Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Replay. por Breil Obrealdi

[Reviews - 22]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

¡HEY! Sé que hace media vida que no actualizo... Y os pido por ello mil perdones. A pesar de tener bastantes escenas y la línea de lo que quiero que ocurra en la historia, me bloqueé en varias partes y no tenía claro el enfoque que quería darle. 

Sin embargo, aquí traigo un nuevo capítulo y espero tardar mucho menos con el siguiente. Muchas gracias por leer, ¡adelante! ~ 

Unos minutos después de haberse marchado Kouki, Akashi seguía en la misma posición, impactado. ¿Qué demonios acababa de ocurrir? Haciendo un seguimiento de los hechos, había estado dando un paseo para meditar sobre los próximos movimientos de los Rakuzan cuando ese chico había aparecido de la nada, abalanzándose sobre él. No sólo eso, sino que además había estado desnudo. Había esperado que huyera en cuanto viera de quien se trataba, pero el moreno no había parecido asustado sino avergonzado. Le pareció detectar cierto miedo, pero no estaba relacionado con su persona, sino que se reflejó en el momento en el que lo recorrió con la mirada. ¿Sería cosa de su autoestima? ¿Vergüenza? ¿O habría algo más? Lo tenía intrigado.

Casi sonrió al recordar una mancha en forma de corazón que había captado, escondida en la cara interna del muslo. Sentirse escrutado estaba claro que lo había enfadado. No podía negar que así desnudo y a cuatro patas sobre él, había estado muy sugerente… Era la primera vez en mucho tiempo que alguien se atrevía a encararlo. Tenía que descubrir quién era ese chico.

Había mencionado algo sobre que le habían robado la ropa. Dedujo que existía una alta probabilidad de que fuera entonces de los de primero y estuviese participando en el castigo planeado para ese día. El robo no había formado parte de sus instrucciones y significaba que alguien se había pasado de listo al querer divertirse a costa de los condenados creyendo de él no se enteraría…

 Insensatos.

 Tendría que hacer unas llamadas.

 

***

 

Al llegar a la residencia estaba temblando, no sabía si a causa del miedo, el shock o el agua que todavía goteaba. Junto a la entrada, se encontraban las bolsas de tela amarilla en las que habían tenido que guardar su ropa en un principio. Se apresuró en coger la suya y comprobando que tuviese todo, se cambió allí mismo. Frotándose los brazos, se encaminó a su habitación a paso lento. Vaya día…

Ahora mismo sólo tenía ganas de meterse en la cama y dormir durante al menos una semana. ¿Quiénes les habría quitado la ropa? Ni siquiera le quedaban fuerzas para enfadarse. Suspiró caminando a su habitación y tras coger su toalla y algo de ropa seca fue a ducharse.

 Al salir, con la adrenalina ahora fuera de su sistema, se sentía completamente derrotado. No llevaba ni dos días y ya se encontraba mentalmente agotado. ¿Lograría sobrevivir todo el año? A este ritmo lo dudaba. Ojalá esto fuera sólo cosa de las novatadas. Con algo de suerte, luego todo mejoraría. Su móvil vibró en la mesilla de noche y la pantalla no tardó en iluminarse, indicando que acababa de recibir un mensaje. Aquello lo impulsó a moverse, ¿quién sería…?

Tenemos que hablar.”

 Era Kuroko. El peliazul no era muy dado a escribir... ¿Habría ocurrido algo?

 

Claro, cuando quieras. Es muy urgente? Estás bien?

 

Sí, sí. Lamento si te he preocupado.

Quedamos mañana a las siete para bajar a desayunar.

Te lo diré entonces.

 

Oh, uh… Vale, ningún problema

Ahí nos vemos

 

En la puerta del comedor.

 

Perfecto

Buenas noches Kuroko

 

Que descanses, Furihata-kun.

 Ese chico era un verdadero misterio, nunca lograba adivinar qué se le pasaba por la cabeza. Pero no importaba, lo respetaba y confiaba plenamente en él. Los ojos empezaban a pesarle a medida que el sueño lo acogía en su lecho. Fuera lo que fuera, lidiaría con ello al día siguiente….

 

 El pitido del despertador resultaba ensordecedor por la mañana, especialmente cuando sus ansiadas horas de descanso habían estado plagadas de pesadillas, reavivando viejos recuerdos que hubiera preferido mantener enterrados en el olvido.

 Nada que un buen desayuno no pudiese arreglar.

