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Segundas oportunidades por Ncox

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Bakura terminó de ayudar al otro y antes de salir de la cocina de tan mal humor y dirigirse a la puerta principal murmuró un “Estaré aquí antes del anochecer” Dejando un Ryou muy extrañado por la actitud de yami.

Cansado de todo esto y sabiendo cual era la solución a la mayoría de problemas que estaba causando, Bakura salió decidido en búsqueda de la solución que esperaba hallar lo más pronto posible o mejor dicho que se la dieran lo más pronto posible. 

 

 

Pov Ryou

Han pasado ya casi 6 horas desde que Bakura salió abruptamente de la casa, realmente me extrañó mucho cuando lo salió así tan de repente, parecía molesto ¿pero por qué? Ninguno de los dos habló como para que se dijese algo que le molestara, tal vez fue el hecho de la poca comida que pude traer, pero esa tampoco es razón para que se enoje, pues esta situación ya se ha dado un par de veces y en esas ocasiones no parecía importarle, él entiende que mi padre no siempre pasa por bueno momentos en el trabajo ¿por qué no lo entendería ahora?

Tal vez no sea esa razón de su enojo, tal vez ni siquiera esté enojado y sea mi imaginación, como sea, ya está completamente oscuro, ya hace tiempo que debió haber llegado, nunca llega después del atardecer y eso fue ya hace una hora.

Escuché el sonido de la puerta principal abrirse desde mi habitación, seguramente era él.

Le escuché subir las escaleras y caminar por el pasillo hasta que se detuvo frente a mí puerta, tocó 3 veces la puerta, me levanté, fui y le abrí.

– Hola – Le dije sin más.

­– Hola– Me hice a un lado para dejarlo pasar, para después ir a sentarme en mi escritorio a continuar mi tarea, mientras él se acostaba en mi cama dando un suspiro, no sabía decir si era uno cansado o decepcionado.

– Te tardaste mucho más de lo normal en regresar ¿Qué te llevó tanto tiempo?

– …Nada…solo… perdí la noción del tiempo eso es todo

Me estaba mintiendo ¿acaso había estado haciendo algo malo? O… ¿había estado con alguien? Esto último me molestó, podía haber conocido a alguien durante sus salidas al parque, sé que he comenzado a tener sentimientos que jamás pensé que tendría hacía Bakura hace poco tiempo y no sé si algún día esto que siento será correspondido o se quedará guardado dentro de mí sin que nadie más lo sepa jamás, pero no puedo evitar sentir molestia al imaginarlo con alguien más.

– y ¿en qué perdiste la noción del tiempo?

– Bueno… s-siempre me siento bajo un árbol y … bueno… cerré los ojos y bueno, ya sabes la calma, el silencio… hicieron que me quedara dormido y cuando desperté ya era tarde.

– ¿Estabas haciendo algo malo?

– ¿Eh? – me dijo Bakura desconcertado mientras le oí moverse en la cama.    – ¡Por supuesto que no! ¿por qué piensas eso? ¿Qué eh hecho para que desconfíes así de mí?

– ¿Qué has hecho? Que me estas mintiendo – Le dije parando de hacer lo que hacía y volteándome en mí silla de escritorio para después continuar diciendo: – y no sé porque no me quieres decir lo que estabas en realidad haciendo, desconfío porque creí que me tenías confianza para contarme todo y si me estas mintiendo es porque hiciste algo que no quieres que yo sepa, por eso estoy desconfiando.

Sus orbes carmesíes chocaron con las mías, estuvimos así por unos segundos así hasta que vi que sus cejas se fruncieron, sus ojos se entrecerraron y me preguntó: –¿Qué es lo que te tiene molesto?

Me conoce tanto como yo a él: – Que después de todo este tiempo creas que puedes mentirme y engañarse así nada más como sí no importara. –  Eso no era del todo mentira, también influía en mi enojo.

Bakura estrechó más su mirada y me dijo: – ¿Me dices que te molesta que te mienta cuando tú me haces lo mismo? También te conozco lo suficiente Ryou, pero como quieras, sí no me dices la verdad, tampoco yo te la diré.

