ENGAÑO
SOSPECHAS
By Yelmar Doker
Sakura bajó de su vehiculo.
Se quedo mirando por un breve momento el edificio de color blanco que correspondia a la del hospital en donde estaba internado el esposo de su jefe.
Ya casi eran las seis de la mañana según su reloj, debido a eso no había gente ni mucho trafico en el estacionamiento. Se colgó el bolso en el hombro, mientras cerraba la portezuela con un golpe seco.
Mientras caminaba sobre la acera, pensó en lo que pudo haberle pasado al rubio para que estuviera hospitalizado. Según le había dicho Izumi, había sido "brutalmente" golpeado y, como consecuencia, había perdido a su bebe.
Se había sorprendido mucho cuando recibió la noticia. Y ante todo, no pudo evitar sentir cierta lastima por él.
Apesar de estar mintiendole de manera tan descarada.
Sin embargo, con el tiempo se habia cansado de tenerlo a su lado casi todos los dias, y no poder contarle la clase de hombre que era su esposo.
Sasuke.
No negaba que al principio se sintió halagada. Ser cortejada por un hombre como Sasuke, alguien guapo, de buena familia. Un tipo serio y trabajador. Y con varios valores que lo hacían sentir única y especial.
Pero se cayó de su nube cuando se entero de que Sasuke estaba casado.
Felizmente casado, debía agregar.
Hasta allí murió su ilusion.
Y no pudo hacer mas que llorar por ello. Ya que ella no podía competir con alguien como Naruto. El Doncel era bello, carismático, alegre e irradiaba luz propia por donde quiera que pasara.
Naruto se supo ganar el amor del Uchiha. Y eso era algo a lo cual tuvo que resignarse, aunque doliera.
Al llegar a la entrada, empujó la puerta de vidrio. Había mucha gente caminando de un lado a otro. El lugar estaba algo oscuro, pero eso se debía a que aun permanecia en el primer piso. Allí no había mucha iluminación.
Y todavía era muy temprano.
Se encamino al sitio en donde una enfermera de mediana edad atendia a los familiares de los pacientes, quienes estaban haciendo una fila.
—Disculpe. Estoy buscando a Naruto Uzumaki. ¿Me puede decir en que habitacion esta? —vio como la mujer que escribia algo sobre un papel se giraba para atenderla.
—Espere un minuto.—sonrio amablemente, y empezó a buscar en los datos de su computadora.
La secretaria miro en distintas direcciones, para tratar de ubicar a algún familiar de Naruto. En su mente se pregunto si es que Sasuke estaría por alli. Estaba preocupada por el. Quería saber como estaba, pues en su corazon sentía que el moreno podía estar muy mal por el trágico incidente.
La voz de la enfermera la sacó de sus pensamientos.
—Si, efectivamente. El joven Uzumaki se encuentra en este momento en la seccion de rehabilitación, habitacion 589, piso 7.
—Muchas gracias. —agradecio, dando una media vuelta, mientras oia la voz de una mujer por los megafonos, llamando a un par de enfermeras a la sala de operaciones.
Mientras se adentraba en el ascensor, pensó en que no tenia ningun derecho de encontrarse allí. Después de todo, a pesar de que ella no se veía como la amante de nadie, se había enamorado de Sasuke Uchiha perdidamente. Y había cedido al impulso de coquetear con él, y sonreirle de vez en cuando. A pesar de que sabia que estaba casado.
Pero las cosas se habían salido de sus manos.
En realidad, nunca supo cuando empezó todo. Sasuke siempre fue muy estricto con ella. Dándole mas trabajo que lo estipulado en su contrato. Pero de eso, hasta llegar a enamorarse...
Al principio solo fueron sonrisas. Luego palabras incitantes. Después caricias disimuladas y "supuestamente" accidentales. Pero cuando se besaron por primera vez...
Supo que estaba perdida.
Esperaba que Sasuke no la hechara de allí, como usualmente hacia cada vez que la veia hablando con Naruto. Apostaba que el moreno se sentíria amenazado por tener a la "amante" junto con el "esposo" en un solo lugar.
Pero no podía culparlo. Ella era despues de todo quien lo buscaba cada vez que quería algo mas que solo hablar. Y Sasuke no se hacia de rogar.
