Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Amor Inmortal por LevitaHatake

[Reviews - 14]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

¡Hola a todos! ♥ Espero que se encuentren lo mejor posible.

Pues aquí esta el octavo capítulo de esta pequeña historia. Como siempre, muchas gracias por su paciencia y por seguir las actualizaciones, lo aprecio bastante :)
¿Saben? Me inscribí a un pequeño curso sobre construcción de personajes, pues quiero pulir mis habilidades, espero que más adelante se note un poco los frutos de ese curso, jaja xD

Espero que les agrade el capítulo, aunque sigue siendo desarrollo para los acontecimientos medio difíciles que se vendrán más adelante...
Quería actualizar obligatoriamente en este mes, pues este mes es especial para mí, pues el día 15 es el cumpleaños de Cora-san, siempre trato de hacerle dibujos, algún one-shot, AMV, o actualizar pronto los fanfics en donde le incluyo.
(Además de que en Agosto casi siempre suelo tomarme descanso, pues es mi cumpleaños y casi siempre ocupo empezar a trabajar de nuevo xD)

Muchas gracias por pasarse a leer, y a quienes se animan a dejar su opinión en un comentario, extra gracias ♥ su apoyo es invaluable 

 

Law seguía al costado de la cama en donde Corazon reposaba en espera para sanar por completo. El joven moreno había estado vigilando cualquier reacción que Corazon pudiera experimentar…
Todo había estado bien hasta ahora, aquel rubio seguía sumido en el sueño, su respiración era tranquila y Law podía sentir que el pulso seguía estable gracias a que aún sostenía una mano de Corazon entre las suyas.

 

—Corazon…

 

Ya estaba anocheciendo, la habitación estaba quedándose con muy poca iluminación, así que Law soltó con mucho cuidado la mano pálida de Corazon y fue a buscar algunas velas que encender y así poder seguir en su guardia. Para cuando encendió cuatro gruesas velas que encontró en una mesa, alcanzo a escuchar que alguien se aproximaba a entrar a la habitación.

 

—Law…—era Doflamingo—. Oye, ¿Qué es lo que piensas hacer?

 

— ¿A qué te refieres?—soltó Law con algo de indiferencia, mientras volvía a tomar asiento al costado izquierdo de la cama.

 

— ¿Vas a volver al campamento o…?

 

—Yo no puedo dejar a Corazon aquí solo…

 

—Me han dicho que no necesita estar bajo vigilancia, realmente está fuera de peligro, solo necesita descansar—informo Doflamingo con voz calmada—. De hecho solo pensaba en venir una vez durante toda la noche solo para asegurarme, así que… 

 

—Necesito saber que estará bien—se apresuró a decir Law con voz clara y decidida—. Me quedaré aquí.

 

 

Doflamingo observaba al muchacho de cabello negro, aunque este último ya le había dado la espalda.
Era definitivo que Law no se separaría de su hermano menor hasta que este despertara y confirmara que su salud estaba fuera de peligro.

 

 

—Entonces… ¿Te quedaras vigilándolo todo ese tiempo?

 

—Así es.

 

—De acuerdo… Es tu descanso el que estas sacrificando, pero realmente no le pasara nada si vas a dormir un par de horas—dijo Doflamingo—. En fin, parece que estás realmente convencido, te traeré algo de cenar…

 

 

El rubio de las extrañas gafas salió de la instancia, y Law volvió a concentrarse totalmente en el sereno rostro de Corazon.
Justo como Doflamingo había dicho, regreso pronto con un recipiente lleno de arroz y verduras, junto con una jarra de agua.

 

—Aquí tienes, no dudes en tomarte unos minutos para dormir, creo que a Rosinante no le vendría nada bien verte desvelado y con el cansancio marcado en el rostro…

 

—Esto no es algo que pueda cansarme—terció Law.

—Bien, bien… Nos vemos por la mañana, Law. Buenas noches…—y Doflamingo le echo una última mirada a su hermano menor y paso a retirarse.

 

 

Law consumió la comida que Doflamingo le había llevado, después se puso de pie para dar un par de vueltas por la habitación y estirar las piernas, y luego volver a tomar asiento junto con Corazon y seguir vigilando su sueño.
Durante algunos intervalos de la noche, Law no pudo resistir a acariciar alguna de las pálidas y grandes manos de Corazon, así como algún mechón de rubio cabello que caía sobre la durmiente cara del convaleciente.

