda con todos a quien he molestado, no sé… Quizá también ayudar más de la cuenta con…

 

—Bien, Law, eso me parece una buena idea—dijo Corazon cruzando los brazos—, pero siendo sincero, esa clase de problemas siempre estan presentes entre todo el campamento, lo que me sorprende es el por qué esta vez provengan de tu parte… ¿Qué te ocurre?

 

—Corazon… Yo…  No lo sé… Es solo que… No sé qué hacer.

 

— ¿Sobre qué, Law? 

—Es…—el corazón de Law latía frenéticamente y su frente empezó a cubrirse con unas ligeras gotas de sudor—. Yo… Me he preguntado sobre… El sentido de mi vida… Quiero decir… Algo dentro de mí ha cambiado…—y Law se quedó en silencio por unos segundos, tratando de esquivar la mirada de Corazon.

 

— ¿Es por eso que dijiste que querías marcharte de aquí?

 

—Si…

 

—Law…

 

—Me preguntado si acaso mi vida podría tener otro sentido, buscar algo… Algo diferente y que me ayude a aclarar algunas cosas dentro de mí—dijo Law pausadamente y sintiendo que el aire se iba de su ser.

 

 

Hubo otro silencio, pero esta vez fue más largo y tenso…
Hasta que Corazon se puso de pie y se acercó a Law, poniendo una mano sobre su hombro izquierdo.

 

—Entiendo a qué te refieres… Lo comprendo—dijo Corazon con voz calmada y suave—. Y debo decirte, como el buen amigo y mentor que puedo ser para ti, que si realmente tienes esa fuerte necesidad, debes hacer lo que creas mejor para ti.

 

—Corazon…

 

—Realmente me duele haber dicho eso último, no creo que pueda vivir en paz pensando a donde te irás y como te encontrarías lejos de todo esto, realmente te extrañaría demasiado… Pero, es tu vida y decisión, nadie más que tú puede decidir algo tan importante como eso.

 

 

Al escuchar esas palabras, el corazón de Law se vio invadido de aquel intenso amor que sentía por Corazon…
Sus extremidades comenzaron a temblar levemente, sentía un nudo en la garganta, nació un poderoso deseo de querer abrazar a ese hombre de cabello rubio y aferrarse a él hasta que pudiera sentirse satisfecho, hasta que su ser explotará de tantas emociones y su alma pudiera irse en paz.  

 

 

—Sea lo que sea que decidas al final, estaré apoyándote. ¿De acuerdo?—declaró Corazon con la misma voz comprensiva y suave, sonriéndole cálidamente al muchacho moreno.

 

 

Law no podía hablar, se limitó a asentir con la cabeza.

 

 

—Bien… Ya puedes irte a descansar—dijo Corazon, sintiéndose aliviado de haber aclarado las cosas con Law. El hombre se apartó del muchacho y fue por una pequeña jarra de metal que tenía sobre su mesa—.  Creo que iré a ayudar con la cena.

 

—Corazon…

 

— ¿Si?

 

—Gracias—dijo Law, esbozando una fugaz sonrisa antes de salir de ese lugar.

 

 

 Corazon le brindo una gran sonrisa llena de confianza y alegría; esa imagen que tanto adoraba Law…
La mente del joven moreno estaba tan distraída con aquellos gestos de aprecio que Corazon le había dado hace pocos momentos que empezó a vagar sin rumbo entre el campamento, entre las tiendas de colegas, entre fogatas y carretillas llenas de materiales como armas y reservas de víveres. 

 

 

— ¡Oye, Law, ten cuidado por donde caminas…!—reclamo Diamante que estaba llevando una gran cantidad de lanzas.

 

Law le ignoro por completo, podía oír el gran escándalo que había tras de sí pero le importaba poco.

 

— ¡Hey, Baby, vigila a Law, el mocoso de seguro se embriago!

 

— ¡Ahora voy, señor Diamante…!—y la chica en unos segundos llego a su lado como le fue ordenado—. Hey, Law… ¿Te sientes bien?

 

—Sí, estoy bien.

