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Caída libre por Otogi Rinkaku Nishimura

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Notas del capitulo:

Disculpen que no haya actualizado. Bueno, si lo he hecho, pero me había olvidado de subir aquí. 
Ire subiendo todos los días los capitulos que me han de faltar.

Para quienes quieran leer en tiempo y forma, pueden buscar en Wattpad esta historia bajo el mismo nombre.

Euforia, felicidad, amor, excitación.

Todo eso y más era lo que Jongup sentía mientras los labios de su mayor contra los propios.

El de cabello azul llevo sus brazos a rodear el cuello de su acompañante, acercándole más hacía si, provocando que el beso se intensificara aún más.

No solo sus labios luchaban por el control, sino que sus lenguas se habían sumado, entrelazándose entre sí con parsimonia.

Las manos del mayor bajaron hasta poder agarrar el borde de la camiseta que el chico con tatuajes tenía, separándose del beso todo para poder quitar aquella prenda de un tirón, dejando expuesto el torso del más bajo.

Un nuevo beso llego a iniciarse, igual o más deseoso que el anterior.

Jongup sentía su cuerpo entero estremecerse cada que los dedos de su amado rozaban contra su piel, acariciándole con cierta brusquedad de a momentos, pero que de todas formas le producían descargas de placer que iban directamente a la parte baja de su cuerpo.

Por un mero impulso, el menor logro ejercer la suficiente fuerza en los hombros de su jefe como para hacer que este se recostara en la amplia cama, recibiendo en respuesta una profunda mirada que le hizo jadear.

— Quítate toda la ropa.

Tal y como el mayor ordeno, quito cada prenda que cubriera su cuerpo, más quedándose con su ropa interior.

Al estar de esa manera, pudo aprovechar para llevar sus manos a los pantalones del mayor, desabrochando estos con cierta necesidad. Una vez que pudo bajar tanto el pantalón como el bóxer vio la virilidad de su adverso, llegando a mirar aquella parte con cierta duda.

Todo ello era bastante nuevo para el más joven, por lo que no podía evitar sentirse nervioso.

En un vano intento de hacer disfrutar a Himchan, intento recrear las mismas cosas que había visto hacer a las enfermeras del hospital con algunos guardias o médicos.

Como primera instancia tomo con su mano diestra el pene del mayor, moviendo sus dígitos por toda la extensión, intercalando velocidades para poder ver cada reacción que tuviera su opuesto.

Los suspiros que llegaban a sus oídos no hacían más que alentarle con sus movimientos, los cuales fueron aumentando cada vez más de velocidad.

Pudo sentir como poco a poco sus dedos comenzaban a humedecerse un poco, por lo cual bajo su mirada, ya que le era algo extraño aquello, viendo como del glande del mayor salía algo de pre semen. 
La curiosidad fue algo que le gano, ante lo que se inclinó en tanto asomaba un poco su lengua, deslizando esta por el sexo entre sus manos, logrando distinguir un sabor algo salado que le fue bastante agradable.

El gemido que escucho provenir de su adverso le hizo ganar la confianza suficiente para introducir todo lo posible de aquella longitud entre sus labios, haciendo movimientos lentos con su cabeza.

Sintió como una de las manos del ajeno se colocaban en su nuca, presionando esta para indicarle que fuera más rápido, lo cual no tardo en cumplir, sin importarle mucho el que le costara un poco seguir el ritmo que Himchan le pautaba.

Algunas lágrimas se juntaron en los costados de sus ojos cuando sintió como el glande rozaba contra su campanilla, ahogándolo en un momento. Solo por ello se separó, dejando un pequeño hilo de saliva que unía sus labios con el miembro entre sus manos.

Dio algunos jadeos en un intento de recuperar el aire, pero en ello sintió como el más alto le sujeto por los brazos, utilizando la suficiente fuerza para colocarle contra la cama.

Ver como el de cabello negro se colocaba sobre si para quitarle su ropa interior, dejándole completamente desnudo, fue algo que le hizo desear más y más.

Lo único que Himchan hizo fue bajar un poco más sus prendas inferiores para una mayor comodidad, separando las piernas del más bajo, acomodándose mejor entre estas.

Dolor.

El dolor que Jongup sintió fue algo que creía nunca antes haber sentido, haciéndole emitir un fuerte quejido en tanto sus ojos se cerraron con fuerza.

Sus uñas se clavaron al instante en la espalda del mayor, arañándole de forma en que llego a crear pequeñas heridas, logrando que este emitiera un fuerte jadeo tanto por la sensación de su espalda como por la sensación que le producía sentir como las paredes internas del menor presionaban con fuerza su virilidad.

Esperar a que el cuerpo del más bajo se acostumbre fue algo que no hizo, por lo que el líder de Noir comenzó a moverse con fuerza y rapidez, sin importarle el dolor que pudiera producir al chico bajo su cuerpo, concentrándose plenamente en su propio placer.

