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Day by Day por NamiShion

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Capítulo V
No todo es tan sencillo

 

                No hacía tanto calor, pero la clase del día acababa de terminar así que la respiración de HoSeok era pesada, como si estuviera desesperado por un poco de aire. Habían comenzado a preparar una presentación y, a pedido de JiMin y de él, el profesor les había dado permiso para quedarse después de hora para practicar, siempre y cuando no se exigieran demasiado. De esa forma, la sala de ensayo se había convertido en su centro de reunión para aquel día.

A modo de agradecimiento hacia sus amigos, quienes habían aceptado quedarse allí con ellos, prometió comprar bebidas para todos. SeokJin se había ofrecido a acompañarlo para ayudarlo a llevar las cosas, su estado aún no era el mejor así que JungKook se había apresurado a decir que iría él. “Eres un buen chico”, había dicho el mayor, para luego despeinar sus cabellos a modo de cariño. Si bien JungKook era alguien bastante tímido, comenzaba a acostumbrarse a esas muestras de cariño y, en ocasiones, las añoraba.

 

—Tenemos todo, ¿cierto? —HoSeok comprobó los distintos pedidos, habían comprado una caja de donas también.

—Creo que sí —asintió  tras contar la cantidad de vasos que llevaban entre ambos, era una suerte que Starbucks quedara tan cerca.

—Gracias por haberme acompañado, Kookie.

—No te preocupes, Jin hyung aún no está del todo bien y es bueno que los demás descansen un poco.

 

                Salieron de la tienda y apuraron el paso. Sin embargo, no habían avanzado más que unos metros cuando una voz que se dirigía a HoSeok llamó la atención de ambos. Al ver de quién se trataba, el semblante del chico se ensombreció. Se dispuso a seguir caminando pero otros dos chicos se apresuraron a colocarse ante ellos. JungKook no entendía qué sucedía, pero cuando uno de aquellos chicos comenzó a empujarlo hacia un callejón, no pudo hacer mucho, la fuerza de éste era grande.

 

—¡Déjenlo en paz! ¡Él no tiene nada que ver!

—Claro que tiene que ver, si se junta con HoSeok el gay, debe ser igual que tú.

 

                Los dos amigos se vieron rodeados por cinco chicos en aquel callejón, lejos de las miradas curiosas. El ambiente era muy tenso, nadie decía nada. Finalmente, aquel que parecía ser el líder del grupo, se acercó a ellos y tomó una de las pocas bebidas frías que habían comprado. Tras darle un trago, sonrió, le quitó la cubierta superior y la volcó sobre la cabeza de HoSeok. Los dos chicos se quedaron paralizados, fue un segundo que se convirtió en eternidad. La quietud se quebró en el momento en que el vaso cayó al suelo, vacío. Aquella fue la señal. El desconocido golpeó a HoSeok con tal brutalidad que lo lanzó al suelo.

 

—¡Hyung! —JungKook no tuvo tiempo de preocuparse pues, al instante, un puñetazo en su vientre lo dobló, arrebatándole el oxígeno. Un segundo chico lo aferró de sus cabellos y, tras jalarlo al suelo, comenzaron a patearlo. Las bebidas de ambos se derramaron por el suelo, pero el dolor era demasiado como para notarlo.

 

                Al ver que estaban atacando a JungKook y que el menor no había podido hacer otra cosa que ovillarse, escondiendo la cabeza entre sus brazos para evitar los golpes allí, se enfureció. No era la primera vez que se metían con él, pero habían involucrado a uno de sus amigos y, con eso, se habían pasado de la raya. Se incorporó, con la nariz sangrante, y se lanzó hacia quien había comenzado aquello. Dos pares de brazos lo sujetaron con fuerza para gracia de aquel chico, quien no dudó en utilizar a HoSeok como saco de boxeo.

 

—Maldito homosexual.

 

 

—¡Aquí están! —la voz de JiMin llamó la atención de los demás. Un quejido brotó de los labios de HoSeok, un sollozo de los de JungKook. Cuando se acercó a ellos, el horror se adueñó de su expresión, sus dos amigos eran un desastre.

—Dios mío… —SeokJin corrió hacia JungKook al tiempo que NamJoon corría hacia el otro herido. Tomó el rostro del menor entre sus manos. Tenía unos cuantos moretones pero su nariz no estaba rota—. ¿Kookie? Mírame, necesito que me mires —al aludido le costaba enfocar su mirada.

—Tenemos que llevarlos a un hospital —dijo NamJoon. Se pasó uno de los brazos del bailarín por el hombro y lo sujetó con cuidado por la cintura—. ¿Estás listo? Uno, dos… —apenas había intentado levantarse cuando el grito de HoSeok lo obligó a recostarlo en el suelo—. HoSeok no puede moverse. Necesitamos una ambulancia.

 

 

                Una punzada en su cabeza lo arrastró a la realidad, la bruma que lo había envuelto hasta el momento se disipó y, para su desgracia, fue consciente de cada dolor que su cuerpo padecía. Un gemido escapó de sus labios antes de que siquiera abriese los ojos y al instante sintió una presión en su mano derecha a modo de respuesta.

 

—Tranquilo, estás bien —la voz de SeokJin era reconfortante. Intentó abrir los ojos pero la luz era demasiado fuerte, tardó unos instantes en acostumbrarse. Sin soltar su mano, el mayor estiró la otra para acariciar sus cabellos, haciendo lo posible por que JungKook se mantuviese relajado. El contacto con la venda en su frente le desagradó.

—Jin hyung… —susurró JungKook, intentando enfocar la mirada. Intentó cubrirse los ojos con su mano libre pero, para su horror, no podía estirarla—. ¿Qué está pasando?

