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Segundas oportunidades por Ncox

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La pregunta ahora era ¿en que estaba trabajando? Bakura no tenía los conocimientos suficientes de esta época como para trabajar en algo, a menos que fuera un trabajo totalmente físico. Definitivamente tenía que hablar con Bakura, no solo porque no podía aceptar todo este dinero, así como así, sino porque también tenía muchas dudas y preguntas.

 

Ryou seguía sumergido en sus pensamientos cuando escuchó a su teléfono sonar desde su habitación, así que dejó la caja en la cama y fue a contestar su teléfono.

- ¡Hola Ryou! –

- ¿Qué tal Yugi? ¿Disfrutando el primer día de vacaciones? –

- Por supuesto, oye al abuelo le llegó nueva mercancía esta mañana y hay varios juegos interesantes, pero como la casa está llena de cajas ¿crees que los chicos y yo podríamos ir a tu casa a probarlos? –

- ¡Claro! No hay problema –

- ¿Seguro que no habrá problema con em… Bakura? Quiero decir, Yami también estará allí y sabes que no soportan ni respirar en el mismo sitio-

- En serio no hay problema, Bakura no está en casa y aunque lo estuviera, no lo dejaría hacer nada, además de que ahora puede controlar más su ira-

- De acuerdo, entonces llegaremos a las 5pm –

- Está bien, aquí los espero, nos vemos-

-Adiós-

Ryou terminó la llamada feliz de empezar las vacaciones reuniéndose con sus amigos para jugar. El oji esmeralda fue a su armario y sacó su conjunto de ropa de pantalón gris y camisa verde botones y manga larga N/A: Ya saben, la camisa que usa bajo su suéter beige que usa en el reino de los duelistas, pero sin el suéter porque es verano y abotonada hasta el cuello y con las faldas o con el faldón o cola (como le digan) fuera de la camisa, si no saben a qué me refiero busquen en Google las partes de la camisa xD. Fue albaño de su cuarto y se preparó un baño de agua caliente, con esencias, burbujas y con todo lo que le lograra quitarle el estrés que dejó su semana de exámenes.

Cuando terminó su baño Ryou fue a preparar su desayuno y fue allí cuando se dio cuenta de que Bakura se había sin desayunar y posiblemente no tenía nada para comer durante el almuerzo, lo que le provocó un pinchazo de tristeza en el pecho, Bakura estaría más que hambriento todo el día y sumado a eso está enfermo.

Ryou se prometió hacerle una cena con todo lo que tenía para compensarle todos los días en que pasó por lo mismo para poder ayudarlo económicamente, pero tendría que esperar hasta la noche, así que por ahora se concentraría en pasarla bien con sus amigos.

Cuando llegó la tarde, Ryou esperaba a sus amigos que no tardaban en llegar y efectivamente, no tardaron en llegar, pues la puerta sonó y él fue abrirla.

-Hola chicos- Les saludo Ryou son una sonrisa al abrir la puerta, la cual todos le devolvieron junto al saludo: -Hola Ryou- Todos entraron y se sentaron en la sala alrededor de la pequeña mesa que allí había frente al sofá.

- ¿Dónde está Marik? ¿no vendrá? – Preguntó Ryou mientras comenzaban a jugar el primer juego; -Dijo que llegaría un poco tarde porque debía llevar su motocicleta al mecánico y debía devolverse a pie – Ryou asintió en acuerdo.

Después de un rato en el que habían unas 5 partidas del mismo juego Ryou les sirvió a todos bebidas y en ese momento alguien tocó la puerta y Ryou, suponiendo quien era fue a abrir. Efectivamente era quien creía; -Hola Ryou, lamento llegar tarde, pero debía dejar mi motocicleta en el mecánico – Saludo y explico Marik entrando a la casa y yéndose a sentar con los demás a quienes también saludo; - Pero a que no adivinas quien tiene que repararla…- Dijo juguetona y maliciosamente Marik. Ryou se quedó pensando un rato mientras todos seguían concentrados en sus bebidas.

