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Caída libre por Otogi Rinkaku Nishimura

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Notas del capitulo:

Actualizare una vez a la semana.

Mejor dicho, actualizare los lunes, así tendre unos momentos para actualizar otra obra que tengo aún inconclusa. 

 

El siguiente capitulo, sera el punto de vista de Daehyun~ 

25 de septiembre de 2015 




09:15 am 




  




Cuando la alarma del despertador sonó, los ojos de Jongup se abrieron con pereza, como si no quisiera despertar. Solo pensar en que iba a conocer a otras personas le hacía enfermar, ¿No podían ser solo su Himchan y él? Así como estaban funcionaba, su relación iba de manera perfecta. Pero claro, el líder quería presentarle a sus compañeros de trabajo. 




Con cierto pesar se levantó de su cama, ya que al estar molesto había optado por dormir solo, su molestia aumento cuando Himchan no le dijo nada sobre eso. 




Tardo un poco en elegir el conjunto de ropa que llevaría, según su pareja, sería algo completamente normal y sin nada importante en si, por lo que termino por decidirse por un pantalón de jean desgastado con una que otra rajadura en la zona de sus rodillas, saco de entre sus camisetas una de color negro con un estampado sin mangas, incluso teniendo la apertura de sus brazos más grande, dejando a la vista parte de sus costados. Gracias a su vestimenta, sus tatuajes podían verse sin problema alguno, y al verse al espejo, pensó en que capaz podría hacerse más, pero desechó la idea, ya no podía contar con Charu ya que Himchan le había aniquilado al no saldar su deuda. 




El solo recordar que pudo presenciar el ajuste de cuentas le hizo estremecer, podía recordar como si fuera ayer el cómo la sangre salpico incluso su rostro cuando los disparos del mayor impactaron contra el cuerpo del tatuador. Esa noche había tenido un sueño húmedo con su adorado jefe.  




  




Cuando estuvo listo solo fue hasta el baño para constatar que estuviera bien, y antes de retirarse, agarro un poco de gel para el cabello para hacer este hacia atrás. Le gustaba verse de aquella forma, se sentía bastante bien a comparación de meses atrás.  




Con pasos firmes se dirigio a la sala, en donde Himchan le esperaba, y al verle casi se quedó sin aire. El de mayor edad se veía sumamente perfecto con aquellos pantalones ajustados a sus piernas, y la camisa blanca le daba un toque de elegancia que le hacía babear. 




  




— ¿Estás listo, Jonguppie? 




— S-Si, Himchan hyung... 




— ¿Sucede algo? —El de cabello oscuro no había pasado por alto el tono de voz que el más bajo tenía, y al pensar en las posibilidades de este, llego a sonreír— ¿Estas nervioso por conocer al equipo? 




— Eh... Si, muy nervioso, ¿Y si no cumplo sus expectativas? —La verdad, era que el conocer al equipo era lo que menos le importaba, lo que estaba en su mente, era tirarse sobre el mayor para arrancarle la ropa de a mordiscos si fuera necesario, pero bien sabía que no podría decirlo. 




— Ellos no tienen porque tener expectativas en ti, porque tú, ya cumpliste de sobra mis expectativas. Eres más perfecto de lo que esperaba, Moon Jongup. —El corazón del mencionado palpitaba con fuerza, viendo como su líder se acercaba con lentitud hacía donde estaba, hasta que solo fueron unos pocos los centímetros que separaban sus cuerpos. Sus ojos casi se cerraron cuando la mano diestra del adverso acaricio su mejilla, sintiendo el impulso de ponerse en la punta de sus pies para besar al mayor, pero se contuvo de ello, quería que fuera el ajeno el que diera ese paso, más este nunca llego, ya que solo recibió un beso en su otra mejilla— Hora de irnos, no es bueno llegar tarde, detesto la impuntualidad.  




  




Un bufido escapo de sus labios cuando sintió el alejamiento. Tan cerca había estado de poder probar esos labios que tanto deseaba, y la oportunidad se había ido.  




  




11:45 am 




  




El viaje fue en el automóvil del líder de la organización por obvia razón de apresurarse lo más posibles. Las calles pasaban rápido ante los ojos del joven Moon, quien veía con cierta emoción por la ventana, al no haber visto esos paisajes en su vida. Estaba muy acostumbrado a las calles sucias de tierra del lugar donde había vivido junto a sus padres, y luego se había acostumbrado a los murales que rodeaban la institución mental en la cual había estado. 




  




El tiempo pasaba al igual que los árboles que se desvanecían rápidamente de su campo de visión, impidiéndole el seguir la cuenta que había comenzado desde el inicio del viaje.  




Noto como el vehículo iba deteniéndose poco a poco hasta entrar al estacionamiento de un gran edificio bajo el nombre de Bang Corporation.  




Cuando el automóvil se detuvo por completo pudo proceder a quitar el cinturón de seguridad, esperando a que el mayor saliera para imitar su acción, ya que no sabía si debía quedarse sentado, o si debía seguirle.  




