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Segundas oportunidades por Ncox

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Notas del capitulo:

Yu Gi Oh no me pertenece.

“Si te hace sentir mejor, no se lo diré a nadie, te lo prometo” me acerque y le abrase por la espalda, estaba sudado, pero no me importaba, nunca me dio asco tocarlo mientras estaba sudado.

Estuvimos así durante un buen tiempo, hasta que se logró calmar, el lado derecho de mi cara estaba completamente pegado a su espalda y mis manos pasaban por su cintura y torso, le sentí moverse un poco, una de sus manos se posó sobre la mía que estaba en el centro de su torso.

“Lo siento” Se disculpó con voz neutra mientras acariciaba mi mano con la suya.

“No te disculpes, porque no fue tu culpa… y jamás lo fue” Levanté la cara de su espalda para apoyar mi mentón en su hombro, él veía lo poco que se podía ver de luna por la ventana, parecía perdido en sus pensamientos, así que no dije nada más, tenía que buscar una solución para esto y rápido.  

 

Dos parpados se abrieron para dejar ver las dos esmeraldas que escondía, el peliblanco se giró hacia la izquierda para toparse con un par de pectorales de piel blanca frente a él, el menor sintió los brazos del mayor rodear su cadera, Bakura lo abrazaba como la última vez, pero esta vez la escuela no iba a impedirle disfrutar de los brazos del otro, Ryou se acercó al pecho y apoyó su frente contra él cerrando los ojos y pasando una de sus manos por la espalda de su yami, hasta el punto de poder tocar la punta de sus cabellos, los cuales acarició enrollándolos en su dedo y jalándolos un poco.

El cabello de Bakura era muy suave casi tanto como el de su luz, pero Ryou lo cuidaba mucho más, el antes mencionado sintió como su oscuridad lo tomaba más fuerte de su cadera para ser arrastrado hacia arriba donde su cabeza quedó en el hueco que había entre el hombro y cuello del oji carmesí, todo esto para que este pudiera meter su nariz y boca en los blancos cabellos de su compañero de casa y este caso de cama.

Ryou sabía que el comportamiento de los dos no era así entre amigos, sin importar la confianza, más se trataba de engañar escudándose en las mentiras de que hacía frío y solo buscaban calor y que tal vez Bakura aún se sentía mal por lo que soñó anoche y solo buscaba confort.

Tiempo después Ryou volvió a despertar, acomodó la cabeza en su almohada que se movía de arriba abajo como si respirara, pero las almohadas no están vivas, entonces ¿Por qué esta sí respiraba? Solo había una respuesta, Ryou no estaba sobre una almohada, el peliblanco menor abrió los ojos para encontrarse nuevamente con el pecho de su yami, pero esta vez estando sobre él, con uno de sus pies en medio de los del mayor y con los brazos de este último aún en su cintura.

 La “almohada humana” se removió un poco quitando los brazos de la cintura de Ryou para estirarse, bajó la mirada para encontrar a su luz con los ojos cerrados, pero sabía que este no estaba dormido.

“¿Hace cuanto estas despierto?” preguntó poniendo sus manos detrás de su cabeza.

“¿Cómo lo supiste?” dijo el oji esmeralda abriendo los ojos y moviendo su cabeza para poder ver a los ojos al mayor.

Este solo se encogió de hombros “¿Cómodo?” Dijo un poco burlón con una sonrisa de medio lado.

Al percatarse de esto, la cara de Ryou creó un nuevo tipo de rojo en su cara, por lo que de inmediato de sacó de encima del pecho de Bakura “¡Lo siento!” dijo sentándose en la cama rápidamente.

“Jajajajajajaja” Bakura rio al ver el comportamiento de Ryou y este último lo miró confundido por un momento, para después poner una pequeña sonrisa en su rostro, hacía semanas o más que no lo veía ni oía reír, el oji carmesí notó que la mirada y sonrisa que le daba el otro y paró de reír para ver extrañado al otro ¿acaso no debió haberse reído?

“¿Qué?” preguntó un poco a la defensiva.

“No es nada, es solo que… me gustaría verte sonreír más, te vez mejor que cuando estas serio, tu risa y sonrisa son muy bonitas” Ryou sentía sus mejillas calentarse un poco de nuevo.

