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Segundas oportunidades por Ncox

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Notas del capitulo:

En mi fanfic no hay roles definidos, por lo tanto no hay seme y uke definido.

Ryou salió de Bakura y se deshizo del preservativo como debía en el bote de basura al lado de la cama cayendo exhausto al lado de su compañero; -en serio…no hay mejor noche… que esta-  dijo Bakura entre jadeos y volvió a gemir cuando sintió la lengua del oji verde en su abdomen y nuevamente en su miembro limpiando su eyaculación, se cobijaron y Ryou se acostó sobre el pecho de Bakura enredando sus piernas; - a partir de hoy, siempre serán las mejores mi amor – fue lo último que escuchó Bakura y lo último que dijo Ryou antes de caer ambos en los brazos de Morfeo.

Ryou despertó, más no abrió los ojos, sintiendo leves suaves caricias sobre su mejilla derecha, su cabello, siendo acomodado su flequillo, el contorno derecho y parte de la barbilla delineados suavemente, pues estaba acostado de medio lado y el ligero dedo no podía llegar al sector izquierdo de su rostro. Lentamente fue abriendo los ojos para toparse con sus contrarios carmesíes que ya lo esperaban mirándolo, se dieron una ligera sonrisa que nunca desapareció de sus labios.

- Hola- saludó de manera simple, en un susurro el mayor, quien dejó las caricias y los cobijó a ambos hasta el cuello, entrelazando sus manos bajo las sabanas; - hola – devolvió el oji verde de igual manera el saludo. Ninguno dijo nada en unos minutos después de eso, solo se miraron sonriendo y tomados de la mano.

- ¿Es normal que sienta murciélagos en el estómago? Porque estoy seguro de lo que siento ahora no lo pueden provocar unas pequeñas mariposas – preguntó al fin Bakura, haciendo reír ligeramente a Ryou al convertir algo lindo en lago oscuro; - supongo que sí, porque yo me siento igual -respondió el hikari; -aunque… ¿no es hambre también lo que sientes? – preguntó a modo de broma, lo que hizo que una ligera sombra rosa apareciera en las mejillas del mayor; -amm… bueno…solo un poco -el oji esmeralda parpadeo varias veces al ver que en realidad si había dado en el clavo, sonriendo después ; - no sé porque me sorprendo-  dijo, lo que hizo reír suavemente a ambos ; - por cierto – habló nuevamente Ryou; -¿ como es posible que despertaras antes que yo?- Bakura solo se encogió de hombros antes de responder: - no lo sé, pero desperté muy feliz a tu lado, no me había sentido así en milenios- lo que hizo que Ryou notara un brillo particular en sus ojos hasta ahora.

- Yo también me siento feliz a tu lado Kura, me alegra que seas el primero y el único – al escuchar esto el pecho de Bakura se infló con orgullo, aumentando la felicidad en él y sonriendo juntó su frente con la de su hikari y cerró los ojos; - eres lo mejor que me ha pasado – dijo el oji carmesí.

-Amm… lamento arruinar el momento, pero… necesito ir baño – dijo Bakura algo avergonzado después de unos minutos de silencio en los no se habían movido ni un cm. El mayor siseo cuando intentó darse la vuelta para salir de la cama; - ¿estás bien? ¿Qué pasa? - preguntó algo preocupado el menor; - yo… no tenía idea de que fuera doler después – dijo adolorido con una mano sobre la parte inferior de su espalda; - aah… sí… eso…sí, el cuerpo termina doliendo un poco después, especialmente allí… ¿te duele mucho? – explicó algo avergonzado Ryou; - N-no, estoy bien – respondió Bakura con cara de que lo que decía no era cierto, logró sentarse en el borde la cama y levantarse, Ryou se sintió un poco mal al verlo cojear ligeramente hacia el baño, pero también un poco sonrojado al verlo desnudo, sonrojándose aún más cuando este regresó y lo miró de frente, a sus ojos siempre le pareció sexy, pero mirarlo totalmente desnudo, junto a esa cicatriz diagonal en su abdomen y su cabello salvaje le hacía perder cualquier duda de ello, si es que tenía alguna.