Después de unos segundos volteó a ver serio e incrédulo por la persona a quien se le vino a la mente; -No… - Marik sonrió aún más y asintió con la cabeza; - Así es, nada más y nada menos Bakura Itemri – Al escuchar esto Yami se atragantó con su bebida y de hecho casi la escupe, comenzando a toser, haciendo que Yugi tuviera que darle palmaditas en la espalda, todos estaban igual de sorprendidos, pero no habían llegado a tanto.

- ¿Qué? Con que en eso trabaja… - Dijo Ryou pensativo mirando al piso, lo que extrañó a Marik; - ¿No lo sabías? – Preguntó el peli cenizo, a lo que Ryou negó con la cabeza y dijo: - Descubrí que trabaja hasta esta mañana – Al escuchar la palabra “trabajar” Yami comenzó a ahogarse de nuevo, haciendo que Ryou volteara la mirada hacia él y luego la devolvió a Marik; - Pero no llegó a decirme en qué, pero ¿en dónde está trabajando? – Preguntó Ryou; - Está al sur de la ciudad, como a una media hora de aquí, realmente no parecía muy contento de verde ¿sabes?  Veras…

FLASHBACK

Marik condujo hasta detenerse frente al servicio técnico N/A: Puse el nombre “bonito” porque decir “frente al mecánico” sonaba como si estuviera hablando de la persona en sí y no el “establecimiento”. Donde estacionó su motocicleta y entró al lugar.

-Buenos días – Saludó Marik a un hombre de camisa negro un poco emm… “rellenito” que estaba de espaldas - ¡Oh¡ Buenos días ¿en qué puedo servirte? – Preguntó el amable el hombre al darse la vuelta y ver al peli cenizo; - Me recomendaron este lugar para traer mi motocicleta, siento que algo está mal, siento que no va tan rápido como antes, tal vez alguna pieza este desgastada – El hombre puso una mano en su barbilla pensando en la posible causa – Sí, puede ser que el carburador esté fallando – El hombre se volteó hacia otro que estaba en una especie de banca acostado con un periódico en la cara, pues a esa hora casi no habían autos ni motocicletas que reparar y alzó la voz diciéndole: - ¡Oye Itemri ¡ ¡tienes trabajo! – El nombrado sacó sus manos de detrás de la cabeza y quitó el periódico de su cara levantándose aún con lo ojo cerrados y cuando el peli cenizo lo vio quedo boquiabierto al ver quien era; - Ya voy

-No puede ser… tu… ¿estás trabajando? ¿Tu, Bakura Itemri? – El peliblanco al verse reconocido abrió los ojos solo para fruncir el ceño al ver de quien se trataba: - Tu, ¿Qué haces aquí? – Marik puso las manos enfrente y dijo: -Tranquilo, solo necesito que revises mi motocicleta, por cierto suenas terrible de la garganta ¿te sientes bien?– Bakura se cruzó de brazos y volteó a ver a otro lado; - Cállate y Tráela – Y Marik así lo hizo, le llevó su motocicleta a Bakura y este se sentó en suelo junto a una caja de herramientas; - ¿Sabes por lo menos porque la trajiste? – Marik rodó los ojos y respondió: - Por supuesto, siento que está perdiendo mucha velocidad, ya no es lo mismo que antes.

- ¿Desde hace cuánto? -Preguntó Bakura, por lo que Marik lo pensó un poco y dijo: - Como desde hace una semana más o menos, ¿sabes lo que haces o…? – Bakura lo volteó a verlo con cara pocos amigos, por lo que el peli cenizo decidió que era mejor quedarse callado dejarlo hacer lo suyo; - Podría ser el carburador pero debo revisarla por completo ya que puede haber varias razones por las que pierda potencia y eso me llevará toda la tarde así que ya te puedes largar, le pediré a Ryou tu número en caso de que deba quedarse por más tiempo.