Deseaba tanto volver a ver los ojos de Corazon, alegres y confiables, de ese hermoso color ambarino que brillaban de manera hermosa al emocionarse con algo.

Cuando llegó la madrugada, Law empezó a cuestionarse sobre algo que le hizo sumirse en un terrible miedo y ansiedad; el hecho de que Corazon hubiese sido víctima de una enfermedad o accidente le había recordado la fragilidad de la vida, lo impredecible que podía ser…
Y si algún día la vida de Corazon (o incluso la de sí mismo) volvía a correr peligro, que tal vez llegara al punto de pender entre la vida y la muerte, y ante ese terrible escenario no fuera posible confesarle todo lo que sentía por él...

 

—No… Corazon… No quiero que algo así ocurra…—musito Law estrechando con un poco más de efusividad la mano del rubio.

 

 

No sabía cuándo ni cómo pudiera decírselo a Corazon, pero debido a estos nuevos temores que Law comenzaba a imaginar, querría que fuera lo más pronto posible… Pero aquello tampoco era fácil; el inmenso horror de imaginar el rostro de Corazon totalmente sorprendido, incómodo, e incluso aterrado, al enterarse de los sentimientos de Law era algo que carcomía su esperanza y valor.

—Seguramente no querrías volver a verme después de un suceso así…—murmuro Law con voz grave y en un triste tono que reflejaba su desanimo.

 

 

Al comenzar amanecer, Law tuvo que retirarse de la habitación para ir a orinar y estirar de nuevo sus piernas, que habían comenzado a sentirse un poco atrofiadas después de pasar mucho tiempo en la misma posición.
No pudo ver a nadie despierto durante su breve camino de ida y vuelta.
Para cuando regreso a la habitación, Law se emocionó bastante al ver que Corazon comenzaba a moverse de aquella manera floja y perezosa con la que mucha gente empieza a reflejar que su descanso está próximo a terminar. 

Law se apresuró a acercarse a la cama.

 

Corazon se movió un poco más, luego Law pudo notar que sus ojos comenzaban a abrirse un poco en expresión somnolienta. El rubio parpadeo un par de veces y después alcanzo a vislumbrar la figura de alguien a un costado de él…

 

— ¿Law?—musitó Corazon mientras se incorporaba y frotaba un poco sus ojos con el dorso de su mano izquierda.

 

—Corazon…—balbuceo Law tratando de lucir calmado a pesar de la gran alegría que era verle despertar—. Buen día… ¿Cómo te sientes?

 

—Bien, estoy muy bien… ¿Qué me paso?

 

—Parece que algún bicho te ataco y te infecto, pero ya estás fuera de peligro.  Dijeron que solo necesitarías un buen descanso, parece que si funciono, es un alivio…

 

—Ya veo... Vaya que tengo mala suerte—y Corazon rio mientras se rascaba la nuca—. Que cosa me fue atacar cuando recién llegamos a este lado del mundo… ¿En dónde estamos?

 

—En el edificio del maestro que te atendió y curó—le dijo Law—. No podíamos moverte al campamento por precaución.

 

—Oh… Law, entonces ¿te quedaste aquí toda la noche? ¿Has dormido siquiera?—soltó Corazon empezando a preocuparse por la condición de desvelo de Law.

 

—No es nada. Alguien debía quedarse a vigilar que no te ocurriera nada—explico Law, aunque fuese en parte una mentira para excusar su presencia ahí—. No podía estar en paz sin saber que mejorarías, así que…

 

—Oh, Law… No debiste, ahora tienes que tomar un buen descanso, ¿de acuerdo?—y Corazon salió de la cama, estirando sus extremidades y relajando su cuello—. Vamos al campamento, para que puedas dormir… Espera, ¿ya le pagaron al maestro?

 

—Sí… Ayer Doflamingo y yo cubrimos los gastos necesarios para tu tratamiento y estadía. No te preocupes. Podemos irnos ya, si eso es lo que quieres.

 

—Muchas gracias, Law—dijo el hombre de cabello rubio, esbozando una gran y sincera sonrisa—. No sé qué haría sin ustedes dos…

 

 

 

Law sintió que su corazón latió con más fuerza después de recibir aquel agradecimiento y aquella cálida sonrisa que solo Corazon podía crear; se sentía la persona más afortunada de la tierra al tan solo poder contemplar a ese a alto individuo de cabello dorado que caía torpemente al querer colocarse su calzado.