Desde hace unos meses ya, que se había dado cuenta de que el moreno se sentía muy tenso. Como si las preocupaciones por el trabajo le pesaran mucho. Eso sumado a el embarazo del rubio. Pues bien sabia que Naruto era muy feliz con Sasuke a su lado, pero no podía satisfacerlo en todo.
Sobretodo en el tema del sexo.
Lo bueno de eso era que no se había enterado aún. No quería perder su empleo, o su reputación como secretaria se vendría abajo.
Suspiró profundamente y dejo de pensar en ello. antes de que se arrepintiera de estar allí. Solo quería saber como estaba Sasuke, y después se marcharia a su trabajo. Aunque todavia faltaban dos horas mas para que abrieran la oficina. Y si su jefe se ausentaba ese día, por obvias razones, no tendría mucho que hacer en su puesto de trabajo.
El ascensor la llevó hasta el séptimo piso. Después camino por un largo pasillo, buscando con la mirada el numero 587 en las puertas de las habitaciones.
Casi al finalizar su recorrido, vio a un doctor salir de una habitacion, acompañado de otro hombre, un poco mayor. Ambos tenían caras serias, pero el médico parecia un poco nervioso. Como si la presencia del otro tipo le incomodara.
Algo le pareció curioso en esa escena. Sentía que conocía al hombre mayor de algún lado. Por eso le llamo la atención.
Les hecho un vistazo mas, antes de pasar de largo por su lado y cruzar el siguiente pasillo. Mejor no metia sus narices en ese asunto. Ya después se acordaria de ese señor.
Pero nuevamente se detuvo.
Otro hombre, de piel blanca y pelo negro le llamo la atención, pues estaba sentado sobre las sillas plásticas que usaban los familiares de los internos.
Tenia la cara hundida entre las manos. Por eso no podía verle el rostro.
"Yo lo conozco, ¿Pero de donde?"
Caminó unos pasos inseguros, intentado descifrar porque se le hacia tan familiar.
Se parecia mucho a...
El moreno levantó la cabeza por instinto al oír el inconfundible sonido de unos tacones de mujer.
La secretaria abrió los ojos de sobremanera.
Luego le vino a la cabeza el nombre de una sola persona.
—¿Itachi?
"¡Es el hermano de Sasuke¡"
...
Debido a los sedantes, Naruto permaneció inconciente por varias horas más. Sus padres tuvieron que salir del cuarto, debido a que Kushina necesitaba algo de beber y comer, porque empezaba a sentirse con una temperatura muy baja, y si no se cuidaba, podria enfermar.
Mientras ella se fue al comedor, Minato aprovechó para ir a hablar con el medico, y pedirle mas detalles sobre la recuperación de su hijo. El doctor le comentó que una vez que sanaran los huesos lesionados y las contusiones en su espalda, podria darle de alta.
Y en segundo lugar, pero no menos importante, estaba tambien el aspecto psicológico. Pues sinceramente temia que el muchacho sufriera alguna crisis emocional si es que recordaba algo de lo sucedido.
—¿Esta seguro que es buena idea, doctor?
Minato ya lo tenia asimilado. Pero quería estar cien por ciento seguro.
—Necesitan llevarlo con un psicológo, una vez se recupere. Ademas, las pastillas que le recetare le ayudaran a recordar paulatinamente. —mientras le explicaba, saco algunas hojas de su gaveta.—Le recomendare algunos profesionales en el ámbito. Son de mi entera cofianza. Ellos le darán mas consejos para que la crisis no sea muy dolorosa. Un aborto puede provocar inestabilidad emocional. Entienda que en estos casos, es mejor estar prevenidos. Así que si ve algún cambio extraño en su hijo, llevelo con alguno de ellos.
—Esta bien.—suspiro resignado, agarrando los papeles que le ofrecía. Se sentía un poco cansado. Había sido una mala y larga noche.
El medico hizo una mueca extraña, como si dudara de decir algo o no. Lo mas conveniente era que si. Pues de ese tema quería hablar con el padre de su paciente.
Carraspeó.
—Señor Namikaze. Supongo que las investigaciones del caso ya están siendo procesadas.
Minato asintió. Sus cejas se fruncieron.
—Si, por supuesto. No voy a descansar hasta encontrar al maldito que le hizo eso a mi hijo.
—¿Y no tiene idea de quien pudo haberlo hecho?
El rubio negó, apesumbrado. Eso era lo que mas rabia le daba. No saber quien era el responsable.