Armado con unos vaqueros y una camiseta casual, fue en busca de Kuroko. Cuando bajó al comedor, él ya estaba esperando tal y donde había prometido. Lo acompañaban Kagami y Kise, aunque este último parecía estar sufriendo. No dejaba de hacer pucheros y dirigirse al peliazul con un tono de disculpa. No atinó a oír lo que decían, pero ya se enteraría.

 – Hey, chicos.

 – Furihata-kun.

 Kagami mantenía los brazos extendidos a los lados y retrocedió un paso, para dejar a Kise al frente.

 – Él tiene algo que decirte.

 El rubio tragó saliva y empezó a hablar a toda velocidad.

 – ¡Lo siento mucho, Furihatacchi! No era mi intención que lo pasaras mal, sólo había querido vengarme del idiota de Aominecchi, por las cosas que me dijo el otro día y…

 – Espera, espera. Para el carro, respira. ¿Qué estás diciendo?

 – Siento mucho haber cogido tu ropa. Midorimacchi estaba vigilando, así que no me dio tiempo a comprobar de quien era cada bolsa. Pensé que si las cogía todas me aseguraría de no equivocarme.

 Oh, eso era inesperado. En ningún momento se le había pasado por la cabeza que el autor de la jugarreta pudiera ser Kise. Se le veía verdaderamente arrepentido. Martirizarlos por algo que ya había ocurrido no tenía sentido.

 – No te preocupes Kise, acepto tus disculpas.

 – ¿En serio?

 – ¡Claro! Si tus sentimientos son sinceros, no hay manera de que pueda ignorarlos. —dijo acompañando a sus palabras de una sonrisa.

 – ¡Muchas gracias, Furihatacchi! —se abalanzó sobre él en un espontáneo abrazo. — Entonces, ¿no se lo dirás a nadie? ¡Te debo una!

 El chico se sonrojó ligeramente, poco habituado a tales muestras de afecto y le dio unas palmaditas en la espalda.

 – Está bien, Kise. No te preocupes, no me debes nada. Después de todo… Somos amigos, ¿no?

Preguntó con timidez, a lo que el otro le respondió con una brillante sonrisa. Empezaban a quedarse sin tiempo, por lo que acordaron ir esa tarde a tomar un batido juntos si es que ningún anuncio inesperado de las novatadas no se lo impedía.

Ese día, las clases transcurrieron de forma rápida. Si bien es cierto que se moría de sueño y ya se había comido alguna que otra puerta accidentalmente a causa de ello, se encontraba mucho más animado tras la disculpa de esa mañana. Los ojos preocupados de Kuroko, a pesar de su máscara de inexpresividad, le hicieron saber que todavía tenía en mente lo ocurrido hace unos años, aunque el que se enterara no hubiera sido del todo por voluntad propia…

 Pudo volver a comer con Koga y Mitobe, y esta vez se encargó de explicarles las novatadas, las normas extrañas y las pruebas que habían tenido que hacer hasta entonces. Obvió el detalle del pelirrojo con el que se había topado. No se lo había contado a nadie, le daba vergüenza y no quería tener que dar mayores explicaciones o que lo tomasen por un pervertido.

Cuando se despidieron, todavía le quedaba algo de tiempo antes de encontrarse con los demás, por lo que aprovechó para navegar un rato por la página web de la universidad. Un trabajo a tiempo parcial le sería de gran ayuda… Había una vacante en la biblioteca. No parecía demasiado difícil y seguro que podría aprovechar para estudiar al mismo tiempo. Haciendo volar sus dedos sobre el teclado del ordenador de la universidad, les envió un correo para preguntarles por la plaza y hacerles saber de su interés. Y con eso, sólo tendría que esperar a que le respondieran o pasarse él mismo en otro momento allí.

 El sonido de un nuevo mensaje desvió su atención. Esta vez, era Kagami.

 

Oe

Reunion de emergencia en la residencia

No tardes

 

Voy para allá

 

O esa al menos había sido su intención.  

Al bajar del autobús, iba caminando por la acera cuando la repentina sacudida de unos arbustos lo asustó. Una pequeña bola de pelo naranja salió disparada de ellos, seguida al poco por un perro que no dejaba de ladrar y enseñar los dientes. Los vio meterse por un callejón antes de desaparecer. Aunque le daba algo de pena el gatito, lo mejor es que continuara con su camino. Después de todo lo estaban esperando.