– Tu comenzaste a mentir primero, ahora no te quejes, pero está bien, te diré la verdad, aunque sabes bien que lo que te dije no es del todo mentira – le aclaré y reprochándole un poco. – Como dije, me molesta que me quieras engañar, pero lo que más lo hace es que no te importe hacerlo, que no te importe el hecho de que me preocupe por ti, que no te importe como me haga sentir, me duele saber que no te importo lo suficiente como tú me importas a mí. – aparté la mirada hacia un lado y sin querer susurré: – Tal vez sea que ahora te importa alguien más.

Bakura logró escuchar mi susurro y dijo: – ¡Bien! La verdad es que fui a recorrer el resto de la ciudad, me fui algo lejos, tenía curiosidad que otras cosas habían más allá de lo que siempre veo. Y por supuesto que me importas ¿por qué habría de… tener a alguien más? – esta última parte de la pregunta la dijo mientras sus ojos se abrían un poco con sorpresa, como si hubiera descubierto algo en ella, se alzó un poco más apoyándose por completo en sus brazos que ahora estaban por completo estirados hacia atrás. – Ryou…

Me volteé sin responder a su llamado para seguir con mi tarea – Ryou… - Escuché de nuevo su llamado, más no le volví a hacer casó.

De nuevo lo escuché, pero esta vez no llamándome, sino que lo escuché levantarse de la cama y caminar hasta quedar detrás de mí, podía sentir su presencia detrás mía, lo que me estaba desconcentrando de mi trabajo escolar, traté de ignorarlo, pero vi sus manos ponerse a cada lado de mí en la mesa del escritorio, de nuevo le sentí acercarse a mí, pero esta vez de mí lado derecho, por el rabillo del ojo le miré, él veía hacia el frente totalmente serio, hasta que vi un peligrosa sonrisa de medio lado formarse en su rostro, junto a la malicia divertida que aparecía en sus ojos rojos, lentamente comenzó a voltear su rostro a mí y a acercarse a él hasta llegar a mi oreja, sentía su aliento chocar en mí oreja cubierta por mi cabello, además de que también podía sentir su sonrisa en mí.

Cerré los ojos tratando de calmar mí respiración que se comenzaba a alterar por tal acercamiento, hecho que también estaba alterando mis hormonas adolescentes. Cuando por fin lo estaba logrado su ahora más profunda voz penetró mis oídos, resonando su voz en mi cabeza – Ryou…–  Mí nombre sonaba tan bien de esa manera saliendo de sus labios. – ¿Acaso estás celoso…R-y-o-u?

Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo de arriba abajo. Celos… claro, esa era la molestia que sentía al imaginarlo con alguien más, pero admitirlo me podría costar muy caro.

– ¡P-por supuesto que no! Ya deja de molestar, estoy ocupado.

– Entonces, si no es así ¿por qué te pones tan nervioso?

– Yo no estoy nervioso, eres tú el que lo está inventando para molestarme.

– No estoy inventando nada mí Ryou, solo digo lo que veo y lo que veo es que estás temblando de nervios ¿acaso soy yo el que te pone nervioso? ¿te pone nervioso que esté tan cerca ti?

– Déjame terminar esto, por favor. – Le dije poniendo mis manos en la mesa, lo cual fue una equivocación, pues él quitó sus manos que estaban a mis lados sobre el escritorio para ponerlas sobre las mías aprovechando que las suyas eran más grandes, definitivamente ahora ya no tenía escapatoria alguna.

Bakura se rio para sus adentros con una malvada risa y me dijo – Claro… pero no me iré sin decirte que no te cambiaría por nada ni nadie jamás, eres mi amigo y lo último que tengo en este mundo, no tengo razón para perderte y ni quiero hacerlo, además que no me interesa estar con nadie ahorita, así que no te preocupes, puedes tranquilizar tus celos. – terminó con otra risa igual a la primera antes de deslizar sus manos de las mías y alejar su rostro de mi oreja y alejarse por completo de mí caminado a la puerta de mi habitación que yacía abierta.