 

—Espera, te ayudo…—y Law se abalanzo para auxiliar a Corazon, volviéndolo a poner de pie.

 

—Gracias. Espera, antes de irnos, quisiera agradecerle a quienes me curaron…

 

—No creo que estén despiertos, hace rato salí y no había señales de que fueran a levantarse pronto—explico Law—. Podrías dejar una nota.

 

—Buena idea…—y Corazon busco pergamino, tinta y una pluma, que no tardó mucho en encontrar, escribió una breve nota y después salieron de la habitación y del edificio para regresar al campamento.

 

 

Al ir caminando, pudieron observar el inicio de muchas jornadas de trabajo de los habitantes de aquella ciudadela; vieron como los comerciantes sacaban carretillas llenas de diferentes frutas, verduras y demás insumos, pudieron percibir el olor de distintas cocinas y chimeneas, el como muchos carniceros y pescadores llevaban los cadáveres de distintos animales a diversos establecimientos.

En cuanto llegaron al campamento, muchos advirtieron su presencia e inmediatamente fueron a saludar a Corazon, preguntándole sobre su estado de salud y si se sentía listo para regresar.

 

—Sí, ya estoy bien… Gracias por preocuparse… Por cierto, ¿Doffy ya está despierto?

 

—El amo Doflamingo salió a cazar algo para su desayuno—le explico un soldado—. No debe tardar en regresar…

 

—Bien, si lo ven, díganle que ya regrese, iré a mi tienda, creo que aún tengo algo de sueño—dijo Corazon a la vez que ponía una mano sobre el hombro derecho de Law—.Vamos, Law…

 

— ¿Qué?  

 

—Ahora es mi turno de asegurar que descanses apropiadamente—dictó Corazon mientras continuaban dirigiéndose hacia su lecho—. Sé que si te dejo solo no querrás dormir e irás a hacer tu rutina, pero si me quedo a tu lado vigilándote hasta que puedas dormir, pues no habrá problema…

 

—Corazon… No es necesario, no estoy cansado.

 

—Tus ojeras dicen otra cosa—observo el rubio riéndose un poco.

 

—Siempre las tengo…

 

—No importa, me consta que necesitas un buen descanso—y llegaron a su tienda, aunque Law dudo un poco en entrar—. Vamos, quítate los zapatos, el equipo y tu espada y recuéstate…

 

Law miro algo incómodo a Corazon, pero a pesar de que no estaba de acuerdo con su obligado descanso, siguió cada indicación y finalmente se acostó sobre la improvisada cama de su tutor.

 

—Corazon, ¿en verdad te quedaras aquí?

 

—Bueno, sí… Eso hasta que compruebe que realmente te has dormido. Después, tal vez vaya por algo de desayunar—dijo el hombre de cabello rubio mientras tomaba asiento en la orilla de la cama.

 

—No es buena idea…—replico Law dejando notar su incomodidad en su voz—. En serio, no creo que pueda dormir si estas observándome y esperando a que lo haga.

 

—Ah… Bueno, creo que tienes razón, también me costaría trabajo dormirme si alguien estuviera tanto atento a que lo hiciera…—y Corazon soltó un profundo bostezo—. Vaya, en verdad sigo teniendo sueño...—y se recostó también sobre la cama, al lado izquierdo de Law—. Creo que dormiré un rato más. Creo que te libraste de mí, ja—y el rubio se acostó boca abajo—. Pero en serio, Law, trata de dormir un poco…

 

Y de nuevo los ojos de Corazon se cerraron, pero esta vez de manera más tranquila, natural y sin alguna razón angustiante de por medio.
Law sentía una gran ansiedad, una parte de él quería salir de aquella tienda e ir a tomar un respiro debido a la hilera de emociones que había estado experimentando, además, el hecho de quedarse dormido en el mismo espacio que Corazon le hacía sentir un cosquilleo en el estómago.
Hace años que no dormían juntos en la misma tienda; Law temía que su cuerpo inconscientemente fuera a chocar demasiado contra el de Corazon, que fuera a manifestar su afecto de alguna forma, por más mínima que fuera, como colocar un brazo por encima de él, o en el peor de los casos, que su miembro tuviera una erección y esta fuera a rozar levemente contra su querido mentor.

