20 de noviembre de 2015
06:45 am
— ¡Hyung! ¡Despierte! Le he preparado el desayuno.
La sonrisa que adornaba el rostro de Jongup era por demás radiante, en tanto sus manos estaban ocupadas en llevar la bandeja con el desayuno que había preparado para su mayor.
Himchan por su parte estaba abriendo sus ojos, encontrándose con aquella escena que llegaba a causar cierta ternura.
— Vaya, nadie en mucho tiempo me ha hecho un desayuno así. Te lo agradezco, Jonguppie.
— No debe agradecer, lo hago con todo el gusto del mundo.
En la bandeja podían verse diferentes comidas y cosas. Tostadas, galletas dulces y saladas, pequeños potes con mermeladas de diversos sabores, una taza de café americano, un vaso lleno de jugo exprimido de naranja y un plato lleno de algunos panqué con jarabe.
Al ser bastante la comida, el mayor de ambos llego a darle de vez en cuando de comer al de cabello azulado, quien recibía con toda felicidad la comida que su amado le daba.
Entre pequeñas risas pudieron terminar lo bastante rápido aquel desayuno como para luego cada uno tomar su acostumbrado baño.
Himchan por su parte tenía que encontrarse con N y otros lideres más, una típica reunión de lideres de los territorios. Simples políticas para evitar conflictos infantiles que terminarían con ningún provecho. Para desgracia del menor, no podía estar presente en esa junta por unos protocolos de seguridad. Al menos el mayor le había dejado en claro de que siempre iba armado y que si le necesitaba le llamaría.
01:15 pm
— ¿Qué carajo le pasa a Moon? —La gruesa voz de Yongguk llego a salir en forma de murmullo a sus cuatro compañeros sin quitar la mirada del joven tatuado, quien desde que había llegado hacía más de 4 horas no había hecho nada más que sentarse en el sofá, mirando la puerta casi sin parpadear.
— Espera a Himchan, ya sabes, hoy era la reunión con los otros lideres. —Youngjae llego a sonar algo raro, siendo eso producido al tener la boca llena de alimento. Pero solo había respondido de forma automática, ya que no le era interesante la razón del porque el más nuevo se encontraba allí.
— Tsk, es como un perro faldero de Himchan, que asco.
— Bang hyung, creo que debería guardarse esas palabras, al líder no le agradarían. —Daehyun había intentado sonar desinteresado, pero no había logrado contenerse. La gran atracción que sentía por Jongup le hacían defenderlo por mucho que el joven no le quisiera dirigir la palabra.
La conversación había llegado a su fin cuando el francotirador se levanto, caminando con pasos calmados hasta el sofá donde la persona de la cual hablaban se encontraba, todo con el fin de poder sentarse a su lado.
Ver como no había provocado ninguna reacción le hizo sentir algo confundido, por una parte estaba triste por no haber conseguido siquiera una mirada del chico, mientras que otra parte estaba feliz de no haber recibido una amenaza silenciosa. No sería la primera vez que Jongup dejaba ver la pistola que llevaba cuando se le intentaba acercar, diciéndole así que le quería lejos.
— Hey, Jongup, ¿Esperas a Himchan hyung? —Intentaba que su voz sonara lo más amigable posible, pensando en no obtener una respuesta, pero su felicidad aumento cuando diferencio la particular voz del chico más bajo.
— Si...
— Tranquilo, siempre suele tardar mucho. Himchan es un hombre con un carácter fuerte, por eso siempre entra en algunas discusiones, pero siempre termina ganando... ¿Alguna vez te comente como conocí a Himchan? —La pregunta que formulo llego a darle curiosidad al novato, quien volteo para mirarle, así que no dudo en dedicarle una pequeña sonrisa.
— ¿Cuando y como conociste a Himchan hyung?
— Bueno... Yo le conocí cuando tenía 16 años, me encontraba metido en las peleas callejeras, apuestas ilegales, junto a ''concursos'' de disparos. Yo había entrado en ese mundillo cuando tenía 14, todo porque me habían dicho que si lo hacía bien podía ganar buen dinero. Y el hambre es algo que no puede saciarse muy fácilmente, menos si eramos dos bocas. —Sabía que la curiosidad del menor aumento cuando menciono la ultima frase, por lo que Daehyun saco su móvil, buscando en la galería de fotos hasta dar con una foto de él junto a una chica un poco más joven que él— Ella es Hye, mi hermana menor, nos llevamos 4 años, es la única familia que tengo y por lo que daría toda mi vida. Un día cuando yo estaba fuera un hombre le robo y la golpeo... Ella era una niña de solo 12... Me sentí muy impotente, no había podido defenderla, llore como un idiota. Unas semanas después conocí a Himchan, me dijo que había escuchado de mi puntería y que me necesitaba en su organización. Yo la verdad quede sorprendido, ¡Himchan era muy joven! Él heredo Noir a los 17 luego de que su padre fuera asesinado y había vengado a este, la verdad, por muy delicado que Himchan parezca, es una persona a la cual no me gustaría tenerla de enemiga. Bueno, él me ofreció protección y dinero, ahí recordé el suceso con mi hermana y no dude en aceptar. El dinero que gano aquí hace que mi hermana pueda estudiar en los mejores lugares y pueda vivir bien, nadie se mete con ella y eso me pone feliz. Si a ella le pasara algo, yo moriría.