Me relajé apoyando mi cabeza por completo en la silla y poniendo mis brazos en los apoya brazos de esta, di un suspiro y cerré los ojos. Todo iba bien hasta que…

–  Por cierto… – Brinqué en mi asiento por el susto que me generó escuchar la voz de Bakura de nueva cuenta en mi oído, más no moví ni un musculo después, ni siquiera abrí los ojos, sabía que esto era parte de su juego, había olvidado la gran habilidad que tenía él ex ladrón de moverse a cualquier velocidad que quisiera sin ser escuchado. – Me encanta la colonia que estas usando –  dijo mientras bajaba su rostro hasta mi clavícula y para después subir por todo mi cuello hasta llegar a mi oreja de nuevo; – combina perfectamente con tu olor natural, realmente huele muy bien.

Se volvió a alejar de mí mientras lo oía de nuevo acercarse a la puerta – Ahora sí, ya me voy y te dejo terminar. – Terminó diciendo mientras se reía para sus adentros.

Me sorprende que se haya atrevido a asustarme cuando sabe muy bien las reacciones e impulsos que puedo tener, parece que ya hasta conoce y sabe cuándo puede asustarme. Y también es el único que sabe cómo sacarme de mis casillas y arruinar la enorme paciencia que tengo o tal vez lo que siento hacia él tiene algo que ver.

Abrí los ojos para disponerme a terminar mi tarea, bajé la mirada al escritorio para continuar, pero entonces noté que había un problema con esto… ¿Qué cuál era? Sencillo… ¡QUE LA HOJA YA NO ESTABA!

–  ¡BAAKUURAAA!

Fin del Pov

----Del día de la terapia, una semana más tarde----

 

De nuevo era domingo, Ryou estaba a una semana de empezar exámenes, pero había logrado sacar algo de tiempo para continuar con la terapia de su yami, quien a partir del miércoles había estado llegando pasado el anochecer y yéndose a sus recorridos más temprano que cuando iba al parque, más este le había dicho al menor de ambos que como había estado continuando con sus recorridos por la ciudad y que por eso estaba tardando más, pero el sábado ni hoy había llegado “tarde” lo cual extraño a Ryou, más Bakura le dijo que los sábados y domingos los pasaría en el parque como antes y también haría sus ejercicios esos días. A Ryou no le concordaba mucho esto, pero como su “cólera” de la vez pasada se había ido y junto con lo que le había dicho el oji carmesí, el menor decidió confiar y no empezar otra discusión.

Ryou esperaba a que Bakura subiera a su habitación para empezar con la “sesión” el mayor subió las escaleras y se dirigió la habitación de su hikari, tocó la puerta antes de abrirla, asomarse y preguntar: - ¿Ya estas desocupado? – A lo cual el oji esmeralda asintió con la cabeza, así que Bakura terminó de entrar en la habitación y cerró la puerta para después dirigirse a la cama para sentarse frente a su contraparte más ligera.

–  Bien, quisiera decirte que hoy quiero comenzar a incursionar en el peor de tus traumas y…

– ¡No! – Interrumpió Bakura de inmediato notándose algo alterado por lo que escuchó. -De ninguna manera empezaremos con eso ya, quiero decir, ni siquiera puedo hablar de los otros traumas sin que no tenga una regresión o pesadilla, incluso ni siquiera hace falta mencionarlos para que tenga alguna de las dos o incluso las dos en un solo día.

-– Espera, espera… sé que aún no te sientes listo y que es muy difícil, pero lo que quiero es que me cuentes hasta dónde puedas, como ya dije, sé que será muy difícil para ambos tratar este tema, por lo que necesito usar otra “técnica” por decirlo de alguna manera, para poder hacer un poco más fácil para ti el hecho de contarme todo cuando llegue el momento, hoy lo dedicaremos a buscar una manera de hacerlo más fácil y lo aremos juntos ¿sí?

Bakura suspiró y dudó un poco antes llenarse de determinación y asentir – Me esforzaré por llegar lo más lejos que pueda.

– De acuerdo, llegar hasta el final no es la meta de hoy, si no llegar a una solución que facilite las cosas. Puedes empezar cuando estés listo.

Bakura se tomó algo de tiempo poder empezar, tal vez estaba buscando una manera de hacerlo y también organizando sus ideas, pensó Ryou, agregando también que notó que su contraparte oscura ya se veía afligido y angustiado incluso antes de empezar.