Lo único que podía hacer el de cabello azul era aferrarse al cuerpo sobre si, mordiendo su labio inferior para acallar los sonidos de dolor que se formaban en su garganta, en tanto sus lágrimas corrían por sus mejillas.

Había escuchado varias veces a su madre decir que el amor llegaba a doler, pero nunca se esperó que doliera de aquella forma tan brutal.

Pero el dolor no le importaba, escuchar los sonidos del mayor, sabiendo que este disfrutaba, era algo que le ponía feliz.

Nada le hacía más feliz en el mundo que el poder satisfacer a Himchan.

Debido a los movimientos irregulares de ambos cuerpos la cama también llegaba a moverse, provocando que la cabecera de esta chocara contra la pared, sumándose otro sonido junto a los gemidos y jadeos del lugar.

Un método que tuvo el menor para distraerse fue el dirigir sus labios al blanco cuello de su líder, mordiendo y lamiendo este, en tanto sus sollozos de dolor y placer se entremezclaban.

Finos caminos rojos surcaban la espalda del mayor, quien gruñía cada que las uñas de su acompañante se clavaban nuevamente en su piel; solo por ello intentaba dar cada vez con más fuerza, hasta que noto como el cuerpo bajo si se arqueaba a la par que daba un prolongado gemido.

Jongup creyó tocar el cielo y el infierno al mismo tiempo en cuanto las estocadas que recibía comenzaron a dar fuertemente contra su próstata, sintiendo fuertes descargas de placer recorrer por completo su anatomía. Las lágrimas habían pasado a ser de dolor a ser unas de total satisfacción, en tanto sus manos subieron por la espalda ajena hasta dar con el negro cabello, comenzando a tirar este mientras pedía por más y más.

Sus peticiones fueron escuchadas y cumplidas al instante.

Cada parte de la piel del más joven fue cubierta por completo por los besos, mordidas y lamidas del cabecilla de Noir, dejando cuantas marcas pudiera en esa bronceada tez, obviando las zonas que ya portaban tatuajes, como si solo le interesara tatuar los recuerdos de ese momento.

La habitación había aumentado unos cuantos centígrados en tanto solo podía escucharse los jadeos y gruñidos del mayor, acompañados de los fuertes gemidos y casi gritos que el menor daba.

Los movimientos solo se detuvieron en un momento, teniendo como resultado que el chico sobre la cama diera fuertes jadeos, abriendo sus ojos para intentar ver a su amado, queriendo una explicación del porque este se había detenido.

— H-Hi-Himchan hyung...

Antes de poder siquiera terminar su frase, esta se cortó debido a un particular quejido, sintiendo como el hombre sobre si se retiraba sin cuidado alguno de su interior.

Pensó que tal vez había hecho algo que le molestara, por lo que se sintió desesperado y triste.

Sentimientos que fueron olvidados cuando Himchan le volteo, dejando esta vez su pecho contra el colchón, dejando su cadera elevada.

Ante la nueva intromisión los sonidos que dejaban ver el gozo y regocijo de ambos hombres volvieron a inundar todo el lugar ya que, gracias a la nueva posición por la que había optado el mayor de todos, los movimientos eran con una fluidez mayor, dando con cada estocada un gran estímulo a su contraparte.

Jongup apretaba las sabanas bajo suyo con sus manos, importándole demasiado poco que sus cabellos se pegaran a su frente, aunque luego estos fueron quitados de una forma que bien conocía, en un contexto muy diferente al que había acostumbrado.

La cabeza del tatuado se hizo para atrás en cuanto el más alto tomo un puñado de su cabello, tirando de este con fuerza.

Los dolores en su cuero cabelludo hicieron que un rejunte de emociones se formara.

Por una parte, tenía ese actual dolor, pero que a la vez le gustaba, sumando luego las descargas eléctricas que se desparramaban por cada parte de su cuerpo ante las violentas acciones contra sí. Sentía ya su garganta arder debido a todos los jadeos, gemidos y gritos que había dado.

Inconscientemente, una de sus manos se dirigió hacía su abandonada erección, la cual palpitaba con deseos de ser atendida.

En cuanto sus dedos tocaron su propio pene sintió como si todo sentir se opacara por nuevas olas júbilo.

Solo bastaron unas cuantas caricias para sentir su bajo vientre tensarse, eyaculando sobre las blancas sabanas con un prolongado gemido, diciendo el nombre de quien seguía moviéndose.

Debido al orgasmo del menor, las paredes internas de este se contrajeron, provocando un mayor placer en Himchan, quien apoyo parte de su frente en la espalda de su compañero, dejando escapar pesados jadeos.

No tuvo que esperar más que unos pocos minutos más para terminar por correrse en el interior ajeno, evitando emitir algún sonido al morder parte del cuello de este.

Ambos chicos tardaron un momento en separarse, dejándose caer cada uno a un lado de la cama en tanto intentaban regularizar sus respiraciones.