— Ya veo... Tu hermana es bonita. —En todo el relato, los ojos de Jongup no se habían apartado de aquella foto, mejor dicho, de la figura femenina en esta— ¿Himchan hyung tiene hermanos? ¿Algún otro miembro tiene hermanos?
— Himchan es hijo unico hasta donde yo se. —La mirada de Jung se paseo por toda la habitación, como para confirmar que nadie le estaba escuchando— Bueno, Youngjae es huérfano y no tiene ningún hermano u hermana. Junhong tiene un hermano mayor, pero no trabaja en la organización, ya que prefirió seguir siendo un simple sirviente de la familia Bang... Y Yongguk hyung... Él... Tenía un hermano gemelo.
— ¿Tenía?
— Si, Yongnam era su nombre. Pero murió hace unos pocos años. La verdad es que él no trabajaba con nosotros, pero fue un ataque personal a Yongguk hyung. Creo fue la única ves que vi a Yongguk hyung y Himchan hyung llorando.
— Himchan... ¿Llorando?
— Si, crecieron juntos, por algo Yongguk y Himchan son cercanos, son como hermanos, aunque por mucho tiempo se creyó que los dos... Ya sabes. —Daehyun al decir ello hizo una seña con dos de sus dedos. Jongup llego a apretar sus dientes al reconocer lo que quería decir— Pero bueno. Himchan personalmente junto a Bang hyung se encargaron de las personas tras la muerte de Yongnam. Cuando regresaron ambos estaban sus ropas estaban completamente llenas de sangre. Nadie logro hacer que Himchan hablara, él solo se mantenía abrazándose a un oso de peluche que Yongnam le había regalado en uno de sus cumpleaños. Ese peluche se volvió un tesoro y se pone histérico cuando alguien lo agarra, por eso simplemente lo oculto.
Saber que su líder tenía un tesoro tan preciado le hizo sentir algo raro, junto a una rabia por los celos. ¿Era posible estar celoso de alguien que ya estaba muerto? Claro que si, pensar y saber que Himchan había querido tanto a alguien como para él mismo manchar sus perfectas manos le hizo temblar. La voz de Daehyun se apago a su alrededor, ignorandole al estar encerrado en todos sus pensamientos.
01:50 pm
El sonido de la puerta abriéndose hizo que Jongup se levantara con entusiasmo, no conteniendo una amplia sonrisa al diferenciar la silueta de su líder adentrarse en la sala.
— ¡Himchan hyung! —Haciendo caso a su instinto no dudo en acercarse al de cabello negro, rodeandole con sus brazos para abrazarle con fuerza en tanto ocultaba su rostro en el blanco cuello— Le he extrañado mucho... ¿Le ha ido bien? —Las caricias que recibía en su cabello le hacían estar tranquilo, ignorando las miradas de los otros miembros de su equipo.
— Si, me ha ido bien, Jonguppie. Ademas, yo igual te extrañe, pequeño. —Himchan llego a mostrar una pequeña sonrisa al decir ello, dedicándosela de manera exclusiva al chico que tenía entre sus brazos.
Según el líder Kim al resto de su equipo, habían vuelto a coordinar con las otras organizaciones para quedarse con el territorio actual, solo que con unas ligeras diferencias. Gracias al asunto de Hana, todos los lideres habían accedido a donar unas pequeñas porciones de sus territorios para que pudieran ser utilizados por los miembros de Noir, claro, si es que estos no interferían en las rutinas de los otros grupos.
A vista de Himchan, toda otra organización era solo un escalón que tarde o temprano cruzaría. Solo tenía buena afinidad con Shangri-La y todo porque estos ya estaban enlazados desde la época de su abuelo. N se había convertido en un buen hombre con el que hacer negocios. Demas organizaciones no le daban problemas, sacando claro a una de las más pequeñas, que a pesar de tener limitados miembros habían sabido tener su provecho. El líder de esa organización, de nombre Choi Minho, solía ser una gran traba en la mayoría de los planes de Himchan, aunque este nunca dijera nada para no demostrar su molestia.
Aunque luego una idea cruzo por la cabeza del líder de Noir.
07:10 pm
—Jonguppie, ¿Podrías prepararme un té? La verdad, estoy algo tenso. —La voz del hombre de cabello negro fue bastante suave, terminando por dar un suspiro en tanto se acomodaba en el sofá de su vivienda.
— Claro hyung, como usted desee.