Cuando ambos se encontraron fuera del transporte se encaminaron hacía un ascensor que había en la pared, llamándolo al presionar el botón correspondiente.  




Subir a aquel aparato fue algo bueno para el más joven, ya que al ser algo pequeño, pudo colocarse contra el más alto, sintiéndose feliz de que este no le alejara, y que incluso, pasara uno de sus brazos por sus hombros.  




  




— Hyung... ¿No le incomoda si le tomo de la mano? —Su pregunta sonaría totalmente inocente, o mejor dicho, Himchan lo había tomado como la pregunta inocente de un niño que no había disfrutado su infancia, así que solo asintió, permitiendo que el de cabello azul tomara su mano para salir del aparato cuando dio el piso 3, piso en el cual se llevaban a cabo las reuniones de los que estaban a la cabeza del poder. 




Su caminar fue lento, pero bastante calmo, el menor había olvidado por mucho cual era la razón principal de estar allí, solo podía concentrarse en el calor que su mano tenía. Le sorprendía como era posible que solo un roce de sus pieles podía encenderle tanto. 


 


12:15 pm


 




El sonido de una puerta abriéndose le quito de sus pensamientos, viendo como el mayor se adentraba sin esperar, por lo que le siguió. La vista frente a él se le hizo demasiado desagradable. 




Sus ojos viajaron por toda la sala, pudo notar como un chico más o menos de su edad se encontraba sentado en el suelo con el mando de una consola en sus manos, en tanto decía varias cosas destinadas al videojuego de guerra que se encontraba jugando en ese instante. A su lado había un sofá donde pudo notar a un hombre de más edad, su cabello castaño y algo rizado era lo más llamativo, junto a la particular prenda azul con estampado de osos que utilizaba en ese momento; este hombre mantuvo una sonrisa de lado mientras decía con una voz bastante profunda algunos consejos para mejorar el juego al más chico. La voz fina de otro chico le llamo la atención, viendo como otro chico de aproximadamente 22 años de cabello castaño se encontraba hablando por su celular de manera escandalosa, gritando a quien quiera que estuviera al otro lado de la línea que no sabía siquiera hacer cosas simples. Del otro lado de la habitación, pudo ver como otro muchacho de cabello castaño oscuro se encontraba sentado frente a una mesa llena de papeles, revisando estos una y otra vez, como si buscara algo particular. 




Solo fue necesario que Himchan carraspeara un poco su garganta para que las cuatro personas en el lugar fijaran su atención en ellos. Pudo notar a la perfección como esos cuatro pares de ojos le inspeccionaban de arriba abajo, pero ninguno hablo, o al menos hasta que el que catalogo como el mayor se levantó del sofá en el que se encontraba. 




  




— ¿Quién carajo es este niñato, Himchan? ¿Por qué viene contigo?  




— Eso, mi querido Yongguk, es algo que diré en un momento. Ahora, los quiero a todos en la mesa en este mismo instante.  




  




Pudo ver como todos hacían caso, dirigiéndose a la mesa que ya estaba ocupada desde antes. La incomodidad de Jongup era algo clara, sentía el ambiente tenso, y el solo pensar que uno de esos cuatro hombres era quien había interrumpido la cena de ayer le sacaba de quicio.  




Antes de que Himchan pudiera hablar, el chico que había estado revisando los papeles en la mesa se levantó, y sin dejar que el líder de la organización dijera algo, se inclinó con una pequeña sonrisa, tendiendo su mano al joven de cabello azul. 




  




— Jung Daehyun, es un gusto conocerte, ¿Cuál es tu nombre? ¿Trabajaras con nosotros? Puedo enseñarte lo que quieras. 




  




Daehyun, Daehyun, así que ese era quien había llamado para acabar con el hermoso ambiente que había tenido ayer a la noche con el mayor. 




No pudo contestar ninguna pregunta, tampoco quería, ya que la mano del de cabello negro impacto contra la mesa, haciendo que un seco ruido hiciera eco en el lugar, lo que fue un indicio para todos para guardar silencio. 




  




— Ahora, si no hay más interrupciones, procederé a presentar, y contestar las preguntas de Daehyun. Este chico que traje, es Moon Jongup, tiene 20 años, este mes que les he dado de vacaciones me he puesto a entrenarle. Jonguppie, te presentare. Este que vez aquí, es Bang Yongguk, es algo así como mi mano derecha, es quien nos mantiene al tanto con nuestros informantes. —Con una mano fue que pudo señalar al de cabello rizado, quien frunció un poco el ceño por ello— Este niño alto, es Choi Junhong, pero le decimos Zelo, es un poco menor que tú, pero no te dejes engañar, es muy bueno en lo que hace, he visto muchas veces la sangre correr por sus manos, y sin que tiemble ni un poco. —El chico mencionado solo pudo sonreír orgulloso de lo que su jefe decía, todo bajo la atenta mirada del de cabello azul— Este que vez con cara de amargado, es Yoo Youngjae, tiene 22, es quien te dije usa dardos como arma alternativa, y nuestro cerebro de la informativa, puede ingresar a cualquier sistema que se le diga. —La mirada del nombrado no cambio en lo absoluto, manteniendo una expresión bastante neutra pero que seguía siendo dura— Y por último, Jung Daehyun, por su parte, es multifuncional por así decirlo, pero su destreza en las armas es lo más destacable, y también su ''encanto'', nos ayuda a acercarnos a quienes queramos con ayuda de su habla. —El ultimo mencionado solo pudo dedicarle una amplia sonrisa al joven al lado de su líder, quien no le quito la mirada ni un momento— Debo decir que Jongup aprende bastante rápido, ha conseguido dominar varios tipos de fusiles, pero claro, aún hace falta que entrene más. A tu pregunta, Daehyun-ah, si, si trabajara con nosotros.  