– Todo… todo comenzó el décimo noveno día de la décima luna… es decir el 19 de octubre según el calendario actual, el día en sí había sido normal, sin ninguna alerta de que los guardias vendrían, al ser una aldea de ladrones teníamos informantes que, valga la redundancia, nos informaban sobre los movimientos y planes de los perros del faraón, pero nada se informó ese día por lo que todo siguió normal hasta la noche, creó y si mal no recuerdo que nació un niño durante la tarde de ese día, por lo que esa noche nadie saldría a robar ya que se festejaría en su honor, el festejo era por toda la aldea y terminó horas después del anochecer, cuando terminó todos se fueron a sus casas, desperté cuando escuché ruidos afuera, olía a quemado, comenzaba a escuchar el sonido de cosas quemarse, de alguna manera supe que no era nadie de la aldea, me levante y fui a despertar a mis padres, cuando despertaron les conté lo que escuché, además de que ya ellos también estaban notando el olor a quemado, mi padre nos dijo a mi madre y a mí que nos quedáramos ahí, él fue y después de unos minutos volvió corriendo diciendo que debíamos irnos lo más rápido posible porque los malditos perros del faraón nos habían encontrado, no recogimos nada, lo único que nos importaban eran nuestras vidas, cuando salimos todo estaba en llamas, habían quienes peleaban contra los soldados y mi padre se les unió, mientras nos íbamos a buscar refugio en algún lugar seguro y allí esperaríamos a que mi padre llegara.

En ese momento Bakura se detuvo en su relato mirando hacia a un lado, Ryou pensó que estaba tomándose su tiempo para continuar, más se dio cuenta de no era así y que su yami se había “quedado atrapado” en una regresión.

– ¡Kura! – Le llamó Ryou sacudiendo un poco el hombro del mayor – Kura, no te dejes llevar por los recuerdos de tu mente, sal de ellos, es solo una regresión, ahora son solo recuerdos, no dejes que te controlen.

Bakura parpadeó un par de veces antes volver a la realidad – Yo… no creo que pueda continuar Ryou, lo que sigue… no – dijo el oji carmesí negando con la cabeza.

– Está bien – dijo Ryou; - Hasta aquí llegaremos con ese tema por hoy.

– Pero dime Kura ¿puedes hablar de alguno de tus otros traumas a ojos cerrados?

– ¿A ojos cerrados? No lo sé, nunca lo eh hecho ni intentado

– Entonces intentémoslo, tal vez facilite las cosas

Ryou se levantó y fue a sacar lo que a Bakura le pareció era un pañuelo negro del armario de su ropa, caminó y se sentó de nuevo en la cama, pero esta vez detrás del oscuro, quien antes de que pudiera voltear la cabeza para ver lo que haría su hikari, ya tenía la venda puesta en los ojos y estaba siendo amarrada de manera que no le causara dolor alguno.

Bakura sintió el movimiento que se generó en la cama creado por Ryou al trasladarse a su posición original en el lecho.

– Bien, háblame de tu primer asesinato de nuevo, dime lo que veas, ten en cuenta que al tener los ojos cerrados puede que estés más expuesto a una regresión, así que cuando sientas que te estas quedando en una, recuerda los consejos que te di, detén el relato y ponlos en uso ¿de acuerdo?

– Está bien – Dijo Bakura asintiendo y después agarrando aire para dar un suspiro que le tranquilizaría un poco los nervios.

– Era de noche, yo estaba en la ciudad en búsqueda de algo para robar, pasé cerca de un callejón, había un sujeto ahí, estaba borracho, me jaló hacía el callejón, me puso contra la pared, nunca supe quien fue… – Para Bakura ya se estaba haciendo un poco más fácil contar las cosas, más cuando llegaba a las peores partes era cuando se comenzaba a alterar y entraba en “zona de riesgo” para una regresión, el mayor dio un suspiro tratando de calmar la respiración que se le comenzaba a alterar para continuar diciendo; –comencé a forcejear, pero al ser muy joven no tenía oportunidad alguna… me lanzó al suelo para subirse en mí y tratar de dominarme por completo, seguí intentando salir de ahí con desesperación… no quería ser violado…

Bakura detuvo el relato mientras respiraba con suma pesadez por la boca, la cual tenía entreabierta, estaba haciendo lo que Ryou le dijo para evitar tener una regresión, le estaba costando, más seguía luchando. Movía la cabeza hacía alguno de los lados de vez en cuando, se sobresaltó cuando la mano de Ryou tomó la suya y aunque no pudiera ver en estos momentos, volteó su cabeza hacia donde supuso que estaba su hikari.