 

— ¡Ah, me alegra verte mejor! Aunque molestaste al señor Diamante…

 

—No importa… Oye, Baby.

— ¿Qué?

 

—Siento haber sido tan rudo contigo en estas últimas semanas…

 

— ¿Eh? Ah… No te preocupes, no es nada.

 

—No debes dejar que nadie te trate mal, recuérdalo… Si vuelvo a portarme así contigo, dame una buena bofetada, por favor.

 

— ¡De acuerdo!—ambos siguieron caminando, alejándose de todo el barullo principal del campamento—. Oye Law, ahora que volviste a hablarme, hay algo que tenía que decirte.

 

— ¿Qué es?

 

—Hace poco, cuando fui a conseguir unas cosas, unas chicas me pidieron el favor de preguntarte si estarías dispuesto a salir a beber con ellas alguna vez.

 

—Qué clase de chicas te pidieron algo así…

 

—Eran campesinas que nos han estado trayendo vegetales desde el pueblo de vez en cuando—le informo Baby sin darle mucha importancia—. Te han estado observando cada vez que vienen por acá.

 

—La próxima vez que las veas, diles que no estoy interesado en esas cosas.

 

—Muy bien…

—Y ahora que tocas esa clase de tema… Dime que no te has convertido en la novia de alguien más durante estos días.

 

—Ah, Law…—y Baby se sonrojo bastante—. No… Aunque he recibido muchas propuestas cuando he ido al pueblo, pero Corazon me ha estado vigilando…

 

—Menos mal.

 

—Pero me sigo preguntando, ¿Qué tan malo es que tenga novios?

 

—Oh, Baby, en serio… Sabes, recuerda que debes de cuestionar más a las personas, no todos son buenas personas. Hay mucha escoria por ahí… Existen tipos que solo querrán aprovecharte por una sola ocasión. Vales más que eso.

 

 

Baby se quedó en silencio, algo avergonzada. Le era tan difícil negarse a cualquier propuesta de cualquier hombre… Eso le había provocado distinta clase de problemas en el pasado, ni que decir de las peleas que tenía con Doflamingo.  

 

—Me cuesta creerlo…—suspiro la joven mientras se apartaba un largo mechón de cabello oscuro del torso—. Pero… Supongo que si el joven amo, Corazon y tú me lo han dicho tantas veces, es porque realmente es algo importante y cierto...

 

—Lo es. Sé que algún día encontraras a alguien que de verdad valga la pena y te quiera de verdad—dijo Law mientras tomaba asiento sobre una pequeña colina de hierba.

 

El atardecer estaba ocurriendo en el horizonte del cielo.

 

 

— ¿De veras lo crees?—inquirió Baby con preocupación, posicionándose a la derecha de Law.  

 

—Sí, creo que ya te lo dije hace tiempo, ¿no?

 

—Sí… Entonces… ¿A ti no te interesa nada sobre este tema? ¿No quieres tener una esposa algún día?

 

—No… Bueno… No una esposa…

 

— ¿Una novia?

 

—No. No creo que pueda comprometerme de una manera normal con alguien… Pero… Sí, hay alguien especial para mí.

 

— ¡EH! ¡¿EN SERIO!?

 

— ¡No alces tanto la voz…!—regaño Law.

 

—Lo siento… Pero, dime, anda… ¿Qué tipo de chica es?

 

—Ah… Baby… Antes de que pueda decirte algo más, ¿prometes que nunca dirás a nadie más lo que dijimos aquí?

 

— ¡Lo juro, Law, te lo prometo con mi vida!—declaro la joven con una voz totalmente sincera. 

 

—Bien… Pues…—y Law dio un breve vistazo a su alrededor para asegurarse de que no hubiera nadie más cerca de ahí—. No es una chica…

 

— ¿Es una mujer mayor entonces?

 

—No.

 

—Entonces ¿si no se trata de una chica ni de una mujer mayor…?—se preguntó desconcertada mientras Law le miraba fijamente en silencio y pasados unos segundos entendió el punto y su expresión se tornó en una mueca de asombro total—. ¡Oh, vaya…! ¡Entonces…! ¿Te gustan los hombres?—quiso confirmar la chica en voz baja.