—Hace unas horas me llamaron. Los de la jefatura de policia. Y me informaron sobre un posible robo. Pero no comprendo porque le hicieron eso si solo querían dinero... ¡Eso es de cobardes!—se exalto al final, apretando los puños con fuerza.
Tenia ganas de salir el mismo y encontrar al monstruo que mato a su nieto e hirio de muerte a su pequeño. Pero la policia ya se estaba encargando.
Él todavía quería permanecer en el hospital y estar pendiente de Naruto, para saber mas sobre su recuperación. Además, debía acompañar a Kushina en estos momentos tan difíciles.
El medico apreto los labios.
—Escuche. Yo no tengo conocimiento de lo sucedido. —comentó, llamando la atención de Minato.— Aunque tengo cierta hipótesis.
—¿De que habla?
—¿No a pensado en el marido?
Minato no le entendió al principio. Las palabras del galeno empezaron a hundirse muy lenatamente en sus pensamientos. Pero eso era... imposible. No, no. Sasuke... Él no seria capaz de hacerle eso a Naruto. Y menos en su estado. No.
—Yo no tengo pruebas, Minato. Pero tengo muchas experiencia en estos casos. Y casi siempre son los esposos quienes atentan contra la integridad de su pareja.
La mente del rubio era un hervidero de pensamientos contradictorios. A penas escuchaba la voz del medico, pues algo hizo click en su cabeza. Ahora que lo mencionaba, no sabia porqué su yerno no estuvo en su departamento hace unas horas. Era muy tarde como para asumir que estaría aún en el trabajo.
¿Acaso había dejado solo a Naruto mientras "ellos" le estaban haciendo eso. Porque si, existia la posibilidad de que hayan sido mas de dos sujetos quienes entraron al departamento.
Quizas forzaron la puerta y Naruto trató de defenderse... Por eso lo golpearon.
Pero... ¿Porque Sasuke no se aparecía aún?
—No pretendo inculpar a nadie. Pero será mejor que lo considere...
No. No. Algo estaba mal.
—Es un delito muy grave que no puede quedar impune.
No. Se negaba a creerlo.
—Puede ser acusado por agresión e infanticidio. Le sugiero que no lo comente con nadie más, hasta esclarecer los hechos. Y no llegar a un malentendido.
No.
Sasuke no pudo haberlo hecho.
¿O si?
—Pero hágalo pronto. Ya que los culpables casi siempre huyen.
...
Itachi observó a la mujer que acababa de aparecerse hace un momento. Creia que ya la habia visto antes. Pero francamente no la recordaba. Aunque su llamativo pelo rosa, fue lo primero que capto su interés.
—Disculpa... —empezo a hablar Sakura.—Tu eres el hermano del joven Sasuke, ¿cierto?.
El moreno frunció las cejas.
—¿Y tu eres...?
—¡Ah! ¡Lo siento! —se sonrojo un poco, abofeteandose mentalmente por no haberse presentado primero.—Mi nombre es Sakura Haruno. Soy empleada de tu hermano. Mucho gusto. —hizo una leve reverencia.
"Y amante de tu hermano" iba a agregar, pero obviamente no iba a decirle algo como eso al hermano de Sasuke.
—Ah, si... ya lo recuerdo. ¿Eres secretaria de mi hermano, no?
La chica sonrió y asintió.
—Exacto, me entere hace unas horas que Naruto tuvo un accidente. Vine tan pronto pude.
Itachi hizo un leve asentimiento.
—Yo acabo de llegar. —le hizo una señal a la chica para que tomara asiento. Ella agradeció el gesto y se sentó en la otra silla. —Hace poco salieron los padres de mi cuñado. La señora Kushina fue a servirse algo en el comedor del segundo piso. Pero llegara en cualquier momento. —comento, tratando de empezar un poco de conversación.
—¿Sabes algo de Naruto? —pregunto, cambiando de tema.
Itachi apretó los labios. Después contestó:
—Lamentablemente, no. Pero el Señor Minato me comentó que Naruto esta dormido en este momento. Ya sabes, por los sedandes.
—Claro. Comprendo... —disimuladamente miro a varias direcciones. Como si estuviera buscando a alguien. —¿Y tu hermano no esta contigo?
El moreno negó, recordando que le hizo varias llamadas a su hermano, para saber en donde se había metido. Incluso le envio varios mensajes, pero todo envano. Pues Sasuke no contestaba. Incluso se le cruzo por la cabeza ir a buscarlo a su oficina.
