Capítulo 69
- ya veo ¿eres un poco curioso no es así? Ven ¿por qué no me ayudas con mi equipaje? Se ve que eres fuerte y aprovechamos para hablar un poco – le dijo Liz a Bakura mientras se levantaba y lo levantaba a él tomándolo del brazo y llevándolo a la sala de estar por las maletas subiendo después por las escaleras con un Bakura algo incomodo por ser tomado del brazo; - Ryou… ¿qué es eso de que yo era el único que no lo sabía? – dijo Steven viendo al mencionado, quien arqueo las cejas por un segundo y después le dio una sonrisa forzada, estaba atrapado.
- Kura… Kura mírame -Pidió la suave voz de Ryou al mencionado quien, con el ceño fruncido y barbilla apoyada en la palma de su mano, que a su vez su codo se apoyaba en su pierna, no le hizo caso y solo bufó en molestia. Estaban sentados en una banca al lado del gimnasio del colegio, era el receso por lo que se sentaban allí para ver a los de primer año jugar, Ryou había dicho que iría a hablar con Jun más que todo para disculparse por lo que había pasado el otro día, entonces Bakura se molestó, exigiendo que no se le acercara de nuevo y empezaron a discutir, al final el oji esmeralda tenía la razón, pero el orgullo del mayor no le permitía admitirlo y se molestó aún más volteando el rostro, su molestia se dividía en el menor tiendo la razón y sus celos; - Bakura por favor, solo iré a disculparme con él y a aclarar todo, deberías ser tu quien se deba disculpar, pero no te estoy obligando a ir así que deja de estar enojado – otro punto a favor del hikari que se sumaba a la molestia del oji carmesí; - ten, desquítate con esto y después bótalo en el bote de reciclaje por favor – le dijo Ryou tendiéndole su lata vacía de refresco, la cual el yami apenas tomó se aplastó en su mano con el mínimo esfuerzo.
Vio a Ryou alejarse lentamente y llegar hasta el grupo de Jun, quien estaba de espaldas y cuando se volteo comenzó a competir contra un tomate por la vergüenza de estar frente a su “crush” hablándole frente a sus amigos, quieres comenzaron a silbar y a hacer otros ruidos cuando el mayor los llevó a un lugar más privado para hablar, lo que lo puso más rojo y le estaba encendiendo los celos con todo el carbón que había a Bakura, por lo que aplastó por los lados la lata, dejando solo un circulo delgado de aluminio en sus manos.
Cuando el oji verde volvía rio un poco cuando escuchó por detrás a todo el grupo preguntarle a Jun que había pasado, mientras el mencionado solo tartamudeaba aún nervioso. El pelibanco amplió sus ojos y parpadeo varias veces confundido, frente a él Bakura había sacado varias latas del basurero de reciclaje junto a él y las había aplastado una a una con odio mientras insultaba en voz baja, estaba tan sumido en sus celos que ni notó cuando su contraparte se sentó a su lado, quien se abrazó al brazo izquierdo del mayor, quien volteó a insultar pero se detuvo al ver quien era, el oji esmeralda rio ligeramente y apoyó su cabeza en el hombro del otro, quien continuo desquitándose con las latas. Después de un rato el bote ya estaba vacío y todas las latas hechas un delgado circulo de aluminio apiladas sobre la banca, se levantó de repente por lo que Ryou se soltó y lo miró confundido, pero el oji carmesí no lo miró, solo le tomó la mano y empezó a caminar rápidamente; - e-espera ¿A dónde vamos? Y tienes que devolver las latas al bote – dijo el menor aún sin saber que pasaba, por lo que el ex ladrón le detuvo y tomó por el cuello de la camisa a un estudiante a su lado; - todas las latas de vuelta al bote ¡ahora! – exigió el yami soltándolo para señalar la banca recién desocupada con las latas sobre ella, el estudiante solo asintió rápidamente y se fue a recogerlas; - ¡lo siento! – se disculpó el hikari cuando reanudaron la veloz marcha.
Llegaron al ultimo baño del ultimo piso del último pasillo, el que todos pensaban que estaba embrujado y nadie se acercaba, solo los conserjes, quienes lo limpiaban de vez en cuando y hoy era uno de esos días; - ¿qué hacemos aquí? – preguntó Ryou cuando entraron, mientras Bakura lo miraba con el ceño fruncido, se miraron a los ojos unos segundos, antes de que el oji carmesí lo empujara contra la puerta con una mano en su pecho, mientras la otra le ponía seguro a la puerta; -K-Kura… - fue interrumpido por unos lujuriosos labios sobre los suyos mientras las manos le soltaban los botones de la chaqueta y su camisa blanca de manga larga, solo dejando esta última puesta, pasando después al resto de su ropa, que quedó acumulada en el suelo junto a la chaqueta y camisa igual del mayor, quien se soltó el cinturón y desabrochó su pantalón y bajó el zipper sobre un bulto; - B-Bakura espera, aquí no – el menor aún estaba atónito con lo que pasaba y con esas acciones reaccionó, dándose cuenta de que si no fuera por su camisa estaría completamente desnudo, jadeó cuando su pareja lo levantó obligándole rodearlo con sus piernas, sintiendo toda aquella excitación; - en esa inocente mente, muy al fondo hay un pensamiento sucio de querer hacerlo en un lugar público, de querer vivir esa adrenalina de ser encontrados, no me puedes mentir, además, será una de tus ultimas travesuras aquí – declaró el ex ladrón, lo que hizo sonrojar a Ryou, quien desvió la mirad avergonzado, por lo que aun sosteniéndolo con una mano, Bakura sacó su miembro; - e-espera ¿no tienes un cond..? ¡aah! –
- No- Respondió simplemente el oji carmesí viendo y escuchando a su contraparte gemir mientras lo penetraba lentamente, gruñendo cuando las uñas se le clavaron en el costado y el hombro.