 

—Creo que quedó claro…

 

—Nunca me lo habría imaginado... Oh, Law, pero nunca he visto que estés interesado en un muchacho.

 

—No lo voy a demostrar tan fácil.

 

—Oh, cielos… Sí, siempre has sido muy serio, entiendo. Bien… Justo como tú me lo dijiste, espero que algún día puedas estar con ese alguien a quien ames y te amé mucho.   

 

—No creo que sea tan sencillo…    

—Pero si me dijiste lo mismo…

 

—Tu caso es diferente; es más fácil para ti estar libremente con alguien. En mi caso… No lo veo tan posible…

 

— ¡No seas tan pesimista! ¡No te rindas así, obviamente si te lo propones y luchas por ello, podrías tener esa felicidad!

 

—Ja… No creo que sea del tipo que le agrada… Además, el ni siquiera tiene idea de lo que siento por él.

 

— ¿Cómo lo sabes? ¿Estás tan seguro de eso?

 

—Algo…

 

—No puedes asegurarlo completamente, si no te propones seriamente a confesárselo.  

 

 

¿Confesarle tales sentimientos a Corazon? Sonaba tan simple desde la perspectiva de Baby… Era tan fácil decirlo y pensarlo…
Pero sabía que declararlo ante a ese hombre sería una tormenta; uno de los mayores retos de su vida.

 

—Law… Deberías considerarlo seriamente.

 

—Si… Claro que lo hago, pero… No sé cuándo podré hacerlo… No sé si pueda hacerlo.   

—Deberías de hacerlo cuanto antes—opino Baby haciendo un ademan con su mano derecha apuntando el pecho de Law, como una madre regañando a un hijo pequeño.  

 

—De nuevo hablas de manera tan ingenua…  

 

—El joven amo volverá pronto y no sabemos en qué clase de batallas y encuentros tendremos que estar, ya sabes que eso es muy peligroso...
Y cualquier cosa puede pasar en cualquier momento. Además, tal vez a ti también te prohíban tener algún amante, como a mí—y esto último lo dijo con voz algo desanimada.  

 

—Doflamingo no puede prohibirme eso…

 

—Ja, ¿lo crees?

 

—Así es, si acaso se atreviera a ponerme esa regla…

 

— ¿Qué harías?—pregunto Baby empezando a emocionarse por la traviesa sensación de estar desobedeciendo los mandatos de Doflamingo.   

 

 

—Le mostraría esto…—y Law levanto el dedo medio de su mano derecha.

 

 

Baby soltó una fuerte risa que fue desvaneciéndose en una expresión de pena.

 

 

—Oh, si el joven amo nos viera ahora mismo…

 

—Me pregunto qué tantas cosas nuevas pudo haber aprendido en su viaje—comento Law viendo como el sol ya se había ocultado detrás de unas montañas y solo dejaba un tenue rastro de luz sobre el cielo—. Será mejor que volvamos, antes de que oscurezca por completo.

 

—Si… Oye Law, una última pregunta. ¿Ese chico que te gusta? ¿Es alguien del campamento?—cuestiono Baby con expresión curiosa y picara.

 

—No te voy a decir eso…

 

— ¡Ah apuesto a que estoy en lo correcto!

 

—Por favor, ¿acaso has visto con atención a toda la gente de ese lugar?—señalo Law con voz desenfadada.

 

—Ja, que cruel eres… Te fijas mucho en la apariencia.

 

—Además de que casi todos son un manojo de inútiles y brutos.

 

 

Baby soltó otra divertida risa.
Para cuando llegaron al campamento notaron a lo lejos que Diamante y Corazon parecían estar discutiendo, lo cual alarmo a Law casi al instante.
El muchacho fue rápidamente en esa dirección…

 

 

— ¡Tranquilízate, no es para tanto…!—decía Corazon con un semblante defensivo.

 

— ¡Desde que Doffy se fue todo se ha desorganizado!—reclamo Diamante señalando al rubio comandante— ¡Es un alivio saber que volverá pronto!

