- Por favor… cuídalo, porque es lo único que te puedo dar y algo que solo se lo daré a alguien una vez y decidí que sería a ti- Ryou se sorprendió por las palabras, pero cerró los ojos y sonrió posando su otra mano sobre las de Bakura; - Prometo cuidarlo como a mi vida y también prometo sanar todas sus heridas…
------------------------------------------------------------------------
- Nggh…k-kura…aah…n-no – Habló una suave voz, recibiendo como respuesta un gruñido grave; - p-para, tienes una cita…e-en el médico ¡ngggh! ¡Kura! – los gemidos se hacían cada vez más sonoros; - Sabes que no quieres que pare, además, he esperado mucho tiempo para poder hacer esto, no voy a desaprovechar esta oportunidad – Dijo Bakura para después continuar con su trabajo en el cuello de su contraparte, quien le había dejado compartir la misma cama, despertaron, un par de besos y las cosas comenzaron a avanzar un poco más, algo que, como dijo Bakura, había estado deseando desde hace mucho, no pasaría a devorar más allá del cuello del otro, pero ya llevaba bastante tiempo allí; - t-tienen que quitarte ese yeso, c-cuando volvamos p-puedes seguir – Solo esperaba no arrepentirse de esas palabras más tarde; - De acuerdo – Bakura se elevó sobre su contraparte apoyándose en la mano “buena” un poco sonrojado por sus acciones, al igual que el más joven bajo él, quien le acarició la mejilla sonriéndole suavemente dándole después un beso igualmente suave en los labios, el mayor dejó los ojos cerrados con la boca entreabierta; - Podría recibir esos besos todo la vida y a cada instante- el oji esmeralda rio un poco; - yo podría dártelos toda la vida, pero en este instante tienes que ir a bañarte mientras preparo el sacrificio para el monstruo- Dijo tirando un poco de los cachetes de su yami, quien entrecerró los ojos; -cuando me quiten esta cosa del brazo mi cuerpo volverá a estar como antes- “aclaró” el oji carmesí mientras se levantaba para irse a bañar; -miiiiaaauuu – Ryou bajó la mirada notando la felina e intensa mirada verde; - Si si, ya voy, no me presiones –
------------------------------------------------------------------------
- ¿Bakura Itemri? – el mencionado se levantó y caminó de la sala de espera a la habitación dónde le indicó la enfermera, se sentó en la camilla mientras la enfermera alistaba algo, sus ojos se expandieron cuando vio que traía una sierra pequeña en su mano; - ¿Q-qué es eso? – no confiaba mucho que digamos en la tecnología actual y menos en una sierra que estaba en la misma oración que “su brazo”, “sierra y su brazo” no sonaban bien; - es una sierra escayola eléctrica, tranquilo cariño, no voy a cortarte el brazo -el oscuro tragó en seco, al mínimo roce de esa cosa con su piel y saldría de allí y se lo quitaría por sí mismo o eso era lo que pensaba hasta hace un momento, cuando Ryou puso una mano sobre la suya, detalle, que aunque pequeño, le hizo olvidar toda desconfianza.
Después de unos minutos, Bakura salió de la habitación con el brazo libre y completamente recuperado; -y ¿qué quieres hacer ahora? – preguntó Ryou mientras salían del hospital; - Dormir, son la 8 de la mañana…un domingo, yo no debería estar despierto – dijo Bakura mientras estiraba los brazos, el menor solo rodó los ojos y se dirigió a casa sin discutir.
------------------------------------------------------------------------
Bakura sonrió cuando Ryou entró antes que él dejando las llaves en la mesa a un lado de la puerta, rápidamente lo alzó y llevó al sofá, el menor confundido vio la “malvada” sonrisa del otro y el brillo en sus ojos; - ¡No no no espera, dijiste que querías dormir nggh! – Ignorándolo, Bakura pasó su lengua por el cuello de su hikari; - Tu sabor es adictivo, no me culpes – Sabía que sería inútil resistirse, lo aprendió esta mañana, así solo podía esperar a que se saciara o se quedara dormido.