El mayor entró de nuevo en la cama en la misma posición anterior y sonrió de manera algo arrogante cuando notó algo; - ¿te gustó lo que viste? – preguntó sugerente cuando sintió que su contraparte se estaba poniendo duro; - ¿o me vas a decir que es la mañana? – volvió a preguntar el oji carmesí, acercando más el cuerpo del otro al suyo; - sabes que me gustas mucho, no tengo porque negártelo – respondió Ryou abrazándose con un brazo a la fuerte espalda de su yami, sintiendo cada musculo bajo la yema de sus dedos; - ¿sabes qué? Tienes razón, no tienes por qué negármelo y aunque lo hicieras, te conozco lo suficiente para saber cuándo mientes -agregó Bakura mientras se cernía lentamente sobre su contraparte quien al mismo tiempo también fue girando para siempre estar de frente, ahora él bajo el grande cuerpo de su oscuro, lo que lo excitaba aún más; - La bestia tiene hambre… - dijo Bakura con voz ronco y tono intimidante; - pues ve a comer – trató de bromear Ryou sin perder de vista la mirada felina del mayor; -No… ese es el monstruo, la bestia está más abajo… y tiene hambre de ti – dijo Bakura antes de lanzarse a morder el cuello del oji verde, quien por la sorpresa y la sensación gimió y se abrazó más fuerte con ambos brazos a la ancha espalda del oji carmesí, quien siguió atacando su cuello con besos, mordidas y lamidas, pasando al otro lado del cuello, que el hikari dejó al descubierto cuando giró la cabeza hacia la derecha, dándole más espacio, haciéndolo suspirar, enredando una mano en los cabellos del ex ladrón queriendo sentir más.

El peliblanco de ojos rojos levantó la cabeza y pasó los cabellos de su contraparte detrás de su oreja y la lamió, haciéndolo gemir más, por lo que en su cabeza ya estaba formulándose un “mapa” de las zonas más sensibles del cuerpo de Ryou, bajando para repetir el proceso que hizo en su cuello, pero ahora en sus pezones, otra zona agregada al mapa. Continuó bajando y lamió su ombligo, de nuevo otra zona cuando vio como el abdomen se contraía sensible al toque de su lengua, lamió hasta llegar cerca de la cadera y mordió; - ¡mmg! No… Kura – Reclamó en un gemido Ryou; - ¿qué pasa? ¿eres muy sensible allí? – preguntó con lujuria Bakura; - no… al contrario, no me gusta, me causa cosquillas – El mayor parpadeo varias veces al encontrarse en una casi incomoda equivocación; -oh… ya veo… e-entonces no lo haré más – dijo antes de besar la zona atacada por su boca, que por cierto había sido eliminada en el mapa para no volverla a visitar, continuó hacia abajo, prácticamente desapareciendo en las sabanas; - N-no juegues c-conmigo – se quejó Ryou cuando su contraparte besó a los lados de su entrepierna junto a los muslos, evitando siempre su miembro erecto, por lo que el yami rio ante a molestia del otro; - ¿qué es lo que estoy haciendo mal? – preguntó haciéndose el tonto, pero con un brillo de juego en su mirada, pasando su mejilla por el miembro restregándose un poco; - ¡mmgh! ¡Baakuuuraaa! – se volvió a quejar en necesidad el hikari, el mencionado sacó la lengua y giró un poco la cabeza para lamer ligeramente el miembro, lo que hizo que Ryou arqueara la espalda ante la sensación, empezó a chupar por toda la zona cada vez más y más fuerte, pero no aumentó la velocidad para continuar torturándolo con su propio placer, pronto estaba por llegar al clímax, pero Bakura se detuvo y sujeto el miembro desde la base para evitarlo; - ¡Kuuraa! ¡por favor! – volvió a quejarse el oji verde, pero el mayor solo lo soltó y no se movió más mientras lo miraba a los ojos, Ryou solo gruñó ligeramente y sonrojándose aún más de lo que estaba, empezó el mismo a darse el placer que necesitaba, por lo que, al lograr su cometido, el ex ladrón solo lamió la punta mientras la mano del hikari se encargaba del resto. Cuando vio que sus movimientos iban cada vez más rápidos, le quitó la mano y la remplazó nuevamente con su boca y a la misma velocidad a la extremidad había ido hasta que Ryou no lo soportó más y dejó que el orgasmo lo consumiera, mientras Bakura tragaba todo.

- No hemos terminado aún Yanodushi – dijo el oji carmesí acostándose de lado junto a un Ryou que seguía calmándose después de la ola de sensaciones que había pasado sobre él; - ¿Estás listo? Porque estoy a punto de descargar todo el deseo que eh tenido por ti por tanto tiempo – Ryou abrió ligeramente los ojos y tragando en seco asintió lentamente; - bien- Dijo Bakura antes de volver a estar entre las piernas de su contraparte, tomo sus piernas y las puso sobre sus hombros y lamió la entrada del peliblanco más joven, lo que le hizo ampliar los ojos, pues nunca había imaginado que Bakura le haría algo así.