Law finalmente optó por salir de la cama y recostarse en el piso, porque aunque no tuviera el deseo de descansar, sabía que Corazon se preocuparía por él y deseaba que tuviese un sueño reparador. Le tomo unos minutos dejar de concentrarse en observar la silueta de aquel rubio en la cama y cerrar sus ojos con calma y apagar su conciencia por unas horas. 

 

 

—Joven amo, Doflamingo, bienvenido de nuevo. Queremos decirle que el comandante Corazon ya regreso al campamento…

 

—Ah, vaya, no lo esperaba tan temprano. ¿Dónde está?

 

—Dijo que aún necesitaba dormir un poco más...

 

—Bien, iré a verlo, creo que ya ha tenido suficiente descanso. Encárguense de eso…—y Doflamingo les señalo a sus subordinados la pequeña carga de cadáveres de animales que había logrado cazar.

 

 

Doflamingo se dirigió hacia la tienda de su hermano menor, llegando muy pronto y, como era su costumbre, no se molestó en llamar primero si podía pasar o si realmente había alguien ahí, así que se sorprendió al ver que Law estaba durmiendo ahí.

 

—Vaya…—y Doflamingo avanzo con cuidado para no pisar al joven moreno y despertar a su hermano—. Rosinante…—Doflamingo sacudió levemente el cabello de su hermano y presiono un poco su espalda—. Oye…

 

— ¿Doffy?

—Veo que te recuperaste bien… Pero realmente no esperaba verte tan temprano por aquí—y Doflamingo tomo asiento en la cama—. Tenía planeado ir por ti…

 

—Lo siento, pero me desperté muy temprano y le dije a Law que quería venir aquí de una vez por todas—explico el rubio de cabello espeso mientras se incorporaba—. Me siento muy extraño… No creo que haya estado enfermo.

 

—Sí, te veías fatal…

 

—No quisiera verme de nuevo así entonces... En verdad que fui descuidado—soltó Corazon con un suspiro pesimista—, esta torpeza y mala suerte parecen perseguirme desde mi nacimiento… Pero gracias a Law y a ti, estoy a salvo. 

 

—Ya no te preocupes por eso. Entonces, ¿ya te sientes del todo bien?

 

—Sí, aunque el pobre Law paso la noche en vela vigilándome.

 

—Le dije que no estarías contento con ello, pero el niño es muy terco, parece que nunca se le quitará esa “cualidad”…

 

—Apenas logre convencerlo de que viniera a descansar...  

 

—Ja, sigue siendo un niño testarudo entonces.

 

—Oh, Doffy…—y Corazon no pudo evitar reírse un poco con un tono casi tierno—. Pero hay que admitir que tiene convicción, esa fuerte voluntad es digna de admirar.

—Depende de la situación… En fin, ¿quieres ir a desayunar conmigo?

 

—Sí, tengo mucha hambre…

 

Los hermanos salieron de la tienda, dejando a Law descansar en soledad y silencio. Caminaban con paso relajado y a veces iban saludando con un gesto de mano a sus subordinados que les deseaban buen día.

 

— ¿Sabes? Además de ir a recogerte, tenía que regresar a la ciudadela para un asunto más. Hay alguien que necesito presentarte, aunque él ya te conoce a ti…—dijo Doflamingo llegando al frente de una pequeña fogata donde estaban asando carne y calentaban en una olla un montón de estofado.

 

— ¿Si?

 

—El maestro que te atendió, se unirá a nuestro ejército. Ayer después de que te hizo las curaciones necesarias, tuve una larga charla con él, y finalmente acordamos que sería parte de nuestra compañía.

 

— ¿En serio?  

 

—Así es, el maestro Caesar, además de tener los conocimientos necesarios para salvar vida, también conoce mucho sobre diversas artes mágicas, ya sabes que busco que Monet saque el potencial máximo de sus capacidades. Y, quien sabe, tal vez yo también pueda lograr obtener algún poder…

 

—Entiendo… Pero, Doffy, ¿no crees que tal vez ese tipo de habilidades solo son para ciertas personas? Es decir, me imagino que está en su naturaleza de nacimiento—opinó Corazon cautelosamente mientras tomaba asiento en espera de la comida.