Reticente, obligó a sus pies a ponerse en marcha de nuevo. Eso es, un paso tras otro. Alcanzó a escuchar un estruendo seguido de unos lastimeros maullidos, coincidentemente del mismo callejón por el que se habían marchado.

¿Y si ese malvado perro había logrado atraparlo? Le haría mucho daño…

 Antes de darse cuenta ya estaba corriendo hacia allá.

 

***

 

Todos los de primero juntos en un solo lugar. De no ser porque estaban al aire libre, se hubiera sentido claustrofóbico. ¿Por qué había tanta gente? Kuroko le había mencionado algo sobre que el lugar era bastante bueno y aparentemente mucha gente quería entrar allí, pero nadie le había preparado para esa multitud. A veces cuando jugaba al baloncesto había gente que se detenía a mirar, pero aquello era demasiado. Kagami se rascó la cabeza con incomodidad. El peliverde cuatro ojos junto al gigante pelimorado estaba al frente, encima de una pequeña plataforma. Sostenía un sobre rojo y otro dorado.

Que obsesión tenían allí con los sobres. ¿Se creían más importantes con ellos o algo?

Le echó un vistazo de reojo a su sombra, que de pie a su lado disfrutaba de un batido de vainilla. Habían estado esperando a Furihata y Kise cuando recibió el mensaje con la orden de regresar a la residencia.

 – Antes de nada vamos a anunciar la próxima prueba. —abrió el sobre rojo.— Deberéis dividiros en dos equipos, es un juego de hecho bastante conocido. Unos cumpliréis el rol de policías mientras los demás serán ladrones. Vuestros roles serán asignados al azar cogiendo una de las papeletas de la caja depositada en la entrada. Se recomienda mantenerlo en secreto, pues los ladrones perderán una vez su identidad haya sido descubierta por la policía o los pillen robando algo que les indicaremos más tarde. La prueba durará dos días. Creo que no hay necesidad de recordar que los que pierdan serán juzgados sin piedad.

Bah, tampoco era para tanto.

Un juego de niños como aquel no suponía un gran reto.

– Ahora… —turno del sobre dorado.— Kise Ryouta, por el sabotaje del castigo de la anterior novatada —¡¿Ahh?! ¡¿Cómo lo habían sabido?!—, será reprendido con la participación en las novatadas a pesar de su estatus de estudiante de segundo curso tal y como ocurre con Aomine Daiki. Aquellos que participaron en el castigo de la anterior novatada están exentos de participar en la siguiente de policías y ladrones. No obstante… —el peliverde frunció ligeramente el ceño y dudó un segundo antes de proseguir.— Como no llegaron a entregar las piedras asignadas, deben llevar a cabo otro castigo. Deberán besar a uno de los residentes ajenos al castigo antes de que acabe el trimestre. Y traer alguna prueba de ello, una foto por ejemplo, o que uno de nosotros, tanto yo como Midorima, lo atestigüe.

Aquello le heló la sangre.

Fuck.

Estaban decididamente jodidos.

La gente ya se estaba alejando, algunos dedicándoles miradas de pena y compasión. Unos suaves golpes en el hombro le hicieron volverse. Furihata, con aspecto desaliñado y varios arañazos visibles en la cara, tenía los brazos colocados tras la espalda. Visiblemente escondiendo algo.

– Lamento el retraso. Se podría decir que, uh… Surgió algo.

– ¿Qué traes ahí, Furihata-kun?

Por el repentino sobresalto, supo que no se había dado cuenta de que el peliazul estaba ahí.

– ¡K-Kuroko! Pues…

Echando un rápido vistazo a su alrededor para comprobar que nadie estuviese observándolos, trajo los brazos al frente, enseñándoles un pequeño y sucio bulto que, ¡respiraba! Era un gatito que descansaba entre sus manos, exhausto.

Dubitativo, el moreno dijo.

– Sorpresa.

Notas finales:

No me matéis. Ya sé que para el tiempo que el tardado, no pasa gran cosa y el desarrollo está siendo bastante lento... Pero paciencia, cada cosa a su momento. ~ ¿Qué os ha parecido?

He de decir que me encantó leer vuestros comentarios y fue una gran ayuda cuando me sentía tentado de postergar el momento de escribir debido a presiones de mi entorno. Se agradece enormemente cualquier tipo de reconocimiento del esfuerzo de uno, así que, muchísimas gracias. 

Nos leemos. <3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).