—Saliste muy lastimado, JungKookie. HoSeok y tú fueron atacados por unos viejos compañeros suyos, estás en el hospital. Si bien no es grave, recomendaron que pasaras la noche aquí. Tus padres vienen en camino.

—¿Cómo está HoSeok hyung?

—¿Podrías preocuparte por ti para variar? —una tercera voz irrumpió en la conversación y TaeHyung apareció en su campo de visión.

—Él estará bien, pero no podrá bailar por un tiempo. Él salió mal parado. Su pierna está quebrada, según dijo el médico, tenía la suela de un zapato marcada en la piel. No entiendo cómo algunas personas pueden ser tan crueles.

—A ellos les molesta que HoSeok sea gay, supongo que tomaron el quitarle lo que más ama como un castigo justo.

—No pude hacer nada por ayudarlo… —al escuchar aquellas palabras, SeokJin presionó ligeramente el agarre.

—No fue tu culpa, eran cinco contra dos.

—Esos cobardes…

—¿¡Qué acaso estás loco!? —los gritos del hombre que acababa de abrir la puerta hicieron que los tres se giraran—. ¡Metido en una pelea! No te hemos criado para eso JungKook. Estamos muy decepcionados de ti.

 

                TaeHyung frunció el ceño ante la actitud del hombre ante él. Así que aquel era el hombre que golpeaba a JungKook. Al ver aquel tonto enfado, sintió un irremediable deseo de estamparle el puño en la cara de la misma forma que horas antes habían hecho con HoSeok. ¿Cómo se atrevía aquel hombre a quejarse después de lo que le hacía al menor? Sabía que no podía hacer nada, aquel no era el lugar adecuado para montar un espectáculo, con todos los moretones que JungKook tenía, era probable que los de aquel sujeto quedaran tapados.

 

—Ya hemos firmado la salida del hospital, nos vamos.

—Pero… Kookie apenas puede moverse, no es recomendable que se marche hoy —SeokJin se estremeció ante la mirada que le dirigió aquel hombre.

—¿Acaso me estás diciendo cómo cuidar a mi hijo?

—Solo pienso lo me… —se obligó a guardar silencio, acabando por bajar la mirada.

—Nos vemos. Tu madre y yo te estaremos esperando fuera de la habitación.

 

 

—¿Hm? —NamJoon levantó la mirada al ver que sus dos amigos se acercaban por el pasillo. HoSeok dormía en el interior de la habitación, acompañado por YoonGi y JiMin. SeokJin se sentó junto a él y reposó la cabeza en su hombro. Al verlo tan agotado, NamJoon no se quejó.

—Los padres de Kookie vinieron por él y se lo llevaron a casa —explicó, soltando un suspiro—. Él apenas y podía caminar… —TaeHyung, junto a él, se aisló en sus propios pensamientos—. ¿Cómo está Hobi?

—Descansando… No podrá bailar hasta quién sabe cuándo. Sonrió a pesar de todo, pero no se lo ve muy bien, JiMin y Suga están con él.

—Pobre Hobi…

—La gente puede ser muy cruel —la mano de NamJoon se cerró en torno a la de SeokJin, apretándola con fuerza—. No es la primera vez que se meten con él, debí haberlo acompañado yo.

—No es tu culpa. ¿Cómo íbamos a saber que algo así sucedería?

—Si hubiese estado allí, las cosas no habrían resultado tan mal. Tengo que protegerlos…

—NamJoon… —Jin lo miró a los ojos. A pesar de la situación, sus labios se curvaron en una pequeña sonrisa—. No puedes cuidarnos por siempre, no somos niños. No es tu culpa —un acceso de tos logró que la preocupación se adueñara nuevamente del moreno, quien palmeó la espalda de su amigo.

—Deberías ir a casa a descansar, aún no estás del todo bien —TaeHyung intervino en la conversación. Clavó su mirada en NamJoon—. Acompáñalo o el cabeza dura no se irá. Yo me quedaré, los llamaré si pasa algo, aunque HoSeok hyung estará bien, solo necesita descansar.

—Pero…

—Nada de peros, necesitas descansar. No ganas nada estando aquí, tan solo preocuparnos.

—TaeHyung tiene razón —NamJoon se puso de pie y ayudó al castaño. TaeHyung los miró con aprobación—. Pasaré la noche en su departamento, si necesitan algo, cualquier cosa, solo llama. ¿Quieres que te compre algo antes de irnos?

—No, estoy bien. En un rato iré a comprar algo para los demás y aprovecharé a comer.

 

                Una vez solo, el rostro de TaeHyung se convirtió en una mueca. ¿Estaría bien JungKook? El dejarlo a solas con aquel hombre lo asustaba, más aún después de ver cómo le había gritado. Necesitaba calmarse, pero su mente no paraba de imaginar las peores situaciones. Estaba tan nervioso que no vio el mensaje en su teléfono hasta horas más tarde.

 

JungKook: No te preocupes, mi padre solo me gritó. Siento que hayas visto eso. Estoy bien.

Notas finales:

¡Hola lectores! Hoy les traigo un capítulo cortito, pero espero que les haya gustado (últimamente mientras escribo, estoy sufriendo horrores). Estos días estuve un poco ocupada y no me sentía del todo bien peeeero igual cumplí mi promesa de las tres publicaciones semanales. Lamentablemente, la semana que viene retomo la facultad y, si bien voy a seguir escribiendo, no voy a poder actualizar tan seguido como ahora (de todas formas, va a haber mínimo un capítulo por semana, dependiendo de mi tiempo libre).

¡Espero que estén disfrutando (y sufriendo) de la historia! Como siempre, muchas gracias por los comentarios y por seguir ahí.

¡Nos vemos la próxima!
Nami,,


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