El mencionado introdujo su lengua y la movió de adentro hacia afuera de manera constante dando aviso de lo que pronto le haría con otra aparte de su cuerpo. Ryou solo gemía y apretaba las sabanas bajo sus manos, su mano derecha viajó hasta su boca para evitar los gritos cuando el yami agregó un dedo junto a su lengua, estaba seguro de que iba venirse pronto de nuevo y Bakura solo estaba preparando apenas.

Siguió intentando retener sus gritos con los tres dedos dentro sumada una húmeda y caliente lengua, ni siquiera podía tomarse un respiro para avisarle su contrario que estaba por venirse, pero parecía ser que este ya tenía todo medido y con la otra mano empezó a bombear el miembro de su luz, quien de nuevo no soportó un poco más.

El ex ladrón tomó un preservativo y se lo puso mientras se Ryou recuperaba el aliento que pronto iba a hacerle perder de nuevo; - me vas… a matar- dijo el hikari cuando dos fuertes brazos se apoyaron sobre sus antebrazos a los lados de su cabeza y ponía sus manos sobre el ancho pecho del otro, quien rio ante el comentario; - pero ni siquiera eh entrado todavía yanodushi – dijo Bakura poniéndose en posición, lo besó suavemente para que se terminara de calmar, lo que hizo que Ryou pasara sus manos de su pecho a su espalda, abrazándose a ella y viendo que era el momento, el oji carmesí empujó y entró lentamente, lo que rompió el beso cuando ambos gimieron y suspiraron, agregado el gruñido del yami cuando su contrario le metió las uñas y fue bajando lentamente la mano derecha, dejándole un enorme rasguño diagonal en toda la espalda, el mayor estaba seguro de que por lo menos habían pequeñas gotas de sangre en su espalda.

Juntaron sus frentes cuando Bakura entró por completo; - eres un sanguinario – dijo el mencionado entre jadeos; - l-lo siento…eres muy grande… n-no creo poder aguantar mucho – dijo Ryou algo avergonzado; - pero ya te veniste 2 veces – dijo extrañado el yami; - quiero ver si tu aguantas más cuando hacen todo lo que me hiciste y te dejan sensible al más mínimo toque junto a una bestia dentro de ti –

- Tienes razón… soy asombroso, una maquina sexual – dijo con arrogancia el oji carmesí; - nunca dije eso – respondió Ryou, lo que hizo que Bakura levantara ligeramente la cabeza y abriera los ojos de manera aburrida y lo mirara, por lo que Ryou sonrió ligeramente; - ya que estás tan hablador, creo que ya puedo empezar – agregó mientras salía del interior del menor hasta la punta y volvía a entrar, lo que hizo que el mencionado cerrara de nuevo los ojos mientras sentía al ex ladrón entrar y salir de su interior lenta y constantemente.

Bakura enterró su rostro en el cuello de Ryou, quien a su vez apoyó la barbilla en el hombro derecho de este, quien aumentó poco a poco la velocidad de los embistes junto la fuerza.

Ryou pedía más con el tiempo, por lo que el ex ladrón se detuvo y lo tomó por las caderas y lo alzó sacándolos a ambos de la cama, el oji esmeralda rodeó su cuello con sus brazos y lo mismo con sus piernas en su cintura y lo besó mientras eran conducidos hacia la pared a su izquierda, donde con cierta fuerza (pero sin recibir daño) su espalda chocó y sin perder tiempo Bakura reanudó sus poderosos y rápidos empujes, sosteniéndolo de los glúteos, estando cerca del clímax volvieron a juntar sus frentes con los ojos cerrados, gimiendo y suspirando en la boca del otro. El orgasmo llegó a ambos, lo que hizo sacar más fuerza al mayor para no soltar a Ryou debido a los espasmos que azotaban todo su cuerpo, mientras este sostenía clavando de nuevo sus uñas en la piel del otro.

Cayeron totalmente rendidos a la cama cuando Bakura los llevó a ella de nuevo, uno junto al otro; - ¿sabes?...retiro lo dicho… eres asombroso – dijo Ryou volteándolo a ver entre jadeos; - Ya lo sé – respondió Bakura con una sonrisa arrogante mirándolo también antes de besarlo; - pero no tanto como tu yanodushi…-

 


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