- Está bien, te la dejo en tus manos ¡pero ten mucho cuidado! Nos vemos luego – Y así Marik se retiró del sitio rumbo a la casa de Ryou.

Fin del flashback

- Y eso fue lo que pasó, por cierto ¿si está enfermo por qué no está aquí? -Explicó y preguntó Marik, a lo que Ryou respondió: -Bueno, porque no sabía que trabajaba.

-Está… trabajando… el ladrón está trabajando… no sé si esto es un sueño… o una pesadilla -Dijo Yami de manera y mirando el suelo, realmente no lo podía creerlo, casi que estaba en un shock por lo que todos comenzaron a reír al verlo tan conmocionado.

Después de varias horas en las que habían jugado a, valga la redundancia, todos los juegos, comenzaron a hablar de diferentes temas sin importancia, aunque Ryou miraba el reloj de pared cada cierto tiempo con algo de preocupación pues ya eran las ocho, Bakura no llegaba aún y estaba haciendo mucho frío como para él estando enfermo anduviera fuera de casa. Después de media de hora se escucharon unas llaves fuera dela entrada, para que después la puerta se abriera para dejar ver a un sucio y cansado Bakura, quien entró con los ojos cerrados, dejando las llaves en la mesa junto a la puerta y caminado hasta la entrada de la cocina, donde se detuvo apoyando ambos brazos a los lados del marco de la entrada y abriendo los ojos, solo para ver que la cocina estaba vacía.

-Aquí estoy Bakura – El aludido se volteó notando por primera vez la presencia de los demás por lo que frunció el ceño poniéndose a la defensiva de inmediato, por lo que Ryou se levantó dirigiéndose hacia él para distraerlo; - ¿Cómo estás? ¿Cómo te sientes? – Bakura no parecía muy seguro de responder, pero al final dio una señal con la mano que decía más o menos; -Pronto te haré algo de comer ¿sí? – El mayor de los peliblanco solo asintió con la cabeza; - ¿Por qué no hablas? – Bakura estaba ahora más indeciso en responder, pero sabía que tarde o temprano Ryou tendría que saberlo; - Es que no puedo – Dijo a como pudo Bakura en un susurro doloroso, por lo que Ryou quedó sorprendido y la expresión de preocupación apareció en su rostro y dijo: - ¡Estás afónico! Te lo dije,  no debiste haber salido – Bakura solo rodo los ojos miró hacia otro lado; - Ve a darte un baño de agua caliente sin mojarte el cabello y espérame en mi cuarto – Bakura asintió y se dio la vuelta para caminar hacia las escaleras; - Espera, dame la camisa de una vez, esas manchas de grasa de motor no sé si se puedan quitar, así que mejor la dejo remojando – El mayor hizo lo pedido, se quitó la jacket y luego la camisa de tirantes gris dándosela a Ryou y dejándole ver a los demás su esculpido cuerpo, para después retomar su rumba al baño.

- Valla, sí que le han hecho bien esos ejercicios tuyos Ryou – Dijo Marik, quien no podía dejar de ver los músculos de la espalda de Bakura que se movían mientras subía las escaleras; -Sí eso creó – Dijo Ryou algo tímido con una mano tras la cabeza y algo sonrojado.

-Bueno creo que ya es hora de irnos, tienes mucho de hablar con Bakura y será mejor evitar ciertos conflictos – Dijo Yugi poniéndose de pie y volteando a ver a Atem. Los demás también se levantaron y comenzaron a recoger todo; - Está bien, fue una tarde divertida – Dijo Ryou alegre poniendo la sucia camisa de Bakura en el sofá para ayudar a recoger y después de un rato ya todos estaba en la entrada de la casa despidiéndose.

Cuando todos se despidieron y se fueron, Ryou recogió la camisa e Bakura la fue a dejar en remojo al sótano, hizo una gran cena para Bakura y para él y subió para dársela y comenzar el “interrogatorio” que resolvería todas sus dudas.

 


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