—¿Tu no tienes idea de donde pueda estar ahora? —preguntó el varón, luego de un minuto.
Sakura suspiró.
—No en realidad. La ultima vez que nos vimos fue ayer en la noche, en la oficina. Aunque segun sé, salió un poco tarde. Por eso de la reunión con los extranjeros.
Itachi suspiró. Miro al piso.
—Es una lastima... Me pregunto en donde se metió. Estoy muy preocupado por él.
—¿El no esta en el hospital?—inquirio Sakura, sorprendida por aquella información.
Itachi negó.
—No. Segun Minato... Naruto estuvo solo en su departamento, cuando eso paso...
—¿Y Sasuke no estaba con el?
—No que yo sepa. —empezo a meditar al respecto. —¿A que hora exactamente salio mi hermano de su oficina?
Sakura cerro los ojos, intentando recordar.
—Pues... La verdad es que no lo se. —se disculpo. —Ya era muy tarde cuando le dije al joven Sasuke que me retiraba a casa. El me ordenó que me fuera, ya que él todavia estaba muy ocupado con el papeleo y un cliente inversionista.
El moreno saco su celular, para ver si tenia algún mensaje en su buzon. Decepción fue lo primero que sintió.
Nada.
Ni un solo mensaje.
¿Como era posible que su hermano estuviese desaparecido en un momento tan crucial como ese? Su deber era estar a lado de Naruto.
—Donde te metiste, hermano.... —penso en voz alta, mas para si mismo, que para la muchacha a su izquierda que estuvo mirandolo con un gesto de preocupación.
—Bueno... Yo puedo intentar llamarlo. — Se ofreció. Puede que se haya quedado en su oficina toda la noche. Fue lo que dedujo, pensando que Sasuke se hubo quedado solo en la empresa para solucionar algunos detalles del nuevo trato con los americanos.
—Eso estaría bien. —agradecio Itachi con una leve sonrisa.
Haruno sacó entonces el teléfono de su bolso, para llamar al numero de su jefe. No era algo inusual que el moreno usara dos celulares. Uno le servia para asuntos laborales y otro de uso personal.
Sasuke era, despues de todo, el presidente de la empresa Uchiha desde hace dos años. Y no podía darse el lujo de dejar todo el trabajo para el día siguiente.
Marcó el numero de su jefe, esperando a oír su voz. Pasaron varios minutos, antes de que contestara.
—Hola...
—¿Joven Uchiha? ¿Es usted?
—¿Quien habla...?
Itachi le hizo un gesto con los ojos, como queriendo saber si era Sasuke con quien estaba hablando. Sakura asintió, respondiendo al mismo tiempo.
—Sakura.
—Arg...
Se escuchó el sonido de un claxon del otro lado. La secretaria fruncio el ceño.
—¿Señor...?
—¡Mierda! ¿Que demonios quieres? —aumentó el volumen de su voz.
—Es que...
—¿¡Que!?—aquel grito le hizo a dar un respingo. Se movió incomoda en su asiento.
—Es su esposo, señor...
Por un minuto no se escucho nada del otro lado. Era como si Sasuke hubiera colgado. Se mordio el labio inferior, intentando disimular sus nervios. Finalmente Sasuke contestó:
—¿Que? ¿Es... De que hablas?
—¿No lo sabe, señor...?
—¡No, estúpida! ¡Dime de que diablos hablas!
Ese grito la obligo a alejar el teléfono, debido al susto que sintió. Itachi le miraba con ojos inquisitorios. Ella suspiró, antes de responder.
—Su.. su esposo esta hospitalizado.
Le envio una mirada de preocupación a Itachi. Algo andaba mal. Sasuke se estaba comportando de manera extraña.
Nuevamente pasó varios segundos, antes de escucharlo de nuevo.
—¡¿Que?! ¿Donde...?
—A unas calles de la jefatura de policia. La clinica Yashimoto. En el sur. Ayer me dijeron que sufrió un accidente y que...
No pudo decir nada mas. Porque empezo a oirse el sonido que indicaba que Sasuke había colgado.
—¿Que te dijo?—Itachi preguntó, visiblemente preocupado al percatarse de la palidez en su rostro.
—Que ya viene...
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C O N T I N U A R A...