Himchan por su parte acomodo su pantalón lo mejor posible, cubriendo sus ojos con su antebrazo. El alcohol y las sustancias consumidas junto al cansancio, provocaron que en poco tiempo cediera al mundo de los sueños.

Jongup en cambio logro incorporarse un poco. Lagrimas bajaban por sus mejillas, pero no eran de dolor o tristeza.

Se sentía demasiado feliz de haber podido entregarse por completo a ese hombre al que tanto amaba.

Al fin era por completo suyo, mientras que Himchan también al fin era completamente de él.

Ignorando todo el dolor que sentía su cuerpo agarro su pijama, colocándose este con toda la delicadeza posible para luego acostarse en la amplia cama, delineando con la punta de sus dedos el delicado de rostro de su jefe.

— Himchan hyung... Gracias.

 

25 de noviembre de 2014

11:15 am

 

— Himchan hyung, ¿Se encuentra bien?

— Uhm... Creo que sí.

La voz del líder llego a sonar algo más rasposa de lo normal, lo cual hizo que Daehyun esbozara una divertida sonrisa, en tanto se acercaba más a su superior, tenía que aprovechar que el joven Moon había ido a buscar café para el de cabello negro.

— Acaso... ¿Se divirtió anoche? Luego de un momento ya no lo vi más. —Lo único que el francotirador recordaba, era que luego de determinada hora, su líder ya no se encontraba con ellos, enterándose por boca de N que este se había retirado temprano.

— La verdad... No recuerdo nada luego de tomarme unas pastillas... Pero creo que me lleve a una buena mujer a la cama. —La sonrisa de lado que el mayor dio hizo al prodigio de las pistolas reír.

— ¿Y por qué cree eso?

— Solo te diré que... Me arde la espalda como el infierno. Lástima que la chica se fue luego al parecer. Cuando me desperté solo estaba Jonguppie preparándome el desayuno. Ah... Creo que él también se entretuvo, por mucho que intento ocultarse, pude ver unas marcas de chupones en su cuello. —La profunda risa llego a contagiar al más joven, fijando su vista en este— Pero tú no digas nada, él es muy tímido y no quiero que lo incomodes.

— Entendido, jefe~

Todo se sumió en un gran silencio cuando el de cabello azul ingreso a la sala con una taza de humeante café, acercándose a su líder para entregárselo con una pequeña sonrisa.

Jongup ignoraba todo, no le interesaba que Yongguk estuviera con resaca, que Zelo tuviera marcas en sus brazos, que Youngjae era el único lucido, menos le interesaba que Daehyun intentara acercarse. La felicidad que aún sentía por la noche anterior le tenía totalmente positivo.

Llego un momento en el que Himchan se retiró del lugar, diciendo que debía terminar de hablar con los otros líderes por los nuevos ingresos de personas que había dejado Lucifer.

En cuanto la sala se vio sin el cabecilla, todos comenzaron a hacer sus propias cosas.

Daehyun por su parte no tardo en acercarse al de cabello color índigo, viendo como una que otra marca se podía ver en el cuello de este aún con el cuello alto de la camiseta que llevaba.

— Himchan hyung me dijo que ambos pasaron una buena noche. —La voz de diversión, que ocultaba en parte tristeza, llego a hacer que Jongup tuviera un gran sonrojo.

— ¿Hi-Himchan hyung le dijo algo? —Pensar que su amado había dicho lo que había sido su noche le hacía latir el corazón con rapidez, enfocando entonces su mirada en el francotirador.

— Me dijo que ambos se divirtieron. Bueno, me alegro que hayas podido pasar una buena noche. Yo no encontré nada. —Negó con cierto pesar, más lo que decía Daehyun era pura sinceridad. Había creido que luego de determinado tiempo, podría intentar tener una oportunidad con el más novato, pero alguien se le había adelantado. Ya averiguaría con quien había estado el más bajo.

Unos toques en la puerta hicieron que todos allí se colocaran derechos, viendo como el líder nuevamente ingresaba, solo que esta vez, acompañado de dos chicos a los cuales nunca antes habían visto.

Ver dos caras nuevas no era algo normal, más antes de que Yongguk pudiera decir algo en contra de ello, la mano de Himchan se elevó, mostrando así que iba a hablar.

— Estos chicos estarán bajo prueba, ya hemos averiguado sus expedientes y pasaron la primera parte de la prueba. Él es Bang Min Soo, más conocido como C.A.P, y él es Lee Chan Hee, mejor conocido como Chunji. Quiero que los traten bien, luego les diré cuáles serán los demás exámenes dados.

El tono autoritario en el que fue dicho todo ello hicieron que los integrantes de Noir solo pudieran colocarse derechos para luego decir un ''SI'' al unísono.

Los que fueron presentados solo hicieron una reverencia, mirándose luego entre ellos con una pequeña sonrisa.

Jongup fue el único que noto aquello, pero lejos de agradarle, fue algo que activo una alerta en su interior. 

 


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