—Puede ser, pero no es imposible que alguien pueda aprender y ser diestro en ello… El maestro Caesar me lo aseguró. Y es por eso que estoy convencido en que tiene que acompañarme y ayudarme en esa meta. ¿No quisieras tener alguna magia así?

 

—A decir verdad, no… Como dije, siento que si no fui elegido desde el principio de mi vida con ese don, no tiene caso que lo busque.

 

— ¡Ja! Oh, Rosinante, eres tan modesto… —y Doflamingo rio sin pena alguna—. Bien, en cuanto terminemos de comer, iré a la ciudad para escoltar al maestro Caesar, también ordene a un pequeño grupo que auxiliara en la labor de transferir todas las pertenencias del maestro para el campamento y…

 

 

Corazon siguió escuchando todo lo que su hermano tenía por contar, pero algo en su interior no estaba tranquilo, de nuevo le abrumaba un escalofrío de duda y temor de que su hermano lograra obtener un poder demasiado peligroso y fuera del entendimiento básico humano; podía asegurar que Doflamingo tarde o temprano abusaría de aquellos poderes y su ambición nunca lograría apaciguarse.

 

Horas más tarde, Law apenas despertaba. El muchacho se sintió confundido al ver que no era su lecho de siempre, luego recordó que había dormido en la tienda de Corazon.

 

—No está… ¿Acaso dormí tanto?—balbuceo Law mientras se tallaba los ojos y se ponía de pie a toda prisa. Se puso su calzado y salió a buscar a su mentor—. Oye, Baby… ¿No has visto a Corazon?—pregunto el muchacho al ver pasar a su compañera de cabello oscuro. 

 

 

—Creo que fue a tomar un baño, lo vi cargando unos baldes con agua hace rato—le informo la joven—. Oye, Law, ¿me acompañarías a la ciudadela? El joven amo Doflamingo está allá, me dio permiso de salir del campamento, siempre y cuando me pudieras acompañar…  

 

 

Al ver que Corazon no estaría disponible, Law decidió escoltar a Baby. Para cuando llegaron a las afueras de la ciudad, pudieron notar que varios compañeros llevaban unas carretillas con diversos baúles, muebles extraños y muchos recipientes grandes de metal y vidrio grueso.

 

— ¿A dónde van con eso? ¿Acaso Doflamingo fue toda la mañana de compras?—pregunto Law a un compañero.  

 

—Es del maestro Caesar, lo llevamos al campamento por órdenes del joven amo.

 

— ¿Eh?

 

— ¿Qué no te enteraste? Ese sujeto se unirá al ejército.

 

—No, no lo sabía.

 

—Pues así es el asunto. Oye, tengo que continuar llevando esto. Nos vemos…

 

 

 

Y Law y Baby continuaron avanzando, aunque Law quedó algo sorprendido por la noticia, aquel sujeto, a pesar de haber logrado curar a Corazon, no le había inspirado confianza alguna, le había parecido un tipo de lo más estrafalario y presuntuoso. 

Dentro de un rato, Baby se encontraba comprando frutas y panecillos dulces, mientras que Law se mantenía a una distancia considerable, siempre con un semblante serio y algo amenazador, pues era lo más adecuado cuando tenía que salir de guardia. Pero llego un momento en que su concentración se rompió al pensar en cómo se encontraría Corazon en ese momento, y cuando menos se lo imagino, Baby se perdió de su vista.

 

 

—No puede ser… Maldita sea…—gruñía Law entre dientes mientras buscaba a su compañera entre una multitud de personas—. Juro que solo fueron unos segundos… ¿Cómo es posible que haya avanzado tanto sin mí?

 

 

Mientras tanto, Baby, después de tratar de encontrar a Law por un buen rato, finalmente llegó frente a una especie de comercio dedicado a la herrería y a la  exhibición y venta diversos tipos de armas.
La chica se quedó fascinada contemplando un par de lanzas y hachas, cuya navaja brillaban demasiado.

 

— ¿Qué hace una preciosidad como tú viendo estas cosas?—cuestiono un muchacho que salió a la entrada de dicho comercio.

 

—Son unas armas muy bonitas—respondió Baby señalando dichos objetos, pasando por alto por el tono sugerente que el sujeto estaba usando—. Mi espada esta desgastada, quisiera conseguir algo como estas...

 

— ¿En serio sabes usar una espada?—se extrañó el sujeto observándola de arriba abajo para comprobar si la chica llevaba un arma consigo.  

