Moon Jongup aceptaba algo. La paciencia no era lo suyo, menos aún cuando un chico que no conocía abrazaba de forma tan cercana a SU Himchan.
No pudo evitar hacer un intento de levantarse, mientras con una de sus manos presionaba el revolver que estaba a un costado de su cintura, dispuesto a alejar al de cabello rojo de su líder.
Pero antes de hacerlo, su vista se dirigió a la puerta, lugar por donde entraron otros cinco hombres, todos vestidos con trajes similares al del primero. Pero uno de ellos se adelanto, cruzando sus brazos a la altura de su pecho en tanto fruncía sus labios en un gesto de molestia.
— ¡Yeonnie! ¡Suéltalo! ¿Qué te he dicho sobre abrazar a otros?
Esa voz llego a denotar cierta posesión, lo que desconcertó a los que trabajaban para Himchan, quien solo emitió una pequeña risa en tanto el que le abrazaba se separaba, riendo también. N se acerco a quien había hablado antes, llevando ambas manos a su rostro para dejar algunas caricias a la zona de su mejilla, mirándole con un sentimiento que Jongup pudo describir como amor.
— Tranquilo Jaehwan, sabes que yo solo te amo a ti. Ademas, Himchan no es mi estilo y... Creo que ya tiene compañía. —Hakyeon al decir ello giro un poco su rostro, pudiendo fijarse en el de cabello azul para dedicarle otra pequeña sonrisa, la cual, esta vez Jongup correspondió al haber confirmado que ese chico no estaba detrás de su líder, el cual junto sus manos en tanto mostraba una sonrisa.
— Me alegra saber que al fin ambos oficializaron lo suyo, pero ahora deberíamos hablar sobre las cosas importantes.
Como el espacio en la mesa no era tan grande, optaron por re acomodarse. Jongup fue el primero en levantarse para ceder su asiento, colocándose detrás de la silla donde su líder estaba, pudiendo tener el acceso de rozar con sus dedos las negras hebras de cabello.
Zelo fue otro de los que se levanto junto con Daehyun, cosa que al quedar tres asientos libres, los miembros de la organización aliada pudieron acomodarse en estas.
El chico que respondía al nombre de Jaehwan tomo asiento, sonriendo ampliamente cuando el líder de cabello rojo se sentó sobre sus piernas, ignorando que esa acción pudiera incomodar al resto, aunque ya estaban todos acostumbrados.
Otro de los chicos de la organización, el cual tenía cabello rubio y un corte bastante llamativo al ser la zona del flequillo cortado en un ''triangulo'', tomo asiento mientras detrás de él se colocaba uno que portaba cabello totalmente negro y largo, el cual llevaba atado a una coleta. Los dos restantes se miraron entre si y sin actos de palabras terminaron por asentir.
El más alto de todos tomo asiento en tanto el restante se apoyaba contra la pared, mostrando una sonrisa que dejaba ver unos pequeños hoyuelos.
Antes de cualquier información, Himchan pudo presentar a los integrantes del grupo llamado ''Shangri-la'', ya que al ser Jongup relativamente nuevo, no les conocía.
El de cabello rojo inclino su cabeza en tanto mostraba una sonrisa cuando el nombre de N fue dicho, dejando en claro que era la cabeza de esa organización.
El siguiente fue Lee Jaehwan, más conocido como Ken, al igual que Daehyun, tenía una puntería bastante envidiable, siendo también la mano derecha de Hakyeon.
El de cabello rubio fue presentado como Kim Wonsik alias Ravi, era el encargado de hacer contactos o mejor dicho, el mediador de todas las fuentes de informacion.
Jung Taekwoon, preferiblemente Leo, así llamaban al de cabello negro que en ningún momento había dicho una palabra; según el mismo N, Leo era la mejor opción para cualquier trabajo en cubierto o para misiones que requirieran total discreción, ya que su personalidad callada y detallada le hacían un arma casi invisible al sumarse también sus habilidades con todo tipo de armas, una razón excelente para ser el segundo al mando.
El chico de los hoyuelos se presento él mismo como Lee Hongbin, alagando también que era de las personas que se infiltraba y recolectaba información de enemigos o gente potencialmente peligrosa para ellos.
