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Segundas oportunidades por Ncox

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Notas del capitulo:

No daré explicaciones de por qué no actulizé estos dos días que tenía que hacerlo, solo hay un persona que consideré que sería la única en saber lo que pasó, este cap es corto, sí, pero es una manera de hacer saber que no eh dejado de lado el fic. 

 

Bakura despertó sintiéndose como si una pirámide le había caído encina, escucho dos voces, una era de Ryou obviamente, pero la otra no recordaba de quien era, se le hacía conocida, pero no sabía de quien era, se sentó en la cama y se dio cuenta del gran dolor en su costado derecho y de que no podía abrir bien el ojo derecho y le dolí el lado izquierdo de la cara, así como la nariz, se levantó y bajó la escaleras, escuchó la puerta principal cerrarse, cuando terminó de bajar Ryou caminaba en dirección a la cocina cuando notó su presencia; - Valla, despertaste, espero que hallas aprendido tu lección con esto – Dijo para después irse a la cocina, Bakura se quedó pensando un poco y recordó la vergonzosa paliza, pero esto fue remplazado por otro pensamiento; - Oye ¿Quién estaba aquí contigo? ¿Qué hicieron mientras estaba inconsciente? – Preguntó con el ceño fruncido, ignorando el dolor en su ceja y siguiendo a su hikari hasta la cocina.

 

Ryou bajaba las escaleras rumbo a la cocina cuando escuchó una voz que provenía de allí, se detuvo a escuchar, no es que fuera un  chismoso ni nada por el estilo, solo que era la primera vez que escuchaba a Bakura hablar por teléfono con alguien; - Si, yo… n-no me siento bien, tuve un pequeño incidente, no creo que pueda ir a trabajar esta semana… – el menor asomó un poco la cabeza y vio a su contraparte con una mano tras el cuello mirando hacia abajo, tenía las mejillas un poco sonrojadas, pero el oji verde estaba seguro de que no era por fiebre, estaba avergonzado “pero ¿por qué?” se preguntó Ryou para después ver a su yami bostezar mientras escuchaba la voz al telefono y la mano tras su cuello se movió hacia su ojo para restregarlo un poco, pero con el mínimo contacto entre amabas partes hizo que el mayor se estremeciera de dolor, callando cualquier quejido mordiendo su puño, había olvidado que su ojo estaba hinchado, “por eso” recordó culpable Ryou, la noche anterior se quedó dormido pensando en que se había pasado por mucho al haber hecho que golpearan a su yami esa misma tarde, no entendía como alguien podía hacerlo comportarse de tal manera…

Amor…todo era por amor, le hacia hervir la sangre sentirse como esas niñitas tontas que se preocupan y esmeran por su amor secreto y estos no aprecian lo que hacen por ellos y las voltean solo como plato de segunda mesa, odiaba pedirle, casi suplicarle a Bakura que tuviera cuidado, que dejara de meterse en peleas porque se preocupaba por él y que este, como si no le importara lo que le dijera o sintiera, no lo escuchaba, solo le servía para sacarlo de la comisaria, atender sus heridas y arreglar su ropa rota, no iba a convertirse en la niñita tonta de Bakura, podía ser suave, amable, servicial, evitaba la violencia cada vez que podía e incluso era inocente, pero no era ingenuo, seguía siendo un hombre, un hombre con su carácter, limites y sobre todo dignidad, no se arrastraría por alguien que no apreciaba su preocupación, su querer, no se arrastraría, no, pero encontraría una manera de hacerle ver su error y el peligro que corría de otra manera y así lo hizo, se arrepentía de verlo con esos moretones, dolor y ahora avergonzado de otros vieran la paliza que le habían metido, pero esto era parte de lo que tenía que aprender, así o peor quedaría si otro en la calle lo hubiera hecho, cuantos no han quedado en un estado critico o un coma y jamás despiertan, no quería eso para él, pero a pesar de todo, lo que más le dolía era el hecho de sus sentimientos, a pesar de todo no era correspondidos o eso era lo que le reflejaba Bakura con su egoísmo; - además, puede que hasta ya esté interesado en alguien más, después de todo, Bakura tiene para escoger de ambos sexos, puede que esté viendo a Nanami en secreto, ya que jamás se quita el dichoso collar que le regaló, solo para dormir y cada vez que Khepera juega con él en las mañanas y lo esconde en algún lado, se vuelve loco buscándolo – Pensaba Ryou con algo de tristeza, hasta que la voz de Bakura y el sonido del teléfono volviendo a ser puesto en su lugar lo sacó de sus pensamientos.