 

— ¿Qué tal si le cuestionas para cuando llegue al campamento? Podrías decirle que me eche del ejército y así te libras de mí…—planteó Corazon, dejando entrever una voz un poco más hostil—. O mejor, sácame ahora mismo del campamento, tengamos un duelo, ya le explicarás a Doffy que paso conmigo.

 

— ¡YA BASTA!—grito Law interponiéndose entre ambos comandantes.

 

— ¡No te metas en esto, mocoso!

 

—Law, por favor, apártate, no te metas en problemas en vano—le pidió Corazon tratando de calmarse y relajar su voz—. Ya olvidemos esto…

 

—Ja, te tienes que retirar de una pelea solo porque tu perrito faldero te avergonzó—dijo Diamante con voz burlona.

 

 

En ese momento Corazon hizo algo que dejo sorprendidos a todos los presentes, el rubio se fue contra la gran figura de Diamante, propinándole un buen puñetazo en la cara.
Law se quedó atónito ante la escena…    
Una riña inició pero no tardo mucho para que otros ejecutivos del ejercito intervinieran y separaran a Corazon y a Diamante.

 

—Por favor, cálmense. Solo imaginen lo que Doffy dirá cuando se entere de esto—declaro el hombre llamado Vergo quien rara vez se unía al resto del campamento.

 

—Lamento haber llegado tan lejos… En verdad, lo siento—comento Corazon limpiándose un hilo de sangre que surgía de su boca—. Pero escucha atentamente, Diamante, no vuelvas a referirte a Law de esa forma—añadió volviendo a adoptar una voz amenazante y llena de convicción y coraje.

 

 

Y sin más, Corazon se dio la vuelta para irse hacia su tienda.

 

— ¡Todos regresen a sus asuntos!—ordeno Vergo a todos los presentes.  

 

 

Law ya se había adelantado a eso, el joven moreno fue inmediatamente tras de Corazon.

 

—Corazon…—Law había entrado hasta la tienda del mencionado hombre, sin que este se lo permitiera explícitamente.

 

 —Estoy bien, Law. No te preocupes.

 

—Perdóname… No quería avergonzarte ni provocar que…  

 

—No me avergüenzas. Creo que era inevitable que ese idiota y yo termináramos peleando—resoplo el hombre rubio mientras se acariciaba la mejilla en donde le habían dejado un buen golpe.

 

—Voy a traer algo de agua…

 

—Gracias, pero no quisiera que anduvieras por ahí justo después de algo así. Ve por algo de cenar y ve a tu tienda, todos van a aprovechar el barullo causado para estar sobre ti—y escupió un poco de sangre.

 

—No me importa, puedo lidiar con esos idiotas.

 

—No, Law. Por favor, no te metas en más líos.

 

—Quisiera haber golpeado primero a Diamante…

 

—Je, hubiera sido un problema mayor, creo que si te hubiera atacado, le hubiera enterrado en un ojo lo primero que tuviera a la mano—dijo Corazon—. Pero ya olvidemos eso, por favor. Ya lo arreglaremos luego…

 

—Pero…

 

—Luego, Law. Además, Doffy no tarda en llegar, será todo un embrollo explicarle lo que paso. Bueno… Ve por algo de comida y a descansar… Nos vemos mañana.

 

— ¿Y tus heridas?

 

—Sabes que esto no es nada, ese tonto no puede lastimarme gran cosa. Puedo encargarme fácil de esto…

 

—De acuerdo… Buenas noches, descansa.

 

 

Y Law salió de los aposentos de su amado rubio, quien ahora tenía heridas por culpa suya…
Nunca olvidaría como Corazon defendió su nombre, en frente de todos, y se atrevió a pelear contra otro de los comandantes.
Era algo de lo que no se sentía digno…
Realmente era apreciado por Corazon, y aunque no fuese de la manera en que Law deseaba, seguía siendo una gran sensación, un gran honor y un tesoro invaluable en su corazón

 

 

Notas finales:

Bueno, es todo por ahora. Espero que les haya gustado ♥
De nuevo cuidense mucho, tomen sus precauciones.

Gracias por leer y en especial por sus bellos comentarios ♥

 

Atte. Levita Hatake


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).