Y por ultimo, el más alto fue presentado como Han Sang Hyuk, era el que estaba a cargo de llevar varios de los trabajos sucios; vender mercadería, dar la ''bienvenida'' a los nuevos ingresantes y también cobraba el dinero de varias deudas.
Normalmente a los ojos de Moon Jongup, cualquier persona era una potencial amenaza hacía su amado jefe, pero había notado algunos signos de que ninguno presentaba lo necesario como para que él se preocupara. A lo sumo, podía sentirse inquieto ante la insistente mirada del chico de nombre Leo, quien en ningún momento apartaba sus ojos de si con una expresión tan fria como el mismo hielo, tal como si estuviera estudiando todo.
Entre Himchan y N pudieron ir explicando el plan que habían ideado. Hongbin iba a tener que ''iniciarse'' en la pandilla de la chica, buscando ganar algo de simpatía entre ellos, diría que era un desertor de una pandilla de Corea del Norte y que tenía información valiosa sobre Kim Himchan; entregaría unos papeles con información acertada sobre la organización Noir que no eran de mucha relevancia, pero que darían al muchacho la oportunidad de ganar una gran confianza. El siguiente punto sería el que Ravi consiguiera simpatizar con los contactos de la pandilla, los cuales serian dados por Hongbin una vez Hana confiara en él.
Allí entraría Youngjae con sus trucos informáticos. Modificaría todo una vez hackear la base de datos de los contactos de la pandilla para hacer creer a estos que la líder era el problema. Como resultado, cortarían los suministros de cualquier cosa que les dieran.
Leo se encargaría de seguir los pasos de Hana día y noche, creando así una red de horarios que serian compartidos con ambas organizaciones.
Poco a poco lograrían desestabilizar esa pequeña pandilla hasta el momento en que los mismos miembros de estas quisieran rebelarse contra su líder.
Jongup y Hyuk pasarían a tomar a un miembro que Hongbin les señalaría como ''rebelde'', asesinándolo, más dejando cabos sueltos que dieran a la suposición que la misma jefa era quien le envió a asesinar. Eso daría una señal de alarma a todos los hombres que seguían a la chica.
Tanto Himchan como N sabían lo que sucedía cuando una organización se desestabilizaba. Al no haber confianza entre los miembros, estos dudarían, lo que como resultado obtendría una crisis donde haya una pequeña guerra interna.
Hongbin al seguir metido, les avisaría cuando eso sucediera. Y allí podrían entrar todos en acción. La guerra interna terminaría por romper cualquier ley y orden, convirtiendo a todos en un blanco facil de Noir y Shangri-La.
De manera obvia, el plan llevaría su tiempo. Si, podrían exterminarles de un día para el otro, no sería problema. Los 60 hombres no eran más que basura en comparación a los más de 2 mil hombres capacitados que cada organización contaba. Pero así al menos podrían entretenerse y dejarían un mensaje de advertencia a cualquier persona que intentara sobrepasarlos.
Cuando todo quedo claro pudieron relajarse. Himchan por su parte abandono la sala en la que se encontraban, mencionando que debía hablar con unos cuantos informantes, por lo que Bang fue junto a él en tanto le acotaba sobre las personas a las que vería.
Los demás casi al instante se pusieron a mejorar y pulir el plan trazado. Todo debía ser simplemente perfecto. Youngjae haciendo uso de su saber en la informática pudo ir averiguando todos y cada uno de los nombres de las personas que conformaban la pandilla que se hacía llamar ''Secret''.
Zelo por su parte ayudaba a Hongbin sobre cosas que pudiera llevar a cabo este ultimo en cuanto se infiltrara. La información que utilizarían debía ser seleccionada con total cuidado por más insignificante que fuera.
Ken y Daehyun por su parte hablaban sobre los armamentos que podrían utilizar, fusiles y calibres, miras y demás cosas que ayudarían en el final de todo ese procedimiento.
¿Leo? Él se mantuvo en una esquina junto a Ravi, en total silencio mientras el ultimo pasaba con su móvil otra información a Youngjae. Entre ambos informáticos podían sacar lo que quisieran.
Solo el lider N no hizo nada que tenía que ver con la misión. Él de piel más bronceada se acerco a pasos firmes hasta donde el joven Moon se encontraba, sentándose en el asiento a su lado para mirarle, tendiéndole en el proceso su mano.