La expresión de asco apareció en el rostro de Bakura y de misma manera dijo – Él… me tocaba incluso mientras yo forcejeaba, yo… sin querer, sin pensar en lo que hacía… tomé mi cuchillo y se lo clavé en el lado derecho de su garganta, de inmediato mis manos se llenaron de su sangre y su cuerpo sin vida cayó sobre mí – De nuevo Bakura dio un suspiro angustiado; –  Yo tenía mucho miedo, así que como pude me lo quité de encima y me fui corriendo, no dormí durante muchas noches debido a las pesadillas y miedo que tenía después de eso y eso pasaba cada vez que tuve matar a alguien más, pasaba hasta que Zork me poseyó…

Ryou apretó un poco la mano de Bakura cuando este terminó de hablar, se quedaron en silencio unos minutos ya que el menor quería que su yami se relajara antes de preguntarle: – ¿Cómo te sentiste al contar esto con la venda puesta? ¿te ayudo un poco más o empeoró las cosas?    

– Siento que me ayudó más – Respondió Bakura; –  solo contaba lo que veía, la regresión no comenzaba a aparecer de manera tan brusca como lo hace otras veces, quiero decir, antes de usar la venda, las cosas a mí alrededor desaparecen de repente para transformarse en las cosas que relato y es horrible, me desconcierta mucho. En cambio, cuando estuve a punto de entrar en una regresión hace un momento, nada cambió, solo sentía que ya no estaba aquí y que lo que veía lo estaba viviendo de nuevo, tampoco digo que me gustara la sensación, pero definitivamente en más llevadera que la otra.

– Me alegra saber que está funcionando, pero dime ¿crees que podríamos mejorar la “técnica” de la venda?

– Mmm, tal vez… algo que no me haga concentrarme tanto en lo que veo, en lo que relato, algo que me mantenga consciente de mi alrededor, que me recuerde dónde estoy… no sé si me explico bien

– Algo que te mantenga consciente de dónde estás ¿eh? Mmm… ¡Claro! Creo que tengo una idea, solo dame un momento para buscarla.

Ryou soltó la mano de Bakura y se levantó rápidamente de la cama dejando a un yami muy desconcertado, ni siquiera tuvo tiempo para responder a lo dicho por su hikari, este por su lado, se sentó en la silla de su escritorio y se acercó a su computadora que estaba en el ya mencionado escritorio, prendió el monitor (pantalla) del pc, pues él computador en sí estaba encendido, solamente el monitor estaba apagado, comenzó a teclear algo y leyó lo que buscó.

Por otro lado, Bakura solo podía escuchar teclas y de vez en cuando uno que otro clic por parte del mouse; –¿Ryou? – llamó el oscuro aún con la venda en los ojos.

– No te vayas a quitar la venda todavía- dijo Ryou; –¡Aja! Lo encontré, sabía que había leído algo parecido a lo que me dijiste.

Ryou volvió a apagar el monitor de su computadora, se levantó de la silla, la llevó al centro de la habitación y caminó hacia Bakura, le tomó la mano y lo jaló un poco para darle a entender que debía seguirlo, sin decir palabra alguna, el mayor hizo lo pedido y caminó hasta dónde su hikari quisiera llevarlo, lo cual no fue muy lejos, así que supuso que era algún lugar cerca del centro de la habitación dónde tuvieran espacio, sintió la mano de Ryou en uno de los hombros, esta presionó un poco hacia abajo y algo inseguro Bakura comenzó a hacerse hacia abajo hasta que topo con una silla estaba allí y se terminó de sentar.

Ryou quitó su mano del hombro de su contraparte y caminó lo más silenciosamente posible hasta posarse justo detrás de él, metió la mano en su camisa por la parte del cuello de esta y sacó algo de allí.

Bakura escuchó un suave tintineo metálico algo familiar, más no sabía la dirección proveniente del sonido por lo que se movió junto a la silla (aprovechando que era giratoria) para buscar el sonido antes mencionado.