El oji esmeralda caminó hasta la cocina mientras su contraparte aún sin notarlo abrió el congelador y sacó una bolsa de hielo de allí y se la puso en el ojo que apenas podía abrir; - ¿K-Kura? – El mencionado brincó un poco al no haber sentido la presencia de su hikari en el mismo sitio, se volteó lo miró por un segundo, frunció y quitó la mirada hacia un lado; - ¿Qué quieres? –  Puede que ayer no estuviera tan enojado cuando despertó, pero conforme fue pasando el resto de la noche su humor cambió, pero ¿Cómo culparlo? Lo llevó a un gimnasio para que lo golpearan frente muchas personas, su orgullo había sido aplastado al punto de que no ir a trabajar por vergüenza; -demonios, estoy en un dilema, creo que se lo merecía de cierta forma, pero no me gusta verlo así, ni que esté así conmigo… - Pensaba Ryou; - Yo… e-escuché que no irías a trabajar esta semana… ¿e-estas bien? -

Bakura frunció aún más el ceño y en tono enojado dijo cortante: - ¿Por qué no lo estaría después de esto? – Ryou levanto las cejas triste, pero luego frunció el ceño, pero aún su tristeza se dejaba ver en su mirada; - Bueno, no te hubiera pasado nada si me hubieras hecho caso desde el principio y es para que veas lo que te puede pasar por andar de buscapleitos, en la calle pudiste haber quedado así, muerto o peor en un coma ¿Cuántos crees tu que no han quedado así por un golpe en la cabeza en media pelea? ¿Crees que quiero verte en una cama de hospital posiblemente para resto de tu vida solo porque no puedes controlarte y andar probándole a todos tu fuerza? ¿Cómo le diría a mi padre que necesito más dinero para poder pagar la “estadía” en un hospital de un ex espíritu de un ex ladrón que estaba en la sortija que me regaló porque se peleo con alguien y ahora está coma y no hay nadie más que se preocupe por él? –

- Solo estas exagerando – Dijo aún molesto Bakura con la mirada desviada; - ¡¿Solo estoy exagerando?! ¿dices que el hecho de que me preocupe por ti es solo porque estoy exagerando? ¡¿eres mi amigo y te quiero SOLO PORQUE EXAGERO?¡? – La voz de Ryou estaba comenzando a sonar quebradiza y sus ojos se estaban aguando, la expresión del mayor pasó de enojada a sorprendido y preocupado; - ¡Pues bien idiota! ¡si lo que quieres es vivir como el salvaje que eras en Egipto ADELANTE! ¡pero primero te largas de aquí porque no quiero vivir lleno preocupación por tu culpa! – Las lagrimas ahora bajaban por las mejillas del menor y Bakura solo miraba a los ojos del otro con los suyos entrecerrado y serio, se miraron así unos segundos hasta que el yami dejó caer la bolsa con hielo y con su mano derecha jaló a Ryou a su pecho descubierto y lo atrapó en sus brazos, dónde el oji esmeralda forcejeó para soltarse, podía lanzar a Bakura al suelo al usar su peso en su contra como ya lo había hecho, pero eso no decía que era más fuerte que él; - Ya te he dicho que no me hables así – Dijo el más grande de manera suave pero severa al oído de su contraparte; - No me provoques porque no me gusta pelear contigo niño, ya se de lo que eres capas y no me sorprenderás con la guardia baja esta vez – Bakura tomó la barbilla de su contraparte entre sus dedos y la levantó para que lo mirara y con el pulgar le limpió una lagrima; - Además, no debes ponerte así y menos llorar el día de tu cumpleaños ¿no?, agregando también que no hay razón para seguir haciendo algo que te hace llorar y me puede alejar de ti – Lo que decía el mayor era cierto, preferiría dejarlo todo que alejarse de él y más si esto lo hacia llorar, había reconsiderado su manera de actuar de el día anterior, además, también le dolía que Ryou le hablara así, sentía pequeñas cuchillas traspasar su corazón, “ ERES UN IDIOTA EGOISTA” esas palabras le habían estadoretumbando en la cabeza toda la noche, había sido un malagradecido con Ryou después de todo lo que este había hecho por él, con gracia y tristeza pensó que su madre le hubiera dado un buen jalón de orejas y le hubiera hecho disculparse; - ¿Feliz cumpleaños?... según tus recuerdos, eso es lo que se supone que daba decir ¿no?