Ocurrió lo segundo después de un tiempo, pero no como esperaba, ahora estaba atrapado en una trampa mortal de carne, incluso dormido Bakura podía aplicar fuerza, mucha más que la suya, se quedó dormido sobre él con los brazos rodeándolo, esperó a que estuviera completamente dormido para levantarse, pero se dio cuenta del pequeño ENORME error en su gran plan, Bakura estaba muy pesado, no porque hubiera engordado un poco, porque apenas si se notada, pero era grande, cuando se puso en forma todo en él había crecido, su espalda era más ancha, sus piernas y brazos anchos y estando completamente relajado el peso aumentaba más y lo estaba tomando con fuerza suficiente para no dejarlo ir como lo supiera aún dormido, creyó encontrar su escapatoria cuando los giro a ambos y quedó sobre él, pero cuando lo intentó se dio cuenta que apenas se despegaba de su pecho, intentar despertarlo era inútil, ya estaba completamente perdido es su sueña ultra profundo.
Logró sacar su teléfono de su bolsillo y llevarlo a la oreja del otro, donde puso música a todo volumen y la alarma más molesta que encontró, parecía estar funcionando, se revolvía un poco en su sueño pero una rápida y ágil mano mandó a volar su preciado obsequio al otro lado de la habitación, el golpe logró sacarle la batería al no ser sellado como otros teléfonos, miró boquiabierto su teléfono a la distancia y después al enorme “gato” dormido que lo mantenía prisionero, sí, “gato”, para Ryou era como un gato que podía dormir todo el día, como un león de salvaje melena blanca.
Después de otro largo rato logró sacar el teléfono del bolsillo de su contraparte, no iba a utilizarlo con su contraparte, prefirió esperar, también logró sacar los audífonos que este siempre traía consigo, conectarlos y ponérselos, lo que le llevó por lo menos 10 minutos lograr para liberar sus brazos un poco, por suerte a ambos les gustaba el metal pesado, ¿Qué?, a él le gustaban las cosas de culto, su baraja era inspirada por eso, le gustaban las películas de terror (pero no solo) ¿Qué tendría de raro que le gustara el metal? Eso no le quitaba lo bueno que era.
Comenzó a buscar juegos, pero no había ninguno, “debo recordar enseñarle los juegos para celular a Bakura” comenzó la descarga de uno, mientras lo hacía comenzó a revisar lo demás, no tenía redes sociales, solo con las que hablaba vagamente con sus compañeros de trabajo, quienes eran sus únicos contactos además de Nanami y él, parecía que Marik le había enviado mensajes, pero Bakura nunca lo incluyó en sus contactos, no tenía fotos o videos en su galería nada, si no fuera por su única red social y la música e celular estaría como nuevo, de repente entró un mensaje: Nanami
- “Hola Bakura :p”
- “No soy Bakura, soy Ryou, Bakura está dormido”
- “¡¿Ryou?! ¿volviste :o? ¡que bueno! ¿Cómo estás?
- “Bien, mañana volveré a ir al colegio, por suerte no me cambiaron de grupo”
- “Por cierto, no creas que le estoy revisando el teléfono a Bakura, es que “estoy atrapado” por así decirlo y es lo único que tengo para distraerme”
- “:o ¿atrapado? ¿dónde?”
Ryou le envió una foto suya y de Bakura aprisionándolo –“Estábamos jugando, se quedó dormido, pero cuando intenté levantarme no pude, no tienes idea de lo fuerte que aún sigue siendo mientras duerme, no puedo lograr que me suelte :(”
- “Que mal, ni siquiera preguntaré si lo intentaste despertar porque se lo imposible que es eso, nunca logro que se despierte para la clase de orientación” N/A: No sé si uds reciben esta clase: Orientación educativa, pero yo si y es muy aburrida, siempre me duermo xD
- “Iría a tu casa, pero no estoy en la ciudad ☹ pero podemos hablar mientras Bakura despierta”
- “De acuerdo, gracias 😊”
------------------------------------------------------------------------
Ryou escuchó el sonido de la esperanza después de una hora en la que la había perdido por completo ya que al teléfono de Bakura se le agotó la batería, los gruñidos provenientes del estomago de su contraparte lo haría despertar en cualquier momento y así fue después de un rato dos rubíes lo miraron somnoliento, estaba a punto de reclamarle su aprisionamiento, pero vio la pequeña sonrisa, una verdadera, esas pocas que se ven, se abstuvo y le devolvió la sonrisa.