– Bien – Bakura se sobresaltó al escuchar la voz de Ryou justo en su oreja izquierda y volteó la cara en esa dirección para después escuchar la misma voz girando a su alrededor – Como dijiste, haré que no te concentres de todo en lo que vez y relatas para mantenerte consciente del lugar en dónde estás. Lo que escucharas no será mi voz, pero aun así concéntrate en saber de que dirección viene el sonido, así que empieza, ¿Cómo fue tu primer robo?

Bakura comenzó a relatar por segunda vez como fue su primer robo y lo que tuvo que pasar a casusa de ello, todo el tiempo se mantuvo concentrado en el característico tintineo que se le hacía tan familiar pero que no podía recordar dónde lo había escuchado. Las regresiones no lograron dominarlo ni una sola vez, pues cuando la sensación de estar cayendo en la regresión aparecía era fácilmente olvidada debido a su concentración en la ubicación del proveniente sonido. N/A: Si no han entendido, esta es una técnica de desensibilización que se usa en TEPT para facilitar la rememoración de los hechos traumáticos del paciente, este debe concentrarse en un sonido, también está el de movimiento ocular, que es lo mismo, pero siguiendo con la vista algún objeto que se mueve frente al paciente y los estudios dicen que estos procedimientos ayudan a que haya menos síntomas del TEPT. Si quieren saber que se siente concentrarse en los sonidos de alrededor mientras estas con los ojos cerrados pueden escuchar este audio 3D, no es nada terapéutico lógicamente, pero es solo por si quieren sentir una experiencia algo similar.    https://www.youtube.com/watch?v=KOzLE1Osaew

 

Cuando terminaron Ryou le quitó la venda de los ojos a Bakura, al estar de frente, ambos se miraron a los ojos por un momento, hasta que el oscuro notó el peculiar objeto en la mano de su hikari… la sortija del milenio, él aún aun la conservaba después de tanto tiempo, Bakura creyó que Ryou se había desecho de ella, tenía la boca entreabierta y de nuevo pasó de mirar la sortija a mirar los orbes esmeraldas que seguían mirándolo.

– Tu… ¿aún la conservas? – Preguntó Bakura señalando la sortija que yacía en pecho de Ryou.

– ¿Eh? ¡ah sí! Aún la tengo conmigo, al principio, cuando todo terminó y tú y Atem se fueron, tenía miedo de volver a usarla, pero cuando te traje conmigo y después de un tiempo acordamos seguir siendo yami y hikari, la usaba de nuevo, la mantuve conmigo todo el tiempo, solo me la quito para bañarme y dormir y no te lo dije porque no sabía cómo ibas a reaccionar. Además, que después de todo, fue un regalo de mi padre.

– Ya veo – Dijo Bakura levantándose de la silla; –  la has cuidado muy bien, me alegra que no te hayas desecho de ella, en fin, por lo menos ahora tendrá otro uso, uno que no le hará daño a nadie… ya es algo tarde y estuviste estudiando mucho así que te dejo descansar.

Bakura sin dejar de ver a los ojos de Ryou, tomó la sortija y la puso alrededor del cuello de su hikari – Buenas noches… yanodushi.

–  Buenas noches… yami. –  Y con esto último dicho Bakura caminó hacia la puerta de la habitación no sin antes voltear un poco su rostro para darle una sonrisa ladina a su hikari… sí, su hikari, ahora un hecho que eran yami y hikari, ya lo habían acordado una vez, pero no era lo mismo, el hecho sucedido anteriormente terminó de pactar y sellar el hecho que ahora estaban unidos no solo por amistad, sino más bien porque juntos eran uno solo, juntos, eran alguien con las mejores cualidades del otro, unidos por el alma, sí, ese simple hecho de que los dos quisieran seguir manteniendo ese lazo creaba algo grande en ambos, solo ese simple hecho de que el yami le diera a voluntad su artículo y que lo recibiera de la misma manera, creaba algo grande… un lazo que jamás podría ser destruido por nadie, ni nada, pues como se dijo ya hace una vez: “No te cambiaría por nada ni nadie jamás…”

Y por primera vez en mucho tiempo, la sortija del milenio permaneció toda la noche en el pecho de Ryou, manteniéndola consigo para ahora y siempre.


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