El menor se rio un poco y respondió; - Sí, eso se supone que digas – Las aguas comenzaban a calmarse entre ambos, un maullido casi exasperado hizo que Bakura volteara a ambos en la dirección del sonido, que, obviamente, no venía de otro que no fuera Khepera, quien miraba intensamente atreves de la puerta de vidrio y volvió a maullar caminando alrededor de esta; - ¿Qué miras enano? - Bakura también miró atreves de la puerta, viendo a una gata blanca sentada en césped sin prestarle atención al peligris; - estás muy enano para esas cosas – el pequeño felino siguió maullando y moviéndose inquietamente hasta que Bakura abrió la puerta, haciendo que Khepera saliera rápidamente hacia la gata, restregándose contra ella cuando estuvo seguro de que esta no le atacaría, pero a pesar de todo, la peliblanca no le ponía un ojo encima.

Así siguió “la conquista” de Khepera hasta que un gato de rayas negras y amarillas cenizas salió de la nada corriendo hacia él bufando enojado y echándole garra, haciendo que el más pequeño corriera de nuevo hacia la casa, donde miro ahora a la gata restregarse contra el gato adulto, quien tampoco le quitaba la mirada de encima al más joven; - ¡ahora metete conmigo maldito! – Dijo el oji carmesí mientras corría hacia los gatos, pateando al macho, haciendo que callera en el árbol del patio, de donde bajó corriendo para unirse a su compañera quien ya había saltado la cerca hacia la casa vecina.

- Te dije que estabas muy enano para eso, solo te ve como un niño, pero no te preocupes no eres el único al que el roto el corazón – dijo Bakura cuando volvió dentro de la casa, Ryou rodó los ojos y dijo: - Bakura…era una foca – el mencionado se cruzó de brazos y miró a otro lado; - una foca que me daba besos – mientras preparaba el desayuno, el menor respondió; - ¿Qué te dijo que te amaba y no era verdad? -el mayor cerró los ojos y asintió; - Como la canción. Pero ya verás que pronto encontrarás alguien más, ahora solo eres un enano que apenas se está alocando, entrando en ¿la adolescencia gatuna?...No sé – Ryou agregó: - Claro que encontrará alguien…cuando lo castren – dos pares de ojos, unos verdes y otros carmesíes, se abrieron hasta su punto máximo, el dueño de los carmesíes abrió la puerta de vidrio diciendo: -¡Corre Khepera! ¡corre no mires atrás! – Sorprendentemente el mencionado hizo lo pedido; - ¡YA VOLVERÁS!... cuando tengas hambre – Dijo Ryou al fugitivo.

- ¿K-kura? ¿Vendrás conmigo a la casa de Marik? – El mencionado levantó una ceja blanca y preguntó: - ¿Para qué? – Ryou comenzó a servir la comida de ambos y respondió: - Bueno, para celebrar nuestros cumpleaños nos reunimos en casa de alguno y jugamos toda clase de juegos y vemos películas y todas esas cosas, se que no te agradan mucho, pero… - No había terminado de hablar cuando miró a Bakura asentir mientras masticaba su comida; - ¿Aceptas ir? – el mayor volvió a asentir; - ¿No vas a poner peros? -está vez el peliblanco más grande negó; - ¡Genial! ¡Gracias Kura! – Dijo Ryou sonriendo con los ojos cerrados e inclinando un poco la cabeza, Bakura lo miro por unos segundos, pero bajó la mirada cuando sintió sonrojarse un poco.


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