— Se que ya me he presentado, pero me gustaría volver a hacerlo sin tu mirada asesina puesta en mi. —La pequeña risa que escapo de los labios del chico con cabello rojo solo pudo ser escuchada por el más joven, quien le miro con cierta curiosidad— Ah, ¿Crees que no note tu mirada? Diablos, podía ver el odio y los celos en tus ojos. Tal y como yo miro a cualquiera que se acerque a mi Jaehwan. Bueno, me alegra saber que Himchan encontró a alguien para amar, se que es un hombre algo frió, antipático y demás, pero en el fondo es bastante agradable. Necesita de buena compañía y creo que tu lo eres.
— Gracias... Hakyeon Hyung. —Los labios de Jongup se habían curvado en una sonrisa. N había sido la primera persona en decirle algo sobre su relación con el lider de Noir y eso le alegraba bastante— Amo a Himchan hyung, él me salvo. Cada día que pasa, junto a sus acciones solo hacen que lo ame más y más. Me dan ganas de matar a quien quiera que se le acerque. —Eso ultimo llego a decirlo en un murmullo más amargo, apretando sus dientes al contener la molestia que le producía el siquiera pensar en otra persona acercándose a su líder.
— Te comprendo. Pero bueno, tu tranquilo. Himchan no es de dejar que las personas en las que no confía se acerquen a él.
Por primera vez, Jongup llego a sentir simpatía por alguien, escuchando atentamente las anécdotas que Hakyeon le contaba, tal como lo era el como se convirtió en el líder de Shangri-La, el como había conocido a los chicos que estaban con él, incluso le comento sobre su relación con Ken.
Todo lo escuchaba con total atención, sin borrar la sonrisa en su rostro. Pero terminaron por ser interrumpidos por el chico de nombre Leo, quien se inclino hacia N, murmurando algo en su oreja que hizo que este colocara un rostro de seriedad. Acto seguido, el de piel bronceada se levanto para retirarse de la sala, en tanto todos miraban con cierta curiosidad.
17 de noviembre de 2015
21:20 pm.
Los pensamientos de Jongup estaban concentrados en el mismo lugar que sus ojos. La cocina.
Ver a Himchan cocinar era siempre algo que adoraba, ya que el gesto de concentración que tenía el mayor le hacía suspirar. Sin contenerse se levanto, colocándose a un lado del adverso para apoyarse contra el mármol de la cocina.
— Hyung... ¿Me podría enseñar a cocinar? —Sus palabras hicieron que cualquier movimiento del ajeno se detuviera. Jongup dejo ver una pequeña sonrisa cuando los oscuros ojos de su amado se fijaron en si.
— Claro, Jonguppie. Ven, te enseñare ahora.
El menor de ambos tuvo que contener los estremecimientos que amenazaban con aparecer en su cuerpo cada que el cuerpo de su líder y el propio se rozaban más de lo debido. Incluso sus mejillas habían tomado un ligero color cuando Himchan se coloco detrás suyo, indicandole así cada acción que debía hacer con la cuchilla que estaba en sus manos. Sus manos sentían el toque de su ajeno, su cuello notaba el calor de su aliento y podía escuchar cada palabra que era dicha en su oído.
Su espalda se amoldaba perfectamente al torso de Himchan. Sin poder contenerse logro girarse, abandonando la cuchilla en el mármol, para así rodear con sus brazos el cuerpo de su ajeno, abrazándole con cierta felicidad en tanto su rostro se ocultaba en el blanquecino cuello.
— Gracias por todo, Himchan hyung.
Un beso fue el que deposito en el cuello impropio, teniendo cierto miedo de ser alejado. Pero en vez de ello, solo sintió como su abrazo era correspondido mientras unos besos eran depositados en su cabello al mismo tiempo que unas manos dejaban caricias en su espalda y brazos.
— Gracias a ti por darme la oportunidad, Jonguppie.
La cena termino por transcurrir con tranquilidad, entre sonrisas y algunas pocas conversaciones serias. Y como cada noche, Moon Jongup no dudo en meterse entre las sabanas de la cama de su amado Himchan, abrazándole dormido para murmurar su infinito amor.