Por otro lado, Bakura se sorprendió al recibir el cumplido ampliando un poco sus ojos, pero segundos después recuperando la compostura frunciendo un poco el ceño para volver a su seriedad y girando la cabeza hacía su derecha para que Ryou no viera la sombra rosada que se formaba en sus mejillas y el puente de su nariz.

“E-entonces deberías hacerme reír más” dijo viendo a su hikari por el rabillo del ojo para después seguir viendo hacia el otro lado.

“Está bien, como quieras” El oscuro escuchó esto extrañado, por lo que volvió la cara para ver al otro, pero lo único que vio fue a su luz lanzársele encima.

“Jajajajajajajajajaja b-basta Ryou ¡para!” Bakura se revolcaba por toda la cama tratando de quitar las manos de Ryou de sus costados, su hikari si que sabía que puntos debía tocar. N/A: ( v5;° v0;b2; v5;°) xD

“Tu dijiste que te hiciera reír más, ahora no te quejes” Dijo Ryou sonriendo de diversión al molestar a su yami.

“Jajajajajajaja ¡detente!” El oji carmesí logró agarrar las manos de su alter-ego y así poder detenerlo en su ataque de cosquillas, aplicó algo de fuerza y volteó a ambos, quedando ahora él sobre Ryou y apresando las manos de este contra la cama.

Bakura respiraba rápidamente por el “ataque” y el peli blanco menor también lo hacía por el esfuerzo que hizo al tratar de no ser detenido y tenía aun esa pequeña sonrisa en su rostro.

Se veían a los ojos mientras trataban de controlar sus respiraciones, inconscientemente se fueron acercando poco a poco, lentamente hasta que sus labios estaban a milímetros de tocarse, podían sentir la respiración del otro, abrieron un poco los labios para darle acceso a los labios del otro, más todo el momento fue interrumpido por el furioso rugido del monstruo que habitaba en el estómago del peliblanco más grande.

Al ser sacados de su ensoñación, ambos se separaron rápidamente del otro los más lejos que pudieron aun estando en la cama, estaban más que colorados, Bakura estaba dándole la espalda a Ryou, pues estaba sentado al borde de la cama y su luz estaba sentado con la espalda totalmente pegada lo más que pudo al respaldar de la cama con una mano tapando su boca.

“Y-yo… iré aaaa…preparar el d-desayuno” El oji esmeralda se levantó y salió rápidamente de la cama y de la habitación.

El único en la habitación llevó una mano a sus labios, estuvo a punto de probar esa jugosa boca, esos rosados pétalos que lo llamaban cada vez que se movían, el hecho de imaginarlos le hizo sentir una presión creciente en sus pantalones de dormir negros, bajó la mirada al bulto allí formado poniendo sus manos cada una sobre el borde de la cama a cada lado suyo.

¿Debería? Pensó, no, no podía hacer eso, irrespetaría a su hikari si lo hiciera, pero de seguro se sentiría muy bien, ¡pero no podía hacerlo! No podía dejarse llevar por sus hormonas locas de adolescente, ¡no podía caer tan bajo por deseos mundanos! Además, Ryou podía volver en cualquier momento, después de todo esta era su habitación.

 El oji carmesí escuchó la voz de su hikari llamarlo a la cocina, de seguro ya estaba listo el desayuno.

Ryou escuchó a alguien entrar a la cocina y arrastrar una silla para sentarse, se volteó para servir el desayuno a su oscuridad sin dirigirle la mirada aún avergonzado y estaba seguro de que el otro tampoco se la estaba dirigiendo y también se sentó a comer.

El menor de los peli blancos no quería que el resto de su día fuera así de incomodo, por lo que se atrevió a tratar de entrar en el tema que le estaba preocupando hace tiempo.

“Ammm ¿Kura? ¿puedo hacerte una pregunta?” preguntó inseguro al no saber si esto mejoraría o empeoraría las cosas hoy.

Oh no, que no sea por lo que sucedió en la habitación, por favor Ra ¡que no sea por eso! Pensó con angustia y nervios el hombre sentado frente a Ryou.

“¿Sobre que?” preguntó aun dando plegarias.

“Es sobre lo que pasó anoche” ¿anoche? Pensó extrañado el otro, pero recordó lo que sucedió anoche, la maldita pesadilla que los había despertado a ambos.

“O-oh y ¿que es lo que quieres saber?” Ryou era la persona de su confianza, con el tiempo demostró ser digno de ella, además de que era su único amigo, algo que no había tenido durante mucho tiempo y estaba seguro de que algo debía de saber ya.