El dicho ''Sus deseos son ordenes'' se podía implementar demasiado bien en Moon Jongup, quien había comenzado a hervir agua mientras buscaba un té adecuado para su mayor.
En su búsqueda llego a encontrar un té de tilo, tomando la caja entre sus manos, delineando el dibujo que contenía la caja en tanto su mente se desconectaba por unos segundos ante un fugaz recuerdo.
''Estaba ya acostumbrado a que su piel estuviera marcada de colores morados en la zona de su torso y vientre, pero eso no significaba que ya no llorara del dolor. Por suerte, su madre siempre estaba allí para acariciar su cabeza mientras le dedicaba palabras de amor.
Esa vez el dolor para su suerte no era tan fuerte, así que podía al menos caminar, teniendo cuidado de no golpearse para no hacer las heridas más dolorosas. Cuando llego a la cocina pudo diferenciar a la mujer que le había dado la vida, acercándose a esta al ver como bebía un liquido que por lo caliente llegaba a emanar algo de vapor.
— Mami... ¿Qué es eso? —La curiosidad infantil era algo muy normal en él, cada cosa que no sabía no dudaba en preguntarle a su madre, quien ante la pregunta le miro con una pequeña sonrisa.
— Es té de tilo, sirve para relajarse luego de un mal día.
— ¿Tuviste un mal día? ¿Hice algo malo? —Pensar que había hecho algo que hiciera molestar a su madre le hizo bajar su rostro, más lo volvió a elevar al escuchar la delicada risa de la mujer.
— Claro que no, bebé. Otra persona me hace agarrar muchos nervios... Y para calmarme tomo esto.
— Entonces... ¿Ese té es para cuando una persona te hace sentir mal?
— Si, cariño. ''
Sus ojos se cerraron un momento, suspirando luego para preparar ese té. Era ideal para los nervios que su amado había mencionado. Pero la incógnita ahora era una. ¿Qué o quien era lo que tenía nervioso a Himchan?
Una vez la taza de té estuvo lista la llevo hasta donde el contrario se encontraba, ofreciendosela con una sonrisa que fue correspondida al instante.
Mientras veía como el liquido era tomado pudo sentarse al lado del más alto, viendo cada facción con suma detención hasta que sintió que era buen momento para preguntar.
— Uhm... Himchan hyung... —Su llamado tuvo el efecto esperado, ya que el de cabellera negra giro su rostro hacía el, interrogándole con una mirada por su llamado— ¿Qué es lo que lo tiene nervioso? No es bueno estar nervioso.
— Lo se... Pero no puedo evitarlo. —La profunda voz de Himchan llego a decir ello con un tono bastante amargo, lo que hizo que el pecho de Jongup doliera. ¿Qué tenía tan mal a su líder para escucharle así?— Es solo que... La junta siempre me pone así... O bueno, mejor dicho, alguien. —Otro trago al té fue el que dio, como si ello le ayudara a buscar las palabras que quisiera decir— Ese hombre me pone los nervios de punta...
— ¿Quien es? —El de cabello azul ladeo un poco su rostro, queriendo saber el nombre de esa persona que atormentaba a su adverso.
— Su nombre es Choi Minho, es el líder de la organización Lucifer. Hace pocos años ellos se unieron a la junta. Se que parece que es simpático pero... Estoy seguro que quiere hacer algo contra mi y Noir... Pero... No puedo hacer nada. —La voz del mayor llego a quebrarse por un momento, cubriendo con una de sus manos sus ojos, negando luego— Disculpa que tengas que escucharme así.
Moon Jongup sintió como se olvidaba de respirar. Frente a él estaba su amado Himchan, viéndose totalmente abrumado por otra persona. ¿Hacer algo contra él? Oh claro que no, nunca permitiría que alguien intentara algo contra la persona que amaba.
¿Choi Minho?
Él se encargaría de esa persona, así podría ver de nuevo la sonrisa de su adorado Channie.
Con fuerza pudo abrazar el cuerpo del mayor, besando la mejilla de este reiteradas ocasiones, queriendo con eso transmitirle el amor y el apoyo necesario. Al parecer ello resulto, ya que el más alto se incorporo un poco, dedicándole una muy pequeña sonrisa.
— Gracias por escucharme, Jonguppie... Yo... No se que haría sin ti.
—No debe agradecer, hyung... Yo haría todo por usted.
— Ya he terminado el té... Estoy agotado... Iré a descansar un momento, ¿Si? Puedes hacer lo que quieras.
— Yo... Saldré un momento.
El asentimiento dado termino por ser lo necesario para que el de cabellera azul se levantara, agarrando un bolso que siempre portaba para salir por la puerta. Su objetivo en ese momento era claro, por ello no vio la sonrisa ladina que se formo en el líder de Noir, el cual luego de su salida comenzó a reír un poco, mirando la foto del líder de Lucifer en su móvil.
— Choi Minho... Hora de dormir bajo tierra.