- Hola ¿Qué hora es? Tengo hambre- preguntó el mayor pasando una mano por su cabello; - medio día, dormiste cuatro horas – Ryou logró sentarse por fin estirando sus ahora libres extremidades; - Valla, será mejor que empiece a cocinar ahora- El hikari parpadeo confundido, lo cual fue notado por su contraparte; - ¿qué? Te dije que cuando regresaras probarías mi comida- Ryou solo asintió, el mayor se levantó y caminó a la cocina, pero se detuvo cuando vio el teléfono de su hikari en el suelo con la batería en otra parte; - ¿Qué le pasó? – preguntó señalando el objeto; - oh si, bueno, me abrazaste muy fuerte cuando dormías y no pude liberarme, así que intenté despertarte con música, pero inocentemente mandaste a volar mi teléfono – Le explicó Ryou; - Lo…siento, ten – Bakura tomó el teléfono y lo ensambló nuevamente entregándoselo después; - Esta bien-
------------------------------------------------------------------------
- Estoy más que satisfecho, tenías razón, ahora no podré dejar de comer tu comida Kura, cocinas delicioso – Dijo Ryou dando las “felicitaciones al chef” quien sonrió cruzándose de brazos e inflando el pecho de orgullo, había hecho una pasta con camarones en salsa blanca, la cual el oji esmeralda había repetido 3 veces junto al mayor, realmente le había encantado, también se había comido prácticamente todo el postre él solo, pues el mayor no era muy fan al azúcar como él, había hecho un flan lo suficientemente grande como para repetir varias veces; - Sabría que te gustaría, ahora no tendrás que cocinar todo el tiempo, puedo hacer los almuerzos y tu la cena, pues en las noches vengo lleno de grasa y todo eso, así no sería muy salubre que cocine así – explicó el oji carmesí; - Valla, ya usas palabras más complejas – notó el más joven; - he aprendido bastantes cosas en todo este tiempo – y entonces Ryou recordó algo; - ¿enserio? ¿Como quedarte dormido para no ir a la clase de orientación? – preguntó elevando una ceja; - aa sí, Nanami te lo dijo, bueno esa clase no tiene nota así que no me importa – explicó algo aburrido el mayor; -ooh cierto, olvide decirte que use tu teléfono mientras dormías, lo siento – recordó nuevamente el oji esmeralda; - si ya lo había notado – dijo sin más Bakura, mostrándole su teléfono a Ryou, quien se sonrojo cuando se vio a si mismo de fondo de pantalla en el aparato acostado sobre el pecho de su yami, había olvido que había hecho eso ¿Qué le sucedía hoy? Estaba olvidando muchas cosas.
------------------------------------------------------------------------
Ryou se despertó de repente cuando escuchó como si una manada de perros o más bien lobos se hubiera metido en su cuarto, volteo la mirada a todas partes hasta encontrar origen del ruido, el teléfono de Bakura ¿Por qué sonaba así?
El mencionado se despertó de repente sentándose en la cama de inmediato y rápidamente apagó el ruido, respiraba de manera rápida; - Bakura ¿Por qué demonios tu teléfono suena como un montón de perros? – preguntó Ryou restregándose los ojos cansado; - No son perros, son coyotes y son la única manera en que me despierte rápido, se que suena estúpido, pero casi me comen una vez vivo, descubrí que me despierto rápidamente cuando los escucho cuando me quedé dormido viendo una película donde estaban allí y rápidamente me desperté, supe que no había dormido mucho por el poco tiempo que había pasado, así que son mi alarma ahora – volteó a ver a su contraparte quien lo miraba algo boquiabierto y con una ceja elevada; - Valla…tu vida sí que es drástica- Bakura solo se encogió de hombros mientras suspirada terminando de calmarse; - entonces…¿les tienes miedo? – pregunto curioso el oji verde; - no les tengo miedo, solo me ponen nervioso, incluso solo escucharlos, me ponen alerta y siento que vienen tras de mi de nuevo, mis instinto de correr y salir de aquí se “activa” por así decirlo, supongo que quedé un poco traumado – explicó nuevamente el peliblanco mayor tocando su antebrazo derecho “seguramente lo mordieron allí” pensó su contraparte ligera; - Como sea, iré a preparar el desayuno y los almuerzos, no he llegado tarde al colegio y no empezaré hoy – le dio un beso a Ryou en los labio y se levantó. Por fin volvería al colegio, no podía esperar para volver a estar con sus amigos como antes.