 

—Si—aseguro la chica sin dejar de ver una lanza en particular.

 

—Bueno… Pues estas armas son algo costosas, pero tal vez yo pueda conseguirte una si me haces un favor.

 

— ¿¡En serio!?

 

—Claro, pero tendrás que acompañarme primero…—y aquel muchacho le tomo de una mano para escoltarla al interior del comercio.  

 

— ¡Oye tú…! ¿Puedes atenderme?

 

—Diablos… Bien, solo espérame un momento, tengo que atender a este cliente.

 

Baby decidió dar una vuelta por toda la tienda, hasta que llego al lado del cliente que estaba decidiendo entre un par de lanzas.

 

—Ah… ¿No te había visto antes?—pregunto un muchacho alto, de complexión gruesa y algo musculosa, piel morena y erizado cabello oscuro  

 

—Creo que si… ¡Ah, lo recuerdo! Tú me ayudaste cuando estaba buscando un sanador…

 

—Aunque no te ayude realmente con eso… En fin, ¿pudiste encontrar alguno?

—Sí, mi comandante Corazon ya está recuperado...

 

—Que bien. Oye… ¿Y qué haces aquí?  

 

—Estaba viendo algunas armas, quisiera conseguir una nueva espada, creo que la mía está deteriorándose mucho…

 

—Tal vez no sea para tanto, tal vez solo necesites llevarla a un mantenimiento…

 

—Le pediré consejo a Law, cuando le encuentre… ¡Me había olvidado, debe estar buscándome…! Me tengo que ir, perdóname… Ah… ¿Cómo te llamas?

 

—Sai.

 

—Nos veremos luego, Sai…—y Baby se dirigió hacia la salida.  

 

— ¡Oye, espera…!—saltó el encargado de la tienda al ver que la chica se marchaba—. Aun no te he…

 

 

Pero Baby se había marchado a paso veloz para rencontrarse con Law.
Dentro de un rato más, Law finalmente logro ver a Baby corriendo por una callejuela a unos metros delante de él.

 

— ¡Baby…! ¡Por aquí…!

 

— ¡Law…! Discúlpame… Lo siento mucho…

 

—Tratemos de tener más cuidado para la próxima, ¿de acuerdo?

 

 

Para cuando regresaron al campamento, Law fue inmediatamente a buscar a Corazon. El joven se percató de que muchos de sus compañeros estaban empacando y guardando equipo y víveres; lo más probable era que volverían a retomar su ruta de viaje mañana…

 

 

—Law, ¿Dónde estuviste todo el día?

 

—Corazon… Fui a escoltar a Baby a la ciudadela, quería ir a comprar un par de cosas—explico Law—. Pero tuvimos un pequeño incidente y por ello tardamos un poco más en volver.

 

—Ya veo… ¿Quieres acompañarme a cenar?

 

—Claro…

 

 

Para cuando ya estaban sentados frente a la fogata, cada uno consumiendo su ración de cena, alcanzaron a ver a Doflamingo abrazando efusivamente a Monet, ambos reían y sonreían con demasiada alegría. Parecía que habían recibido una gran noticia que cambiaría sus vidas para siempre…

 

 

—Ja, creo que deberían volver a su tienda—comento Corazon con un toque de burla e incomodidad—. Parece que en cualquier momento se van a echar al suelo y nos darán una exhibición de su afecto físico…

 

 

Law, al oír tal comentario, no pudo evitar recordar aquella ocasión de hace unos años en donde descubrió a Doflamingo haciendo tal acto lubrico en el bosque.

 

—Creo que ya me acostumbre a verlos así…

 

— ¿Qué?

 

—Es decir, siempre los veo muy cercanos y con la misma actitud, no me sorprende ya…

 

—A mí me sigue incomodando.

 

—Es cuestión de ignorarlos. En fin…

 

—Oye, Law…

 

— ¿Qué sucede?

 

—Perdona que toque el tema, pero recordé aquella ocasión en que Doflamingo te empezó a cuestionar sobre tu vida romántica…—dijo cautelosamente el rubio mientras trataba de evitar una mirada directa con el muchacho de cabello negro.

—Si…

 

—Y creo que ahora que por fin volvemos a tener más contacto y confianza entre nosotros, me preguntaba, si acaso, tú ya estás pensando en esa clase de cosas… Es decir… ¿Has pensando alguna vez en dejar el ejército y establecer una familia?