— ¡¿Por qué tiene que trabajar con nosotros?! ¡Estamos bien siendo cinco! —Como si fuera cámara lenta, Jongup pudo ver como el poseedor de voz profunda se levantaba, confrontando así a su mayor. Su reflejo fue el ganador y, de un rápido movimiento, saco la pistola que siempre ocultaba, poniendo el cañón pegado a la frente de la otra persona, quien le miro sorprendido por el rápido reflejo. 




— Nadie... Nadie puede levantarle la voz a Hyung.  




  




Todos tuvieron una reacción diferente, Youngjae siguio totalmente indiferente, cualquier cosa que hicieran los cavernícolas que tenía como compañeros no le afectaba en lo más mínimo, con tal de que no le afectara a él. Zelo por su parte se levantó de un salto, como si quisiera frenar al chico con tatuajes, pero quedo petrificado en su lugar. Daehyun quedo sin duda impresionado, esa velocidad, combinado con la voz del menor hicieron que poco a poco una sonrisa apareciera en sus labios, vamos, que nadie en su sano juicio había desafiado así a Bang Yongguk. Este último sintió la sangre hervir, ¿Quién se creía ese niñato para apuntarle? Oh, claro que no se iba a quedar quieto. 




Sin titubear agarro el cañón del arma y lo movió un poco sin quitar la vista de quien le apuntaba. 




  




— Mira niñato, ¿Crees que me asustare de ti? Puedo apostar que el arma ni siquiera está cargada, por mucho que Himchan diga que sabes disparar, seguro sigues mojando tus pantalones. 




  




La siguiente acción del joven Moon hicieron al mayor de los seis presentes el replantearse la idea de amenazarle, ya que de un tirón movió un poco su mano, lo suficiente como para que la pistola rozara su oreja, y así mismo, apreto el gatillo para disparar, teniendo como resultado que la bala siguiera el camino hasta impactar con la pared detrás suyo.  




Bang se quedó totalmente inmóvil, sintiendo como unas gotas de sangre descendían de su oreja hasta su cuello. 




Unos aplausos y risas hicieron que todos giraran hacía el líder, quien era el causante de aquellos sonidos. 




  




— Creo que esa fue la mejor demostración que pudo dar Jonguppie de que si sabe lo que hace. Por cierto, Jongup, gracias por defenderme, pero no será necesario que lo hagas con ellos, ¿Si? 




— Si, hyung. —Diciendo ello, el chico de cabello azulado pudo guardar su arma, dedicándole una radiante sonrisa a su líder. Antes de que pudiera hablar, sintió como una mano se colocaba en su hombro, girando para encontrarse con quien se presentó como Daehyun, quien le sonreía de lado. 




— Hey, pues bueno, creo debo darte una bienvenida al equipo, hace mucho que no veía a nadie enfrentar a Yongguk hyung. Espero nos llevemos bien, Jonguppie~  




  




El tono empleado para hacer uso de aquella forma de su nombre hicieron sentir al nombrado cierta repulsión. Solo Himchan podía decirle de esa manera. 




Con un brusco movimiento pudo apartar la mano de su hombro bajo la mirada sorprendida del otro muchacho. 




  




— No me toques. Solo le permito eso a Himchan hyung.  




  




Alejarse fue lo único que se le ocurrió a Jongup hacer, dejando al chico que le había dado la bienvenida con la boca abierta, solo quería estar al lado de su amado hyung. 




Su madre siempre le repetía que cuando encontrara a la persona que amaba, nunca le dejara, ya que otras personas podrían quitárselo. Iba a hacer mucho caso a las cosas de su madre, ya que en ese instante, lo único que veía en la habitación, era a cuatro personas que podrían quitarle lo que más amaba en el mundo. 




Y nunca permitiría que le quitaran a su pareja, primero mataría a quien se le cruzara por su camino antes que dejar que se interpusieran en su relación. 




 Pero algo que no podría imaginar siquiera, era que su actitud no hacía más que provocarle una particular curiosidad y atracción al joven de apellido Jung. 

Notas finales:

Gracias por la paciencia a todos los que siguen esto~ 

 


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