   “Bueno ¿hace cuánto tienes esas pesadillas?” y con eso confirmaba que su luz sabía lo ocurrido, pero ¿cómo?

“Un día después de que ocurrió” ¡¿QUE?! No podía estar hablando enserio, eso era demasiado tiempo, más de 3000 años de pesadillas constantes con su peor trauma, pensaba con angustia Ryou.

“Quieres decir que ¿desde que llegaste aquí haz tenido esa pesadilla una y otra vez sin que nadie estuviera ahí para que te despertara o consolara?” Miro a su contraparte a los ojos con tristeza en los suyos sin poder creerlo.

El mayor solo asintió como si fuera lo más normal del mundo “De todas formas nadie nunca lo hizo antes, así que estoy acostumbrado” se encogió de hombros y siguió comiendo.

“¿Por qué nunca me lo habías dicho?” frunció un poco el ceño.

“¿Para que? No hay nada que se pueda hacer para desaparecer mis pesadillas, lo intenté todo y nada funcionó, soy un yami y estoy destinado a vivir con las sombras y eso incluye las sombras de mis desgracias” El alter-ego de luz notó la mirada de resignación y tristeza oculta en su yami “y no creo que quieras pasar toda tu vida despertándome” bajó un poco la mirada a la mesa cuando terminó de hablar.

“Lo haré” Subió la mirada de nuevo al escuchar esto “Lo haré si es necesario, lo haré si no encuentro una solución” había decisión en la voz de su hikari.

El peli blanco de ojos carmesí sacudió lentamente su cabeza de un lado a otro en negación “Ya te lo dije, no hay solución, ya lo intenté todo, ni siquiera la magia de ningún tipo funcionó”

“Bueno puede que en esta época si podamos encontrar una solución, se han creado muchas maneras de ayudar a las mentes de las personas hoy en día” Ryou realmente no quería ceder hasta probar con cada método que, valga la redundancia, pudieran probar.

“Y según tu ¿Cuáles serían esas opciones?” no quería volver a llenarse de esperanza antes de tiempo, primero debía ver si podía ver alguna posibilidad en los métodos de Ryou.

El antes mencionado hikari sonrió al ver que “tenía el permiso” de su yami para ayudarlo “Sígueme” se levantó y se dirigió a su cuarto siendo seguido por su oscuridad.

“Bien, creo que podemos probar con el hipnotismo” Decía Ryou, que se veía subir y bajar constantemente sobre lo que fuera que estuviera sentado, tenía su computadora portátil en sus piernas que estaban cruzadas.

“¿Hipnotismo? ¿Qué eso no solo es para las regresiones y encontrar el problema del paciente? Yo ya sé cuál es el problema, eso no va a ayudar” preguntó Bakura mientras hacía lagartijas con Ryou sentado en su espalda. N/A: Estaba usando esto https://ae01.alicdn.com/kf/HTB1pRt.QVXXXXX_XXXXq6xXFXXXu/2017-nueva-llegada-cosmama-brand-clothing-moda-hombres-encapuchados-chaqueta-de-motorista-de-verano-de-algodón.jpg  junto con su pantalón de ejercicio https://http2.mlstatic.com/pantalon-deportivo-para-hombre-ejercicio-gym-deporte-D_NQ_NP_775167-MLM25564857434_052017-O.jpg  y  Recordemos que Bakura tiene ciertos conocimientos por parte de Ryou cuando fueron uno y seguía fusionado con Zork.

“Tienes razón, cambio” con esta última indicación, Bakura puso una mano en su espalda cerca de las piernas de Ryou y comenzó con las lagartijas de nuevo, pero esta vez con una sola mano.

“Pero entonces ¿Qué podemos utilizar?” en eso, hubo un pequeño sonido en la habitación que se producían toda la casa debido a la madera, de inmediato Bakura se tensó y dirigió su mirada al lugar de dónde había provenido el sonido buscando el origen con la mirada, todo esto sin parar con sus ejercicios.

Este comportamiento no pasó por alto para Ryou, de inmediato pareció haber recordado algo y comenzó a teclear rápidamente en su computador.

“¡Eso es! ¡lo encontré!” sus ojos brillaban ante lo que veía en la pantalla de la computadora, al fin había encontrado la respuesta. 


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