 

—Ah… Pues… No… No lo he pensado—balbuceo Law—. No es algo a lo que este aspirando…

 

—Entonces, ¿tampoco te has interesado en alguien?

 

—Pues… No estoy seguro…—el corazón del joven latía frenéticamente y comenzaba a notar que su rostro se acaloraba y tal vez pronto comenzaría a sudar, así que decidió voltear las cuestiones hacia Corazon—. ¿Y tú?

 

— ¿Yo? Jajaja, no… No, a veces, hace años, me imaginaba teniendo hijos… Pero la parte de ser el esposo de alguien no me interesaba mucho que digamos…

 

— ¿Nunca te has enamorado…?—musito Law tratando de calmarse y hacer que su voz no se percatara ansiosa.

 

—No… Hasta el día de hoy no sentido algo así por alguna persona...—respondió Corazon siendo totalmente sincero—. Creo que soy algo raro, ¿eh? Creo que toda la pasión de la familia la heredo Doffy, y yo me quede sin alguna habilidad para esas cosas.

 

—Ya veo…

—No sé si algún día logre sentir esa clase de emociones…

 

 

Law trago saliva sutilmente, quería seguir hablando y preguntándole a Corazon sobre ese tema, pero su ansiedad entorpecía su mente y voluntad.
El muchacho se tomó unos segundos para tranquilizarse y después de armarse de un gran valor, se atrevió a preguntar:

 

—Corazon… ¿Y si algún día alguien mostrara interés en ti?

 

—Pues no sabría que hacer… Ya has visto que cuando alguna de las chicas que Doffy trae al campamento trata de ser linda conmigo, y hacer algún avance sobre mí, me pongo realmente nervioso y huyo de eso por completo…  

 

—Pero esa clase de situaciones han sido muy forzadas—observo Law—. Si llegará el día en que alguien te dijera seriamente que desea estar contigo, que realmente le interesas y tu pudieras comprobar que sus sentimientos son sinceros… ¿Qué harías?

 

—No lo sé… Realmente sería una situación algo difícil… Tendría miedo…

 

— ¿Miedo?

 

—Nunca he experimentado eso, y si alguien me dijera algo tan fuerte y significativo, no sabría cómo reaccionar… Lo apreciaría sin duda, pero no sabría qué pasaría con exactitud… Supongo que si algo sucede, ya veré sobre la marcha que es lo que pasará…

 

Law tenso sus labios por un breve instante y continuo comiendo, pero esta vez de manera más apresurada.

 

— ¿Y tú qué harías en una situación, Law?—pregunto Corazon mientras volteaba a verlo.

 

—Supongo que…

 

— ¡Oigan…!—Doflamingo llego frente a ellos, sonriendo despreocupadamente y cargando una botella de vino—. Espero que ya estén enterados de que mañana empezamos la marcha…

 

—Claro que si, Doffy, ¿Cómo lo olvidaríamos?—dijo su hermano menor—. Estas muy feliz…   

 

—Claro que lo estoy… Mañana realmente empezamos nuestro viaje, quien sabe que cosas y a quienes nos encontremos en el camino hacia Dressrosa…

 

— ¿Dressrosa?—pregunto Law.

 

— ¿Qué? ¿No les hablado de ello, Rosinante?

 

—No… No le he platicado al respecto…—balbuceo el rubio de cabello espeso, dejando ver una expresión de molestia e incomodidad en su pálido rostro.    

 

—Pues más vale que no pierdas más tiempo, y lo pongas al tanto…

 

 

—Sí, Doffy…

 

—Bien, tengo pendientes por hacer… No te olvides, Rosinante.

 

—No lo haré…—y cuando Doflamingo se alejó, Corazon se puso de pie y soltó un pesado suspiro—. Perdóname, Law. Necesito ir a descansar ya…

 

—No te preocupes, ten buena noche. Descansa…

 

 

Y Law se quedó solo frente al fuego y siguiendo con su grisácea mirada la espalda de Corazon.  

 

 

 

Notas finales:

Bien, eso fue todo por ahora :c

De nuevo, gracias por pasarse a leer ♥  Y muchas gracias por dejar sus comentarios.

Les mando mis mejores deseos

 

Atte. Levita Hatake


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).