- Muerde – le dijo después de un rato Bakura a Ryou quien levantó la mirada del hombro del otro, mordiendo el pañuelo negro que este le tendía, volvió a su anterior posición cuando el yami empezó a salir y entrar, junto a las lamidas, chupetones y mordidas a su cuello expuesto y apretones que le daba a su trasero.
Empezó a ir más rápido y más fuerte, por lo que Ryou ya estaba usando por completo el pañuelo en su boca para mantenerse lo más callado posible; - ¿a-acaso él podría hacer esto? – preguntó con lujuria Bakura en una voz grave cerca del oído del menor, quien en respuesta se abrazó más a espalda del otro.
Bakura continuo sus poderosas embestidas durante unos minutos más hasta que ninguno de los dos pudo soportarlo más.
- Así se siente mucho mejor – dijo el mayor entre jadeos después del clímax; - ni lo pienses…seguiremos usando preservativos, solo me tomaste desprevenido – respondió el oji verde aún fuertemente sujetado a la espalda del otro cuando soltó el pañuelo; - creo que debemos apurarnos para salir de aquí – volvió a hablar el menor.
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- ¿y bien? ¿qué ocurre? – preguntó Ryou cuando llegó al pequeño “estadio” de Baseball a unos cuantos metros al lado del gimnasio, donde practicaba y jugaban partidos el equipo del mismo deporte del colegio, al cual Ryou perteneció hasta este año, pues obviamente al ser su ultimo año, ya no volvería a jugar allí.
Ambos peliblancos fueron allí después de… sus actividades ilícitas, pues cuando se vestían de nuevo el teléfono de Ryou, Marik solo le indicó a donde ir, sin ninguna explicación.
- Taishi te reta a un duelo de lanzadores, para demostrar quien de los dos es el mejor -los ojos verdes de Ryou se ampliaron en sorpresa. Taishi el otro lanzador del equipo, siempre se discutía quien de los dos era mejor, nunca hicieron una “competencia formal”, por lo que “el mejor” quedaba a juicio de cada quien, pero ahora Taishi lo estaba retando abiertamente para “resolver el problema” entre ambos.
Taishi, un japonés de padres americanos, cabello corto, peli rojo natural, ojos grises y ambiciosos, combinando perfectamente con su nombre, de contextura intermedia, no corpulento, no delgado. En conclusión, destacaba entre la multitud tanto como “su contraparte” *enemigo* cof*cof* albino.
- ve a cambiarte, te está esperando- dijo Marik retirándose a la gradería; - ¿Qué? Pero no eh dicho que si- reclamo el oji verde; - yo ya le dije que aceptabas, ya no hay vuelta atrás – dijo el peli cenizo volteándose momentáneamente caminando hacia atrás y volviendo a girar.
Ryou miró a Bakura, quien solo alzó los hombros y también empezó a caminar a la gradería; - vas a ganarle – dijo de espaldas con las manos en los bolsillos; - claro…- susurró Ryou no teniendo otra más que conformarse, yendo a los vestidores.
Cuando salió fue al centro del diamante, dónde lo esperaba Taishi, quien estaba estirando; - ¿cuáles son las reglas? – preguntó Ryou, quien había recogido su cabello en una coleta bajo su gorra; - el que tenga más puntos gana, un estrike 1 punto, out 3 puntos, en total 6 claro, solo con mi Slider y tu Cutter, si usas otro tipo de lanzamiento tus puntos volverán a 0, claro que perderás puntos si te batean una bola, si la fallas serán 3, no hay equipos, pero los que logren batear pasaran a base igual, una carrera son 6 puntos – Ryou solo asintió, era obvio que quería aclarar todas las dudas entre ellos, quien era mejor, quien tenía la bola más rápida, la especialidad de ambos, la slider y la cutter o la copia barata de la slider, como la llamaba siempre Taishi, la cutter naturalmente es más rápida, pero eso no definía cual era mejor, pues la slider tiene un efecto al final que la hace incomoda de batear, pero nada de eso definía cual era mejor, solo su lanzador y su habilidad con ese tipo de lanzamiento.
- De acuerdo, pero ¿Quién bateara? – preguntó el oji verde; - llamé al mejor bateador de cada colegio de Tokio – Ryou casi se cae; - ¡¿Qué?! ¡Son más 40 colegios! -Taishi se volteo y levantó una ceja arrogante; - ¿y? ¿tienes miedo?, además no todos pudieron venir claro, pero si la mayoría, te aconsejo que empieces a calentar, no quiero ganarte antes de tiempo – dijo esto último sonriendo y caminado a otro lado del campo.