------------------------------------------------------------------------
Bakura se había sorprendido a si mismo sonriendo mientras caminaba rumbo al colegio con Ryou ¡por un demonio, estaba feliz! ¡estaban caminando tomados de la mano! ¡DE LA MANO! ¡CON RYOU!, a muchos no parecía importarle esto, a otros o a otras parecían un poco decepcionadas (os) de ver a Ryou con él o simplemente con un hombre y estaban aquellos a que les disgustaba ver a dos hombres tomados de la mano, pero estos solo se ganaban una mirada peligrosa y de advertencia de su parte, sabría que se ganaría un interrogatorio por parte de Marik, pero no le importaba.
- ¡Bakura! ¡Ryou! ¡hola! – era Nanami quien estaba un poco más adelante en la entrada del colegio, se había volteado, los había visto y ahora estaba abrazando a Ryou; - Hola -saludaron simplemente, el oji esmeralda devolvió el abrazo; - Oye tenemos que hablar – dijo Bakura, Nanami lo miró extrañada y notó los dedos entrelazados de ambos y entendió; - OOOOOH ¿Por qué no me lo dijiste antes? – preguntó fingiendo estar molesta; - Quería decírtelo en persona, no quería escribir todo lo que paso – Ella asintió comprendiendo de lo que hablaba; - Bien, vamos ahora antes de que empiecen las clases –
- mmm ¿no puede ser después? – dándole una mirada a Ryou; - oooh noo, créeme, dentro de unos segundos no querrás estar aquí, todas ya vieron a Ryou y vendrán pronto a medio matarlo en besos y abrazos y esas cosas, así que, si me lo permites Ryou, te lo devuelvo al rato– Explicó Nanami mientras se lo llevaba, Bakura miró hacia atrás y vio como efectivamente una bola de chicas corría hacia Ryou rodeándolo en segundos, realmente no le hubiera gustado estar allí.
El resto del día había pasado con normalidad, Bakura con sus preguntas en cada clase, sus bromas a profesores y compañeros, se sentó todo el tiempo detrás de Ryou y junto a Nanami, cuando no estaba haciendo bromas o preguntando, jugaba con el cabello de su hikari, el resto de la pandilla (a excepción de Marik y Kiram claro) no estaban muy convencidos del amor de Bakura hacia Ryou, Atem lo amenazó con que si le hacia daño a Ryou le haría lo mismo a él y bla bla bla, ni siquiera lo escucho, se mantuvo perdido viendo a Ryou detrás de Atem explicándole todo a sus amigos.
No se habían tomado de la mano ni besado en todo el día, así que nadie se había dado cuenta, no porque querían mantenerlo oculto, sino porque actuaban como siempre, seguían tratándose como amigos nada había cambiado, solo el hecho de que ambos sabían lo que sentía el otro y que no estarían con nadie más, no eran una de esas parejas melosas “cof cof Atem y Yugi COF COF” y menos Bakura, cuando caminaba pasaba un brazo por los hombros del otro nada más, a nadie parecía importarle…no hasta la hora de salida…
- Nos vemos más tarde Ryou, ve con cuidado – le pidió Bakura en la entrada del colegio; - también ten cuidado, no vuelvas a quebrarte si – Ambos rieron ligeramente ante la pequeña broma y se terminaron de despedirse con un simple beso y escucharon un jadeo “comunal”, muchos se habían detenido a verlos sin creerlo, Ryou Bakura, uno de los chicos más codiciado ya estaba saliendo con alguien, Bakura, su versión más sexy y malvada y también algo codiciada, quien sonrió con orgullo y algo de arrogancia, mientras que Ryou solo rodó los ojos algo sonrojado y fue camino a casa con sus amigos y Bakura rumbo al trabajo, el chisme se esparciría rápidamente y muchos lo comenzarían a odiar y enviar, si no es que muchos de los presentes ya lo hacían al tener el permiso exclusivo para besar tan preciados labios.